lunes, 29 de septiembre de 2014

Se ha quedado la tarde lacia, como el pelo de un viejo. Yo tampoco he hecho mucho para que la tarde sea más brillante o excitante, como el café con leche de la Botella. Me he bebido un café, eso sí, al venir de por leche del supermercado. Me ha gustado, por las palabras que he oído, el compañerismo que existe en ese supermercado. Son los mismos de hace un año, más o menos y se llevan muy bien. Saben que deben atender las mercancías y al taimado público y se dan ánimos unos a otros en leal camaradería. Eso me ha gustado. Cuando yo era profesor, cada uno parecía ir por su lado aunque siempre coincidía yo con algún profesor majo con el que ir comentando el curso y los acontecimientos. Recuerdo uno de origen alemán que por sus técnicas pedagógicas en el aula, acabó con un ojo a la virulé. Era gran persona pero yo no compartía su modo de ver la educación. Recuerdo también una profesora de Teruel, que era muy crítica con la directiva y un sargento con los alumnos. De ella aprendí una postura ante la vida, no me dijo apenas palabras, sólo lo aprendí de su porte sereno y serio, mayestático. Así podría seguir pero no tengo ganas. El día te ofrece poco, dale poco tú a él.

sábado, 27 de septiembre de 2014

Ha caído un chaparrón otoñal propio de otras latitudes (la gota fría). Yo prefiero lo típico del otoño: una lluvia fina que parece no tener fin, que va calando tranquilamente el ánimo de la tierra y de sus habitantes hasta hacerlos sumisos y blandos como el pan, como los bollos que nos comemos al desayunar. Ya ha dejado de llover. ¿Para que queríamos esta intempestiva presencia del agua? Para salir corriendo unos minutos y luego ver cómo deja, como se mueren las esperanzas de mojamiento terco y denso de la tierra.
Yo no quiero lluvia de minutos. Quiero lluvia enfermiza, lenta, fina, que cale constantemente las almas de los pecadores que somos, de lo tristes que somos y salir al campo y mojarme y salir a por el pan y mojarme y salir del país y seguirme mojando. Una lluvia eterna y poquísima, sí, pero que moje todo el globo terráqueo hasta dejarlo escurriendo durante todo el año. No me gustan las lluvias que hacen una aparición como en el teatro, a lo loco y espectacular sino la paciencia de la lluvia trabajadora, trabajadora lenta y persistente.

viernes, 26 de septiembre de 2014

Ya ha vuelto Paco de aquel lugar extraño. Ya no estoy solo. No sé si Paco ha venido con mayor determinación para enfrentarse a lo que le espera o con la humildad de siempre. Yo creo que Paco es muy auténtico. No renunciará a su esencia. Para celebrarlo, ayer fuimos a un chino y nos hinchamos a comer pato crujiente, gambas fritas y luego reflexionamos en unas losas de una plaza sobre la vida, la crisis, el tráfico, el sueño, los sueños, la noche y todas esas cosas que se nos ocurren cuando estamos hartos de todo.
Luego vinimos caminando a casa y tardamos en dormirnos.
Las cloacas de la vida no se limpian nunca y cuando caemos en ellas salimos embadurnados de suciedad y mal olor.
Tardamos en dormirnos y oímos unas canciones de rima fácil con sabor latino y una vez dormidos, los dos nos acompañamos en nuestra respiración tranquila que fue difícil hace unos días, los dos juntos, los dos jodidos. Se cumplió la historia y todo vuelve a su cauce.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Dice Pizarro, que creo que es el presidente de El Corte Inglés, que en España se dan demasiadas cosas gratis y que por eso no se valoran. Si no hubiera tanto paro, y este gobierno tampoco da con la solución de esos cinco millones de parados, no habría tanto subsidio. Yo, cuando estaba de baja de profesor, fui a ver a un inspector a ver si me ofrecía trabajo como bibliotecario en un instituto. "Hay recortes y eso que tú buscas no existe". No hay construcción, hay recortes de empleos en las empresas, igual a más paro y mayores subsidios. Cómo acabar con este círculo vicioso, pues es muy complicado. Hay que tomar muchas medidas fuertes a la vez, cosa que ningún gobierno quiere. Ahora, está claro que esto del paro empezó con el gobierno inepto de Zp, que decía "estamos en la Champions ligue y el que hable de crisis es un antipatriota", sólo para ganar elecciones. ¿Es que a caso pensamos que el PP las quiere perder con una reforma laboral salvaje o una legislación que guste a un presidente de grandes almacenes? NO. Pues eso.





