viernes, 24 de julio de 2015

Aparte de la novela titulada provisionalmente "El mendigo", he escrito o comenzado a escribir unos textos de temas muy variados como el pueblo, temas autobiográficos, políticos, de ciencia ficción, etc que de vez en cuando voy alargando narrativamente a ver qué sale. Puede que algunos solo den para cuentos y otros, a lo mejor son futuras nuevas novelas. Cuando estoy tranquilo y anímicamente concentrado me pongo a escribir en esos textos y a veces me entretengo mucho con ellos. Como hoy, que he estado con uno sobre mi propia vida pero en plan cómico y me he divertido contando nuevas historias propias.
Por lo demás, nada de particular. He merendado y puede que sea ya cena lo que me he metido para el cuerpo. Ahora voy a ver si paseo con Eva o qué.
No tengo nada más que decir. Rebus dictibus, he de decir que la tarde ha ido bien y que me gustaría estar en algún sitio lejano como París y si París no es suficientemente lejano, pues en Australia.
No hables mucho de ti mismo porque das la nota.
La chicharra no para de cantar. En el invierno nos parecerá mentira que la chicharra cantara tanto que nos distrajera de la lectura. El verano ya ha cruzado casi la mitad de su recorrido y el calor se va atenuando y después de lo vivido, este calor nos parece habitable.
Tengo que fregar los cacharros y me da pereza. 
Entre los aspectos del hombre masa que habita este siglo XXI y que ya Ortega y Gasset describió en "La rebelión de las masas", un lector del ABC dice que este de hoy en día no puede elegir entre lo malo y lo bueno sino solo entre lo malo. El hombre masa actual es mostrenco, iletrado y basto como él solo.
Yo creo que entre leer el País, en el que se nos ofrece un mundo de yupi y el ABC en el que todo está mal, me quedo con el término medio: habrá gente educada y civilizada que yo no conozco y habrá gente mostrenca e iletrada que sí veo a mi alrededor. Que yo no la vea no quiere decir que no exista pero mi ambiente debería vigilarlo porque no veo más que mostrencos. Debería yo hacer lo posible por conocer a alguien más elevado. Pero bueno, hay mostrencos muy divertidos y hay gente educada aburridísima. Lo malo es que el mostrenco te puede dar una coz a menos que te descuides.
Si ves mostrencos a tu alrededor o gente indecente, es porque existen.
Estoy leyendo "El tambor de hojalata" de Gunter Grass. Yo he leído de Gunter Grass que es premio nobel pero que después se averiguó que trabajó para los nazis. También leí que se hizo pasar por turco para hacer una novela precisamente para criticar el trato que se les daba a los turcos en Alemania en la segunda mitad del siglo XX. No sé que otras obras tiene este autor pero lo miraré en internet. Esta obra que estoy leyendo parece como el realismo mágico o algo así pues se fantasea sobre el que cuenta la historia con cosas fantásticas. Es difícil de leer, es un lenguaje muy culto y si te despistas pierdes el hilo pero bueno, está bien. El principio del libro es muy barroco y recurrente y no me ha gustado pero luego va cogiendo un ritmo narrativo más ágil y se hace más llevadero. Ahora que escribo esto, leo algo de la vida del escritor y dice que se formó como escultor y dibujante. Dice que esta novela es de las mejores del siglo XX europeo y dice que tiene otras muy buenas también sobre Alemania. "Del diario de un caracol" habla del diálogo entre generaciones. Me gustaría leerlo.

