Dice un refrán: hombre refranero, hombre puñetero. Y dice otro refrán: de poetas y locos, todos tenemos un poco. Dice mi hermano que ya los locos no existen. Que existen los esquizofrénicos, los bipolares, los toc-toc, los trastornos límite de la personalidad, etc. El otro día en la radio oí decir a un enfermo que solo podía hacer sus necesidades en el servicio de su casa. Menudo plan. Locos somos todos un poco. Hay gente que es muy celosa, hay gente que pega a sus hijos, hay gente que tiene manías raras, hay gente que está obsesionada con su apariencia física y no sale de casa si no lleva una camisa de la marca esta u otra y bien planchada y con los pantalones lo mismo. Hay gente que ama a su pareja de tal manera, que si no la ve durante el día, se pone a llorar. El mundo es muy grande. Pero no hay una cosa más compleja en el mundo que un cerebro humano. Unos, por una extraña razón, son capaces de memorizar números muy largos. Otros se escandalizan con la menor suciedad, etc. El cerebro de cada uno es un misterio.
El cerebro:
esa caja de sorpresas para todo el día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario