jueves, 28 de enero de 2021

 El poeta Francisco Brines nació en Oliva, Valencia. Padres agricultores. La poesía de este señor descansa en la memoria de una infancia perdida y en el paso del tiempo, tendencia a lo personal, reflexión, lenguaje corriente. El tema central es el paso del tiempo que conduce a la muerte. Usa símbolos y yuxtaposiciones temporales de gran complejidad, como en "Mere road".

Fue profesor en Oxford y Cambridge y parece que es homosexual.


El balcón da al jardín. Las tapias bajas

y gratas. Entornada la gran verja.

Entra un hombre sin luz y va pisando

los matorrales de jazmín, le gimen 

los pies, no mira nada. Qué septiembre

cubre la tierra, lentos nardos suben,

y suben las palomas con las alas

el aire, el sol, y el mar descansa cerca.

El viento ya no quema. Riegan lentos

los pasos que da el agua, las celindas,

todas se entregan. Los insectos se alzan

a vivir por las hojas. En el pecho 

le descansan las barbas, sigue andando

sin luz. (...).

De: "Las brasas".


Dice la antología que este poema lleva un símbolo disémico; o sea que hay dos significados: uno superficial (la anécdota realista y un significado más hondo). Nos habla de una casa en la que entra un hombre viejo, símbolo de la muerte ("Todo lo deja muerto"). El verso final dice: "Es la casa que se empieza a caer, húmeda y sola"), así que la presencia del anciano es fantasmal. Dice un verso que me gusta por su verdad: "el jardín habita la ausencia como si se tratase de un corazón": es verdad: el corazón humano debe acostumbrarse a la desolación de las ausencias, sean estas vivas o muertas o perdidas en el tiempo.

Al final del poema, habla de aullidos, aliento de muerte y sombra fría. Todo un sistema semántico de desolación.

Me gusta el verso: "y suben las palomas con las alas/el aire, el sol y el mar."

Como me aburro, voy a dar paso al comentario de José Ángel Valente. Nació en Orense. Trabajó en universidades extranjeras y en la UNESCO. En 1972, fue ante un consejo de guerra por un cuento que escribió. Es continuador de los místicos. Su poesía es sobria y alude a episodios concretos.

                                             "SERÁN CENIZA..."


Cruzo un desierto y su secreta

desolación sin nombre.

El corazón

tiene la sequedad de la piedra

y los estallidos nocturnos

de su materia o de su nada.


Hay una luz remota, sin embargo,

y sé que no estoy solo;

aunque después de tanto y tanto no haya

ni un solo pensamiento

capaz contra la muerte, 

no estoy solo.

Toco esta mano al fin que comparte mi vida

y en ella me confirmo

y tiento cuanto amo,

lo levanto hacia el cielo

y aunque sea ceniza lo proclamo: ceniza.

Aunque sea ceniza cuanto tengo hasta ahora,

cuanto se me ha tendido a modo de esperanza.


Del libro de poesía: "A modo de esperanza", 1955.


Habla de estar en un desierto y de la nada que anida en el corazón suyo. Luego habla de la amada a la que coge la mano pero todo es ceniza y lo proclama, pero no dice ceniza enamorada sino que la amada representa tan solo una esperanza pues la muerte es más poderosa. La amada es ceniza que es esperanza y el poeta es ceniza y todo lo que tiene es ceniza. Parece el miércoles de ceniza.

No me ha gustado esta poesía. Me gusta el último verso: "cuanto se me ha tendido a modo de esperanza".


                                                            

miércoles, 27 de enero de 2021

Era un señor que salió de su casa a la calle y entonces, llegó la pandemia. La pandemia constaba de unos virus diminutos en cantidad industrial que se metían en los pulmones de la gente y ahí estaban calentitos pero provocaban una tos cavernosa que los echaba fuera y contagiaban a las personas que estaban alrededor. Entonces inventaron las PCRs, unas pruebas que decían si el que se lo hacía tenía el virus dentro. Y lo hicieron a grandes rebaños de gente que hacían cola durante una hora en polideportivo y así, al que daba positivo en el PCR, se le mandaba a casa a una cuarentena. Pero llegó el amaestrador de pajaritos cantores y los puso a todos a cantar y las tardes fueron muy amenas y distraídas. Y llegó el tocador de guitarra y dio un concierto mundial a las cinco de la tarde y todos aplaudieron tan fuerte que el virus se asustó y desalojó todos los pulmones de la gente y se fue a vivir a los pangolines que es de donde había salido. Y entonces, ¡aleluya! La pandemia se declaró derrotada y la paz acudió al mundo hasta la próxima pandemia o hasta que los extraterrestres nos den con un palo de escoba en la cabeza.