jueves, 23 de julio de 2015

Había un hombre que recorría la ciudad todas las noches antes de acostarse. Seguía diferentes itinerarios para encontrarse así con los diversos elementos arquitectónicos y ornamentales y humanos de esa ciudad. Una noche se encontró con un amigo que no veía hacía mucho tiempo. Tuvieron una conversación cortés y se despidieron y este hombre siguió su carrera nocturna. Otra noche se encontró con un antiguo amor que el paso de los años no había logrado quitarle su gracia y belleza. Tuvieron una conversación cortés y nuestro hombre siguió su camino. Otra noche, un joven avejentado y sucio le dijo a este señor: "tío, tío". Se veía que el joven andaba un poco desastrado por la vida. Nuestro hombre le respondió: "Yo no tengo sobrinos". "Es usted mi tío", dijo el joven algo desesperado. El hombre miró al joven y creyó reconocer a alguien en esa cara llena de vicio pero volvió a repetir: "Yo no tengo ningún sobrino" y empezó andar, sobrepasando al joven y disfrutó al poco de la belleza del paisaje urbano. Pensó: "Sobrinitos a mí con la edad que tengo. El último sobrino que vi lo vi hecho un chulo, olvidado por completo de mí. Quieren ahora que me acuerde de sobrino alguno. Poco se han acordado de este viejo en su vida y ahora vienen con peticiones. Coño, ahora que pienso. ¡Yo soy hijo único!
Estoy intentando comprender al ser humano de nuestro tiempo, al hombre actual, al que vive conmigo día a día. Estoy anotando ideas en un cuaderno sobre ese tema y tengo ya algunas ideas. He querido compartirlas con Paco pero me ha dicho que son cosas banales, que es perder el tiempo. Es lo que necesito yo, perder el tiempo de alguna manera. He puesto que el ser humano actual se entiende en muchos casos mejor con las cosas (coche, televisión, etc) que con sus propios semejantes. Yo creo que es una verdad. He puesto también que este ser es hiperconsumista: consume de todo y caro y barato y bueno y malo. Le gusta mucho consumir. Es individualista. Le gusta lo virtual y mentir. No es muy responsable. No le gusta la convivencia con los demás. Es muy independiente. Etc, etc, etc. Yo no me acostumbro a la moda de vida que se vive ahora: mucha fiesta, mucho perder el control que quizá se tuvo solo a ratos. Todo es como un carrusel que va muy deprisa y cada uno montado en un aparato sin saber de los demás. Pero eso trae desventajas: si te vas alejando de los demás, quizás ya no vuelvas a poder a acercarte y serás víctima de ese deseo de independencia tan grande y tan futil por lo demás (porque luego no saben ser independientes). Y los demás no es que quieran que no seas independiente, es que ven que no lo vas a poder ser y quizás te den su ayuda. Si no la coges, desprecias pero pides dinero (lo material) y lo material no une sino que divide muchas veces. En fin, qué mierda de hombre actual.
Si te alejas, te enfrías y antes de coger calor, te mueres.
Ahora por la tarde me ha dado un espasmo de optimismo que no sé cómo explicar. El caso es que me siento optimista. Seguro que se debe a mi enfermedad bipolar que es un sube y baja porque la verdad, mis condiciones de vida son las mismas: o sea, me aburro como una ostra, con optimismo o sin optimismo. Este verano está siendo asqueroso. No hago nada. Ni escribo porque no me concentro ni leo por la misma razón. Solo me lo paso bien a eso de las 9, cuando quedo con mi novia y doy un paseo y charlo. Mi hermano gemelo forma casi el paisaje de la rutina, casi no hablo con él de nada importante, solo las cosas del día a día. Ha tenido problemas del taxi y a ver cómo se resuelven. Los enfermos mentales, si trabajamos, tenemos derecho a una pensión contributiva y si no trabajamos a otra pensión menor. Yo no he robado a nadie y todo me lo he ganado con mi  esfuerzo, trabajando, nada en negro ni he defraudado a hacienda ni lo voy a hacer y el que diga otra cosa, miente. Bastante es tener que tragar medicamentos a diario y estar expuesto a cualquier incidente anímico que los demás no lo están. La tarde ya está pasando. Pasará el optimismo y pasará todo y me iré a acostar. Ojalá también pase pronto el puto verano de Dios.
Pensar que estás bien está bien pero no durará mucho.
Este fin de semana no iré al pueblo. La verdad que yo, en el pueblo, he perdido mucha comba. Bueno, he perdido mucha comba en todos los sitios. No me entero ni del nodo. La gente se ha casado o ha dado mil vueltas en su vida y yo en la mía y ya nada es igual. Además, si voy al pueblo no me puedo juntar con nadie porque ya nadie me hace caso de verdad. Es como aquí, en la ciudad, cada uno va a lo suyo y no van a perder tiempo contigo en ponerte al día ni explicarte nada. Y luego, la gente en mi pueblo es muy bruta, se cree que lo tienes que saber todo y se ríe brutalmente de los demás. Yo me juntaba con unos primos pero no vuelvo porque no merece la pena, ya tienen ellos su vida. Me limito, cuando voy, a leer debajo de los soportales. Los libros, esos sí que son los amigos de hoy en día. No piden explicaciones y los cierras cuando quieres y no dicen ni mu. No merece la pena juntarse con nadie porque al final te dan de lado y lo veo normal, tienen más cosas que decirse con otra parejas u otros de allí que conmigo. Conmigo, ¿de qué van a hablar? Yo no tengo interés para ellos, yo no vivo allí, yo no sé ningún chascarrillo. La gente también es individualista en el pueblo, cada uno va a lo suyo. Cuando entienda esto, lo del individualismo, entenderé de una vez este puto mundo.
El individualismo crea cerrazón y la cerrazón, desconocimiento.
Otro día más de este verano. La gente va individual por la calle, es muy difícil hacer amigos si no, imposible. Así es la vida, cada uno, a lo suyo. Y si te haces amigo de alguien, enseguida te está pidiendo dinero así que mejor no conocer a nadie. La gente va solitaria, siempre los mismos grupos, siempre las mismas conversaciones, no se hartan unos de otros y si se hartan, se joden porque no hay más. El marido y la mujer y los niños, los amigos inseparables y aburridos, los primitos, el mismo rollo de siempre. Y es que no hay más porque la gente con la crisis, con la delincuencia, con lo de la violencia de género no se arrima a nadie. La cosa no está para hacer amistades. Los chicos son malos. Las chicas son malas. Te quieren por el interés más turbio y descarado. Te quieren para luego hacerte sufrir: lo dice bien claro el telediario todos los días: cuidado. Nos tienen acojonados. Nos quieren asustar, dejar la impresión de que estamos en constante peligro. No te acerques, no preguntes, no saludes, mantén las distancias. El vecino puede ser un terrorista o algo peor. Ten cuidado. Cada uno por su lado. No friends, my friend y así todos los días: uno ha matado a su pareja, otro ha disparado contra... etc, etc, etc.
La gente es muy mala, eso parece claro.

