miércoles, 25 de julio de 2018

Sería muy fácil hablar del uso abusivo que ha hecho el presidente Sánchez del Falcon que todos pagamos y es para uso oficial, no para ir de fiesta. Vale 6000 euros la hora el cacharrito. Pero yo veo que se le ha visto mucho el plumero al jeta.
Así que voy a hablar de otra cosa. Parece mentira el despoblamiento que sufre mi pueblo. Cuando yo era más joven, había gente en la plaza por las mañanas, gente en el bar, gente por las calles, gente, en fin. Era verano y venían de otros lados los llamados forasteros. La gente joven salía a la calle a comprar o simplemente a charlar y se la veía por el pueblo. Yo he estado una semana en el pueblo. Pues bien: he visto solo tres viejos en el pueblo todas las mañanas, sentados a la sombra, con la misma banal conversación todas las mañanas. Era para tirarse de los pelos. Solo venían mujeres maduras a comprar el pan. Ni una persona de mi edad he visto en toda la semana. Ni siquiera en el bar. He terminado por desesperarme por las mañanas. Por las tardes, mis padres ponían el televisor a tope de volumen porque son sordos y oían ininterrumpidamente el tour y dos series. El televisor estaba puesto de tres de la tarde a siete todo seguido. Yo no podía ni dormir ni estudiar. Si bajaba al bar no me encontraba con nadie válido para charlar. Aquello era una encerrona o un cárcel de la que he huido viniéndome a Majadahonda. El que quiera paz y soledad continua le recomiendo mi pueblo, donde dicen que hay solo una de cada cuatro casas habitadas. Los bares ya no son sitio de encuentro porque no hay gente que se encuentre con nadie. Las calles da pena verlas: siempre habitadas por gente de paso o los mismos viejecillos de siempre y esos, los mismos. Total: mi pueblo se está despoblando a pasos agigantados y lo que era una distracción válida en verano, ahora es una soledad inmensa y un aburrimiento descomunal. Cuando se acabe la generación de la brisca que hay allí, se acabarán los bares y se acabará todo.

Los pueblos: ese abandono total que quedará como un recuerdo.

martes, 24 de julio de 2018

Hoy al levantarme, las sensaciones eran buenas y se ha cumplido el pronóstico: he pasado un buen día. Me he divertido con mis amigos cuando lo general es lamentarme y pensar que estoy perdiendo el tiempo con ellos, he comido muy bien: coliflor al ajo y pollo frito. He estudiado convenientemente aunque me doy cuenta de que me falta mucho por estudiar. He charlado con mi amiga muy amablemente y los pensamientos que he tenido mientras paseaba a Las Rozas han sido tan agradables y placenteros que se me ha pasado el paseo en un santiamén. No he estado lamentándome de mi situación global o particular. No me he hecho reproches de esos que me dejan por los suelos ante la gente que me rodea. No he envidiado a nadie. Me ha dado igual que la mayor parte de Majadahonda esté de vacaciones. Me ha dado igual que otra gente que conozco lo esté pasando mejor que yo o tenga más amigos o pueda beber y vaya a conciertos. Me ha sudado un pie toda la gente que conozco o que me pudiera imaginar en la puta playa emborrachándose o bañándose o jodiendo con una buena tía. No todos los días son así. De hecho, pocos días son así. Por mi enfermedad o por mi forma de ser, siempre estoy renegando de mí mismo y fastidiándome mi propia vida deseando cosas que no sé por qué las deseo. En este sistema de vida, te ayudan mucho a desear cosas que la mayor parte de las veces no puedes alcanzar. Es una pena. Porque si las personas se conformaran con lo que tienen y con lo que son, vivirían felices sin trastos inútiles y sin necesidades absurdas que no crean más que frustración.

Hay días que vives tu propia vida.

martes, 17 de julio de 2018

Los socialistas son expertos en llegar al poder del modo que sea. Como hacía Felipe González cuando su gobierno ya estaba muy podrido por dentro. Pero es que Sánchez se ha aliado con lo peorcito de España para ir a la Moncloa. Y ahora, a pagar. Dijeron que no iban a aceptar votos de separatistas ni filoetarras pero allí están los socialistas. Sin vergüenza alguna. Sin que les salgan los colores a la cara. Apoyados por todos los sinvergüenzas que hay en España. Y así les va a ir: cuestionados todos los días. No hay periodista, que al hablar de este gobierno, no empiece diciendo: "se apoyaron en los separatistas y etarras y les deben algo". Ya en la II República, los socialistas se apoyaban en separatistas, anarquistas y todos los macarras de la política de aquel entonces para dar la asonada y la dieron en el 34. Y es que Pablo Iglesias, el fundador del Psoe, entró en el congreso de esta manera, diciendo lo siguiente: "lo que no consigamos con las leyes en este congreso, lo conseguiremos en la calle por la fuerza" o algo así. Pues empezando así, vaya mierda de partido. Ni es legal ni desea serlo. Solo quiere el poder a toda costa. Y así nos va a ir  a los españoles. Que por el capricho de Sánchez de pisar la Moncloa, vamos a tener que pasar por miles de decretos y gilipolleces que avergüencen a España y a los españoles. Y es que España, políticamente hablando, es una mierda pinchá en un palo y funciona de cualquier manera menos bien y lo manifiestan estos politicuchos de mierda todos los días. Y hay quien pone en un tuit: "Alegrémonos. El Psoe está en el poder" Pues vaya forma de estar en el poder. Claro que a los que no tienen valía política, cualquier forma de estar en el poder les vale porque son unos inútiles como políticos. Larga vida al pluribobo.

domingo, 15 de julio de 2018

Que vienen los sociolistos. O ya están aquí. Viva el gasto, esto es Holliwood. A la ministra de Igualdad ya la han dado a elegir Ciempozuelos o Leganés. Las ministras van repartiendo dineros por todos los sitios haciendo campaña llenando el bolsillo de la masa cretinizada. Sí, tú, tú eres la masa cretinizada que no te enteras de nada. A ti te van a dar un subsidio de la clase que sea para que los votes y luego, cuando los votes, a la vuelta de cuatro años, vas a estar en el paro como Dios manda, haciendo chapucillas para tirar para adelante. Vótalos: te dan pan de hoy para hoy. Bueno, todos estos obreros que tienen menos ganas de trabajar que yo de ser obispo son los que más se quejan de las derechas. Y luego consienten con estos filibusteros de la mentira y el apaño fácil, que joden a la nación pactando con gente como Torra, que es el tipo más desagradable que ha dado la política actual. Yo no hablaría con Torra ni del tiempo. Mentiras rampantes en la Moncloa todo el día y encima, diciendo que son progresistas y que persiguen la igualdad. Lo único que quieren es comerte el coco a ti, que perteneces a la masa cretinizada con un dinero que te va a salir caro. Porque los obreros no leen el periódico, les asusta lo negro, pobrecillos.

viernes, 13 de julio de 2018

Mis familiares constan de mi hermana, mi cuñado y mi cuñada. Luego, están mis sobrinos. Llevo al menos un mes sin ver a ninguno de ellos. Ya comprobé cómo se portaron cuando Paco estuvo malo. Nadie vino a vernos. Mucha llamadita de teléfono pero nadie vino a vernos ni a mi hermano ni a mí. Igual que yo paso de ellos, ellos pasan de mí. Dice mi hermano Paco que es que vivimos en compartimentos estancos y que cada uno va a su bola. Muy bien. Yo considero a mis familiares como a perfectos desconocidos que es lo que realmente son. Ya no los tengo esa tirria que los tenía. Me importan un huevo. Los veo los domingos del año a comer en casa de mis padres y listo. Yo le digo a Paco que si yo caigo en una crisis como en la que ha caído él, ya se puede ir preparando pues se la va a comer él solito como yo me comí su crisis sin ayuda de nadie. Aquí se prestan a ir al ingreso por enfermedad de mi hermano pero luego pasan del enfermo ampliamente. Es lo único que hacen: llevar en coche al Hospital a mi hermano que bien lo puede hacer un taxi. Ni siquiera fueron a verle al Hospital. Ni siquiera vinieron ninguna tarde a ver sus padres y a mí, que teníamos a un familiar en el hospital. Ni siquiera me ayudaron alguna tarde a distraer a Paco, que le tuve pegado a mí tres semanas hasta que se curó del todo. Vaya gente. Mis padres ya no están para ayudar a nadie. Están mayores y habrá que ayudarles a ellos cuando no puedan ya ni con sus huesos. Pero, ¿esta gente? ¿Se dará cuenta de lo que es una enfermedad mental algún día? ¿o creerán que nos inventamos nuestra enfermedad Paco y yo? O, simplemente, ¿pasan olímpicamente de nosotros? Yo creo que pasan olímpicamente de nosotros pero es que yo también paso olímpicamente de esos que no nos han hecho ni caso ni nos lo harán nunca al paso que llevamos.
Pero que no vengan luego a reclamar nada. Porque no va a ver nada. Y que no den ya más consejos. Se los pueden meter por el culito todos.
Ya está este nuevo gobiernito de mierda actuando como el de Zapatero: lo llamaban ingeniería social. El caso es meterse en la vida de los ciudadanos para comerles el coco a base de bien. Se meten en la educación para crear doctrina, se meten en lo sexual para regular las relaciones de hombre y mujer. A mí la Carmen Calvo me parece desde ya una payasa y una maquiavela de mierda. Luego, sacan a relucir la guerra civil. Luego, dan pábulo a un posible cambio de forma de estado en favor de la república. Da asco este gobierno que está de chiripa aupado por etarras e independentistas de mierda. Ya sé el camino que llevará este gobierno: habrá enfrentamiento civil de mucha gente contra él, habrá gasto para apoyar a la gente como los de Podemos y demás y habrá un deseo enorme de comer el coco a la gente por parte de este puto gobierno de ministras listillas que no son listillas sino que son sociolistas de la peor calaña. El tonto de Sánchez es de la misma calaña que Zp. Si no nos lleva a la ruina es por que no le va a dar tiempo. Ojalá le apeen del poder cuanto antes y si la gente le vota es que dará muestras de una estupidez propia de esta nación.

jueves, 12 de julio de 2018

La buena literatura es aquella que nos sorprende o nos inquieta de modo que pasamos la siguiente página y leemos. Si la acción se demora demasiado, nos aburrimos y leer nos produce aburrimiento. Una acción continuada y repetitiva en el tiempo, ha de llevarnos a una sorpresa que viene dada en ese propio mundo repetitivo y continuo del que estamos leyendo. La originalidad ha de partir de lo ordinario; la sorpresa ha de partir de lo normal. Estos días han servido para advertir en mis sentimientos una aceptación de mi vida ordinaria como algo de lo que de nada sirve quejarse y que hay que llevar como se pueda. Los sucesos extraordinarios no me pertenecen, no están para mí. La sucesión de horas en mi vida solo sirven para ir estudiando una carrera que es Psicología, para pasear por la tarde al pueblo de al lado y para charlar con algunos conocidos sin grandes pretensiones metafísicas o intelectuales. La vida es plana e insípida. Me alimento, echo una siesta, estudio, paseo y charlo. Así todos los días sin ninguna variación. Lejos están los días en los que, en un café de la ciudad, se enfrentaban dos posturas ideológicas representadas por dos insignes prohombres de la cultura y que acababan a paraguazos. Ya la gente habla por hablar y no disiente del otro por educación y no se pega por ideales o por pensar diferente. Valle Inclán perdió el brazo en una pelea. La gente ya no se pelea por ideas. Traga con todo.

lunes, 9 de julio de 2018

Esta primavera vi un hombre que trata con la naturaleza mojándose bajo la lluvia mientras señalaba unos cormoranes en un río desbordado por las lluvias. Lo vi por la tele y me llenó de emoción. Yo también estaba un poco desbordado por los acontecimientos últimos. Era marzo. Ahora, en verano, esas aguas bajarán más mansas y tranquilas. Mi vida también se ha amansado bastante, se ha quedado en el sosiego del calor que trae el sol cada mañana y lo reparte durante el día. Por la noche huele a pescado frito, a niño sudoroso e inquieto. Las luces se van apagando muy tenuemente y alguien dice un adiós no definitivo. Las mujeres quieren hablar de lo que les sucede y salen al frescor de la noche y enhebran un discursito breve que dura un tiempo. Un niño solicita a su mamá y le dice que suba. Las piscinas reposan su azul transparente contra el cielo que se va volviendo negro y suenan como desgarros pequeñitos las vocecitas de las golondrinas que arañan las nubes y las vuelven de nácar. Los murciélagos iniciarán su recorrido en búsqueda del plancton aéreo y sus cuerpecitos sigilosos harán estremecerse un poco el aire de la noche que llega. Las camas están esperando nuestros cuerpos hasta que mañana el sol salga con la fuerza de un dios que siempre está. Y dejaremos atrás otro día que ha traído su poco de paz, su poco de hambre satisfecha y su trocito de angustia porque se va como se irán otros días.

domingo, 8 de julio de 2018

Me levanto a las 7:10 para acompañar a mi hermano a un análisis de sangre. Ayer, paseando, empecé a pensar qué haría si me quitaran la pensión: estudiaría una oposición a bibliotecario y me pondría a buscar editoriales para mis novelas. Desde luego, no me quedaría parado. Pensé en el colchón económico que tengo porque he sabido ahorrar. En el documento en el que se me adjudicaba la pensión se explicita que si el Estado no puede darme esa pensión, no me la da. La pensión no es un derecho. Es como el derecho a vivienda: hay que comprársela. Otra cosa es que la vivienda se ponga por las nubes y luego haya desahucios y cosas de esas, que es una jodienda. Por cierto, ya ha dejado de haber jubilados que se quejen de la pensión: es lo que pasa con los gobiernos socialistas: nadie se queja. Los gobiernos socialistas engrasan bien la maquinaria electoral: esto es, dan subsidios y dinero a toda la gente. La gente los vota. Los obreros, estudiantes y demás viven bien durante un tiempo hasta que se acaba el dinero. Se crea paro, inseguridad económica y hay derroche. Total: la ruina económica hasta que viene la derecha y vuelve a resurgir la economía. Se los tacha de corruptos y de franquistas. Se les echa. Vuelve la izquierdona a gastar y así. El ciclo político español es así. No hay vuelta de hoja.
La vida es como una caja de bombones pero hay cosas ya muy previsibles en la vida porque se repiten.
Del 3 al 7 de septiembre me examino. Este verano será de estudio y estudiar será una motivación que no tuvieron otros veranos. Hoy me he levantado con ánimo. Quizás haya sido el descanso o el sueño que he tenido (que no recuerdo) el que me haya hecho sentirme bien ahora por la mañana. Me doy cuenta de que hay gente que va metiendo los hocicos en todos los sitios hasta conseguir lo que quieren. Piden y piden y piden hasta que les dan lo que han solicitado con insistencia. Lo digo por un tipo que conozco que va a lograr que le publiquen su novela. Sería una sorpresa que ese tipo ganara dinero con esa novela o incluso que se hiciera rico. Me consta que se ha esforzado mucho para escribir dicha novela. Hay gente a la que la suerte le sonríe aunque sean unos patanes. Yo cobro una pensión sustanciosa a la que no puedo renunciar para publicar mis novelas que no sé que resultado tendrán. No me puedo arriesgar. El sí puede pues cobra una pensión mínima. Sería divertido ver cómo este tipo ególatra y cansino se convierte en un escritor de éxito. Y sería desolador ver cómo mis novelas no tienen salida por miedo a perderlo todo.
Pero así está la ley para los pensionistas que tenemos para publicar y no podemos hacerlo.
Seguiré escribiendo después de examinarme aunque sea solo por hobby. Y cuando esté publicada la novela de este menda a lo mejor la leo para ver qué nivel literario ha alcanzado. Hoy en día se publican hasta las memorias de un niño chico.

viernes, 6 de julio de 2018

El clima nos ha dado un respiro de unos siete u ocho días en que hemos podido salir a la calle sin riesgo de achicharrarnos y hemos podido estar en casa sin el rollo del aire acondicionado. Yo brindo por ello y porque continúe así durante todo el tiempo posible. He estado muy tranquilo estos días después de haber discutido con Paco por unos asuntos en los que creo que él me ha despreciado un poco con su actitud chulesca y yo he reaccionado de modo muy brusco, insultándole. Pero todo ha vuelto a su cauce. Creo que el calor que estaba haciendo también ha influido en esa bronca que hemos tenido. He ido a ver a mi amigo Antonio, que me habló de un señor portugués muy sabio. Hemos ido al pueblo a comprobar que el pueblo tiene muy poco gas, está como muerto. He decidido no preocuparme más por el asunto de la publicación de mis obras ya que es imposible, con la ley que hay, publicarlas sin que me quiten la pensión. Escribiré después de examinarme de Psicología y también empezaré a leer alguna novela buena. Me dijo Antonio que yo podría disfrutar de conocer España, pues tengo dinero y tiempo pero a mí no me ha picado el gusanillo de los viajes y yo solo no haría ningún viaje y además no conduzco. Pero habría que ir viendo si pudiera hacer algún viaje de fin de semana que no me trajera muchos inconvenientes. Quizás iría a ver Sevilla.
En fin, julio va pasando sin mucho calor y es de agradecer. Ojalá este verano continúe por estos derroteros y llegue agosto y nos tengamos que arropar.

El sabor de la vida es insípido a veces pero lo mejor es que no amargue.

domingo, 1 de julio de 2018

Hay días en que la mente reposa y no dice nada, está muy callada ahí dentro, como si no interviniera en nada de tu vida. No se hace reproches, no piensa en resignaciones torpes, no duda de la existencia, no envidia a los demás, no desea nada porque está a gusto metida allí en tu cráneo como si discurriera o fluyera como la brisa de la tarde fluye, tranquila y reconciliadora.
Hay días en que su tarde parece decir que todo es perfecto porque la mente está tranquila, no rebulle maldades en contra de la persona que posee esa mente sino que la persona y su mente forman un conjunto armonioso, una unidad lúcida de silencio sosegado.
Hay días en que un paseo ya llena de felicidad todo el ancho mundo que no has visto en tu vida pero que tu mente te dice que no merece la pena ver, que se está muy a gusto así, el pequeño recorrido de tu vida danzando muy suavemente delante de ti, cantando una canción inaudible que dice: qué tranquilidad.
Y como la mente no dice nada, uno está a gusto con la vida porque las ideas de insatisfacción han cedido a un nirvana deseado que no se sabe cómo ha llegado pero que uno desea que permanezca todo lo posible.
Y así va pasando la tarde sin saber cómo has vivido ese estado de tu mente que tanto bien te ha reportado cuando tu mente suele estar en contra de ti continuamente sin dejar de pensar negativamente acerca de tus circunstancias que quizás sean tristes o no satisfactorias pero si tu mente no se da cuenta o pasa de largo sobre esas circunstancias, como ayer por la tarde, eres muy feliz porque tu mente está en reposo como una leve mariposa o como una planta que flota sobre un estanque.

La vida te sorprende cuando tu mente se queda quieta y tranquila.