martes, 26 de enero de 2021

 Hemos estado Paco y yo después de comer analizando nuestra realidad y la realidad circundante. Los dos coincidimos en que hemos sufrido unos episodios de depresión más o menos aguda estos días de atrás. La verdad es que los dos hemos leído u oído que hay muchos episodios de depresión entre la gente por esto del coronavirus o la realidad a la que estamos enganchados por fas o nefas estos días: la vacuna que está resultando un ful, el aumento de casos de coronavirus, el mal rollo generalizado en unas calles que están medio solitarias, con la gente con mucho miedo, etc., etc., etc. La verdad es que el ambiente está tenso. La gente conoce ya mucha gente que ha muerto o que ha pasado la covid, la gente está asustada, la gente está de muy mal humor. Así que Paco y yo, en vez de echarnos la siesta tranquilamente nos hemos puesto a hablar de estos temas y al final, nos hemos cabreado un poco por la mala suerte que nos ha caído encima. Quizás es que Sánchez ha pasado del tema de gobernar y no haya dado la cara como correspondía. También hemos hablado de la seguridad social y lo mal que está todo: las tiendas, los bares, etc. Es todo una inmensa mierda que nos tenemos que comer por este gobierno absurdo o por otros temas que nos afectan. Una mierda, al fin y al cabo. Esperemos que los episodios depresivos terminen de una vez.

lunes, 25 de enero de 2021

 El siguiente poeta que comentaré es Jaime Gil de Biedma. Pertenece al círculo de Barcelona (Barral, Marsé) y también a la generación del 50. Critica a la burguesía. Fue homosexual. Trabajó para la Tabacalera mientras componía versos, versos de estilo coloquial y racional. No supo llevar bien su homosexualidad y desembocó en un nihilismo. Pasó su infancia en el pueblo segoviano de Nava de la Asunción.

                       

                                    INFANCIA Y CONFESIONES.

                                                                   A Juan Goytisolo.


 Cuando yo era más joven

(bueno, en realidad, será mejor decir

muy joven)

               algunos años antes

de conoceros y

recién llegado a la ciudad,

a menudo pensaba en la vida. 

                                                Mi familia

era bastante rica y yo estudiante.


Mi infancia eran recuerdos de una casa

con escuela y despensa y llave en el ropero,

de cuando las familias 

acomodadas, 

                         como su nombre indica,

veraneaban infinitamente

en Villa Estefanía o en La Torre

del Mirador. (...)                             de "Compañeros de viaje".



Más coloquial en su poesía no puede ser. Hay una referencia a Antonio Machado (recuerdos de un patio de Sevilla) y al regeneracionismo (escuela y despensa). A lo largo del poema, va diciendo cómo vivía con su familia pudiente (yo nací/perdonadme/en la edad de la pérgola y el tenis.) y de cosas que se decían sobre la guerra (historias penosas). A mí esta forma de poetizar no me gusta porque es muy aburrida y no fomenta las expresiones artísticas del lenguaje. No puedo seleccionar ni un verso de toda la composición porque no me gusta nada. Una cosa es la sencillez expresiva y otra, lo coloquial que encontramos en el lenguaje común. Por tanto, no me gusta esta poesía.

Esto de sentirme mal por las mañanas ya es una costumbre pero con la que está cayendo, es normal: el virus, el tiempo este de cielos grises que no llueven (yo quiero que llueva mucho). Me levanto y lo paso mal pensando que mi vida es una pura ruina pues no hago nada de interés aparte de escribir en este blog y otros escritos a los que me dedico sin mucho éxito. Es una pena mi vida si se pone uno a pensar: me levanto sin ningún objetivo, por las calles no veo más que gente mayor, llevo vida de jubilado como ellos pero yo tengo 51 años. Es una pena. Espero que pase esta especie de desolación que me entra cada mañana y lo vaya superando. Por las tardes lo paso mejor: me tumbo un poco en la cama a reposar la comida y pienso en lo que tengo que escribir. Hoy he escrito tres folios de la novela que voy a dar por acabada matando al protagonista y así me dedico a otra novela o lo que salga. Luego he escrito comentarios de poemas de poetas antiguos de una antología y a menudo encuentro en ellos expresiones bonitas, versos que se me quedan en la memoria para toda la semana por su belleza. Total, mañana mato al protagonista de la novela y comento poemas a ver que tal se me da y estoy un par de horas frente a la página en blanco.

Hay poetas que no me gustan mucho porque parecen sus poemas telegramas sin espíritu literario alguno. Hablan muy coloquialmente en el poema y encima, casi no se sabe de qué hablan. Pero los comentaré todos los que vienen en la antología.

Ahora toca José Agustín Goytisolo. Hay humor en sus poemas, hay sarcasmo y crítica. Colaboró con Paco Ibáñez, de quien era amigo. Hermano de Luis y Juan Goytisolo, escritores los dos. En un bombardeo murió su madre y este hecho les marcó a los tres. Es famoso por el poema "Elegía a Julia". Julia fue una hija que tenía.

En sus versos, es claro y directo.

                                LOS CELESTIALES

                                                    No todo el que dice: Señor, Señor, 

                                                     entrará en el reino (MAT, 7, 21)


Después y por encima de la pared caída,

de los vidrios caídos, de la puerta arrasada,

cuando se alejó el eco de las detonaciones

y el humo y sus olores abandonaron la ciudad,

después, cuando el orgullo se refugió en las cuevas,

mordiéndose los puños para no decir nada,

arriba, en los paseos, en las calles con ruina

que el sol acariciaba con sus manos de amigo,

asomaron los poetas, gente de orden, por supuesto.


de: "Salmos al viento"


Solo escribo esta estrofa porque es ejemplo de las estrofas que siguen en el poema, muy largo, por cierto. Habla en las estrofas siguientes de que los poetas olvidaron la guerra y escribieron siguiendo el estilo de Garcilaso. Después de Garcilaso, los poetas cantaron a Dios pero los "poetas locos", en contra de los poetas celestiales" cantaron al hombre "pidiendo paz, pidiendo patria, pidiendo aire verdadero".

En esta primera estrofa ya se ve la irónica mención de los poetas como gente de orden, pues olvidaron la guerra (detonaciones, ruina, etc.) para cantar el nuevo orden (franquismo).

Vemos en el poema una serie de objetos o cosas que han sido derribados por la guerra. "El orgullo se refugió en las cuevas" creo que hace mención a la oposición a Franco o aquellos que se tuvieron que tragar su orgullo por haber sido perdedores de la guerra.

Es un poema que no parece un poema sino una serie de frases unidas contando o describiendo. Es tan directo y claro que no se ve ninguna figura literaria ni nada próximo a la lírica. Todo parece prosa. Pero me ha gustado, sobre todo eso de "asomaron los poetas, gente de orden, por supuesto". Es una ironía fina sobre lo que opina José Agustín de los poetas de su generación, por eso les llama los celestiales.


domingo, 24 de enero de 2021

 He pasado 3 mañanas negras desde el jueves. Me levantaba y todos mis pensamientos eran autodestructivos, iban todos en contra de mi vida, no aceptaba mi vida tal y como la llevaba. Han sido tres mañanas depresivas a tope en que no veía luz de ninguna manera. Por la tarde también rumiaba ideas negativas pero ya con más calma, tratando de ver el lado bueno de mi existencia. A veces pensamos en los enfermos mentales como personas que dicen cosas raras o que piensan que son lo que no son (también se sufre pensando cosas raras o teniendo diálogos imposibles o pensando en cosas que no existen) pero lo malo de las enfermedades mentales son esos días o mañanas o tardes en que te pilla por sorpresa esa idea repetitiva de destrucción en que piensas que tu vida no merece nada, nada la pena y lloras por dentro y no puedes decir nada porque la solución es que, simplemente, eso se te pase con el tiempo y dejes de sufrir y de pensar que quieres estar muerto mejor que pensando lo malo que te atrapa y no te deja vivir. El sábado ya pude ver cierta mejoría pero llevo unos días de indecisión, de no saber qué hacer, de no centrarme en nada útil. Es asqueroso vivir así.

miércoles, 20 de enero de 2021

El siguiente poeta a comentar es Carlos Barral. Parte de su propia experiencia al poetizar. Nació y murió en Barcelona. Pertenece a la llamada generación de los 50. Creó la editorial Seix Barral.


                            LE ASOCIO A MIS PREOCUPACIONES


Preferiría ahora imaginar

que te soñaba como un robot

metálico o como un antiguo caminante

hecho de humanidades o de audacia.

Pero a la primera juventud es propia

una ternura sin reservas,

y luego...la tradición más inmediata.


Te invocaba según un largo rito,

torturándome hacia los pormenores de tu imagen.

Tocaba los objetos, te buscaba

revolviendo memoria.

