Había tres marroquíes en la ciudad que bebían mucha cerveza y tomaban sustancias. Luego, se metían con la gente y armaban escándalo. Yo conocía a uno que trataba con ellos. Pero dejé de verle hace mucho tiempo. Ahora resulta que esos tres marroquíes han desaparecido de la ciudad. Rompían cristales de botellines en la acera, increpaban a los viandantes, se autoherían, etc. Han dejado de molestar porque se han largado. Ojalá no vuelvan. Dicen que eran confidentes de la policía. Eran los tres un poquito dañinos y gilipollas. Que les vaya bien donde están para que no vuelvan.
Los marroquíes: raros y con cultura diferente.
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