viernes, 27 de noviembre de 2015

Ayer hizo un día estupendo y estuve muy contento casi todo el día. A ver si hoy pasa lo mismo. El pajarito ya canta en su jaula y el sol se levanta ya muy de mañana. La vida es grácil cuando el corazón la siente así: ligera como un vientecillo alegre. La luz es inmensa estos días de invierno, es como un fanal que alumbrara la vida de modo generoso. Los diálogos son fructíferos, la gente tiene ganas de hablar. Los cigarrillos saben muy bien, después de comer y en la charla amena ante el televisor.
No hay dudas, solo se vive. La muerte es de títere, un títere lejano que no hace daño. El amor se reparte como el pan a mediodía.
El pajarito sigue cantando unas notas fuertes, de una constancia simpática y contagiosa. Si yo fuera pájaro, también cantaría así a los otros pájaros un día como hoy.
Dan ganas de comunicarse, de contarle al vecino que se está feliz, no hay pudor, no hay barreras que maten las ganas de contar y de decir. La lengua se dispara porque la dispara el corazón que está alegre, satisfecho de vivir un día como hoy.

jueves, 26 de noviembre de 2015

La generación posterior a mí es diferente: son más materialistas, basan su vida más en el egoísmo que en entender a los demás. Han sido educados así. Si apruebas, te compro una moto. Como la generación anterior a la mía se considera oprimida por sus padres, les han dado a la generación posterior a la mía un poco de todo: viajes, colegios privados, juguetes, etc, etc. 
Mis padres, como han vivido en la necesidad y no entienden otra cosa que satisfacer las necesidades básicas, a mi hermano gemelo y a mí nos han satisfecho nuestras necesidades básicas en cuanto a lo material. Pero nos han dado la oportunidad de estudiar, que hemos aprovechado. Mis hermanos mayores han dado, en lo material, más a sus hijos porque no lo han tenido ellos de sus padres pues no les han hecho más que meter la idea del trabajo en sus cabezas y la idea de la autoridad paterna. En generaciones posteriores a la mía, la idea de autoridad paterna está muy, muy reducida. Mi generación está en medio de una que vive de un recuerdo franquista y de otra que pasa de todo. Así no hay modo de entenderse ni con una ni con otra pues yo nací prácticamente en democracia pero la de mis hermanos mayores no y la de mis sobrinos vivieron una democracia más desarrollada, llena de libertades y menos obligaciones.
 En mi familia hay cuatro generaciones muy distintas entre sí, con poco entendimiento entre ellas. La generación más anciana la representan mis padres que ahora tienen 84 y 85 años. Son los niños de la guerra. Vivieron una posguerra llena de necesidades. Luego viene la generación de mis hermanos y cuñados que ahora rondan los 60 años. En medio estamos mi hermano gemelo y yo, que tenemos casi la cincuentena. Y la última generación son los sobrinos, pues ni mi hermano ni yo hemos tenido hijos. Van por la treintena. Son mundos muy diferentes, de ahí la incomprensión de unos con otros. Mis padres cuentan historias de burros, de trabajos de campo, de bailes en la plaza. Mis hermanos y cuñados han estado muy incomunicativos con mi hermano gemelo y yo y son un misterio para nosotros así como los sobrinos, que no son muy comunicativos y llevan vidas muy diferentes a las nuestras en cuanto a pensamientos, estudios, aficiones, etc. Me comunico mejor con mi madre de 84 años que con mi hermana de 60. Y que con mi sobrino de 35. Mis padres han sabido criarnos muy bien y en ellos he depositado toda mi confianza toda mi vida. En mis hermanos mayores, no. Mis sobrinos no los entiendo ni los tengo por qué entender. No son familiares directos míos. Los aprecio en lo que tienen de apreciable y basta.
A mi familia la considero un poco rara y un poco desapegada, no sabemos unos miembros de otros excepto los domingos que nos juntamos a comer. Cocina mi madre, que ya está mayor pero tiene muchas energías. Hay miembros de la familia que son muy políticos, con esos no quiero hablar. Hay otros miembros que no son de mi generación, no los entiendo tampoco. Solo me entiendo bien con mis padres, que nos conocen bien a mi hermano y a mí.
Mi familia es quizás como otras familias, no sé si las familias de hoy en día funcionan así, con ese punto de incomprensión de unos a otros. Yo sé que hay miembros de mi familia que no hacen ningún esfuerzo en comprenderme, yo tampoco ya hago ninguno por comprenderlos a ellos, es inútil, han vivido y viven una vida muy distinta a la mía. Paco, mi hermano gemelo y yo somos los únicos a los que les gusta la literatura pero en mi casa no se habla de libros. Paco y yo estamos entre dos generaciones: la de mis sobrinos, que son diez años más jóvenes que nosotros y la de mis hermanos, que son diez años más viejos. O sea, que hemos vivido cada grupo que hay en mi casa vidas distintas, educaciones distintas, formas de ver la vida distintas; de ahí la incomprensión entre los distintos grupos. Yo solo entiendo a mis padres, que me quieren de verdad y me escuchan. Entre los otros grupos no hay diálogo, solo respeto callado.

martes, 24 de noviembre de 2015

Dice una canción de Sabina: "hay que saber saberse administrar" y luego hace una alusión a unas lentejas, comida que resume la administración de una casa. En esta crisis, hemos sabido ser estoicos a la fuerza. La doctrina estoica dice que hay que resistir los embates de la vida con dignidad.
La iglesia cristiana adoptó esa actitud estoica que viene de una filosofía griega muy antigua. El estoicismo es como una especie de heroísmo de la supervivencia, de saber vivir con poco, de resignarse y de ser sabio en las adversidades.
Mi hermano Paco se considera estoico, le mola mucho la idea de ser estoico, como un monje, como Quevedo, como un pobre.
Como ricos hay pocos y pobres muchos, la filosofía estoica nos da la base del comportamiento ante la pobreza, aunque no sepamos qué es el estoicismo.
Su contrario es lo epicúreo, el disfrutar de la vida como cerdos. Yo me consuelo pensando que solo hace cien años, en 1915, las condiciones de vida eran pésimas, pero que muy malas. Y hemos avanzado un montón, así que no nos quejemos tanto.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Hoy no tengo ganas de hacer nada. Hace mucho frío fuera, frío que no venía, parecía esto un eterno veranillo. No llueve. Me da pena que no llueva aunque la lluvia lo dificulte todo. Hoy he soñado cosas extrañas como que me quedaba rezagado de toda mi familia en un viaje y luego atravesaba calles oscuras, lleno de la sensación de ser viejo, muy viejo.
Paco ha bajado por tabaco y pan. Yo me he levantado mal por todos esos sueños. Hemos puesto la televisión y aparecen imágenes de todo un país en alerta, los colegios cerrados, por miedo a las bombas y los terroristas.
¡Cómo está Europa! En horas bastante bajas. Los refugiados, los terroristas, la guerra. En fin, un desastre del que se recuperará pues ya sabe de desastres anteriores más fuertes y dañinos que estos.
No voy a hacer nada excepto escribir por la tarde mi novela. Ayer las calles estaban vacías, el sábado no hubo "ambiente" en la ciudad. El temor o el terror y la crisis y la psicología triste del ciudadano le inspira estar en casa. C´est la guerre.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Pareciera que para el impenitente lector de la Biblioteca de Londres la sociedad constituyera un problema de álgebra: multiplicas, divides, sumas, restas todo lo que sobra et voilá, el paraíso terrrenal, la utopía hecha carne. Para el consumidor burgués de cocaína que miró al hombre en su oscuridad, la sociedad es un engendro lleno de asombrosas montruosidades. Para el crucificado por excelencia, la gente tenía que estar atenta a otro mundo que nos esperaba más allá de este. 
Todo tiene su rito. Todo tiene su explicación aunque no la veamos de antemano. Y todo tiene un origen que podría explicar eso que no entendemos. Pero que no nos quieran meter explicaciones como cuñas, a base de apretar y apretar.
Todo es un misterio, también se puede decir. Ocurren muchas cosas en el mundo al mismo tiempo y es difícil entenderlas todas a la vez. Pero no seamos tozudos en nuestro proselitismo de mierda, por favor. Como dijo Unamuno: se vence pero no se convence la mayoría de las veces.
El lobo alfa se come las entrañas del venado. Ha sabido conducir a la manada hacia la presa. Es el más fuerte y el más experimentado. Pero entre los humanos, el hombre alfa a veces es el más gilipollas y no sabe conducir a la masa orteguiana más que a la catatumba. Esto lo vemos todos los días. El hombre tiene conciencia y vicios y virtudes. Aquel que desarrolla y se ocupa más de sus virtudes le dan de palos comúnmente y al hijo puta que cultiva vicios y egoísmos triunfa como un campeón. De la manada de los lobos ninguno se queda sin comer pero de la manada de los humanos, muchos pasan hambre. ¿Por qué será? Porque el hombre cada vez es más irracional. Entre vicios y guerra y hambre han muerto en el mundo un número indeseable y atroz de gente. ¿No sabemos dónde está el venado? ¿no sabemos elegir a nuestros líderes? Parece ser que no. Freud dijo que el hombre no es racional; al revés, oculta un inconsciente que le hace ser una pura bestia para los demás. Freud descubrió que el hombre es un monstruo, que sueña con matar y otras cosas peores. ¿Qué es el ser humano? Una pregunta que se queda sin respuesta.
Mi hermano dice que si yo voy al supermercado y cojo un paquete de lentejas que a lo mejor vienen de Chile, eso es la Providencia o poco más o menos. Pero en tiempos antiguos, sembrar la lenteja, escardarla, recogerla (si no se la había comido el gorgojo), también es la Providencia. Yo creo que Dios dijo: esto creo y lo creó y luego, si te he visto no me acuerdo. Pero Paco aún dice que Dios está velando por nosotros y actúa en las situaciones más complejas o más sencillas y eso es la Providencia. No se qué opinarán los marxistas de la Providencia. O los capitalistas pero Paco piensa que en el mundo todo lleva una elaboración: las leguminosas exigen la labranza, la siembra, la eliminación de hierbas malas, la recolección, la limpieza de la semilla (eliminación de piedrecitas), empaquetado, transporte al por mayor y distribución minorista en supermercados. Si esto no es la Providencia, que venga Dios y lo vea. Lo que pasa es que hay pijos que no se dan cuenta de nada de todo esto y así va el mundo. En Occidente, por lo común, el usuario de supermercados simplemente hace un gesto de recogida y pago del producto pero haría falta conciencia de todo lo que supone el consumo en general. Esto es la Providencia. Y el que no se lo crea, que siembre lentejas o garbanzos por su cuenta. 
Los pájaros no conocen la política. ¿O sí? Quizás haya ornitólogo marxista suelto por ahí. He leído que el marxismo no es una cuestión política. Es un modelo de vida, es casi una secta, con sus héroes y sus tumbas. Que la revolución bolchevique hizo mucho por acabar con la guerra, aliándose con el frío de la estepa, es verdad, pero por ello no dejaron los rusos y algunos países del este sufrir a una burocracia que comía caviar mientras el pueblo hacía cola para comer un pollo raquítico. Ya digo que los pájaros no conocen la política ni los leones ni los elefantes. Pero tampoco dejamos vivir a los animales.
Yo sí que creo en Dios Creador. Esto que llamamos Tierra no puede ser tan perfecto (lo está dejando de ser) sin la mano de un Dios inteligente. Pero nos creó también a nosotros después de crear un montón de dinosaurios y quizás ese camino llevemos, el de los dinosaurios. Sin embargo, no hay que ser catastrófico. Solo se trata de ir observando cómo la Tierra se va degradando por la mano del hombre y anotar. Quizás algún día vengan otros sin política, sin inventos, sin artilugios y pasten del prado en paz.
Cataluña y el País vasco son dos dolores de cabeza intermitentes que ha tenido que sufrir España. Y con odio. Y con muertes, que es lo peor. Eso de que Madrid les oprime me da asco. Con Franco vivieron muy bien ambas comunidades pues allá se fue la riqueza. Y luego querían más. Hablo en términos políticos, no humanos. No digo yo que no haya gente de buena fe en ambas comunidades. Pero también hay un ansia de aprovechamiento, un odio visceral, una asquerosidad hipócrita en ambas comunidades. Desde Sabino Arana o desde el furibundo catalanismo de mierda, todo ha sido querer ser no España. "Los españoles", dicen, los maquetos, dicen, los charniegos dicen, esos mierdas del nuevo nacionalismo egoísta y puerco.
Y es que no hay peor política que la que trabaja para unos pocos y estos están locos, perdidos por el ansia de ser más. ¿Más qué? Más catalanes, más vascos, más racistas, más exclusivos, más mierda al fin y al cabo. Que conste que hablo solo de política.
Esta noche no me he dormido hasta las dos de la madrugada. Todo por pensar sin yo querer en la psicóloga que me atendió en Las Rozas cuando yo estaba mal con mis clases. Esta "profesional" se llama Josefa Vázquez Ramos y trabaja en "ceim" y es malísima. En vez de salir relajado y tranquilo de sus sesiones, yo salía más nervioso y dubitativo. Esta noche he estado pensando en ella como una calamidad que me tocó sufrir, una especie de persona ruin y asquerosa que lo único que quería era mi dinero. Yo fui a su consulta porque me ponía nervioso ante mis alumnos y ella me recomendó internet, que me casara y formara una familia y que fuera a un pub donde tenía yo amigos y otras muchas cosas que nada tenían que ver con enfrentarse con un alumnado. Con lo de internet insistió demasiado y con lo de formar una familia, también. Si no tenía ni puta idea de tratar mi situación, lo podría haber dicho desde el primer momento. Quizás yo podría haberme recuperado con un psicólogo de verdad y no con esta mierda de persona. En fin, aprovechados los habrá siempre. También yo tuve la culpa de no mandarla a tomar por culo antes.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Que te llame tonto dos veces en una mañana la misma persona. Que tu hermano esté soliviantado sin que sepas por qué. Que no llueva ni una gota. Que estés empezando tu cuarta novelita. Que empiece una guerra por unos atentados atroces. Que haya la pijaguera de unas elecciones a la vista que no se sabe qué va a ser de España. Que haya un paro galopante. Que veas a los parados quejarse por la mañana y por la tarde. Que una maldita autonomía quiera la independencia. Que Pujol haya robado durante treinta años y no esté en la cárcel con toda su parentela. Que el diario no hable de ti. Que Las Palmas pierda con cualquiera. Que el sol alumbre tanto. Que la televisión siempre diga la misma mentira. Que los españoles no sepan de historia y tengan la posibilidad de repetirla. Que haya tanto y tanta analfabeta con veinte años. Que la educación sea de partido, no de los españoles. Que la vecina esté tan buena y no podamos tener un encuentro sensual con ella. En fin, qué mundo este. Que el Altísimo se apiade de nosotros.

martes, 17 de noviembre de 2015

Mi hermano está muy picajoso, no sé qué le pasa. Mi novia solo habla de su padre, es normal. Mi amigo David no sabe por dónde se anda, también es normal. No cae ni una gota del cielo, eso no es normal. Me gustaría que lloviera muy menudito pero con la constancia de los días; que lloviera y nos estuviéramos en casa, a ver si dejábamos de decir y hacer el gilipollas o por lo menos, que las dijéramos o hiciéramos en casa, sin que nadie nos vea, sin que nadie las sufra. Que lloviera inclementemente, con la fuerza de Dios. Que el que saliera a la calle se mojara de agua irremediablemente, que se llenaran los cines, que se vaciaran las aceras de esa pestilencia de todos los días, que a los porreros se les mojara el porro y las ganas de fumárselo. Que se llenaran los salones de las casas de gente y que se entablaran allí todas las batallas del mundo y no en la puta calle. Que a los famosos les llegáramos a odiar y a dejar de envidiarles para toda la vida. Que canten los niños.

lunes, 16 de noviembre de 2015

¿Dónde se encuentran aquellos representantes de los partidos, de los sindicatos, todos oportunos, que arruinaron a las cajas de ahorro? ¿Dónde están los dirigentes del PP que se beneficiaron del Gurtel? ¿Dónde están los de la Púnica? ¿Dónde están los dos mil millones de euros del caso de los ERES y de los cursos de formación? ¿Dónde están los alcaldes que se forraron en tiempos de Zapatero corrompiéndose todo lo que podían? ¿Dónde está Pepiño Blanco que iba con maletín de dinero a una gasolinera a hacer sus apaños? ¿Dónde está Maleni que cobraba 3 sueldos? ¿Y la Cospedal?
¿Cuánto valen los aereopuertos de tiempos de Zp?
¿Dónde está el dinero que tan bonitamente dispuso el gobierno socialista?
¿Dónde está la corrupción generalizada que va de 2004 a 2011?
¿Ubi sunt pecunia hispani totui?

domingo, 15 de noviembre de 2015

Me han contado que Canarias, a principios del siglo XX, no es lo que era ahora. Por eso mandaban a los generales díscolos a Canarias, a ver pasar el tiempo en un paisaje volcánico. Entre ellos mandaron a Franco, el general más joven de Europa en aquellos tiempos. Ya sabemos que la República era legítima pero si por ser legítima se quemaban iglesias y andaban a tiros por las calles pues vaya mierda. La guerra estaba ya anunciada desde el 34 o quizás antes. La gente lo que no sabe es que España es país de pronunciamientos, desde  Prim a Espartero y Franco fue otro que se pronunció; o sea, continuó una tradición de arreglo de asuntos internos patrios que venía de mucho antes. Si los socialistas y toda la patulea de partidos de izquierdas no supo gobernar España, que no se lleven la mano a la cabeza históricamente hablando pues fueron unos chapuceros de agárrate. Que vino la guerra, que ya estaba encima. España era desigual, injusta y perra como ella sola. Así que así pasó. Marañón dice que una guerra civil no se olvida hasta que pasan 100 años. En 2039, si vivo, te lo cuento. Ah, se me olvida: el 23F formó parte de la tradición y dicen que se conchabó la izquierda con la derecha. Menos mal al rey.
El otro día oí en la televisión un análisis sobre el Estado Islámico. El Estado Islámico no tiene fuerza aérea, indispensable para ganar una guerra en nuestros días. Cualquier ejército convencional de cualquier país los podía barrer del mapa. Pero si cualquier ejército convencional se carga al IS, ¿qué surgiría después? Pudiera surgir una guerra civil abierta en Irak o se podría desestabilizar Irán. El avispero que representa hoy en día Oriente Próximo tiene más avispas de lo presumible y de lo aceptable todo por una guerra injusta contra Irak que arrasó ese país y lo dejó ingobernable.
Ahora, la barrabasada de la invasión de Irak nos ha traído esto. Primero, Al Qaeda y después, el EI. El odio a los EEUU ha pasado a otros países. El extremismo islámico se ha radicalizado a puntos de barbarie parecida a los bárbaros que rodeaban Roma amenazándola. Y todo por una maldita guerra de venganza por la destrucción de las Torres Gemelas. No interpretarán el Islam pacíficamente hasta que su venganza tenga su fin. Todo por un maldita guerra de castigo. Ahora, a convivir con la barbarie. Como fue bárbaro Bush.

sábado, 14 de noviembre de 2015

Hoy es sábado pero no tengo la sensación de que sea sábado. A ver si hay algo en el día que me avise de que es sábado. Es muy temprano aún. Son las nueve y media. Se abren las persianas de mis vecinos, cantan los pájaros, se oyen tacones al compás de una prisa leve, se levanta mi hermano pero sigo pensando que aunque sea sábado en el calendario, pues ayer sí que sabía que era viernes, sigo sintiendo esa ausencia del sábado en mi cabeza. Como si el sábado hubiera desaparecido de la semana para siempre.
Además, tampoco tengo la sensación de que ayer fuera viernes. Ayer fue un día cualquiera del calendario, un estúpido día del calendario, un efímero y tonto día del calendario en el que yo no hice nada de viernes, nada típico de ese día así que quizás por eso hoy no me parece sábado y al paso que llevo el domingo no me parecerá tal y el lunes tampoco y estaré pronto en una ucronía o falta de tiempo. Pasarán los días todos iguales. 
Estoy esperando una señal que me diga que hoy es sábado y no viene y estoy como en un limbo semanal, en un día sin norte ni guía.
Espero que a mediodía o por la tarde me dé cuenta de la presencia temporal del sábado para hacer cosas del sábado y no del lunes o el miércoles porque si no, mi vida se perderá en las horas informes y en los días caprichosos de un calendario ciego y sin orden. 
He tratado de leerme "El libro del desasosiego" de Pessoa. Ha sido imposible. Es muy difícil. No tiene hilo narrativo, cuenta las cosas literarias y sentimentales (muy profundas) que siente un oficinista en Lisboa. Las sensaciones que suscita este libro son de una dificultad amplia pero también el lenguaje que usa es arduo de entender. Yo me quedaba a medias en su lectura aunque me hubiera gustado leerlo si hubiera sido más sencillo. En el libro dice cosas como "siento  que soy pero no soy" y no sé que de las farolas, las calles y ya digo, sentimientos enrevesados de un aficionado a la literatura. Pessoa fue un hombre casi desconocido en su época y luego fue una figura famosísima, un tótem de la cultura lisboeta.
Siento no haber gustado de este escritor sublime, tan sublime que no hay Dios que le entienda. La filosofía que creo que late en este autor es que toda vida es inútil, que no merece la pena esfuerzo alguno por vivir, que todo pasa a pesar nuestro. En fin. Muy enigmático para mí.

jueves, 12 de noviembre de 2015

Se ha muerto el padre de mi novia, Eva. Se llamaba Enrique y siempre le recuerdo sonriendo. Era muy buena persona, ayudaba a todo el que podía. Se quedó hemipléjico y en su enfermedad (siempre sentado en una silla de ruedas) dio un ejemplo de entereza a todos los que le conocimos. Nunca se quejaba, tenía una fortaleza mental fuera de orden para aguantar horas y horas quieto. Un vecino venía a jugar con él al ajedrez. Se llamaba Antonio. La verdad es que yo le embromaba y él me recordaba cómo se zambullía para coger pulpos y erizos allá en las playas de Canarias, donde tuvo su residencia una vez. También recordaba sus tiempos de ingeniero en el aeropuerto de Las Palmas. Debió ser un tipo alucinante antes de padecer ese ictus malvado. No se quejó nunca, ahí radica toda su grandeza y siempre tenía una sonrisa en la boca para todo el que le saludaba. Eva le quería mucho, hasta sus últimos días puso todo su empeño en él. Se fue. Dios le tenga en buen puesto, como dice mi madre.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Hace unos días me pusieron la vacuna de la gripe. A los tres días de ponérmela he sufrido un gripazo tremendo. No sé si esto funcionará así pero a mí que no se les ocurra volvérmela a poner.
Las cosas que se hacen por costumbre a veces fallan. Como insultar. Hay gente que insulta con insultos que se pueden considerar pequeños. Todo esto surge de lo chulo y prepotente que sea el insultador. Pero, a veces, de tanta chulería y de tanto abuso surge la voz inclemente del insultado y dice: "vete a la mierda".
Y el insultador se queda sin amigo. Por bocazas, porque se creía más que nadie y luego se queda más solo que la una.
A este motivo se añade aquel que es hijo puta e insulta haciendo daño. Ese es especialmente asqueroso y levanta más ampollas. Pero también, con negarle el trato, salimos todos ganando.
Se insulte por costumbre fea de chulo o por hijo puta, no hay que tolerar el insulto. El insulto es asqueroso cuando te llega a las carnes o a las de un familiar.  
Resulta que los vecinos de abajo, de la terraza, han comprado un gallo que le van a comer para Navidad después de cebarle. Pero el caso es que se pone a cacarear por las mañanas, al albor y hoy me ha despertado a una hora muy temprana. A eso de las diez de la mañana me he pasado  por la casa delos filipinos y me ha dicho que es una costumbre muy importante para ellos. Al final se ha decidido, después de consultarlo con otros dos vecinos que se le tape el pico al gallo con un esparadrapo por las noches y por las mañanas se le quite para que pueda comer. Se ha decidido que el levantamiento del esparadrapo tenga lugar a las diez de la mañana y que cuando sea capón, en una fiesta que se celebra el 1 de diciembre por esta gente, dejará de cantar y engordará para Navidad. Ya resuelto todo, se ha fijado que el gallo ya no causará más problemas así que hemos quedado bien con la comunidad filipina.
Si tienes algún problema, te jodes.

