jueves, 25 de febrero de 2016

Aparte de la novela "Mañana" que tomé prestada ese viernes, cogí una película que se titulaba "Tal padre, tal hijo", de un director japonés. La historia la vi el mismo lunes por la tarde en vez de echarme la siesta. Va de una familia de padre, madre e hijo a la que les dan la noticia de que en el hospital donde nació su hijo hubo una confusión: su hijo no es el biológico. Entonces, el hospital concierta una cita para que se conozcan las familias de ambos hijos. La otra familia está formada por unos comerciantes humildes que tienen tres hijos, uno de ellos el biológico de la primera pareja. A partir de ahí hay unos encuentros y todos los niños encuentran muy divertido al comerciante, que es un tío pasota mientras que el otro padre es un arquitecto enfrascado en su trabajo y muy aburrido. Las madres, mientras, se cuentan todos los asuntos de una familia y de la otra. Hacen el intercambio de niños pero sale mal porque el hijo no biológico de los comerciantes se escapa, ya que no le gusta su nueva familia tan aburrida y coge el metro él solo y se planta en la tienda de su padre adoptivo, el verdadero. El arquitecto casi tiene que salir corriendo detrás del hijo, pues ya se ha adaptado a vivir con los tenderos. Triunfa la convivencia sobre la biología, sobre la sangre al final. Es muy buena la peli.
En un tiempo récord (recuerdo que fui con Eva a pedir prestado el libro a la biblioteca el viernes por la tarde y el lunes ya me lo había leído), acabé la novela "Mañana" de Graham Swift. No es narrativa propiamente, ya que no cuenta aventuras sino que es la reflexión que hace la madre de unos mellizos (por eso la elegí) mientras estos duermen y su marido también. Se tira toda la noche contando la historia de toda su familia y de cómo esta mujer se hizo la inseminación artificial, que lo cuenta al final de la novela. Su padre va a contar a los mellizos que no es su padre sino de un donante anónimo. Eligen la edad de dieciséis años de los mellizos para contárselo. La novela está entretenida y tiene cierto humor de la señora al contarlo pero se hace difícil pues el lenguaje, el estilo que se emplea es culto. Me lo pude leer pronto pues el domingo no paseamos por El Escorial, sino que Eva estuvo estudiando en una cafetería de allí y Paco y yo leyendo. He cogido otra novela de la biblioteca pero eso da para otro capítulo.

lunes, 22 de febrero de 2016

Hoy he acabado de leer "Mañana a las seis", de Raquel Sánchez Silva. Se puede decir que es literatura para mujeres pero yo lo he pasado bien leyéndola. Hay una sorpresa final que da un sentido especial a toda la novela. Ha estado bien. Lo bueno del tema es que la compré el lunes pasado y hoy lunes, pasada una semana solo, me la he acabado. Estoy cogiendo ritmo lector, por lo tanto. Aconsejan que cuando un escritor se queda en blanco, que lea mucho y es lo que voy a hacer. Leer un montón. He cogido el viernes otra novela de la biblioteca y me la estoy acabando. Las historias puede que me den alguna idea de cómo hacer la mía, que se ha quedado aparcada, ensimismada y con muchos folios por delante que rellenar. La idea que quiero plasmar está clara pero no el estilo ni la estructura.
En fin, que voy a leer un montón de libros estos días a ver si alguno me da la pista sobre cómo escribir el siguiente mío.
La verdad es que al principio me fijé en novelas como "Rayuela" pero creo que esa novela tiene una complejidad que yo no voy a alcanzar nunca. Además, a mí esa novela se me hizo incomprensible pero el estilo me gustó mucho, era muy muy literario.
En fin, trataré de contar una historia, eso es todo.

viernes, 19 de febrero de 2016

Llevo unos días con una gran preocupación o inquietud porque no me sale la novela que quiero emprender esta vez. Escribí de ella unos setenta folios que no me gustaron nada y la he reducido a veinte folios. Primero quería que hubiera saltos temporales, también quería que tuviera un estilo como "Rayuela", empecé a leer novelas para imitar el estilo o las formas de esas novelas y me hice un lío tremendo. Esta novela que estaba haciendo empezaba "in media res" pero luego decidí empezarla por el principio. En esta novela no se sabía bien quién eran los personajes porque estaban primero en un pasado y luego en un presente y no se entendía bien. Yo no estoy para esos experimentos. Lo que si me gustaría lograr es que los tres personajes principales de la novela se alejaran de las gentes estúpidas que los rodean y fueran así paradigmas de algo que todavía no sé. Desde luego, mis personajes tienen algo especial y eso especial que tienen es lo que tengo que trabajar y hacer que resalte en la novela de manera clara. Así sea y a ver si me pongo a la tarea con más orden del que he carecido al empezarla.
Parece que me he aficionado al cine. Primero fui a ver "Carol", basada en una novela de Patricia Highsmith. Me gustó bastante. Luego fuimos a ver "Truman", muy aburrida, no pasa nada. Luego fui a ver "El renacido", un  peliculón. Todavía siento el hálito de los aricara en mi imaginación. Y la última que he visto es "La ley del mercado" que tiene una veracidad grande, dentro de la triste realidad que retrata esa película.
Iré a ver más ya que los martes y los miércoles la entrada está a 4.50. A ver si el cine me da ideas para mis novelas en justa retribución.
En fin, ha hecho unos días de frío muy aptos para estar encerrados en el cine durante dos horas y he disfrutado mucho viendo historias. La vida es contar historias, mi propia historia está siendo contada por un Dios muy lejano, las historias de los que yo conozco también la cuento yo o yo formo parte de su historia. Todos somos pequeñas historias que vamos contando mientras bebemos en el bar o nos enamoramos o nos olvidamos de que un día nos enamoramos. Así es la vida, una tragicomedia de difícil digestión.

