domingo, 2 de marzo de 2025

 Por los bares, calamares. En los bolsillos, ni una perra. Mal se conjuga la abundancia en los lugares si no hay pecunio. La población cuenta y recuenta sus dineros y a nada llega ni el sueldo ni la pensión. De hecho, las pensiones son más largas que los sueldos. Esta paradoja es triste. Ya nadie tendrá aliciente para trabajar. La vida se hace larga sin dinero que gastar. La vida es oscura y onerosa si todo es inalcanzable, si un mero chatito de vino es inasequible. Se desmontan los grupos de amigos que charlaban en la barra y decían: ponnos otra. Ya no ponen otra porque la cerveza cuesta 3 con 50. Ya no ponen otra en el bar porque no hay otra. Ya la gente se refugia en casa, ve la tele, la isla ven, me parece. Ven la isla y se marchan a dormir en cuanto pueden. Y mañana, a pasear, que no lo prohíben todavía.

La vida es dura si los precios son duros.

Pero aún tenemos la vida siendo dura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario