miércoles, 31 de agosto de 2022

 Nos hemos acercado Paco y yo a SM. Yo le he preguntado a la secretaria sobre mi cambio de psiquiatra. Luego, hemos andado en dirección a Las Rozas. Paco se cansaba con mucha facilidad pero ha llegado al fin del paseo y la vuelta. A eso de las 8:00, mi hermana irá a casa de mis padres y Paco vendrá a casa. Otra vez mis padres están en su casa. La situación es parecida a la del año pasado por estas fechas. Hay que buscar una cuidadora o interna y esperar que mi padre no la tome por el pito del sereno. Sara, la marroquí, hubiera regresado de sus vacaciones y era una mujer muy profesional, pero ya no está. Bueno, yo estoy leyendo eso de "Trigo limpio" y me está gustando. Los días se hacen más cortos y pronto llegará el otoño.


Oye, ve y calla. Y vivirás en paz.

Es muy cómodo este refrán pero quizás no sea muy cierto. Hay que hablar y comunicarse para entenderse, eso entiendo yo.

martes, 30 de agosto de 2022

Hoy voy a la psiquiatra después de hace dos meses, cuando me trató mal. Pero yo ya he solicitado otra psiquiatra. Si voy es por no quedar mal con esta y decirle que me cambio. No pienso decir más cosas que esta, que me cambio. Esta psiquiatra tendrá 30 años o así, me parece demasiado joven y tonta como para no darla de lado. Yo he visto un despiste constante a la hora de tratarme y más cuando fui la última vez, que no fue despiste sino descortesía. Así que me asignarán un nuevo psiquiatra y ya está. Por otro lado, me estoy leyendo "Trigo limpio" y me está gustando porque cuenta la historia del propio escritor. Ser escritor quizás sea emocionante, pero si yo estuviera al mandato de un editor, no me gustaría.


Piensa el bobo que él lo sabe todo.

Conozco varios, por desgracia.


 Había una vez un tipo que no pensaba más que en el dinero. Ni su mujer ni sus dos hijos le apartaban de este pensamiento. Y la pena es que no sabía de ninguna manera para qué quería ese dinero que flotaba en su cabeza como un molinillo a todas horas. Este tipo era un funcionario más bien torpe que casi no hacía nada en la oficina de la administración pública en la que "trabajaba". Debería estar agradecido a la vida por cobrar un sueldo sin apenas hacer nada, pero no. Estaba pensando todo el día en hacerse rico. Y se hizo, se hizo rico gracias a una lotería de las que tanto abundan. Y entonces, al ver en la cartilla del banco tanto dinero, le dio un síncope y murió allí mismo, en la oficina del banco. Y disfrutaron del dinero su mujer y sus hijos, que sí que pensaban en la vida y su disfrute.


"Nunca" es demasiado decir.

Es verdad. Nunca no es nunca a secas, si no que volvemos a lo mismo.


 Me está costando leer. No sé si será porque la historia no tiene mucha emoción o soy yo el que no tiene emoción. Ayer a las 9, llamé a mi padre. Mañana creo que ya estarán aquí mis padres, como mi padre me dijo. Estoy intentando acoplarme a lo que hay, a la férrea realidad. Ya están las vacaciones acabadas para muchos, para mí también. Hoy tengo que ver a la psiquiatra pero he escrito una solicitud para cambiar de psiquiatra. No creo que me trate como la última vez. Solo le diré que ya no será más mi psiquiatra.

Los días pasan lentos como bueyes cansados. Los días aburren a los días, las penas aumentan, el dolor de las horas no desaparece. Ojalá la vida sonriera o se quedara solamente mirándonos como me miran los álamos del jardín que da a mi ventana.


No hay manjar que no empalague, ni vicio que no enfade.


Eso es: hasta los lujos cansan. Y el vicio también cansa. Como el puto tabaco.

lunes, 29 de agosto de 2022

 He leído estos días "Mi precio es ninguno", de Martín Casariego. Va de una mujer fatal y de unos narcotraficantes muy raros y torpes. Luego me leí "Pequeñas infamias" de Carmen Posadas, que es una obra maestra. Y ahora me estoy leyendo "Trigo limpio" de Juan Manuel Gil, premio Biblioteca breve 2021, que va de la desaparición de un amigo del que escribe la novela. La verdad es que estoy cogiendo un ritmo lector fuerte que vino hacia a mí mientras paseaba por la Gran Vía estos días que yo paseaba por la mañana porque no tenía otra cosa que hacer. La cosa surgió así: Pasé una vez cuando una mujer estaba empezando un libro gordo. Pasé una segunda vez dando mi paseo y la señora ya iba (calculo yo) por la página 50 y, cuando pasé una tercera vez en mi paso por la Gran Vía forzado por el aburrimiento y no saber qué hacer, esa mujer ya iba por la página 300, quise yo suponer, y pensé que aquello sí era leer y así, empecé yo a leer a la manera de esa señora y empecé a leer como Dios manda: unas doscientas páginas diarias o más.

domingo, 28 de agosto de 2022

Me lo he pasado genial con mis compañeros de la asociación. Ha sido todo muy bonito. Parece mentira que haya gente tan generosa por la vida. Los diálogos que hemos tenido los miembros de la asociación nos han engrandecido como personas. La vida sonríe un poco por una vez. El río pasaba seco por la ribera, que era frondosa y fresca tiempo ha. Pero estaba la naturaleza pendiente de que el río volviera por sus fueros. Con la ayuda del hombre y de la civilización, natura fue a mejor y volvió a brillar en el mundo.


No censures lo que debes elogiar.

Es verdad. Los esfuerzos que hacen por nosotros los demás los debemos valorar, no criticar. Así con otras cosas buenas.

martes, 23 de agosto de 2022

 Voy a pasármelo bien durante 4 días. Ojalá disfrute como un enano y me olvide la chunga movida de padres, cuidadoras, residencias y demás. Hay gente que le da pena todo esto, pero da más que pena. La solución definitiva no la tenemos y todo será un malestar grande todos los días de Dios. A ver si llega el otoño, los días son más cortos y es más fácil dominar a la fiera.

Por lo demás, todo bien. Paco se está leyendo un libro sobre dejar de fumar, yo me he leído "Pequeñas infamias", de Posadas. Ha estado muy bien. Esta tarde, a las 3:30, cojo el bus.

Quien ha naufragado dos veces, no debe volver a embarcar.


Yo he naufragado no dos sino un montón de veces y sigo navegando. La vida es dura y hay que hacerla frente.

domingo, 21 de agosto de 2022

 Ya lo decía yo hace bastantes años: hay sequía, no llueve ni una semana seguida. Ahora, parece que ya es oficial. Bueno, el hombre ha soportado cosas peores a lo largo de su estancia en la Tierra. Ha soportado enormes fríos tapándose con pieles de animales, ha soportado guerras y hambrunas (y las sigue soportando), ha soportado tiranos y títeres de medio pelo en el poder (y así seguimos con este majagranzas del Psoe). La vida es más triste de lo que parece aunque la gente se ría a carcajadas (generalmente, se ríe de gilipolleces). Y así seguirá la Humanidad: llena de apariencias vanas, del quiero y no puedo y de la mayor idiotez que cabe en cabeza humana.

Si quieres adquirir conocimientos, hazte el ignorante.

Sí, porque si crees que lo sabes todo, es que no sabes nada.

martes, 16 de agosto de 2022

 El cambio de tiempo (de unos calores excesivos a unos mediados de agosto otoñal) nos ha vuelto locos un poco a todos. Paco no ha dormido mucho esta noche y yo tampoco porque Paco tenía que llevar a mi madre al hospital. Es algo que le pone nervioso. Nos hemos levantado los dos hoy a las 7 de la mañana. Y a fumar. Luego hemos decidido ir a la churrería. Y ya vamos. Seguiré contando.

viernes, 12 de agosto de 2022

Los niños ya crecen con la tontería del regalo y muchos adultos siguen con ese rollo de los regalitos. Más valdría a esos niños y a esos adultos portarse bien con la gente, no mentir, no ser huraños y misteriosos como fantasmas y no pensar tanto en ofrendas estúpidas que al rato se olvidan. Es una pena que haya tanta gente fea de alma a la que se la hagan regalos y luego se porten mal con los demás. Afuera corre viento pero hace mucho calor. A lo mejor se pone de tormenta. Los días pasan, el viento aúlla como un perro solitario, la pena va por dentro y el calor no se vence. Otro agosto de mierda, como el del año pasado, tenemos otra vez. Voy a poner un refrán y voy a acabar este blog que se me resiste.


Quien elige un tono demasiado alto, no acabará la canción.

Cuando la gente se pone muy chula y muy imponente, al final todo le sale mal.

 Si yo fuera solo a mi pueblo, tendría que coger un autobús que me llevara a Madrid; luego, otro que me llevara a Segovia; luego, otro que me llevara al pueblo. Me pasaría toda la mañana en autobuses. Son lentos y me aburren. ¿Y luego? ¿Qué haría en mi pueblo? Estaría de fiestas y no podría dormir en toda la noche pues mi casa está en la plaza, donde tocan los músicos. Mejor hacer planes por aquí, como el sábado, que iré con la asociación a la piscina. Yo casi me he criado en una piscina, cuando era niño y joven. Estaba todo el día en la piscina. Ahora voy a leer un poco antes de ir  a comer y me pasaré el rato así. Ya he escrito varios blogs y me siento mejor. La vida es un metro a punto de partir, dice Sabina y hay una jeringuilla en el lavabo. Y eso es todo.


La abundancia destruye más que el hambre.

Bueno. Las revoluciones vienen por el hambre pero es verdad que querer tener de todo también destruye.

 Ayer en el telediario dieron un repaso a la sequía que asola no solo a España sino a toda Europa. Incluso el Rin, vía fluvial más utilizada en Europa, ya no soporta la carga de los barcos por su bajo nivel. Y es que estar todo el día comprando cosas trae estos riesgos. A la Tierra, la pobre, la estamos esquilmando para fabricar cosas superfluas y, como el refrán de las barbas, vamos a perder la cabeza por culpa de las barbas. El otro día oía que ya hemos agotado los recursos de la Tierra del todo el año. No sé cómo calcularán eso pero hay satélites y drones que todo lo ven y ven como las minas se agotan, el algodón se agota, la lana se agota y todo se agota. Hasta que nos agotemos todos en estos tiempos apocalípticos. La gente no quiere ver pero vamos a un desastre planetario. A lo mejor eso es lo que me tiene triste, contando con esta monotonía de todos los días.


Si no quieres morir de pena, no envidies la fortuna de tu prójimo.

A veces yo envidio lo que hacen otros, cosa que no me trae más que eso, pesar al corazón. Así que procuro estar activo en lo que sea, como en este blog,  para no pensar en los demás ya que los demás no piensan en mí.

Será porque mis padres están en la ciudad y vivan a un minuto de nosotros; será porque Paco no sufre la monotonía de los días mientras que yo sí la sufro; será por el problema del oído de mi hermano; será por muchas causas diferentes que me tengo que quedar con esta rutina apestosa dando vueltas por Majadahonda. Lo bueno es que acabado este blog, me echo un cigarrillo. Antes de ayer fuimos a Madrid. Estuvimos por Francisco de Sales. Recordamos el hospital San Carlos, el bar donde nos llevaban mis padres cuando nos daban de alta en el hospital a comer un bocadillo de calamares; se llama el "Gobolem" y aún resiste desde aquellas épocas nuestras de adolescencia traumática.

Ayer pasé un día bueno sin ideas negativas ni de desesperación. Hoy, no sé cómo lo pasaré. Para un enfermo mental, la vida es dura, qué duda cabe.

El viaje es una especie de castigo.

Aparte de ser un castigo, un viaje es una forma de conocimiento y de distracción.

miércoles, 10 de agosto de 2022

Me he tomado una sin alcohol y me he fumado un cigarrito a la sombra. El tiempo ha cambiado. Ya no hace ese calor inmundo de días atrás, aunque en el telediario sigan mostrando esa España marrón de los 41 grados. Yo creo que están manipulando a la gente para que se quede en casa asustado por el calor, los precios y el propio presidente. La verdad que ese tío da miedo con esa voz de falsete que gasta. La vida es como ese camión que atraviesa autovías, antes nacionales, antes autopistas y llega a destino y descarga y ya va de vacío libre de engorros y vuelve a la nacional y el camionero se va fumando un puro después de comer como Dios. La vida es eso: recorrer días como kilómetros, andar hasta la noche vencida de pasos y de angustias, prepararse para un final no acordado. En fin. La vida es un misterio.


Hasta las entrañas del abdomen se querellan.

Todo es una lucha en este mundo de Dios.