martes, 10 de noviembre de 2015

Yo, como fumo, siento unas veces la muerte rondándome en forma de cáncer, enfisema pulmonar, ataque cardíaco o cerebral. A veces sueño que me cortan la pierna, que me cortan la laringe, que me cortan los huevos pues ahí también puede atacar el cáncer. Mientras pienso, sueño y premedito todo esto, yo sigo fumando. Y sé que hago mal pues el tabaco provoca una muerte lenta y dolorosa, sin poder respirar, sin poder mear ni cagar, vomitando todo el tiempo. Da asco el tabaco y no por lo mal que huele.
A mí me gusta fumar mucho o me gusta mucho fumar, una de las dos cosas. Hay gente que elige otros venenos que les sientan muy mal también: les da vueltas la habitación y no se le pone tiesecita la cosa.
No hay que ser aprensivo pero sí pensar que estamos jugando con la muerte y la enfermedad. Que hoy estamos bien pero que mañana podemos estar fatal. Lo malo son la doble moral del alcohólico que no fuma y aquellos que son tan sanos que se mueren de aburrimiento muy muy muy lentamente.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Cuando una pieza de ajedrez falta, toda la estrategia anterior hay que renovarla para llevar a buen término el final de la partida. Hay que pensar cuál será la próxima jugada. Y no debe haber mirones que digan qué hay que hacer. Entre los jugadores, cada uno en rivalidad, deben ejecutar el juego que les conduzca a su mejor fin. La partida puede quedar en tablas y ninguno sale perdiendo. 
En la vida sucede también así.
Hay que buscar la manera de que esa pieza tan preciada que ha caído no haga sufrir demasiado a las demás y que el juego siga siempre con ventaja.
Pero a veces, los nervios de perder o el ansia de ganar nos juega malas pasadas. Para ello, como posible solución, antes de perder, es mejor buscar un empate digno.
En fin, no siempre se puede ganar pero se puede quedar bien con el adversario, mostrando buenas maneras e inteligencia en el juego.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Solo he oído la expresión "todo es política, desde que te levantas hasta que te acuestas" dos veces: la primera fue de boca de una sindicalista en un instituto de enseñanza donde yo trabajaba con motivo de una huelga. Era una sindicalista. No me convenció de unirme a la huelga y menos con esa frase. Además, esa frase me hizo pensar que esa mujer tenía algo o mucho de fanatismo. La siguiente vez que oí eso fue de boca de otra mujer que es voluntaria en una asociación de la que soy miembro. Esta vez me dejó un poco pensativo, como sintiendo que siendo uno muy político se resolvieran las incógnitas del mundo pero yo no las resuelvo con política esos misterios sino con humanidad, razón y fe.
En fin, todo es política es una frase que no entiendo como no entiendo ni siquiera la política en sí misma. No entiendo de ideologías, solo de seres humanos uno por uno. Me gusta hacer migas con gente amable e interesante si eso se llama política. Nada más.
La política quizás sea un oficio pero no como un zapatero puede serlo
Estaba yo como apesadumbrado, con corrientes negativas por la mente, un mal humor prolongado se me estaba metiendo dentro sin poder salir. Hablé con un señor mayor de sus problemas. Los problemas comunicados tienen el efecto de una lima que come los barrotes de la prisión de la melancolía. Y así ha sido, nos hemos comunicado los problemas, los efectos que tiene las discusiones, los aprietos, el dolor de estar vivo, los desprecios y los descubrimientos de la maldad en los otros...
En fin, nos hemos comunicado. Y una comunicación de almas es lo que lleva a minimizar los problemas de esas dos almas que se comunican hasta hacerlos más llevaderos. Al comparar, al ver que el otro cojea del pie que tú cojeas también, pues todo tiene una forma de verse distinta y al final se sale andando más tieso y sin cojera, pues ya la has comunicado. 
En fin, cuando tengas un problema, comunícalo y parte del problema, si no está resuelto, está comparado con otros.
Decía Heráclito que de las discusiones nacen las ideas. Otros autores decían que las discusiones hay que evitarlas siempre, que no conducen a nada. A lo mejor Heráclito no quiso decir discusión y esta sea mala traducción de diálogo o algo así. Yo he comprobado que de las discusiones nacen las malas ideas, las ideas que no se apartan de tu mente por lo insidiosas y feas. Es asqueroso comprobar cómo, después de discutir agriamente sobre todo y sobre todos, te queda un mal sabor de boca que no se te aleja en días.
Y es que la realidad es tal cual. Lo que dijo fulano permanece, lo que te hizo mengano también permanece y si lo recuerdas en una conversación agria, con el alma empozoñada, lo que sale se queda. Y no digo yo que los que me hicieron mal me lo van a volver a hacer, pues las circunstancias han cambiado, pero la idea sigue rondándote. Los fantasmas permanecen.
El caso es que llevo dos días asqueado, truculento, aprensivo, etc. No sé si deberá a la enfermedad. Espero que pase pronto.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Esta tarde me ha inundado una inseguridad grande. He tratado con una persona cuestiones acerca del futuro que me han dejado en el espíritu una sensación triste. Al principio, esa persona y yo no nos entendíamos pero cuando lo hicimos fue para comprobar lo solo que estoy ante las adversidades que puedan sobrevenirme. Había en la conversación algo sórdido, ruin que se escapaba por cada comentario, cada juicio, cada argumento. Y me he sentido fatal.
Luego, al llegar a casa, me he sentido mejor pero es como si me hubieran abierto los ojos a una realidad asquerosa que yo ni me daba cuenta de ella. La gente es muy mala cuando da su parte mala y cuando hipócritamente es de una manera en público y luego es de otra en privado, como si sacase los colmillos con los más débiles y se callara ante los fuertes.
En fin, esta vida tiene unos recovecos feos de mirar y de sentir pero los has de mirar y de sentir porque es lo que toca y hay que recordar que siempre lo hay peor. 
Una cosa son los delirios y otra, las alucinaciones. Un enfermo mental puede tener de las dos pero no sé muy bien distinguirlas. Alucinaciones es ver, oír cosas que no están en la realidad. Existen los delirios de grandeza. Cuando el lenguaje o el pensamiento de una persona no se ajusta a la realidad, hablamos de delirios. "Delirante comedia", se dice cuando se quiere encomiar este género queriendo decir que va más allá de la realidad.
Tiene algo de delirio en mí el deseo de ser escritor, el deseo de ser famoso a través de la literatura. Es un delirio de grandeza, de desear ser meritorio en algo. Pero luego miro mis torpes producciones y no creo yo que pueda aspirar a mucho.
Me entretiene, esa es la verdad.
Siempre quise yo ser meritorio, destacar en algo, ser alguien importante. Que esto lo cause mi enfermedad o mi carácter no lo sé. En fin, seremos lo que Dios quiera.