Después, con los brazos en cruz, sobre la cama,

pasaba tiempo y tiempo.    (...)


El poeta se está refiriendo a Dios aunque no le nombre en todo el poema. El poema está lleno de referencias experimentales (sobre la cama, largo rito, etc.). En la continuación de este poema vemos cómo el poeta le pide cosas a Dios, le recuerda al igual que recuerda a su familia, al colegio, los muros del colegio... De repente, deja de gustarle Dios: la sociedad de los amigos de Dios, la dudosa verdad de sus quehaceres. No sé muy bien a qué se refiere. El caso es que se olvida de Dios Carlos Barral. Toda la historia con Dios "me parecía un sueño". No me ha gustado este poema porque es muy coloquial, demasiado coloquial y no parece referirse a nada concreto. Está muy difuminado todo, falto de interés.



 Mientras comía en un bar restaurante junto a mi hermano, he oído a un tertuliano decir: "17 tarjetas para un solo virus". La verdad es que es del género gilipollas el sistema sanitario español. Un sistema por cada autonomía. Además, en esta crisis pandémica que hay, el presidente no ha sido capaz de dirigir una política única para toda España. Unos dan el toque de queda a las 11:00; otros quieren a las 8:00 y no les dejan. Hay asuntos de cajón que pasan por tribunales por cuestiones legales absurdas. Lo primero para el presidente no es la nación sino no manchar su "marketing político", no empañar su imagen lidiando con el virus; para eso están las autonomías. Sánchez espera la foto final de una España que puede al virus; mientras tanto, no se moja para nada. Las apariciones que tuvo en televisión son penosas: no decía nada nuevo y todo lo que decía eran vaciedades. En esta ocasión, en la tercera ola y Filomena ni se le ha visto el pelo. Es un artista del escapismo, de no comprometerse con nada que pueda suponer desgaste político. Así pasa: las medidas que toman las comunidades autónomas, si son del color político contrario no gustan porque son buenas. O sea, que del virus Sánchez ha hecho política incluso, no es que se haya apartado a un lado, es que lo ha usado para su propio beneficio político.

Estos poetas consiguen que mi pobre memoria consiga recordar algunos versos bonitos y decidores. Estos poetas no viven bien su amor por las personas y las cosas ya que vivieron en dictadura. Aparece la soledad con mucha frecuencia, la melancolía y el desprecio del mundo pero consiguieron con sus versos bellos decir al mundo cosas bonitas. El próximo poeta es José Manuel Caballero Bonald. Es un autor de expresión cuidada y actitud reflexiva. Nació en Jerez de la Frontera. Se unió al grupo "Cántico". Después fue a Bogotá. Es barroco en su poesía y dice que la poesía le rejuvenece. Es premio Príncipe de Asturias.


                            MI PROPIA PROFECÍA ES MI MEMORIA.

de "Memorias de poco tiempo".



Vuelvo a la habitación donde estoy solo

cada noche, almacén de los días

caídos ya en su espejo naufragable.

Allí, entre testimonios maniatados,

yace inmóvil mi vida: sus papeles

de tornadizo empeño.

                            La madera,

el temblor de la lámpara, el cristal

visionario, los frágiles

oficios de los muebles, guardan

bajo sus apariencias el continuo

regresar de mis años, la espesura

tenaz de mi memoria, toda

la confluencia simultánea

de torrenciales sueños que me inundan. (...)


Lo primero a destacar son los encabalgamientos de un verso a otro. Son muy llamativos. "Naufragable" es un neologismo creado por el poeta. Se aplica a espejo: no sé muy bien qué quiere decir; puede ser algo así como que los días se miran en el espejo y naufragan por ser los días algo inútil o abocado al naufragio: soledad, abandono, oscuridad del mar que se traga todo. Habla de la habitación y me ha gustado mucho el término "almacén de los días": no sé si se refiere a la habitación o a la noche pero liga muy bien con naufragio. En un almacén parece que todo se pierde, que pierde además su valor personal e individual. Viene a decir que los días son todos despreciables. Es como un taedium vitae: todo pasa sin sabor. Luego va remarcando partes de la casa: madera, cristal, muebles. Estos objetos le llevan a recordar, a incentivar su memoria. Luego, en el poema va diciendo que todo es imagen de su memoria y cierra el poema diciendo: "la memoria es la esperanza de ser lo que ya he sido". O sea, para Bonald, el oficio de recordar le vuelve a vivir lo vivido, a ejercitar la memoria



Nos llevaban diciendo toda la semana que iba a llover, que la nieve amontonada se iba a fundir y que tuviésemos cuidado con las inundaciones. Son casi las 13:00 horas y no llueve nada. Los servicios meteorológicos de este país deberían tener más cautela a la hora de anunciar cualquier futuro cambio en el clima pues nos asustan con agua del cielo y no tenemos más que cielo encapotado, pero no lluvia. Me he levantado y no tenía ganas de nada pero me he puesto a comentar algún poeta de la antología que tengo. La verdad es que en estos poetas cunde el pesimismo, pero, ¿cómo no iba a cundir el pesimismo en estos poetas si pasaron una guerra siendo niños y luego vivieron una dictadura asquerosa seguidamente? Así, la soledad, la represión y la incomprensión de la vida es la tónica de estos poetas que comento. Y son bellos algunos poemas dentro de la melancolía que rezuman. Algunos poetas vivieron bien cantando a Dios y a los valores patrios porque se encontraban en el bando ganador pero aún así, en todos estos poetas se ve la tristeza de tener que aguantar un régimen corrosivo con la idea poética que debe basarse en la libertad de escribir de lo que a uno le dé la gana. Más tarde, en los años 80 toda esa libertad reprimida salió en un montón de grupos culturales, músicos, bandas y directores de cine que ya podían dedicarse libremente a la cultura.

Ahora vamos a comentar a Ángel González, que es ya más famosillo por haber tenido por amigos a una pareja de escritores, a un cantante y a otros famosos de izquierdas.

Nació en Oviedo. Murió su padre cuando tenía un año. Murió su hermano. El otro hermano tuvo que exiliarse. Su hermana no pudo ejercer de maestra. Su motivo poético se resumiría en que el hombre está solo en el mundo y caben dos consuelos: sentirse eslabón de la historia humana o refugiarse en el amor o en lo marginal (prostitutas, desvalidos...).


Voy a comentar este poema bastante conocido:

Para que yo me llame Ángel González, 

para que mi ser pese sobre el suelo,

fue necesario un ancho espacio

y un largo tiempo:

hombres de todo mar y toda tierra,

fértiles vientres de mujer, y cuerpos

y más cuerpos fundiéndose incesantes

en otro cuerpo nuevo.

Solsticios y equinoccios alumbraron

con su cambiante luz, su vario cielo,

el viaje milenario de mi carne

trepando por los siglos y los huesos.

De su paisaje lento y doloroso,

de su huida hasta el fin, sobreviviendo (...).



De "Áspero mundo": libro de poesías.


El título del libro de poesías ya dice mucho del pensamiento de Ángel González: el mundo es áspero, hostil. En el poema se aprecia un lenguaje coloquial, con términos muy sencillos (cuerpo, huesos, siglos, suelo...). Las estrofas las forman 3 versos de 11 sílabas y un pie quebrado de 5 sílabas que rompe el ritmo del poema: "y un largo tiempo", "en otro cuerpo nuevo" aunque no hay estrofas como tal sino que el poema es un continuo poético. Ángel González se traduce a sí mismo como  la concatenación de cuerpos que han ido pasando por la historia (hombres de todo mar y toda tierra y fértiles vientres de mujer). La mezcla de hombres y mujeres dan un cuerpo nuevo y remiten al principio del poema, el YO del poeta. Como dice Alarcos Llorach, el poeta está solo y solo sirve de eslabón en la historia personal. Me gusta el verso "trepando por los siglos y los huesos" que forma una aliteración de la "s" en contraste con la "t" de trepando. Y además es una metáfora muy aguda, pues el tiempo (siglos) va creando huesos (carnalidad).

Es muy novedoso empezar un poema con una forma personal, con el yo y luego ir explicando esa existencia en la historia personal. No da nombres: sus abuelos, sus bisabuelos... sino que habla en general de cuerpos y vientres y huesos.

La verdad es que el poeta no se enorgullece de haberle dado la vida ese continuo de cuerpos fundiéndose. Simplemente, aborda el tema de manera objetiva. Además, en los últimos versos de este poema se llama a sí mismo "escombro tenaz". Se define como algo residual en la historia de su vida, como el "éxito de todos los fracasos". Desde esta mirada y recordando yo algunas de sus poesías, esta melancolía de Ángel González le permite un humor ácido en sus poesías que llama mucho la atención.



martes, 19 de enero de 2021

Dice mi padre que este presidente que tenemos es "gafi", Paco y yo le corregimos y le decimos que se dice "gafe". La verdad que sí, que este presidente es gafe desde que empezó. No supo venir la pandemia, no la supo gestionar y, cada vez que aparecía por televisión daba mala espina pues no hacía más que decir lo que ya sabíamos, además de estar acompañado de Illa y Simón, que también decían más o menos lo mismo, amparándose en los "expertos", de los que casi nunca sabíamos nada, ni quién eran siquiera.

Ahora ha venido la gran nevada Filomena y puestos a achacar tantas desgracias, decimos que Sánchez es gafe, pues a alguien hay que echar la culpa de algo, buscar un chivo expiatorio es propio de los seres humanos.

Dejémosle que gobierne a fuerza de decretazos, que es lo que sabe hacer, y a ver si con los fondos europeos, sacamos algo en limpio.

140.000 millones de euros. A mí me parece una cifra de ciencia ficción. Si con ese dinero, el gafe Sánchez no nos saca del atolladero, es que es más malo que los hermanos Malasombra.


Voy a escribir un poema:

Los días se repiten como el ajo,

la luna sale ya como un pingajo,

el amor y la belleza, ¿dónde están?

Desde tu casa ves eso, ves nevar.

El siguiente poeta que me ofrece la antología es Pablo García Baena. Voy a buscar en Wikipedia información sobre él y luego, lo comentaré. Perteneció también al grupo "Cántico". También debió ser pintor.

Según la antología, fue muy apreciado por los poetas del 70. Es poeta barroco, personalista y esteticista.


                              SOLO TU AMOR Y EL AGUA

Sólo tu amor y el agua... Octubre junto al río

bañaba los racimos dorados de la tarde,

y aquella luna odiosa iba subiendo, clara,

ahuyentando las negras violetas de la sombra.

Yo iba perdido, náufrago por mares de deseo,

cegado por la bruma suave de tu pelo.

De tu pelo que ahogaba la voz en mi garganta

cuando perdía mi boca en sus olas de niebla.

Sólo tu amor y el agua... El río, dulcemente,

callaba sus rumores al pasar por nosotros. (...)


Rumor oculto. (libro de poesía)


Es un poema de evocación del amor del poeta a través de descripciones de la amada mientras están rodeados de una naturaleza tranquila.

"Racimos dorados de la tarde" y "Las negras violetas de la sombra" son dos imágenes o metáforas que me gustan pues la tarde se asemeja a racimos de uvas y la sombra a negras violetas. Son dos metáforas muy llamativas.

Junto a la tranquilidad de la tarde (el río callaba, aire estremecido, etc.) el poeta describe su amor con su pareja (me parece que los del grupo "Cántico" eran todos homosexuales). Y así retoma la idea del agua y el amor como dos rumores que se van uniendo en la evocación del amor del poeta.

 Esta mañana me he levantado de la cama y me he dicho: otro día igual que ayer, otro día igual que mañana y los que me queden por vivir. Después, he puesto a la lumbre un cocido y ya me he entretenido un poco. Iba catando del caldo a ver si los garbanzos se cocían. Luego, he ido con mi hermano al parque de Colón, pero allí también se me ha hecho insufrible el estar con un señor pensionista hablando del covid. Así que me he dado un paseo por "el barrio", como yo llamo a la calle que va rodeada de comercios y de algo de vida y me he sentido mejor. Allí me he encontrado con Pilar y hemos estado hablando y fumando a la puerta del bar al que iba yo cuando me despertaba a eso de las cinco de la madrugada. Ha sido de alivio fumar allí un cigarrillo con esa mujer. Me vengo a casa recorriendo por segunda vez el barrio en dirección contraria y ya me encuentro mejor. Es balsámico ese paseo por esa calle. No sé por qué me hace sentir bien. Hemos comido el cocido y me he tumbado pero no he dormido apenas la siesta pensando en la novela, cómo proseguir con ella. Luego Paco se ha ido y yo voy a seguir comentando poetas y haciendo uno yo en este blog:


Si el oscuro torrente conoce crecidas

quiero yo también conquistar el valle,

salirme de mi cauce aburrido

y tornarme río que llegue al mar.

 Gracias a los poetas que comento, veo expresiones nuevas en el lenguaje y aciertos estilísticos que se me quedan en la memoria, así que voy a seguir con Ricardo Molina. Ricardo Molina nació en Córdoba y fundó la revista "Cántico" junto a otros poetas y pintores.


                                             ELEGÍA VII.


                                                                        A Ginés Liébana

En Sandua aúlla el viento por los viejos tejados,

por los muros ruinosos y la negra veleta.

El avellano esfuma su contorno en la niebla

y el torrente ensordece los valles desolados.


