miércoles, 31 de mayo de 2017

Hoy me he levantado a las seis y media, he desayunado y estoy bien. He leído las noticias con fruición. Me he levantado porque he tenido un sueño curioso: mi madre estaba embarazada y yo la acompañaba junto con mi padre. Llegábamos a un lugar de gente bien y yo me ponía a jugar a las cartas con un tahúr llamado Isabelsendrín y me hacía trampas y demoraba la partida. Intentaba engañarme pero yo caía simpático a una mujeres que estaban charlando. Cuando parecía que la partida acababa en enfrentamiento, me despertaba. Ha amanecido mientras estaba con el ordenador y tengo tiempo por delante para fregar el piso, limpiar el cuarto de baño, escribir mi novela y bañarme y hacer una paella. También iré por pan y me tomaré un café en una terraza. El otro día oí "documentos" de radio nacional. Hablaban de la leyenda negra española. Hablaban de la Inquisición y del trato que dimos los españoles a los indígenas de América. También de Felipe II y su carácter y la muerte de su hijo. También de Franco. Todo eso hay que olvidarlo si no está ya olvidado. Yo creo que el clima ayuda a estar bien. El año pasado lo recuerdo agobiante por el calor que tuve que soportar. Este año la primavera no ha sido un adelanto del verano. Me siento mejor. Ojalá junio sea como este mayo que ha venido: suave y mecido por una brisita que enmudece la carne y la sujeta como a un niño en el aire.
En el "tú decides" se ha abierto una nueva sección que trata de hacer un debate sobre un tema en particular. El miércoles pasado se habló de Tesla y hoy se va a hablar de Bethoveen. Mi hermano y yo iremos a hablar de ese músico porque no tenemos nada que hacer.
Hablando de músicos, el cantante de Extremoduro ha decidido no cobrar una subvención que le daba el ayuntamiento de Plasencia, su ciudad natal. Yo lo que digo es que los músicos son como una empresa de entretenimiento, vamos a llamarlo así. Lo de cobrar una subvención lo veo algo aumentativo de todo lo que ganan esas personas con su música, aunque tampoco sé si ganan mucho o poco. La verdad es que está bien que un cantante renuncie a subvenciones y se gane el pan con lo suyo. Yo no sé si Bethoveen se ganaba el pan con su música pero supuestamente este músico no hizo otra cosa que música.
La vida es muy misteriosa y a veces se nos escapa la realidad de las cosas simplemente por su desconocimiento. Yo no suelo criticar a nadie a no ser que sea muy evidente el error o la mala leche que lo conducen. De todas formas, todos deberíamos ganarnos el pan de forma lícita, así no habría tantos problemas.

Come, pero come de lo tuyo.

martes, 30 de mayo de 2017

Dicen que los periodistas, cuando no tienen nada que escribir, escriben de lo que sea. No sé qué pasará con los que escriben un blog. Ya dije que me leí un libro de Andrés Neuman. Ese libro bien valdría para un joven que tiene sus primeras relaciones sexuales y se da cuenta quién es su familia pero no para mí. El libro cuenta relaciones personales todas muy banales y previsibles. John Fante me ha gustado más. Esa historia de italoamericanos que están todos como cabras y no hacen más que beber ha estado bien. Luego, he leído a Goethe, una historia sentimental. Me ha gustado mucho el estilo del alemán, muy concentrado, refiriendo tanto sentimientos como acciones. A primeros de siglo XIX, todo era muy literario, la gente de clase alta estudiaba a Horacio y a Ovidio. Es muy bonita la descripción de la inundación y la helada de después. Me ha gustado; sobre todo, el estilo.
Ahora voy a coger otro libro de la biblioteca. Estos tres no me han marcado tanto como la que leí de Umberto Eco y las circunstancias de mi vida cuando leía estas tres novelas no eran tan interesantes.
Ahora viene el mes de junio con sus calores. Espero leer y escribir mi novela.

Sé feliz, aunque te cueste mucho.

lunes, 29 de mayo de 2017

Dice mi hermano que debería anotar mis pensamientos en un cuaderno a modo de diario. Me lo ha aconsejado porque yo, anoche, le dije que estaba medio deprimido. Luego, mi hermano me dijo que me acompañaba a Las Rozas o que podríamos ir a Villalba, dos destinos modestísimos. Pero se le vio la intención de ayudar a que salga de esa tristeza en la que estoy instalado.
La verdad es que este calorazo que ha  venido me ha dejado inerte, cansado, aburrido porque después de comer no se puede ir a ningún lado. Este fin de semana, mi sobrino Carlos me ha contado que ha estado compitiendo en una triatlón en Juarros de Voltoya, a las cinco de la tarde. Yo, a las cinco de la tarde, en pleno campo, lo único que tengo ganas es de morirme. Alucino con mi sobrino, que es lo más parecido a un héroe que conozco.
Por otro lado, este domingo hemos celebrado el cumpleaños de mi padre, que cumple 87 años y está en plenas facultades. Un hurra por mi padre y por mi madre, que quizá me entierren.
Como dijo el amigo Hamlet: ser o no ser, he ahí la cuestión. Yo quiero afrontar el día a día y ver acabar la película, aunque va siendo muy mala.