 Me estoy leyendo "Alicia en el país de las maravillas". El autor lo escribió para unas niñas, unas sobrinas, creo. Pero el interés de esta novela sobrepasó la literatura infantil. Lewis Carroll, el autor de esta novela, sufría de insomnio, como yo algunas veces. Yo achaco el insomnio a la luna, pues el 70% del cerebro es agua y la luna influye sobre el agua. La novela es una crítica a la sociedad victoriana, llena de normas y puritanismo hipócrita. Aparecen personajes como el gato de Chesire, que siempre se está riendo, el lirón que siempre duerme, la oruga fumando de un narguile, etc. Y luego está la reina que siempre quiere cortar alguna cabeza. Así va el rollo. Me voy a comprar tabaco.


Coloca las cosas en su sitio y ellas te colocarán en el tuyo.

Hay que tener un orden en esta vida. El orden exterior repercute en el interior.

 Escribir blogs me relaja así como me relaja hablar con alguien que tenga una conversación coherente, no que se enfade o que salga por los trigos de Dios. Así son las conversaciones con algunos tipos que me encuentro por Majadahonda. La verdad es que son más relajantes que aguantar mentiras y estupideces de la cercanía. La cercanía es un tema para estudiar: la familia se ha roto hace ya mucho tiempo y estamos todos aislados sin posibilidad de acercarnos a esa cercanía que es de mentira. El otro día nos mintió a Paco y a mí uno de la cercanía: quedó mal con nosotros pero bueno, la gente es así, rara, mixtificadora, ocultadora, mentirosa y luego, claro, queda mal delante de la otra cercanía. En fin, la gente ya no es transparente a imitación de este gobierno fullero y mentiroso. Todo acabará, no hay que preocuparse. Pronto darán las campanadas por mí y por todos esos de la cercanía.


En cada corazón hay algo de sabiduría.

Hasta en los corazones más duros hay algo, no sé el qué, que hace pensar que los hombres no son de pedernal.

 Recuerdo unas conversaciones con un profesor de golf sobre el tema o frase siguiente: "Majadahonda tiene vida propia" que lo oí de un profesor de Historia peruano. Concluimos que esa frase quiere decir que Majadahonda es independiente, es autosuficiente por le tema del hospital, el comercio, las clases sociales, las distintas culturas, etc. En Majadahonda se establecen relaciones de todo tipo según las necesidades. Mujeres latinas cuidan ancianos, fontaneros también latinos se ofrecen para arreglar cualquier avería. Informáticos chinos o de otra nacionalidad arreglan ordenadores o móviles. En Majadahonda se encuentra de todo y para todo. Los antiguos majariegos ya se han acostumbrado a los que veníamos de otra parte de España y los españoles que habitan Majadahonda ya se han acostumbrado a la diversidad cultural. O eso creo.


Un puñado de bondad vale más que un montón de riqueza.

Yo amo la bondad. La busco en todos los sitios y, cuando la veo se me borra de la cabeza la mentira, la maldad y toda esa carga de podredumbre que es el egoísmo y la avaricia de la gente.

 Este pasar de los días de agosto me pone nervioso. Miro el ordenador, leo un libro, paseo por las mismas calles, fumo, veo a los de Colón, veo a los de "Tú decides", voy a Las Rozas, pero noto algo tenso en el ambiente. Bueno. Esto ya lo sentí otros veranos. Nos encontramos Paco y yo con Juan el de Las Matas y yo le hablé de la guerra de Marruecos porque Juan tiene un vecino que estuvo en Sidi Ifni, cuando la marcha verde. Hoy, al pasear me he encontrado con Antonio el jardinero, con mi hermana y con una del pueblo que no hace más que preguntar. Paco tiene que ir al médico a revisión del oído y quizás mañana vayamos a Madrid. La gente trata de entretenerse como puede si no va de vacaciones. Yo voy a la biblioteca y allí paso una hora al fresco, como dicen los ingleses. Ayer vi a un cajero del Dia que hablaba en inglés con una pareja británica. Me parece que se quejaba el cajero de lo mal que está el trabajo en España pero no estoy seguro.


¿Quién desea arrepentirse después de cometida la falta?