Los nogales sacuden sus mil hojas de agua

anunciando el otoño en los campos aún verdes.

Las nubes se derrumban como un trono solemne

sobre la silenciosa calma de las montañas.


Los violentos despojos de la oscura tormenta

en las aguas salvajes se destiñen y flotan.

En los rosales queda todavía una rosa

y al aspirarla mi alma se inunda de tristeza.


No había oído hablar de este poeta ni en mis estudios de la universidad ni tampoco en los apuntes de mi oposición. Se supone que este poeta y otros del grupo "Cántico" no eran académicos ni era necesario estudiarlos.

Sandua es una creación del propio poeta para la inserción en ella del Amor y la Naturaleza.

No me gustan muchos estos versos pero sí la musiquilla que produce al leerlos (son versos alejandrinos de 14 sílabas) con un ritmo de palabras de acentuación grave.

Me gusta este verso: "por los muros ruinosos y la negra veleta" que evocan cierto abandono en el paisaje. Son dos frases compuestas por nombre y adjetivo que dan lugar a dos representaciones de la realidad de un pueblo en ruinas.

En los últimos versos de este largo poema, el autor se identifica con el lugar que describe, otoñal y ruinoso, como si al poeta también se le haya ido lejos la felicidad, el amor y la belleza.

lunes, 18 de enero de 2021

 El siguiente poeta de mi antología es Miguel Labordeta. Nació en Zaragoza y formó parte de la tertulia "Niké". Era el hermano de José Antonio Labordeta. Su poesía es "una autobiografía espiritual, atroz y tierna a la vez, de un alma solitaria". En sus primeros libros hay existencialismo; después se constituye en testimonio histórico al que pertenece este poema que voy a comentar. No en vano, Labordeta estudió Historia.


SEVERA CONMINACIÓN DE UN CIUDADANO DEL MUNDO.

Mataos

pero dejad tranquilo a ese niño que duerme en una cuna.

Si vuestra rabia es fuego que devora tal cielo

y en vuestras almohadas crecen las pistolas:

destruíos aniquilaos ensangrentad

con ojos desgarrados los acumulados cementerios

que bajo la luna de tantas cosas callan

pero dejad tranquilo al campesino

que cante en la mañana

el azul nutritivo de los soles. (...).

Usa el poeta un  imperativo: "mataos" en el sentido de: "podéis mataros" y luego excluye de esa matanza al niño que descansa, al campesino, al joven estudiante "que lleva en su corazón un estío secreto" y a ese hombre tan bueno y tan vulgar que con su mujer "pasea en económicos atardeceres".

Es muy bonita y poética la lista que hace Labordeta de los seres que no merecen la guerra.

Hay referencias a la guerra en "vuestras almohadas crecen las pistolas" haciendo referencia al belicismo que hubo antes, durante y después de la guerra civil española: dice "crecen" como si las pistolas fueran un ser vivo, dándole así mayor realce a las armas.

"Acumulados cementerios que tantas cosas callan": es una referencia a los fusilamientos que hubo en España en la época de la guerra civil.

En toda la poesía, lo que hace Labordeta es ordenar que se maten todos pero librar de esa guerra a todos a la vez, cosa muy difícil. Los ejemplos que pone son de gente corriente que no merece morir en una guerra. Es a la vez atroz y tierno el llamamiento a la paz que hace el poeta



 Como mi novela no marcha y yo estoy un tanto aburrido, voy a seguir con los comentarios de poetas. Hoy toca Carlos Edmundo de Ory, que fue el creador del postismo en poesía. Nació en Cádiz y luego, se trasladó a Madrid. Resume su poesía en amor y dolor.

El poema es este:

Paso a paso llegué a la verja un día

no habiendo nadie y con mi poco altura

abrí la puerta y penetré en la oscura

casa que estaba en su interior vacía.


Como la lluvia allí no me podía

dormité con un sueño que aún me dura;

pues bien, nunca saldré de esta aventura

la que yo llamo la ventura mía.


Yo soy aquella la lejana casa

y aquel el hombre triste que la habita

empeñado en no abrir jamás la puerta.


No el viento pasa. No la lluvia pasa.

Ni aún nadie se le acerca porque evita

el miedo que le da la casa muerta.


Es un soneto en el que se cuenta el hallazgo de una casa vacía. Puede ser algo real y entonces parece una ocupación de una casa o puede ser algo simbólico en el sentido de que el personaje y la casa se identifiquen como algo solitario o muerto. Puede ser una descripción de la soledad del poeta por medio de una casa abandonada.