miércoles, 22 de julio de 2015

Me esperan días divertidos. Me iré a Denia. Luego, al pueblo. Pero en el pueblo la gente no es muy divertida. Es fiestera, bebedora pero no divertida. No creo que haya gente con muchas luces en el pueblo para eso. Tendré que hacer algo para entretenerme por mí mismo. Luego vendrá el otoño allá por finales de septiembre y qué bien. Se acaba este régimen de calor y de gente estúpida haciendo estupideces.
El verano es muy dado a vente con nosotros, lo pasaremos bien, tómate algo y luego hay que mezclarse con gente que no interesa para nada. Es mejor ir a mi bola sin contar con nadie.
Antes, cuando era más joven sí me gustaba estar con gente pero ahora paso del tema. Prefiero mis cosas, mis asuntos, mi poca gente allegada que no unos que te dan mucho una vez y te dan mierda la siguiente.
Sin embargo hay gente que todavía le gusta estar rodeada de gente y gente escandalosa y torpe. A mí eso ya no me gusta. Que no me busquen donde haya mucha gente y mucho ruido. Ya no me va. No lo soporto.
La gente hace ruido, el silencio no. 

martes, 21 de julio de 2015

Ya hace menos calor. No es el calor tiránico de principios de mes. Sigo pensando que pobres los saltamontes, sin hierba fresca. Me gustaría ir a un sitio en el que hubiera hierba fresca del campo para tenderme frente al cielo. A lo mejor hay que irse a Francia o a Suiza o a Alemania. En fin, al norte, donde el sol no maltrata tanto a los de abajo. Hace veinte y tantos años yo cazaba saltamontes en verano por entretenimiento. Ahora no los hay. Todo cambia. Veo una película de la biblioteca con mi hermano como si estuviéramos en el cine. He visto "Las sandalias del pescador". Me ha gustado. Se ha pasado el rato. Ahora me toca a mí elegir peli en la biblio. Me he puesto esta mañana a escribir de unas historias olvidadas que tenía. Lo he pasado bien. La novela titulada "El mendigo" provisionalmente, pues no va de ningún mendigo, la he dejado para inspeccionarla y ver por dónde la ataco y la termino. Corre un aire beneficioso para los cuerpos por la ciudad, menos mal que los accidentes atmosféricos nos dan algo de felicidad.
Llena la nevera pero llena también la cabeza de algo.
La mañana ha dicho sí otra vez.
Otra vez los mismos ruidos, el mismo alinearse del sol en lo alto.
Yo transito la mañana, yo también digo sí.
El verano no cambia la faz del día, la cara de la existencia.
Es como una rueda, como un fantoche, como la luz.
Se aclara la hora tras los pasos medidos.
Si no hubiera otro día, si no estuvieras tú, qué sería de mí.
Se va alzando la luz, yo no hago nada que no hiciera ayer.
Para parecer algo, escribo que hay más día.
He dormido la noche para vivir hoy, un hoy terco e insípido.
Como dice la canción, me he mirado al espejo
y el espejo, burlón, me ha dicho lo de siempre.
Hoy hay paseo, hoy vuela la risa, hoy hay una razón
para disfrutar el tiempo, para sazonarlo como a una sardina.

lunes, 20 de julio de 2015

No me gusta el verano. Se pasa excesivo calor con lo de la ola u olas, se hace siempre lo mismo, se desespera uno de hacer siempre lo mismo, se deprime porque no sabe uno vivir la vida. Escribo aquí que no me gusta el verano porque no me sé recetas de verano proteínicas y buenas, porque no tengo amigos con los que charlar o hacer otra cosa interesante, no me voy a ningún sitio, ni siquiera a Toledo, como estaba previsto. Tampoco sé eso del parapente ni del surfismo. No me monto en ningún avión que me lleve lejos. Ni siquiera me monto en el cercanías para que me lleve cerca.
Qué triste es la vida en verano aunque luzca mucho el sol. El campo está arrasado y seco desde mayo. El campo ya no aguanta el sobrecalientamiento del planeta. Se agosta en mayo. En mayo ya hace tanta calor como lo haría antes en junio o julio y en julio hace tanto calor que da asco vivir. En fin, yo soy un enfermo y un enfermo tiene sus limitaciones. Los enfermos tenemos miedo de perder la salud y encontrarnos solos en alguna capital asiática o haciendo parapentismo por el mar. Los enfermos no sabemos vivir la vida tuti plei. Nos da miedo vivir la vida. Qué le vamos a hacer.
Hay un anuncio en el que uno está volando en parapente y otro surfeando el mar. Se muestran estas imágenes y vemos cómo disfrutan esos dos señores. Luego dice el anuncio: "aprende a vivir" y te vende un coche. Sí, señor. Hay que aprender a vivir y también a morir, que de eso se olvida el anuncio. Viviendo vamos muriendo como dijo Quevedo así que aprendemos las dos cosas a la vez. No hace falta que tal cosa la dijera Quevedo para ser verdad: es que es verdad. Este verano se me está haciendo muy largo entre olas de calor y hacer lo mismo todos los días. Yo tendría que aprender a vivir y tirarme por un puente (atado, eso sí) y hacer parapente como los que saben vivir. Los del anuncio nos dicen que aprendamos porque se ve que no sabemos, que somos unos ignorantes de la vida y de cómo se vive esta. Los del parapente, con esas cosas que hacen en el aire YA saben vivir y nosotros hemos de aprender de ellos pues somos unos estúpidos de la vida. El anuncio nos llama ignorantes de la asignatura más fuerte: de la vida. Y se quedan tan anchos.
El que te llame ignorante tiene mucho que aprender.

viernes, 17 de julio de 2015

Lo propio de la vida es pasar como un río. Unos pasan antes y otros pasan después pero todos pasamos. Unos pasan mala vida; otros, un buen pasar. Unos, en la vida, pasan de todo y todos pasan de ellos por lo tanto. Todos pasamos necesidades. Unos pasan enfermedades. Otros, van pasando como pueden la vida; otros la pasan mejor, como ellos quieren, pero la pasan del todo, no se quedan aquí, pasándolo bien todo el rato, estaría bueno. Unos pasan la vida y la pasan casi sin comer y otros pasan por el gardabero todo tipo de alimentos y así pasan de gordos la vida.
En fin, la vida es pasar haciendo camino como dice el cantar y si no lo haces no pasa nada, los caminos ya están hechos, solo hay que tener ganas de andar. Se anda poco en esta vida que llevamos de cara al ordenador central. Hay gente que en la vida pasa de los otros y comete tropelías sin parar pero cuando pasen, se lo recordarán. Yo paso de todo, decía el viejo que no tenía ná.

El mundo está así. Lo aprendí en un libro de ciencias sociales un año que di clases: el 80% de los recursos de la Tierra lo disfruta el 20% de la población: Europa, Japón y EEUU. El otro 80% de la población solo tiene el 20% de las riquezas de la Tierra. También he oído que hay solo 10 o 20 personas que tienen el equivalente de lo que ganan 20 o 30 naciones pobres. O algo así. Así el mundo es como es: lleno de violencia en unos sitios por tener lo que tienen en otros, movimientos migratorios también violentos e incontrolados. En ese 20% de población rica el consumismo es feroz, porque el sistema alienta que los ricos se gasten lo que no tienen. En ese 20 % de población rica, aunque la formación educacional es buena, lo único que se valora es tener dinero como máximo bien: no ser culto y bien formado. El dinero, hoy en día es un dios al que se adora constantemente. Dinero, dinero, dinero. Esto hace que la desigualdad solo se presente económicamente, no en términos de formación o de otras variables. Yo he visto muchos ingenieros que no saben quién fue Sócrates. Solo quieren dinero. El dinero no se come, no da la felicidad, da cosas, las cosas no dan la felicidad. Lo que se consigue con dinero vale menos que lo que se consigue con la paciencia o con el amor. El valor del dinero tiene un límite pero nadie parece verlo. Mientras, viviremos en el mundo del dinero, ciegos para todo lo demás.

jueves, 16 de julio de 2015

No sé qué va a ser de mi rutina y de mi forma de vida. Con este calor estoy muy desganado. Me levanto y no tengo ganas de hacer la comida, ni de ir a la compra ni de nada. Llevo comiendo gazpacho de primero unos días. Gazpacho ese de tetrabrick. Por más vueltas que le doy, no me salen ideas para hacer de comer y la pereza me come. No tengo ganas más que de estar tumbado a la sombra y de beber líquidos. Hoy voy a hacer garbanzos con callos de esos que vienen en una bolsa de plástico. No doy para más aunque el viernes quiero hacer una paella y entretenerme en la cocina un poco. Ya no voy ni a ver a Alfonso el de la once porque me aburre la idea. Me aburren todas las ideas de hacer algo. Hasta que no baje un poco la temperatura no sé que va a ser esto. Voy a mirar en internet recetas de verano a ver si encuentro algo fácil de hacer porque si no, nos vamos a hartar de gazpacho. En fin, qué asco de calor atenazante e invalidante. Ya no funciona ni la noria de todos los días. La noria se ha roto por el calor. Qué asco.
Si ves que no puedes, luego ya podrás.

miércoles, 15 de julio de 2015

Está visto que una vez pasas de los cuarenta, ya no haces amigos y si los haces no son muy duraderos. Es normal. El ciclo vital de hacer amigos va desde la infancia en que se compartían juegos y luego en la adolescencia en que se compartían horas en la barra de un bar y luego en la juventud hasta los cuarenta en que se compartían los recuerdos de esa adolescencia feliz. Luego ya nada. La gente se casa, tiene hijos, se establece en un determinado lugar para vivir en familia y de ese núcleo ya es muy difícil salir. Se sigue teniendo amigos (los de la infancia, los de la adolescencia) pero ya no es lo mismo. Lo que yo digo es que con las noticias que nos asaltan de hombres que matan mujeres o de tiros que hay por ahí, ¿quién quiere hacerse amigo de nadie? ¿para que queremos más problemas de los que ya tenemos echándonos un amigo que es alcohólico, ludópata, se ha divorciado y está como una cabra porque ha salido mal de esa separación, etc, etc, etc. Según está la sociedad de viciada, desorganizada, alocada,  ¿para qué queremos amigos viciosos, desorganizados y locos? Esta sociedad no fomenta cosas buenas como la amistad porque la amistad requiere una estabilidad, una tranquilidad que no hay.
Si quieres un amigo, ese del espejo.

martes, 14 de julio de 2015

Ando por la casa de noche en una atmósfera cargada de calor. Hay un niño que llora todas las noches de este verano. Mañana no tengo donde ir. Otra vuelta a la noria mañana. Todo resulta intranscendente y como clavado en un reloj. Van a dar las doce. Hay un señor por la calle que parece que va buscando algo en el suelo: una moneda quizás y se pierde la calle abajo. Hay parejas en las terrazas que descuartizan su aburrimiento a pequeños trozos como el que destaza un gorrino. Hay dos vecinas que se cuentan los pequeñísimos acontecimientos del día como si no valiera simplemente vivirlos sino que hubiera que recontarlos en sus detalles más insoportables. Yo no sé que hacer con el verano. El verano es un asunto que trae algunas veces malas irritaciones en la cabeza hasta el punto de volverla dolorosa y aturdida. En el verano se rompen muchas cosas: jarrones, almas, caridades y corazones para no juntarse más. El verano trae el calor necesario en el aire para volver loco al más cuerdo, tonto al más listo, triste al más inocente.
Ayer fui con mi hermano a la parada del taxi y había unos taxistas de nuestra edad con los que charlamos un poco. Luego, los taxistas, incluido mi hermano, se fueron marchando y me quedé solo en la parada. Me fui a un bar y me leí el periódico del que no recuerdo noticia alguna, fue mero entretenimiento lector. Luego cogí el autobús y me vine a casa a escribir la novela. Pero no me salió ni una línea. Por contra, me acabé "En la orilla" de Rafael Chirbes que es una novela que no ahorra en contar la porquería humana que hay en todas partes y el fracaso que anida en la vida de cualquier persona por aparente felicidad que crea vivir. Todos somos humanos, viene a decir Chirbes y todos tenemos mucha mierda en las tripas y en el corazón. No hay nadie inocente cuando se pierde la infancia. Yo diría que hay niños repelentes que la tienen perdida ya por culpa de sus padres. En fin, qué asco constatar que la vida es una barca como decía Calderón de la Mierda. Todos estamos en un barco que hace aguas por todos los lados y la lectura de ese libro hace que nos demos cuenta de lo sucio que es vivir y de lo mal que sienta esa suciedad de la vida en el cuerpo y en el alma de la gente.
Sufrirás hasta la muerte.
Yo encuentro que las raíces que había en mi pueblo pongamos de brutalidad o de analfabetismo se van moderando pero van entrando otras modas de panolismo estúpido y no sé qué será peor. Ahora, las madres de mi pueblo celebran eventos de mucho floripondio, se hacen regalos y se amariconan unas en la casas de otras. Hay jueguecitos de preguntas para tontos que consisten en recorrerte todo el pueblo buscando azulejos partidos y cosas llenas de roña y apuntar dónde están, en qué puerta o en qué maldito rincón apartado del pueblo. Luego hay preguntas del pueblo todas una tontería supina porque hay que saber el nombre de la niña más lista del colegio o del que tiene un ford fiesta azul. Yo lo veo, sinceramente, de una decadencia mema y absurda. Habrá gente que no sepa quién fue Felipe II pero sí el farmacéutico de hace 60 años que hubo en mi pueblo y se rompió la pierna jugando a la calva. Las cosas cambian, yo no me resigno a cambiar con ellas, yo sigo siendo el mismo y los cambios que no traen más que estupidez a las gentes me repugnan. En fin, como dijo uno, pasarán los años y nos haremos más tontos. Yo veo a mi  pueblo muy cambiado y cuanto más cambie, peor para él.
Todo cambio que no implique cultura, cambio inútil es.

La sensación que tengo estos días es de laxitud, de que da lo mismo ir que venir, comer de mala manera, perder el tiempo de cualquier forma, no escribir la novela ya sea por el calor reinante o por el modo de pasar el verano, que debe ablandar los cuerpos y los sesos. Se ha muerto Javier Krahe, un poeta muy bueno, del que yo compré algunos discos en su día. Quedará su memoria en sus canciones. Murió en Zahara de los Atunes. Quizás no se lo montara mal del todo. Ayer tomé café con leche a media tarde y por la noche no pegaba ojo. No lo vuelvo a hacer. Lope de Vega llegó a ordenarse cura pero sin dejar de disfrutar de las mujeres. Luego se lamentaba de que pecaba contra Dios. Tengo los apuntes de la oposición metidos en un trastero cogiendo polvo. Los debo recuperar para leerlos pues tenían gran información de todo tipo. Un día de estos, los cojo todos y me los traigo a casa. Dijo Krahe: toda la vida soñando con la gloria de Cervantes y me he quedado en la glorieta de Quevedo. Así nos pasa mucho a los escritores que nos hemos de frustrar, que vivimos frustrados arrumbados en una glorieta pequeña, como la de Quevedo o la de Atocha que tanto da.

lunes, 13 de julio de 2015

He vivido esta última semana tres experiencias con tres personas distintas que me han dejado tocado moralmente porque me he dado cuenta de cuán bajo cae la gente por su propio modo de ser rastrero, utilitario y maquiavélico. La primera persona se creía en el deber de contarnos sus miserias a unos amigos para que las comentáramos en plan de una lección. Fue asqueroso. La segunda persona solo estaba interesado en los movimientos de otras personas para su propio interés. Es lógico: esta persona solo se mueve por su propio interés y la generosidad es una cosa de la que no tiene noticia. No sé cómo me pilló de sorpresa pero no dejó de dejarme un poso de asquerosidad su conducta. De todos modos, a esta persona se le acepta ese modo de ser hace mucho tiempo y se le conoce su materialismo y el utilitarismo que hace de las personas. La tercera persona se mostró muy pesada e insidiosa por un asunto estúpido del que yo no quería saber nada. Al final, pasé del tema pero vi que las personas se muestran cansinas en algunos temas y no se dan cuenta de que lo son. Así que estos tres ejemplos de egoísmo, orgullo estúpido y gilipollez supina que he vivido últimamente, aunque cada uno por sí solo no signifique mucho, los tres juntos me han hecho ver que la gente se mueve por interés propio moleste a quién moleste, que la gente es estúpida y narcisa, egoísta y terca hasta cansar a los demás. Hay que aguantar estos comportamientos no sé si por la mala educación que hay en España o porque los españoles somos (son) así o porque sí. Eterno folletín, que diría Rosendo.

domingo, 12 de julio de 2015

Vengo ahora del pueblo. Allí hacía menos calor. He estado leyendo "Yo el supremo" de Roa Bastos. Creo que es una reflexión sobre la historia y la manera de contarla, también sobre la literatura. Me metía debajo de los soportales del ayuntamiento, allí a la sombra y leía, si no venían visitas. Es lectura difícil, con palabras cultas y todo eso pero está bien, le voy cogiendo el hilo. Me di una vuelta por Segovia, estuve con mis primos y anduve un poco por los bares, a tomar café. Hablé bajo los soportales con Saturnino, un hombre nacido en Villacastín con bastante buen caletre y muy pensador el hombre. Es un hombre que ama el progreso y por eso, en España está desencantado, le pasa como a mí. Deducimos que el botellón no trae progreso alguno a nuestro país. Me contó una anécdota escolar: el maestro le preguntó a los 7 años que qué animal es el más salvaje de los que habitan la Tierra. El pequeño Saturnino contestó que el hombre, demostrando que un pequeño filósofo anidaba en su alma. El maestro le dio un bofetón. A los 20 años, el joven Saturnino pidió explicaciones al maestro que nunca le pidió disculpas por responder violentamente a respuesta tan acertada a mi modo de ver. El maestro le dio largas. Saturnino viene de Saturno o Vulcano y viene a decir que tienes un carácter un poco pesimista u oscuro. Quizás se deba ese carácter a las tristes circunstancias que se vivieron antaño, cuando en las escuelas no te dejaban pensar adecuadamente. Creo que en las escuelas de ahora, aunque se pueda pensar libremente, también se berrea demasiado. En fin, en España es muy difícil llegar al término medio, se ve que nos cuesta mucho.

viernes, 10 de julio de 2015

Estaba yo en duda si quedarme en la ciudad o irme al pueblo (cruzar una montaña, el Alto del León) y al final me decidí por irme de este calor apabullante que me tenía preso en casa. Allí, en el pueblo seguiría con la lectura de "Fiesta" de Hemingway o de "Yo el supremo" de Roa Bastos (lectura difícil por cierto) y quizás, ya fuera en bici o en coche ir hasta la piscina más próxima a darme unos chapuzones. Como a mi novia no le molesta que me vaya, pues me iré y volveré el domingo Dios mediante.
Bajo los soportales hay unos chicos que hablan de cosas de drogas, de alcohol ingerido en su última fiesta cutre de botellón. Ríen al recordar cómo uno se bebió tal mejunje de licor y las tonterías que hizo a continuación (algún empujón, alguna salida de tono, alguna vomitona, etc). Luego pasa por allí Miejas, un señor que enlaza coplas de todos los tipos, antiguas las más y que hay que escuchar por ser persona mayor a la que se debe un respeto. La emigración a Francia es la que más huella le ha dejado y recuerda los ríos enormes y los trabajos en aquellas ciudades del Norte de hace tiempo. Luego sigo leyendo y me enredo en las páginas que cuentan la vida de un dictador del Paraguay, contada muy cultamente.
Si te cansas de la ciudad, vete a un pueblo.

