lunes, 25 de enero de 2021

Hay poetas que no me gustan mucho porque parecen sus poemas telegramas sin espíritu literario alguno. Hablan muy coloquialmente en el poema y encima, casi no se sabe de qué hablan. Pero los comentaré todos los que vienen en la antología.

Ahora toca José Agustín Goytisolo. Hay humor en sus poemas, hay sarcasmo y crítica. Colaboró con Paco Ibáñez, de quien era amigo. Hermano de Luis y Juan Goytisolo, escritores los dos. En un bombardeo murió su madre y este hecho les marcó a los tres. Es famoso por el poema "Elegía a Julia". Julia fue una hija que tenía.

En sus versos, es claro y directo.

                                LOS CELESTIALES

                                                    No todo el que dice: Señor, Señor, 

                                                     entrará en el reino (MAT, 7, 21)


Después y por encima de la pared caída,

de los vidrios caídos, de la puerta arrasada,

cuando se alejó el eco de las detonaciones

y el humo y sus olores abandonaron la ciudad,

después, cuando el orgullo se refugió en las cuevas,

mordiéndose los puños para no decir nada,

arriba, en los paseos, en las calles con ruina

que el sol acariciaba con sus manos de amigo,

asomaron los poetas, gente de orden, por supuesto.


de: "Salmos al viento"


Solo escribo esta estrofa porque es ejemplo de las estrofas que siguen en el poema, muy largo, por cierto. Habla en las estrofas siguientes de que los poetas olvidaron la guerra y escribieron siguiendo el estilo de Garcilaso. Después de Garcilaso, los poetas cantaron a Dios pero los "poetas locos", en contra de los poetas celestiales" cantaron al hombre "pidiendo paz, pidiendo patria, pidiendo aire verdadero".

En esta primera estrofa ya se ve la irónica mención de los poetas como gente de orden, pues olvidaron la guerra (detonaciones, ruina, etc.) para cantar el nuevo orden (franquismo).

Vemos en el poema una serie de objetos o cosas que han sido derribados por la guerra. "El orgullo se refugió en las cuevas" creo que hace mención a la oposición a Franco o aquellos que se tuvieron que tragar su orgullo por haber sido perdedores de la guerra.

Es un poema que no parece un poema sino una serie de frases unidas contando o describiendo. Es tan directo y claro que no se ve ninguna figura literaria ni nada próximo a la lírica. Todo parece prosa. Pero me ha gustado, sobre todo eso de "asomaron los poetas, gente de orden, por supuesto". Es una ironía fina sobre lo que opina José Agustín de los poetas de su generación, por eso les llama los celestiales.


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