lunes, 8 de febrero de 2016

Me he leído "La oscura historia de la prima Montse" y "La insoportable levedad del ser". Buenas las dos. Ahora tengo tiempo para leerme "El tedio", de Alberto Moravia.
"Las moradas", de Santa Teresa de Jesús la veo un poco enojosa, muy simbólica y enrevesada. La dejaré.
Seguiré leyendo "Torquemada", de Galdós, que está muy interesante.
Para escribir mi novela, no sé muy bien por qué, me estoy releyendo "Rayuela" y otros textos que me hacen pensar en mi estilo, en crear un buen estilo a la hora de contar mi propia novela.
He leído en internet una crítica sobre Vila Matas que me parece muy buena y me gustaría leer alguna novela suya.
"Madame Bovary" me decepciona por su simpleza narrativa. Me gustaría que lo que yo escribiera tuviera un tinte intelectual, algo profundo, no solamente narrativo, como lo tiene "Rayuela".
En fin, mi novela no avanza por las dudas que yo mismo la planteo pues no quiero que sea una novela lineal, sino algo más lúdico, en lo que me divierta y me lo pase bien yo mismo, además de que sea un esfuerzo, no solo poner una historia por escrito.

jueves, 4 de febrero de 2016

La sensación que tengo sobre España es mala. Viene un gobierno del gasto público y a  saber en qué gastarán el dinero de las arcas del estado. A lo mejor se lo dan a los cineastas o se lo gastan en quitar y poner estatuas de un signo u otro, volviendo con el rollo de la memoria histórica. A lo mejor construyen otros aeropuertos en Jaén y en Buitrago de Lozoya. A lo mejor se gastan el dinero en indemnizar a supuestas víctimas de Franco cuando eso está ya olvidado. A lo mejor inventan leyes de difícil encaje en la sociedad que solo beneficien a sectores más o menos afines a la izquierda.
En fin, que lo que ha hecho el PP, aunque se lo critiquen mucho, que es volver a que la economía resurja, se lo cargan estos que vienen en dos días que estén en el  poder.
Y luego, las empresas a la mierda y otra vez crisis. Por la manía que tiene la izquierda de revancha social, otra vez a la mierda la economía. Que no digo yo que no ayuden a la gente necesitada pero que no vuelvan a tirar el dinero como se tiró con ZP. Que no caerá esa breva. Habrá gasto público en cantidad para ganar electorado. Eso fijo.
Nos hemos levantado Paco y yo y nos hemos ido a dar un paseo a la estación. Ayer yo hice una olla de carne con patatas y zanahorias así que esta mañana no me he tenido que preocupar de hacer nada. La carne será plato único. Hemos hablado de educación. La educación en un país es fundamental y Paco y yo hemos vivido la educación. Hemos repasado la educación que tuvimos los dos en Bachillerato y han salido a relucir bastantes profesores inútiles y vagos. En España sigue imperando la picaresca y el acomodo a un cargo. Yo luego, de profesor, he intentado dar todo el libro en el curso que me tocaba y me he peleado con los alumnos para que aprendieran algo. No estoy muy orgulloso de lo que he hecho pues he estado mucho tiempo de interino pero el tiempo que he estado me he roto los cuernos para dar educación, no para sentarme en la butaca a tocarme las narices, como he visto que han hecho otros acomodados.
En fin, en España nunca se instaurará la meritocracia sino el enchufismo, la holgazanería y la picaresca y así nos va, siempre con atajos para no hacer lo que debemos.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Ayer vi un documental sobre cómo el clima afectó a la historia. Era un documental alemán. Hablaba de que en el planeta tierra hubo volcanes que estallaron y turbaron la luz del sol creando momentos de malas cosechas y de hambre feroz, lo que condujo a epidemias y a revueltas sociales. Según ese documental, la caída del imperio romano se produjo por un cambio climático severo.
A las brujas, en la Edad Media, se les preguntaba por fenómenos atmosféricos adversos porque se creía que eran debidos a cosas del demonio.
El hambre venía determinado por las malas cosechas y éstas, por un cambio climático. La revolución francesa se dio por una escasez de alimentos en toda Francia.
Luego vino la industrialización y el cambio climático que vemos hoy, creado por fenómenos humanos (coches, consumo excesivo, industria, etc). Por lo tanto, concluía el documental, es la hora de que el ser humano influya sobre el clima para crear el clima ideal para el propio ser humano.