A mí me pasa mucho que hago algo de lo que me arrepiento y lo paso fatal. Debo pensar más mis acciones y mi lengua. Todos deberíamos vigilar la lengua y los actos y los gestos hacia los demás.

lunes, 8 de agosto de 2022

 En mi ordenador han surgido unos avisos de virus. Entonces, llamo a un teléfono del antivirus que tengo instalado en el ordenador. Sale una señora que me dirige a un número de teléfono no sin antes informarme de que cada minuto vale 3 euros. Luego me atiende una jovencita que me pregunta mi nombre y me manda con otro teléfono que ni suena ni nada. Al minuto, apago el móvil. Me he gastado al menos 9 euros para nada. Menuda mierda de servicio. Luego, Paco se ha puesto a leer el ABC y yo me he puesto a leer "Alicia en el país de las maravillas", que me está gustando. La vida es un sinvivir muchas veces. La vida te pone tenso, te pone mal. Pero es la vida; si no pasa, no vives de ninguna manera.


Viniendo de nuestro país natal, hasta el cuervo resulta bello y leal.

Bueno. Yo diría que menos en España, país de quejosos del propio país. Hay gente de pueblo, sin embargo, que daría la vida por su pueblo. Yo no.



jueves, 4 de agosto de 2022

 Creo que habrá anexión de Taiwán a la fuerza en una semana. Los chinos no son los rusos. Los chinos actúan como una masa humana imparable. Al tiempo.

 Hay mucha señorita Rottenmeier, mucho drogata impulsivo, mucho Tartufo y mucho caín. Mucho mentiroso. Mucho perro sarnoso. Mucho pedigüeño. Mucho prepotente perdonavidas. Lo malo abunda.


martes, 2 de agosto de 2022

Un tuerto en el país de los ciegos se creía muy sabio. Normal. Él veía cosas que los demás solo palpaban, olían u oían. Y el tuerto les daba lecciones todos los días sobre lo que veía, era buena persona en definitiva, quería el bien para los ciegos. Un día, vino al país de los ciegos, que vivían como podían del ganado y la agricultura autosuficiente, un mercader. Y dijo a los ciegos tantas maravillas de llevar encima cadenillas, relojes, anillos, abrigos de una tela que venía de las Indias, espejos (ya ves tú, espejos para ciegos, solo compró uno el tuerto), peines, etc. Objetos que no valían para nada porque los ciegos a lo único que aspiraban noche y día es a ver algo, lo que fuera y así se lo dijeron al mercader. El mercader les ofreció gafas para todos. El tuerto les avisó. No veréis. Ellos las compraron engañados. Y el mercader se fue con mucho dinero a su tierra por nada. El tuerto les dijo que si venían más gente de esta al pueblo, era mejor echarla antes de que los volvieran a engañar. Y entonces vino el oftalmólogo y le echaron.


No hay verdadero descanso si no es el del corazón.

Yo diría también que el de la cabeza.




 He puesto a cocer una coliflor y detrás de ella vienen unas croquetas de bacalao que compré ayer todo junto. Estuve en un almacén en que lo ponen todo carísimo. La coliflor me salió por 3 euros y pico y las croquetas por 6 euros. Iré a ver a mis amigos del Parque de Colón. Y luego de comer, iré a la biblioteca. La vida es una rueda que si no la sabes rodar, peor para ti. Los pájaros no se les oye piar hoy, sí se oyen los perros, tantos perros que hay aquí por la ciudad. En el Alfa y Omega sale el papa con un sombrero de plumas en Canadá. Yo ya leí de lo que pasó allí (abusos de menores).

Hoy he dormido bien. Me dormiría a las 12 y media o para allá.

El color del cielo es un azul que no se rompe. Ojalá se rompiera y cayera la rica lluvia.


El deseo hace hermoso lo feo.

A veces nos engaña el deseo, no hay duda. Pero hay que desear. Sin deseos, no avanza el mundo.

lunes, 1 de agosto de 2022

There was a town in the middle of the mountains where the people that live in do´nt be happy if they do´nt drink enormous gals of wine, vodka, gin, whiskey ando other alcoholic drinks. One day the marshal ordered not to drink more than water to his neigbours. But nobody make intention of give up drinking. Then, the people of this country fight drunk and fight in the middle of the day. God keeps encourage to do something about this vice so pernicious. God orders the devil to go to this country. The devil doesn´t drink any drink and tries to bring to the wick to the neigbours. One of them burnt the church and the Maior. God kill all the people. Dead teh dog, dead the rabies.


Sé padre de tus virtudes y padrastro de tus vicios. (Cervantes)

Eso es. Lo bueno que abunde y lo malo que se vaya lejos.