miércoles, 24 de septiembre de 2014

La boca de lobo que es la noche traga todas las intenciones de divertirse del más jaranero. La crisis agota las ganas de reír y los bares cierran antes de que la fiesta llegue a tomar color tan solo. Los que andan por las aceras andan tristes, notando un frío cuadruplicado por la soledad de las calles y sólo un hombrecillo de gabán gris ha entrado en el bar y ha pedido un café: Oigamos lo que dice a una camarera:
- Sí, oiga. Esta crisis durará años o decenios. Ya lo dijo Keynes y antes que Keynes, Wilson y antes que Wilson, James: en esta vida las crisis duran mucho; de hecho, es el estado natural del mundo, la crisis.
-Oiga, dice la camarera, tomal un café en este bal no le pelmite decil esas pendejadas del mundo y de la vida. Ande yo nasí no hubo nunca crisis ni la hablá, así que tómese el café y salga silbando, tío seniso, que tengo que barrel.
-Bueno pero que sepa que en crisis viviremos algún tiempo.
-Váyase a la mielda. Cuando el hombre se fue, la negrita decía: "vaya señol, querelme asustar con la crisis. Como vuelva le espeto el palo de la fregona pol culo." 
El cambio climático que hemos sufrido en una semana ha sido brutal: del tinto del verano y otras francachelas hemos pasado al jersecito y la serie de moda metidos en nuestra guarida invernal. Ayer di un paseo por la Gran Vía y estaba muy muy solitaria cuando hace una semana, había multitud. La casa se está quemando y yo aquí mirando, mira cómo huyen los mosquitos de la lumbre, dormir y dormir no es la solución a una vida que aspira a la gloria; por cierto, hoy no has barrido la casa y está llena de pelusas como gatos. Mañana otra vez mañana el levantarse los mendigos el tabaco el dolor en el pecho la madrugada que no ves los diez negritos que no lees los miserables y una colección de sellos que regalarás por la radio a un oyente cualquiera. Primero, la obligación, después pagar las cañitas el domingo. Paella para cuatro por favor, sí, de marisco. Viene mi suegra qué le vamos a hacer. En fin, ya he rellenado otra de mis reflexiones tontas qué idiotez.

martes, 23 de septiembre de 2014

Mariano se equivocó de clase. Era muy despistado. Oyó lo que decía el profesor y le impresionó mucho. Tardó tres días en que un compañero le dijera que aquella no era la clase a la que debía asistir pero Mariano siguió yendo a esa clase a la misma hora todos los miércoles porque le gustaba. Así, acabó el curso y se examinó de aquella asignatura, sacando una matrícula de honor tras laboriosos estudios en casa y empeñándose en los ejercicios que mandaba aquel profesor tan sabio. Pero ese mismo profesor tan sabio le dijo:
-Mariano, usted no está matriculado en esta asignatura. Su nota es inválida. ¿Cómo no se enteró usted antes?
-Bueno, me da igual. Yo lo que quería era aprender lo que usted decía y mandaba.
Mariano cogió su bastón tallado por él mismo, salió del aula y corrió a contarle a Gervasio que había sacado una matrícula de honor inválida. Gervasio pensó que su amigo Mariano era muy raro y luego echaron una partidita de mus con sus dos rivales de siempre.
Lo que queda de septiembre quizás valga para recordar el verano. El viento viene ya fresco. Los álamos parecen balancearse pensativos sintiendo ya que la savia les corre más lenta por sus venas vegetales. Los pajarillos ya no cantan con la fuerza de los días de sol y ya buscan refugio para pasar el frío. Yo llevo una vida muy monótona entre estar con mi madre e ir a ver a Paco a ese lugar tan extraño. Me paso muchas horas solo sin tener con quién compartir experiencias aunque pobres experiencias. Ahora ya ni las comparto. Por eso escribo aquí de vez en cuando lo que me pasa para contarlo a los que me escuchan que quizás sepan de qué va mi vida un poco.
No me gusta el otoño incipiente este que comienza como si fuera un verano postizo. Las piscinas, ese emblema del verano, han cerrado; los colegios, han abierto. Los niños ya no chillan por doquier. Las madres, tampoco: Alvaritooooo, Alvaritoooo, que te ahogas y me enfado.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Hoy la noche ha caído con rapidez, con más audacia y desamparo sobre nuestras cabezas. Ya no hay tinto de verano que degustar a la luz de una velita que recibe la luz de la luna y las estrellas y el calor de la noche. Ya hace, más que fresco, frío y la gente huye del frío como va hacia el calor. Por lo demás, bien. Mis padres estarán durmiendo, mi hermano estará pasando el rato con los compañeros en ese lugar tan raro en el que está. Yo estoy escribiendo esto por puro entretenimiento, por puro entintar una hoja que antes estaba inmaculada. Esta semana no sé cómo vendrá pero espero que con pocas novedades. Debo limpiar la casa, asear todo mi  interior para que fluya la energía. La mugre no deja fluir la energía de nada. La mugre huele y entorpece las relaciones entre las gentes y los lugares. La mugre no debe verse ni percibirse. Ojala no existiera la mugre, así no habría que eliminarla cada dos por tres. Bueno, pronto me iré a acostar. Daré una vuelta por internet y en paz. Concédele al día lo que él te da.
Hoy voy a ver a mi hermano. Mi hermano Paco ya está muy bien. Cuando entras en ese lugar donde está mi hermano, te invade un olor especial a hospital y sudor humano, junto con el olor de pijama lavado. Solemos hablar de nuestros amigos y de cosas de familia. A lo mejor, si mi hermano se lo propone, puede dejar de fumar pues ya lleva más de una semana sin hacerlo. Yo me lo he propuesto esta semana sin nada de éxito porque me ha venido un dolor en el pecho, un dolor no muy intenso pero sí molesto. Voy a ir al médico a que me mire por si acaso. Porque vale más un por si acaso que un válgame dios. Cuando estemos otra vez juntos mi hermano y yo quizás hagamos una excursión. No sé dónde pero la haremos. Hoy, sin embargo ya no me duele el pecho pero estoy asustado con respecto al fumeque y he decidido fumar lo menos posible. He tenido un mogollón de visitas en este blog y no sé a qué será debido. Sigo en el foro de literatura en el que he introducido un debate quejándome precisamente del foro. Ya he pedido perdón por afear al foro y ahora ando debatiendo otras cosas. 