martes, 23 de mayo de 2017

Estoy deseando fumarme un cigarro. Ha habido un atentado en Manchester, en un concierto, donde más daño podría hacer y ha hecho. La vida es muy triste y a veces se pierde donde menos lo esperas. A mí me disgusta este islam loco y asesino. Ojalá algún día se pueda acabar con él o acabe solo.
Por otro lado, mi vida sigue siendo tan predecible como el minutero de un reloj.
Esta semana va a hacer un calor muy grande, de treinta y tantos grados.
No tengo mucho más que decir, mi inspiración está más que muerta.
A veces, la cabeza no da para más y la vida que lleva uno tampoco da para más así que todo se soluciona dejando muchos renglones en blanco.
He leído sobre un escritor austríaco que va a ser honoris causa por la universidad de Alcalá. Dice este escritor que lo de Cataluña da miedo.
En fin. Ya no escribo más. Voy a fumar y a comprar el pan. Ojalá no pasaran cosas como la que ha pasado en Manchester.

lunes, 22 de mayo de 2017

Yo no soy noticia. Nada pasa en mi vida digno de consignarse. Pero un especie de optimismo se ha incorporado a mi existencia de modo que me siento mejor que los días de atrás. La noticia es que ha ganado la secretaría del PSOE Pedro Sánchez. Es un tipo aguerrido, que dará mucho que hablar y peleará por que no esté el PP en el poder. El PP es su mayor enemigo y Rajoy le suscita un odio visceral así que hará todo lo posible por echar a Rajoy del poder. Quizás se alíe con Podemos para hacerlo. Ya veremos.
La vida, por lo demás, sigue sus cauces previstos. Hoy lunes me he levantado un poco tarde, cosa que lamento pero una vez levantado tarde, tengo que ir haciendo las cosas por su orden: leer prensa, escribir blog, escribir novela y luego ir a la compra.
No hay nada como hacer las cosas mecánicamente, así no tienes que pensar qué haces al siguiente momento.
El otro día viernes vi "Hola, estás sola" de Itciar Bollaín que me gustó aunque solo fuera por Candela Peña. Y el sábado vi "Chic", una película francesa sobre la moda que es una historia de amor. El domingo en Las Rozas vi a Malena y a Pura, dos viejecitas que conocí en "tú decides" y estuvimos charlando frente a un café. Luego regresé andando de allí, como siempre, y luego asistí al triunfo del Real Madrid y de Pedro Sánchez, todo por la radio. Tempus fugit, carpe diem, timeo danaos et dona ferentes, collige, virgo, rosas, tolle, lege.

sábado, 20 de mayo de 2017

Cuando leo libros como "La vida en las ventanas" de Andrés Neuman, que fue finalista del premio Primavera, más creo que mi obra es buena, mejor que la de algunos a los que se han publicado obras como esta. Esta obra cuenta en un diario una serie de acontecimientos más o menos aburridos que le pasan a un universitario que no quiere ir a las clases y que piensa de una manera un tanto original. Pero no me está gustando. No sé por qué. Creo que mi novela "La moneda de la soledad" es más densa y entretenida que esta. La presentaré al Premio Primavera a ver si triunfo. Creo que para un joven esta novela podría estar bien porque cuenta la vida de un joven. Yo creo que el protagonista de mi novela ya es un hombre maduro. Ahora que escribo la historia de mi vida veo que hay anécdotas que no tienen mucho sentido pero creo que cuando cuente mi vida de profesor, mi novela adquirirá mayor interés.
Ya no sé qué escribir. Hasta las tres no como y no tengo mucha hambre. La vida nos sorprende a veces con huecos que no llenan.

viernes, 19 de mayo de 2017

Me he sacado de la biblioteca tres libros: "La vida en las ventanas" de Andrés Neuman, "El hombre a los cincuenta" de Goethe y "La hermandad de la uva" de John Fante. Son obras breves que no tardaré en leer. La primera no me está gustando mucho ya que es la vida de un adolescente o universitario que cuenta cosas bastante anodinas. Espero que Goethe me entretenga más. La última novela está mejor y cuenta anécdotas o el ambiente de unos borrachines.
Eso de haberme leído un libro e ir a por otro a la biblioteca me llena de emoción pero no parece que he acertado mucho con estos que he cogido. Quería haber cogido "Fausto" de Goethe, pero no lo tenían. Los libros me entretienen un montón y Cervantes decía que no hay libro que no tenga algo bueno en su interior.
La lectura de un libro siempre sorprende con algún dato o algún giro de la historia que nos emociona o nos resulta llamativa.
Como decía Borges, el libro no es como una espada o un arado, que son prolongaciones de nuestras manos sino que el libro es una creación única e irrepetible del ser humano.

jueves, 18 de mayo de 2017

Estos días que he estado yendo a una psicóloga para dejar de fumar no solo ha influido en ese aspecto sino que ha influido en mi modo de vida y de ver las cosas de modo positivo. Llevo unos días disfrutando de una alegría en mi mundo que antes no existía y se podría atribuir al beneficioso poder que han tenido los consejos que me ha dado esa psicóloga, que yo creo que era muy buena persona y buena profesional.
Ahora me impongo una serie de tareas que me gustan no solo para dejar de fumar sino que han motivado un orden y una felicidad inusual en lo que hago.
La vida está hecha de acciones. Acciones buenas o malas. También está hecha de pensamientos. Pensamientos aviesos o derrotistas o pensamientos alegres y de futuro.
Si alguien te ayuda a ver pensamientos y acciones buenas en tu vida, puede que esa vida reflote del pesimismo en que pudiera estar.

miércoles, 17 de mayo de 2017

Hemos reservado mi hermano y yo un hotel en Gijón. Para irnos este verano, Dios mediante. Ayer aproveché bien el tiempo y eso que no escribí mi novela. Hoy sí que voy a escribir. El hecho de venir al mundo acompañado por un gemelo puede sugerir una reflexión filosófica sobre la vida y la soledad. Eso es lo que quiero aprovechar en mi novela pero por ahora no sé cómo hacerlo.
Yo quisiera hacerlo al modo del "Lazarillo" pero ese libro es demasiado ácido o crítico con lo que cuenta pues cuenta la extrema pobreza y va dando ejemplos de aprendizaje a la fuerza.
Puedo hacerlo de modo que se vea que mi hermano y yo nos hemos adaptado a lo que había, como aquel héroe llamado Machuca que, no habiendo lanza para pelear, se agarró a una rama de árbol y siguió luchando. Por eso nos hemos caracterizado mi hermano y yo en muchas ocasiones: desafiando las circunstancias adversas que nos han tocado vivir.
En fin, si sé reflejar lo ardua que ha sido a veces la vida para nosotros dos me doy por contento.

martes, 16 de mayo de 2017

Suena a lo lejos un camión que rasguea la autopista. Suenan ladridos de perros a lo lejos. El tiempo está nublado y opresor. He descuartizado un conejo y lo he metido en un moje hecho de ajo, sal, hierbas aromáticas, vinagre, aceite y agua. Solo tengo que esperar a calentar el horno y meter las piezas cortadas para que se asen. Un señor me dijo el otro día que si desapareciera el sector turístico en España, España se iría a la ruina más dura. Tiene razón. Los españoles vivimos del turismo. El dolor de no moverse uno de casa o de los pocos metros de alrededor se ve compensado por el orden que reina en la vida: pocos metros, pocas preocupaciones espaciales. Las distancias crean vértigos.
Hablar con un psicólogo hace que tengas que dar algunas explicaciones sobre hechos que creía ya implícitos y que no necesitaban justificación alguna. Los psicólogos renuevan las dudas y los convencimientos de uno para hacerle ver la vida no es lo que parece o lo que uno creía.
 Voy a decir a una psicóloga que no iré más a su consulta porque los resultados no han sido buenos. Los consejos que me ha dado puede que los lleve a la práctica pero no he dejado de fumar. Es más, he incrementado el consumo de cigarrillos.