jueves, 9 de julio de 2015

Ensaladas hay de muchos tipos:las hay de patata, de pollo, de alubias, de garbanzos, de pasta y así todo lo que se quiera poner junto y fresco. Se nos avecina una ensalada política: podemos, ciudadanos, PP, Psoe. Unos son más frescos que los otros y todo mejora con el aliño personal de cada ingrediente político: Rajoy está quemado y es más bien feo, lo contrario que Rivera. El coletas es lo radical, el sabor más fuerte. En fin, qué calor, qué ricas las ensaladas, que bien pasan en verano. Lo peor es que invierno llegan los potajes: ahí todo cocido y junto y revuelto que no sabe qué es cada cosa.
Bueno, yo, a lo mío, a escribir mi novela que ya va para vieja y a cocinar y a dar inmensos paseos y a soportar este maldito calor y a ir al pueblo a oír las coplas de Miejas y las bobás que se dicen allí.
Lo dicho: vengan ensaladas y potajes y vengan los meses que se agotan tan ricamente escribiendo la novela tendido al sol como un turista o tendido en la cama como un enfermo. Tendido cero, tendido de sol y tendido de sombra, tendido de ropas que se secan, tendido tieso que no se moja. En fin, en fin.
Si te aburres, da un paseo.
Lo recuerdo muy bien: la ola de calor de este verano entró el día 29 de Junio, lunes, nada más llegar yo del pueblo. Esa semana se pasó más o menos mal pero se pasó. Sin embargo, la siguiente semana, esta que estoy viviendo, desde el día 6 lunes, se me está haciendo larguísima porque parece que estoy encerrado prisionero en mi propia casa por el maldito calor. Ha dicho el hombre del tiempo (ya no sé si se llamará así a ese hombre) o meteorólogo de la televisión que hasta el día 12 habrá gran calor y que a partir de ahí, habrá calor pero no tan abundante como anteriormente.
Esperemos que sea así porque no sé ya qué guisar. Estoy harto y cansado de hacer ensaladas de esto y de lo otro. Estoy harto de que el único tiempo del que dispongo sea desde las 8 de la tarde en adelante, estoy harto de dormir mal, estoy harto de estar en la cama todo el resto del tiempo, dándome duchas ye estoy harto del calor inmenso y asesino que hay fuera de casa que no nos deja vivir. Esto es lo que trae tanto coche y tanto ir y venir con él: el cambio climático. Ahora os jodéis todos los que ibais al bar, al súper, al colegio, a la peluquería, al ambulatorio, a la mierda en coche contaminando.

miércoles, 8 de julio de 2015

He leído hace poco la ley de memoria histórica de ZP (un resumen en wikipedia). He sacado la conclusión que Zp estaba un tanto obsesionado con temas como la guerra civil, la II República etc y también con su abuelo, que fue represor de la revolución del 34 pero que  le mataron los de derechas. La memoria histórica supuso dar dinero a espuertas a nietos de combatientes de las Brigadas Internacionales, desenterrar muertos pero sobre todo del bando republicano porque la memoria histórica solo era para ellos. Del bando franquista no había memoria histórica ni dinero aunque sufrieran también los rigores de la guerra y del bando opuesto. Rajoy consideró esta ley incomprensible y la derogó (ni un euro para el pasado o algo así), dijo. Ahora me tengo que leer lo de la Alianza de Civilizaciones que seguro sería otra excusa para derrochar el dinero de todos los españoles en empresas dignas de un idiota. Lo de Zp no tiene nombre. Bueno sí: cuando se acaba el dinero se acaba la imaginación para gobernar.

lunes, 6 de julio de 2015

Si eres soberbio con los soberbios, te conviertes tú también en un soberbio y aparecen las riñas y las trompadas. Entonces, con los soberbios es mejor hacer que lo sean pero que capten bien tu indiferencia de su maldito orgullo. La gente que va avasallando a los demás al fin y al cabo se va a encontrar con un saludable aislamiento si su conducta persiste así con los justos y el justo llegará a triunfar sobre el soberbio gracias a la medida que tome sobre la situación: no hacer caso a bravuconerías de piratas que no saben cómo se lleva el barco.
Los soberbios suelen ser imbéciles y presumidos y suelen caer mal a la gente porque siempre, siempre están hablando de cosas que les pasaron a ellos, exclusivamente a ellos y siempre, siempre han salido ganando. Como más de la mitad de lo que cuentan es mentira o bravuconada, es mejor no hacerles caso y en el caso de que se metan contigo, dejarles claro el límite y no tener tratos con ellos. Ya se encargarán ellos mismos de caer en el error de caer en la desgracia de los demás. Porque son gente impresentable y asquerosa, que mienten para llevar la razón y dan voces y dan la lata y son necios como ellos solos. Pronto meten la pata y son ellos los despreciados.
Esta entrada del blog es para hablar del calor. Yo estoy como atontado desde por la mañana a las diez que me levanto. Me levanto sudando y me acuesto sudando y entre medias no hago más que sudar. Dicen que este calor va a durar hasta el día 12 de Julio que es domingo. Este calor sí es propio del infierno, creo que es un adelanto del infierno que los curas o Dios mismo nos ha traído a la Tierra para que vayamos paladeando su sabor para cuando nos muramos por no haber sabido cuidar del planeta como Dios ha mandado o como Dios lo hizo. Dios dice: tomad infierno y empezad a familiarizaros con él pues va a ser vuestro camino cuando muráis por haber echado al aire tanta contaminación, tanta basura de CO2. Me habéis manchado el cielo y yo os castigo con un poco de infierno. El verdadero infierno lo sufriréis cuando muráis. A lo mejor este infierno pequeño ya procure la muerte a personas delicadas. El caso es que también parecemos pollos dando vueltas y más vueltas soltando la grasa de nuestros cuerpos. O parecemos insectos a los que se nos aplicara una lupa de mil aumentos sobre nuestros cuerpos sudorosos y ya no podemos más. Suda que te suda hasta que llegue octubre pues septiembre también es de calor.
He leído atentamente la prensa esta mañana. Lo que más me ha llamado la atención ha sido un articulista que ha llamado trilero a Varufakis. Luego el articulista ha dicho que España no dé más dinero a Grecia. En otro sitio he leído que los de Syriza han prometido al pueblo griego que después del no, habría dinero en los bancos. Si es otra promesa demagógica, el pueblo griego debería espabilar a mi entender. Eso de que un gobernante monte un referéndum a mí me da qué pensar. No sé muy bien para qué lo hace y en vez de montarlo, no gobierna. En fin, luego he leído una entrevista a Monedero que dice no querer saber nada de Venezuela aunque fue asesor del gobierno de ese país. También dice que Maduro es demócrata pero para mí no. Y dice que Tsipras ha dado una lección de democracia o algo así. Se ha muerto un catedrático de lenguas clásicas. Mi horóscopo dice que yo me debo fiar de gente honorable. Esto del referéndum ha estado muy emocionante y todo eso. Y ahora qué. También he leído que la Merkel va a esperar que se cueza en su propia salsa esto del referéndum y esto del "no" y luego ya veremos. Otro mandatario alemán ha dicho que ahora hay que esperar a ver qué dicen los griegos. Alfonso, el vendedor de la Once ha dicho que se vayan a tomar por culo del euro y dejen de joder. Yo lo que creo es que si los griegos se jubilan a los 51, el país debe estar abarrotado de pensionistas y no produce nada.

