Yo aprendí a hacer la paella del señorito por internet, al igual que las lentejas y la caldereta de ternera. Y otras muchas recetas que mi madre no hacía en casa. Y esto, antes de que existiera Youtube, Tik Tok y toda esa serie de cosas que dieron en llamar redes sociales. Entonces, para mí, internet es una cosa buena. Lo malo es que una niña de 10 años se eche colorete porque lo ve en internet. Es aberrante. Las cosas necesarias de internet están bien, las modas impuestas por unos interesados, están mal. Internet es buen invento: que se te rompe el grifo, vas a internet y te explican cómo arreglarlo. Que hay algo mal en tu ordenador, igual. Hay una serie de tutoriales, como los llaman, que son como las recetas de cocina y, si los sigues, puedes hacer tú solo lo que quieras siguiendo las instrucciones. Así, casi no quedan fontaneros, electricistas ni demás profesiones. Todo el mundo arregla sus cosas por medio de internet. Es el primer paso para la robótica, de la que ya vamos teniendo noticias.

Internet es muy válido.

Lo malo son los que se aprovechan de internet.