lunes, 15 de mayo de 2017

He ido parcelando al día en pequeñas acciones más o menos importantes y me ha ido bien. Cuando uno tiene tiempo que perder es mejor perderlo de manera adecuada. O lo más adecuadamente posible. He escrito lo próximo que se convertirá en libro: mi propia vida. Por ahora voy contando mi vida en el pueblo desde que nací. Mi vida no es muy importante pero si hallara una forma de contarla que fuera amena o inteligente como lo contó "El Lazarillo", me alegraría mucho. Pero ese libro es un summum de ingenio e inteligencia muy difícil de emular. Yo podría acercarme a su manera de contar de modo que la lectura de mis primeros años fueran algo aleccionador y crítico, como lo es esa novelita. Para ello, no tendría que cambiar la historia en ningún grado sino darle un tratamiento universal o parabólico que todavía no he llevado a cabo pues la historia que cuento es lineal, tal como pasó. El aliciente de contar las cosas simbólicamente es que la historia se hace universal y ejemplar, de modo que adquiere mayor relevancia. Voy a intentar una segunda redacción a ver qué tal me sale. Solo para mis primeros cinco años de vida.
La vida es un ir pasando por todo lo que venga aunque lo que venga es el caos. Sobresaltos en la vida hay para dar y tomar. Hay que estar prevenido, alerta para que esos sobresaltos nos sobresalten menos. Me acuerdo ahora de las mañanas de estar en una plaza de Oporto, medio dormido, medio deprimido, con una sensación mental bastante penosa hasta que el día se iba levantando y la vida cobraba una dimensión más amable.
La vida también nos ofrece un mundo de sensaciones iguales que nos deparan tranquilidad. El hacer todos los días más o menos lo mismo lo que hace es que te sumerge en un estado de inacción y de previsión de todo lo que va a pasar a continuación ese mismo día así que te relajas de tal modo que te aburres y las horas pasan lentas tumbado en la cama o viendo la tele.
Pero la vida también es una lucha constante por hacer cosas que tú crees que debes hacer, que conforman una vocación que tú siempre has tenido: puede ser escribir novelas, como es mi caso, pero puede ser otra actividad creativa. Ahí es donde se demuestra la energía y constancia y emotividad de la persona para romper esa rutina y ese divagar que es la vida para crear algo con sentido.

sábado, 13 de mayo de 2017

Estoy siguiendo un régimen de fumar poco con una psicóloga. Esta semana me toca fumar 15 cigarros al día pero no me fío de que vaya a dejar de fumar. Parece la psicóloga una profesional dedicada y buena pero yo creo que no lo va a conseguir (que yo deje de fumar). Ayer me pasé y fumé más de los 20 que debía fumar. Esta señora no hace hincapié en los incumplimientos del número de cigarros. Le da igual si los supero.
Estoy escribiendo esto para entretener unos minutos para retrasar la hora de fumar. La verdad es que esta psicóloga me ha hecho un lío diciéndome que debería viajar para pasarlo bien y dejar atrás esta vida tan monótona pero el caso es que no es asunto suyo sino solo que yo dejara de fumar.
Bueno, me voy a echar el cigarro y no voy a dejar que la autocompasión me esté royendo la oreja todo el día.
Lo que haré es pasarlo lo mejor posible en las condiciones que se den para ello y sin buscar tres pies al gato.
Cigarrillo.

jueves, 11 de mayo de 2017

En España hay mucho cachondeo en todos los aspectos de la vida. Cuando con dieciocho años se podía trabajar y ganar mucho dinero, un montón de jóvenes dejaron los estudios convirtiéndose en mano de obra no cualificada. Luego, volvieron a los estudios con la crisis. Respecto de la sanidad, que cuesta un montón a los españoles, hay gente (no digo una mayoría ni una minoría) que se la toma a risa. No siguen las indicaciones de los médicos, hacen excesos y luego, vuelta al médico al que, después de un tiempo, vuelven a ignorar. Los trabajadores no velan por sus intereses y los jefes ni mucho menos por sus trabajadores. Hay en el ambiente español una forma de entender la vida de forma chapucera y libertina, de modo que nada funciona nunca como debiera funcionar. Y así hacen los políticos, que, viendo cómo funciona la generalidad del país, roba a conciencia lo que no está escrito. Eso nos pasa por no tomar en serio las cosas importantes de la vida y dirigirnos por un breve placer que estropea al final todo lo que construimos.
Tengo pocos amigos: dos amigas con las que paso un rato por las tardes tomando un café; un amigo de Madrid con el que hice la carrera de Filología al que veo una vez al mes en su trabajo, a la hora de comer; un amigo que aparece cuando le da la gana y me mete un rollo sobre cualquier tema y que cuando se habla de política se pone insoportable; unos amigos a los que la vida les ha ido mal y que se ponen en un parque de la ciudad a charlar. Y mi hermano, con el que a veces discuto porque él ve la vida de manera diferente que yo. El se toma la vida como viene y no le afecta la monotonía ni la rutina diaria. A mí sí me afecta.
Los amigos de la asociación de enfermos mentales no son tales: no tengo una relación con ellos más allá de la propia asociación. Son gente que solo veo los sábados por la tarde.
Y luego me tengo a mí, que soy mi mejor amigo de aquí a Lima.

miércoles, 10 de mayo de 2017

La otra tarde fui a meterme en una página web sobre escritores y el ordenador se puso a chillar. Había una amenaza de virus. Llamé al teléfono que me indicaban y me lo solucionaron por control remoto, asistido por una chica muy maja. Mi ordenador podría haber colapsado y no me habría dado ni cuenta. Estuvieron unas dos horas arreglándomelo o limpiándolo.
Hoy me he levantado con ese ajetreo vital que no me deja parar y que consiste en analizar mi sucia rutina para lamentar después que no puedo escapar a ella.
Pero luego el día avanza y esas disquisiciones mañaneras se disipan y me dejan hacer cositas en el día que me alejan de la murria rutinaria y existencial. Y pasa el día hasta que llega otra mañana traicionera y monótona como un reloj y me da por seguir pensando que estoy en una burbuja de cartón.
Pero bueno, son gajes del vivir, que siempre es algo incierto.
Esta mañana he conocido a una persona inquietante pero no quisiera verla más. He de tomar precauciones.
Por lo demás, bien. Ya he escrito mis historias y voy a andar a Las Rozas un rato.






lunes, 8 de mayo de 2017

Escribir esta entrada del blog me sirve de compás para dividir las horas de la mañana. Pero esta vez no sé muy bien de qué escribir así que comentaré las noticias que he leído en el periódico digital. Ha ganado Macron que no es de derechas ni de izquierdas pero parece que no es populista ni extremista de derechas como Le Pen. Yo creo que lo hará bien. No me gustaba la idea de que Francia se fuera de Europa. Iríamos todos detrás y eso sería un desastre después de lo que costó unir a Europa. Esas ideas son descabelladas e ir cada uno por su lado no trae más que pobreza y desilusión. Lo ha hecho Reino Unido pero no espero que lo haga nadie más.
Los socialistas españoles decidirán quién va  a ser su secretario general. Yo creo que Susana Díaz ha reaccionado muy tarde al órdago que le presentó ya hace mucho Pedro Sánchez. Y Pedro se ha subido en el burro del socialismo de izquierdas (que a mí no me gusta) y no se va a bajar ahora así como así sino que puede que llegue a ser el secretario general y entonces se romperá la baraja de entendimiento con prácticamente todos los partidos porque Pedro Sánchez es un rupturista con ínfulas de César que quiere gobernar España a toda costa.
Creo que con sus medidas o con su modo de entender la política nos iríamos a la ruina rápidamente. Espero que se lo carguen políticamente antes de que pueda gobernar nada.

domingo, 7 de mayo de 2017

Ayer me levanté con el pie izquierdo y esa manera de incorporarme al día se tradujo en un mutismo feroz y agrio: estaba harto de hacer todos los día lo mismo. Pero a lo largo del día se fue pasando no sin antes tener un debate más o menos fuerte con mi hermano sobre las responsabilidades de cada uno en la casa. Luego fui con unos amigos (los de la asociación) a ver qué actividad se llevaba a cabo. No se hizo nada y eso me cabreó. Habíase propuesto ir andando a un pinar y no se hizo y la culpa la tuvo el voluntario. Me vine de Las Rozas un pelín enfadado. Luego cené y vi una película de las que me gustan, de Ken Loach, me parece que se titula "En un país libre" que va sobre el comercio injusto y cruel que se hace con los inmigrantes concretamente en Londres. Es de 2007 y tiene gran actualidad. El final es terrible. Por dinero se hacen barbaridades.
Hoy me he levantado tarde y me pesa pues no he podido leer la prensa por la mañana pero he estado con mi exnovia diciéndole que no se debe quejar tanto de la vida que lleva, que hay casos mucho peores. El caso de mi exnovia es que está sola con su madre, es su única familia. Es triste pero no tanto como otros casos peores.

sábado, 6 de mayo de 2017

He escuchado en Radio Nacional la historia de Tip y Coll. Luis Sánchez Pollack nació en Valencia y pasó las penurias de posguerra. Siempre le gustó el teatro. José Luis Coll sufrió el abandono de su madre que era comunista (tuvo que irse a Argentina). Tip era de humor extravagante y Coll era de carácter más serio, un humor más contenido. Yo recuerdo estas dos figuras salir en televisión y creer que hablaban cosas serias en broma. El absurdo en ellos era su santo y seña. Aparecieron en 1968 en televisión y ya no la abandonaron. Es famosa la boda de Coll con un viaje de novios en metro y en autobús y Tip hacía un montón de cosas extravagantes y absurdas como tirar por la ventana su chistera y luego, al bajar de su casa, hacerle un enterrillo con frases en latín.
Es famosa también su obra teatral en un acto consistente en llenar un vaso de agua con traducción al francés. Es un acto del absurdo en un acto que se llena de significación cuando el vaso está lleno de agua que quiere decir el pleno sentido de la vida y de la lógica del ser humano que logra llenar un vaso de agua cuando lo coloca en posición vertical y la abertura para arriba. Es un acto trascendental que resume la vocación cómica de estos dos actores, uno con chistera y el  otro con hongo, uno flaco y alto y el otro bajo y gordito que se pasaron la vida entre juergas por Madrid y ganaban lo suficiente para poder morirse de hambre en Madrid en los años cincuenta.
La psicóloga que me ayuda a dejar de fumar también me dice que debo romper con mi rutina. Pero yo no sé cómo romper con mi rutina porque está muy metida dentro de mí. Sí es verdad, como le he contado, que estuve a punto de hacer un curso de cocina pero que desistí, después de mirar muchos en internet. Me obsesiono con la idea de viajar pero el viaje nunca se cumple: no conduzco y dependo de mi hermano, al que no le afecta aparentemente la rutina, para hacerlo. Total: no vamos a ningún lado.
La rutina, para un enfermo mental, creo que es buena pero un exceso de ella también estresa. Levantarse sin más ilusión que hacer lo mismo que ayer cansa y pone nervioso. Tengo como retos leerme libros de la biblioteca en quince días y seguir escribiendo lo que se me ocurra pero eso no puede ser aliciente. La psicóloga me ha aconsejado que vaya al cine e iré este domingo antes de darme el paseo con mi exnovia, si puede ser.
Bueno. Por ahora solo tenemos en mente Paco y yo ir a Asturias para huir del calor de Julio y espero que se cumpla por mi bien y el de mi hermano.

viernes, 5 de mayo de 2017

Me he levantado y no han venido a mi mente ideas negativas. Por ello, puede que hoy sea un gran día. He leído algo en la prensa sobre un escritor italiano que escribe cosas de crímenes y misterios que dice que su inspiración viene de Stephen King. Hay muchos escritores y con variadas tendencias. Lo que se impone es el crimen. ¿Por qué será?
Ayer compré una pescadilla en filetes y disfruté al llegar a casa de un atardecer muy sosegado. Parecía que se detenía el tiempo en el salón de mi casa momentos antes de que anocheciera. Estuve sentado sin ninguna preocupación, solo inspirado por el sol que se ponía como una bendición.
Se me ha roto la cama y ahora duermo con el colchón en el suelo. Por la noche, cuando duermo, siento como un ahogo que me viene en medio del sueño. Debo comprarme una cama cuanto antes.
A Paco se le cayó la tabla de la cama en el dedo gordo y ha estado curándose de la herida. Dice que se le va a caer la uña.
Voy a escribir sobre mi vida en esta mañana gris pero sin lluvia.

Para sobrevivir, hay que contar historias.

jueves, 4 de mayo de 2017

Por la tarde, he ido a Las Rozas y he vuelto. Por el camino he pensado en la soledad. Estamos muy muy conectados a través de modernos aparatos y aparatitos pero no nos vemos mucho las caras, esa es mi impresión. Otra cosa es que pueda haber en este mundo personas totalmente solas: o sea, fuera de toda sociedad, fuera de todo contacto humano, como náufragos. Pensando en los indigentes he hallado la respuesta. Y no todos. Fuera de ese rango u otros de desgraciados a los que se les niega el contacto humano (pienso en guerras, en esclavismos o en otras realidades horribles) no hay muchas personas que estén desligadas de la civilización, de lo  humano. Pero estamos demasiado atados a este invento virtual de las redes sociales y a los móviles y los whatsapps.
La realidad virtual nos sustrae bastante la realidad social a la que tiende el ser humano. Avanzaríamos más si cuadráramos los horarios de las familias y no inventáramos tantos mecanismos que nos anestesian la verdadera unión entre unos y otros.
La conciliación que llaman ahora vendría muy bien para que todos nos viéramos más, que realmente es lo que se desea, creo, y no el sucedáneo de mensajitos y llamadas. Para la coincidencia de los horarios se necesita mucho trabajo y pensamiento. Para inventar un modelo nuevo de móvil, no creo que ni la milésima parte de materia gris.
Como he dicho antes, me estoy leyendo "La isla del día antes" de Umberto Eco. El protagonista es Roberto, que vive en el Monteferrato y tiene que defender una plaza con castillo que se llama Casal. Allí conoce a un noble ateo que le enseña golpes de esgrima y anatemas en contra de la religión católica. Un monje le enseña, en medio del asedio de los imperiales (los españoles) una máquina de hacer metáforas. Y Roberto pierde a su padre en una acometida contra los sitiadores. Se convierte en siervo de un cardenal y este le envía a una misión: descubrir el punto fijo para poder medir la longitud de la Tierra. La latitud se conocía más o menos bien en aquella época (siglos XVI y XVII) pero tenían los navegantes gran dificultad para medir la longitud y muchas tierras conquistadas "se perdían para la cristiandad" al no saber los navegantes señalar bien la longitud. Todos querían llegar a las islas de Salomón que fue el que cortó al niño por la mitad y esas islas cortaban la Tierra por la mitad y, según la Biblia, eran muy ricas en oro y otras riquezas.
Roberto se enrola en un barco llamado "Amarilis" pero este sufre un naufragio y hace que el protagonista llegue al barco "Daphne" que está enfrente de una isla de caníbales. Están cerca de Australia y ven los grandes ratones marsupiales en esas isla.
LO que hace Umberto Eco es dar cuenta novelada de aquella aventuras marinas en que todo estaba por descubrir. El Nuevo Mundo atraerá y hará perder muchas vidas en su conocimiento y conquista. 
Me estoy leyendo "La isla del día antes" de Umberto Eco. Es bastante barroca. Es historicista. Está bastante bien. Es la historia de un náufrago. Yo también naufrago un  poco en este mundo de Dios. Mientras todo se agita a mi alrededor sin pensárselo, me siento pensativo y neurótico.
He leído en la prensa que todo el mundo tiene un objetivo que seguir. Por supuesto, yo tengo el mío aunque esté un poco difuminado.
Tengo una historia que transcribir. Esta historia está escrita a mano y la tengo que pasar al ordenador. Es la historia de mi vida. Espero pasarlo bien escribiéndola, retocándola, ampliándola. Son mis años de profesor. No sé a quién interesará. Por ahora, me interesa a mí.
Seguro que las calles de Madrid bullen de gente que compra y anda de aquí para allá. Tengo que hacer un arroz con conejo.
Hay que luchar cada día para ganarse el pan o las horas, para que no se apelmace la vida de tal manera que no se pueda masticar.
He perdido mi discurso largo de pensamiento abarcador pero me queda el recurso de ir diciendo lo que pienso en frases cortas, con cierto sentido.
Dice Umberto Eco en esa obra que he citado: para sobrevivir, hay que contar historias. Hay que tener una historia que contar aunque esa historia le suceda a otros.