domingo, 5 de julio de 2015

Hoy es domingo día 5 de julio del 2015. Dice un refrán: solo los simples se asombran de las cosas que ocurren. Y dice otro refrán: la novedad, a la semana, ya no es novedad. Hoy ha ganado el no en Grecia pero a mí me asusta más la novedad de estos calores que han venido de África. Yo no había vivido unos días así jamás y como los veranos sean así a partir de ahora vamos a ir bien jodidos. Desde las tres de la tarde hasta prácticamente las 8 nadie sale de casa por temor al astro rey. Por otro lado, yo no he visto un ejercicio de la política de esta manera: el dirigente griego hacía una cosa y la contraria a la vez. Así, ¿quién le iba a entender? Luego, por medio de un comentarista de la tele me he enterado de que hay 9 países más pobres que Grecia en la UE: Polonia, Rumanía, Lituania, etc y que esos países han tenido que poner dinero a Grecia que parece que no quiere pagar. ¿Entonces? ¿De qué va Grecia? No quiere pagar lo prestado. No quiere ser europea pero sí quiere negociar pero luego rompe la baraja. En fin, ni de noche nos respeta el calor y es muy difícil dormir. Qué asco.
De los que no pagan, no te fíes.

sábado, 4 de julio de 2015

Hay quien duda del cambio climático porque se pasa la mayor parte del verano metido en en el bar con aire acondicionado, como dice Julio Llamazares que le pasa a un amigo suyo de León. Pero sí que lo hay. Vaya que lo hay. El lunes pasado fue un día histórico de calor. Quedará en los anales. Lo que yo digo es que si la hierba en el campo dura verde menos de un mes, habrá una serie de animalitos que ya no podrán vivir. Los saltamontes, esa figura graciosa y diminuta de los campos ya no la he vuelto a ver.
Y así con todo. Todo se va muriendo porque el clima riguroso y asesino así lo quiere. Incluso mueren personas mayores que no llegaron a tiempo al Carrefour a meterse al fresquito.
La vida es una sinrazón. Al ser humano le acosan diversos males desde hace mucho tiempo pero nunca le había acosado el clima loco de estos tiempos y creo que no sabemos muy bien qué hacer. Lo hemos provocado, el cambio, pero no sabemos qué hacer con los cambios. Los cambios políticos los podemos prever pero el cambio climático se nos escapa. Lo habremos de sufrir como sea.

miércoles, 1 de julio de 2015

Nosotros somos europeos pero nuestra televisión no lo es. Solo da noticias de España. Y las repiten por la mañana,  por la tarde y por la noche. "El ministro ha dicho que no hay dinero en la hucha" y así tres veces seguidas. Pero no nos dicen cómo viven en Inglaterra, en Alemania ni en Japón. Solo noticias que son las de siempre: Donwing Street y gilipolleces de esas. Ya que no viajo, me gustaría que la televisión española, en vez de repetirse como las cebollas, mandara equipos de información a los países europeos y nos tuvieran informados, así nos podríamos comparar con ellos, la gente de la calle y decir: anda con los alemanes y eso. Pero no. Me parece que para eso hay que tener un canal internacional de pago; si no, no te enteras. Aquí siempre, siempre declaraciones de políticos españoles o extranjeros que dicen lo que ya sabemos o casos de corrupción repetidos hasta la saciedad y luego nadie dimite. Yo quiero oír dimisiones y encarcelamientos u oír cómo se lo pasan los académicos de Oxford o las putas de Liverpool o las verduleras de Munich. Vaya país desinformado, yo el primero.