martes, 3 de noviembre de 2015

He vuelto a sentir insomnio. Me ataca, claro está, antes de dormir. Es un insomnio asqueroso ya que me vienen ideas negativas de mi pasado o de mi presente actual y lo paso mal. Ayer hasta la una de la madrugada no me pude dormir. Pensé que había sido un mal profesor, que no estaba aprovechando mi vida, que mis novelas eran una mierda y una pérdida de tiempo. Recordé aspectos de mi enfermedad, episodios malos que yo tuve y no me los podía quitar de encima. Me tomé una pastilla y ya me dormí. Es algo torturante. No sé si se deberá al cambio de hora. Por las mañanas me despierto con una sensación mala. No sé si debería ir a la psiquiatra y decírselo aunque me diría que me tomara la pastillita y en paz. Ayer por la noche, mientras me fumaba un cigarrillo, el del insomnio precisamente, me veía desgraciado y buscaba la causa pero no la veía. Supongo que será algo pasajero. Dormir es esencial.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Me estoy leyendo otra vez una de Galdós. Esta vez es un ciclo dedicado a un prestamista llamado Torquemada. Este Torquemada no tiene ni un átomo de piedad por sus deudores, no le sale de su cabeza perdonar ni un céntimo. Pero en un capítulo conoce a tres hermanos, dos hermanas y un hermano ciego que viven en extrema pobreza pero con una dignidad y una limpieza y un orden que asombran a este hombre creyendo ver en ese estado de pobreza digna y ordenada una Biblia del saberse conducir en la vida en situaciones extremas.
A Torquemada se le muere un hijo que sería el asombro del mundo matemático. Pero se rehace. Se transforma al conocer a Fidela, la hermana menor, la Águila menor, como la apellida Galdós, de esa casa del misterio de estirar la peseta. Pero a mí lo que me alucina es el modo de narrar de Galdós, que para mí no tiene igual. Ni el escritor más escritor del mundo actual tiene parangón con el canario. Galdós cuenta con tantos registros idomáticos como tiene la lengua española y aún más. Escribe de una manera que te mete por los ojos personajes, situaciones, sentimientos y un largo etcétera de peripecias humanas. Galdós conocía tan bien a los hombres y al lenguaje que podría narrar el fin del mundo punto por punto. Galdós es el número uno de los escritores españoles. Los demás, a la cola.
No solo de pan vive el hombre, dijo Cristo a sus apóstoles y Marx dijo que la historia se movía por un plato de judías. ¿Qué es más cierto? He leído que Walter Benjamin decía que la verdad no la podemos conocer en su plenitud. Los filósofos hicieron acercamientos a la verdad y los escritores hacen acercamientos a la verdad mediante la mentira de la ficción. Yo creo eso. Que la verdad pura no es digerible por el ser humano, que los cerebros no están hechos para comprender verdades, sino que fluyen entre la verdad, la conveniencia, la mentira, el cinismo y otros estados del espíritu que manchan la realidad de las cosas.
La verdad es conveniente casi siempre, para saber a qué atenerse y poder decidir sobre el futuro y las decisiones a tomar y los juicios que hacer. No saber esa poca de verdad que hay en las cosas te convierte en un ser que vaga en la soledad de lo incierto. Hay que leer, hay que interpretar lo que se ve para actuar en ello con propiedad y acierto.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Para el puente de Todos los Santos, fuimos al pueblo. Yo, en cuanto llegué, me fui a dar una pequeña caminata por un camino. Iba yo andando y notando la sequedad del páramo castellano. A mis pies saltaron saltamontes y vi ciempiés. Me recordaron estos animalitos un dicho de mi madre, que decía al que la entorpecía: "pareces un ciempiés". Ya no se lo he vuelto a oír. Hay muchas cosas que ya no he vuelto oír decir a mi madre, con lo decidora que es. Por el camino, había tierra labrada y la que estaba sin labrar, daba un aspecto arenoso y seco, como acabada, muy reseca. Noté enseguida los efectos de una sequía prolongada. Casi tengo que sacar la cantimplora. Seguí andando y un viento que se levantó me oreó las sienes y me dejó despierto. No había más que cardos secos y la hierba, que quería crecer, solo lo hacía de forma rala, pegada al terrreno. Me fumé un cigarro al borde del camino y me di la vuelta por donde había venido. El campo está seco.La lluvia no hace su aparición, su bendita aparición.
Si la naturaleza no es de tu gusto, quédate en casa.