miércoles, 3 de mayo de 2017

Parece ser que a mí no me conviene viajar. Por otro lado, tampoco conduzco. Por otro lado mi hermano no es muy dado a los viajes. Me conviene, más bien, una cómoda rutina.
La rutina no está reñida con una imaginación abundante. He leído que a George Simenon le llamaban el imbécil genial. Fue un escritor del que no sé nada ni he leído nada de él pero los escritores mayores se sorprendían de cómo podía crear esa obra que creó.
Leeré algo suyo a ver cómo escribe ese tipo.
La vida nos ofrece oportunidades de trascenderla, de hacer de ella algo más que tiempo vivido.
Por el arte, por las obras podemos trascender nuestra vida.
Si solo nos dirigimos por los objetos que hay en el mundo o por los hechos de otros, no trascendemos la vida, nuestra vida.
Ahora, en mi casa, no pasa nada, nada trasciende. Todo es quietud, descanso y aburrimiento. Pero puedo hacer que esto se reconvierta.
Pasear hasta el otro lado de la ciudad puede aportar al observador miles de cosas en las que fijarse y pensar en ellas.
Cualquier actividad tiene su recompensa, por tonta que parezca.
La vida no es solo acontecimiento, sino observación atenta de lo que nos rodea.
La mañana ha pasado como un recuerdo de lo que es la vida: una búsqueda de algo mejor que no llega. La soledad acuna nuestra alma para que se duerma porque no hace más que llorar. En las redes sociales se agita un mundo de amigos virtuales mientras los ancianos pasean su pena por la ciudad y ni los pájaros los tienen en cuenta.
Yo escribo para no pasar las horas de la siesta tumbado sin la suave caricia de Morfeo diciéndome que duerma. A esta hora hay un silencio de estómagos que trabajan y de sol que estrella sus rayos contra las esquinas de los bloques de ladrillos.
Las habitaciones de la casa se disponen para los casados que se dan al goce sexual como los insectos que sobrevuelan la casa, insomnes.
Hay muchas maneras de mirar la vida pero es igual de breve para el que se mueve en el desenfreno que para el que dormita en ella como un pequeño roedor que viera pasar el tiempo desde su pequeño agujerillo.
Me sobo mi barriga llena de grasa. La grasa de hoy será el hambre de mañana, cuando en la Tierra no haya más que bocas que gritan y que piden pan.
La tierra da las mismas vueltas pero el hombre da unas vueltas muy extrañas en ella.
En el seguimiento que ha hecho la psicóloga sobre mi adicción al tabaco no ha conseguido que bajara el número de cigarrillos. Me preguntó sobre mi vida y milagros y no sobre mi adicción. Las instalaciones de ese gabinete psicológico son un simple cuarto en un local de psicotécnicos. Lo primero que se me ofreció fue una sesión de rayos láser en la oreja. La psicóloga se ha interesado más por mi pasado y mi presente, en una especie de cotilleo, que sobre mi adicción. No creo que la psicóloga haya tratado a nadie de una adicción. Lo único que me dijo en una segunda sesión es que redujera la cantidad de cigarrillos a 25 y no lo he conseguido. Mi motivación para dejar de fumar ha desaparecido.
Es penoso que el tabaquismo, que causa un montón de enfermedades, no tenga una respuesta ni en la sanidad pública ni en la privada. O al menos, yo no la conozco. Es difícil salir solo de la adicción al tabaquismo porque se trata de una adicción fuerte. Con mucha pena tendré que decir no a esta psicóloga pues no ha conseguido nada. Lo que me fastidia es que su gabinete, o lo que sea, se anuncie en internet tan bonitamente y luego sea una filfa.
Lo primero que le dije a esa psicóloga es que quería tratarme de mi adicción al tabaco pero ella no ha hecho caso y me ha preguntado por mi novia, mi hermano, etc.
He perdido tiempo y dinero yendo a ese gabinete tan malo.