Yo vi en la tele un documental sobre este poeta y dijeron en él que Ory vivió casi siempre en hostales. Me impactó mucho la vida que llevó este hombre, lejos de los oropeles y los premios oficiales. Su poesía es sencilla de entender como vemos en este soneto y es muy simbólica. En la antología que manejo hablan de este poema como  la manifestación del "yo ruinoso". Quizás Ory vivió de manera precaria toda su vida y consiguió ser un gran poeta.



domingo, 17 de enero de 2021

 Hoy es domingo y a no ser por unas judías verdes que he cocinado rehogadas en la premura de la mañana, no puedo estar orgulloso de nada. Mi vida transcurre así, en una repetición de días que se suceden como la goma. He comprado el periódico pero no me he interesado mucho por él; he paseado por la ciudad, pero no me ha gustado tanto de lo mismo otra vez. 

He escrito lo de un poeta y su verso por ver si me entretenía y el entretenimiento ha durado poco. Me iré a pasear otra vez, a salir de casa más bien, a romper el tedio de estar en el mismo sitio a la misma hora.

Ayer leí un fragmento de "Fortunata y Jacinta". La literatura está ahí para disfrutar de los acontecimientos de unos personajes estudiados hasta el hueso.

Siempre lo mismo, lo consabido, lo horripilante que se repite de semana en semana. Menudo rollo.

Como no tengo nada de qué escribir, pues mi vida es anodina (pasan los días, pasan) escribiré de un poeta de los que hay en mi antología de poesía española 1936-1975.

Se trata de José María Valverde. Era católico y escribía esa poesía llamada arraigada.


Oración por nosotros los poetas.


Señor, ¿qué nos darás en premio a los poetas?

Mira, nada tenemos, ni aun nuestra propia vida;

somos los mensajeros de algo que no entendemos.

Nuestro cuerpo lo quema una llama celeste;

si miramos, es solo para verterlo en voz.


No podemos coger ni la flor de un vallado

para que sea nuestra y nada más que nuestra,

ni tendernos tranquilos en medio de las cosas,

sin pensar, a gozarlas en su presencia solo.

Nunca sabremos cómo son en verdad las tardes,

libre de nuestra angustia su desnuda belleza...


Comentario:

Valverde era extremeño de Valencia de Alcántara. Fue poeta, filósofo y traductor. Se exilió de España al apoyar a unos profesores de la universidad que estaban en contra de la dictadura. Tiene muchos libros de poesía publicados.

En este poema se dirige a Dios y le dice qué piensa de los poetas que siempre están tomando nota de lo bello e inútil de la Creación. Las flores, los pájaros son cantados por los poetas. Los poetas no tienen nada y todo lo vierten en palabras. Dice que los poetas no pueden descansar en paz mientras están en la Tierra y Valverde le pide a Dios la paz cuando muera.

El fragmento que he copiado dice eso pues la poesía es una repetición de ese papel que tiene el poeta de matar las prisas y dejar constancia de lo que hay en el mundo de bello.

Me encanta este verso: "ni tendernos tranquilos en medio de las cosas.": viene a decir que el poeta no está para gozar de las cosas sino para contarlas, para hacerlas palabra.


 

miércoles, 6 de enero de 2021

 Para mí, el fin de la pandemia vendrá marcado cuando pueda ir a la biblioteca y pueda elegir un libro. Perderme por los anaqueles repletos de títulos e ir mirándolos, leer el empiece de ellos y, si me gusta y me engancha la obra, el libro, ir al despacho donde está el bibliotecario y tomarlo prestado, llevarlo a casa y disfrutar de su lectura. He estado comprando libros en una librería de aquí y del otro pueblo pero no me gusta tanto la experiencia como brujulear entre la multitud de títulos que guarda una biblioteca, aunque sean antiguos. Y es que ahora salen muchos títulos de actualidad, pero muchos son aburridos o no tienen el sello de calidad que el tiempo hace que tengan los libros. He comprado y leído libros o raros o que no me han convencido tanto como me convencen cuando en la biblioteca los miro, leo la cubierta, leo el principio, veo de qué va y un poco el estilo, etc. En una librería no puedes hacer eso porque no hay espacio físico y es más comercial que una biblioteca, no están para que te tires la mañana mirando y leyendo. La verdad, es que yo no tardo mucho para elegir dos libros que me traigo a casa cada vez que voy. Suelo tardar unos 20 minutos o media hora hasta que me decido. Luego, en casa, me doy prisa por acabarlos para ir por otros. O sea, que si abren las bibliotecas, yo doy por acabado esto de la pandemia.