martes, 12 de julio de 2016

Bueno, pues parece que estamos a 11 de Julio. A pesar del vergonzoso San Fermín que estamos teniendo y a pesar del calor que lo estira todo como la goma, vamos matando este mes maldito. Ya lo decían los viejos: diez meses de invierno y dos de infierno.
Este primer infierno mensual lo vamos pasando lo mejor posible, buscando la sombra siempre y refrescándonos convenientemente. Lamento al que se haya ido de vacaciones porque el mes está mediado y lamento al que tiene que trabajar a cielo raso porque toda la maldición de Ra y su bochorno maldito caerá sobre él.
Yo paso las horas de más calor en casa intentando escribir y participar en concursos que piden unos requisitos a cada cual más estúpido pero a lo mejor se equivocan y me dan un premio.
En fin, pasaremos como pasaron los franquistas por Madrid a pesar del cartel. Todo pasa. Lo bueno como lo malo y por poner un cartel encima de la Puerta de Alcalá no dejará de pasar. Lo bueno es ser realista, estoico y vencer toda maldad y matarla en el espíritu de cada uno pues la historia de los males no hay quién la pare.

jueves, 7 de julio de 2016

En estos días de julio me ha atrapado el tedio y con el tedio, una angustia por todos los días iguales que vivo. He recurrido a una única pastilla que parece que me ha relajado la sensación de atonía y tristeza que me embargaba nada más levantarme de la cama sin un objetivo fijo. Pero lo que he hecho, además de recurrir a la farmacopea es obligarme a mí mismo a escribir aunque fuera malo lo que escribiera. Y así he salido un poco del hoyo.
La monotonía es mortal para todo el mundo. A mí me ayuda la lectura y la escritura que me aleja un poco de mí mismo, de mi alrededor que nunca cambia.
Ir a Madrid y dar un paseo y ver gente cómo va también me ayuda porque relativizo mi estado y cómo he llegado a él y no pienso en mi situación y pienso en la de otros pero con este calor, ¿quién quiere ir a Madrid?
El caso es que escribiendo vierto mis males y mis preocupaciones sobre algún personaje y me libero de mis manías y de mis ataduras como persona que anda en círculo, un círculo pobre y triste que no va más allá de un barrio de la ciudad. A lo mejor me voy de vacaciones pero en compañía pues yo solo no me atrevo. Quizás vayamos mi hermano y yo a Galicia, al fresco de las rías.

sábado, 2 de julio de 2016

El tremendo sol de julio ya invade la casa muy temprano. El verano va avanzando con su laxitud propia de los días de vacaciones. La gente pasa indolente por la calle. Todo parece de chicle: los días, la moral, el concepto de nuestro propio ser. Yo trato de escribir algo que merezca la pena. Recuerdo calles de Toledo que ahora estarán ardientes como fogatas. Pienso en un personaje que suda y que busca algo imposible, una quimera. Pienso en un refresco en una terraza de Madrid. Pienso en todas esas vidas que se cruzan a diario. Pienso en "La colmena" de Camilo José Cela. La vida no me concede el don de la narración ebria de gramática aguda pero yo insisto a ver si escribo unas líneas que llamen la atención del lector ávido de cosas literarias novedosas. Sufro el spleen de los aristócratas ingleses del siglo XIX. Me angustio  porque no tengo lo que deseo. Decía Shopenhauer que la vida del ser humano oscila entre el sufrimiento y el aburrimiento. Shopenhauer era un papanatas. Yo solo deseo decir cosas bien dichas, resonantes e interesantes, dentro de la ficción pero no me sale, no me sale.