martes, 2 de mayo de 2017

Todos los turistas dicen lo mismo porque han visto lo mismo: "Lo primero que vimos fue la Fontana". Y luego vieron todo lo demás. Y lo cuentan como otros millones de turistas que ya han estado en la Fontana y tal. El turista de playa es más vulgar. No tiene nada que contar. Podría describir las olas, las arenas, el color de la sombrilla pero se ve incapacitado por su presbicia descriptiva. El turista de montaña contará "que allí todavía había nieve", como si eso fuera el sumum de algo.
El turismo es el amodorramiento de las conciencias actuales. Otro amodorramiento lo produce el fútbol y las anécdotas de los futbolistas.
La gente vive amodorrada por una tecnología banal que permite hacer fotos a todas las horas, por un entontecimiento que consiste en hacer lo que ha hecho el vecino y en un llenar las salas y los lugares hasta abarrotarlos.
Yo, sin embargo, con la educación clásica que he recibido, no muy honda pero sí eficiente, me mantengo en un obsoleto pasar de las tecnologías, de las fotos, de Facebook y de otro montón de gilipolleces que han inventado unos para hacer la vida más complicada a los demás.
Y es que hay que estar en todos los sitios, sacar fotos de todos los sitios y presumir de Fontana y de tantas cosas más que si no se presume no se está en este mundo como se debe de estar.
Tendré que confiar en el tiempo. Últimamente estoy en una crisis bastante honda en que no me valoro lo suficiente. Es más, me infravaloro y me comparo con los demás y salgo siempre perdiendo. Entonces, tendré que confiar en que el tiempo lo arregle todo. Cuando las cosas estén más claras estaré en el sitio que me corresponde. Y eso solo sucederá cuando pase algún tiempo y se despeje el terreno de mis sentimientos hacia las personas y haya un espacio para cada sentimiento.
Ayer estuve todo el día lamentando mi mala suerte. No me gustaba el papel que me tocaba representar. Sin embargo, Paco parecía estar a gusto con aquello que vive.
Se me echan los años encima y no he salido de la ciudad, no me he gastado nada del dinero que tengo y la gente es cada vez más aburrida y yo también. Estoy totalmente obsoleto. No estoy en la onda de nada, no hago nada agradable. Y me comparo con aquellos que disfrutan de la vida todo lo que pueden y salgo perdiendo, claro.
Mi exnovia piensa que volveremos a estar juntos y ni eso tengo claro hoy en día. Estoy entre mi  hermano y mi exnovia y eso me crea tensiones.
Mi novela no empieza nunca pero este verano espero escribir la historia de mi vida y entretenerme.
Deseo dejar de fumar pero no creo en la profesional que me está llevando la cura de mi adicción.

lunes, 1 de mayo de 2017

Yo he criticado las redes sociales porque allí va a parar toda tu intimidad. Será solo si la cuelgas de las redes sociales, claro. El caso es que este puente ha hecho que Majadahonda se haya quedado como un remanso de paz. Ni coches, ni gente. Y luego dicen de que la gente no tiene dinero. Me he apuntado a Facebook. No noto nada especial. No tengo muchos amigos, así que tampoco los tengo en Facebook. Lo que pasa es que es muy difícil hacer amigos de forma directa, invitándoles a un cigarrillo por ejemplo. Eso ya no se lleva. Todo es más complicado. La gente complica las cosas para hacerlas más difíciles, no veo el motivo.
Las calles están solitarias porque la gente está en las playas y hoteles de las ciudades costeras. Da igual el dinero que se gasten: se lo pasan bien y disfrutan. Luego, si tienen que pedir dinero lo piden a quien sea, incluso a un banco.
La vida pasa casi igual en una playa que rodeado de cemento. Los minutos duran los mismo o a lo mejor más rodeado de asfalto o viendo la tele. Mola sentirse joven y gastar el dinero que ganas. Mola cantidad.
La vida es una mierda de difícil comprensión pero hay que pasarlo bien del modo que sea.