domingo, 21 de septiembre de 2014

A lo largo de estos años me he estado fijando en un chico alto que pasea por la Gran Vía de Majadahonda. Padece un ictus ya que la pierna y el brazo derechos los tiene mal. Va renqueando. Pero mi sorpresa ha sido mayor cuando he ido en autobús al Hospital a ver a mi madre. Le he visto pasear desde horas tempranas por los centros comerciales a tres o cuatro kilómetros del centro de la ciudad. He pensado que quizás este chico no tenga más afición que andar él solo pues siempre le he visto solo y aún así, lleva en el rostro el más grande gesto de satisfacción. ¿Por qué me quejo yo, si puedo andar normalmente, tengo afición a la escritura, tengo una novia y un hermano con los que poder divertirme y a este chico siempre lo veo solo y sólo haciendo la actividad de andar?
Hay que valorar lo que tenemos, no lo que nos falta. Eso dice Dale Carnegie que ha escrito un libro muy bueno sobre la preocupación en el ser humano y que merece la pena seguir sus indicaciones porque llevan al estado de felicidad con uno mismo.
Estoy preocupado porque fumo mucho. Los marlboro men murieron uno tras otro. Paco y yo fuimos al CAID de Majadahonda, donde tratan dependencias, y llegamos a fumar un paquete de cigarrillos diarios los dos; o sea, diez cigarrillos diarios cada uno. Empezamos a no llevar cigarrillos encima, habíamos reducido mucho el consumo gracias al cigarrillo electrónico, íbamos muy bien. Pero se puso mala mi madre y todo se trastocó. Yo no sé lo que fumo ahora pero casi dos paquetes diarios me fumo.
He notado estos días un dolor en el pecho y me he preocupado. Yo solo no sirvo para dejar de fumar. No me organizo, no tengo voluntad.
Hoy me he levantado tarde para fumar lo menos posible por la mañana. Hoy es domingo. Por más vueltas que le doy, no sé cómo empezar a dejar de fumar. Debería ser algo repentino, voluntario, valiente pero no lo hago. Sigo fumando y mucho. Ya veremos.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Nunca se criticará suficientemente la estupidez con la que Zapatero estuvo ¿al mando? del gobierno de España. Zapatero quería ser premio Nobel de la paz y para eso inventó dos teorías: la memoria histórica para España y la Alianza de Civilizaciones para el mundo. Iba Zapatero de profeta, de mesías y de leonés maquiavélico por el mundo de la política. Zapatero no ha trabajado nunca. Ha sido un elemento continuo y bastardo del esquema socialista español. Ha sido diputado muy joven y ya no abandonó el escaño. Casó a los homosexuales, creó la "geometría social" basada en el guerracivilismo, el enfrentamiento y la crispación porque Zapatero "necesitaba tensión". Era un loco de crear crispación, tensión, mala leche entre la gente y de esa mierda, sacar votos. Hubo en su ¿mandato? corrupción hasta en los municipios donde no se sabía muy bien que era eso pero todos trincaron. Consecuencia: robo de las arcas públicas y paro, muchísimo paro porque ya nadie se fiaba de esta España tan loca y esperpéntica en la que una folklorista podía ser ministra y decir gilipolleces todos los días y así con todos los ministros que defendían no ir con corbata al parlamento o trajinaban con maletines en gasolineras. El socialismo ha perdido un gran ejemplo de la mierda a la que puede llegar el socialismo en España. Zapatero rizó el rizo del desgobierno de González. Si Pablo Iglesias concibió el socialismo español así en una taberna, estos sociolistos se han encargado de llenar de mierda el socialismo en España. En España ya ha quedado asociado el socialismo al gamberrismo político y a la sinvergüencería más grande del mundo.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Me cansa escribir. No le veo el sentido. Nadie lee. A los alumnos a los que yo daba clase, les decía si podrían imaginarse un mundo en el que no hubiera ni que leer ni que escribir. Quizás ese mundo no existirá nunca ya que esas funciones son tan necesarias como hablar y no dejaremos de hablar y hay gente que habla de más, que también está muy mal. Pero no tengo ganas de escribir. Nadie se fija en lo que escribo. Bueno, sí, la mujer de un primo del pueblo sí se fija pero no me vale. Me aburre escribir cosas que no trascienden nada mi vida. A mí me gustaría escribir una novela y estar entretenido ficcionando pero no puedo por las circunstancias actuales. Han llegado las lluvias, todo pasa, pasaremos nosotros, todo es una decadencia triste que se nos avecina con la edad y con el tiempo. Todas nuestras ilusiones mueren más tarde o más temprano. Somos una gota que cae en una tormenta y va al agua que corre quizás al mar, quizás a una alcantarilla. Fin por fin.

jueves, 18 de septiembre de 2014

He estado en las fiestas con un amigo y con mi novia. No tenían ninguno dinero. Hace falta ser tonto. Pero más tonto he sido yo por invitarles unas patatas asadas a cinco pavos cada una. Lo que se va por lo que se viene. Este amigo mío no trabaja, cobra un subsidio. Le he dicho que en una tienda de frutas se precisaba un reponedor- cajero. Se ha tirado el cartel dos meses y no ha acudido candidato. Entre subsidios y dinero negro en España, ya no se quiere trabajo como tal, deduzco. Trabajo hay, mal pagado quizás pero lo que hay es mucho subsidio y chapuza. Y mucha gente como mi amigo, que no se emplea y tiene treinta y cinco años, que no es un viejo. Así vamos mal, no salimos del hoyo. Los refranes dicen muchas verdades y dice uno que el que de joven no trabaja, de viejo duerme en la paja. Cuando Helmut Koll (creo que se escribe así) vino a la España felipista dijo que se estaba creando un ejército de vagos en nuestro país. El cuento sigue igual y a mayores pero si yo tengo ahora veinticinco años me rompo los cuernos por un trabajo como me los rompí en su día.

martes, 16 de septiembre de 2014

Acabo de llegar a casa de ver un grupo joven majariego tocar en un escenario ya que son las fiestas. Mi novia y yo hemos oído unas cinco o seis canciones. Me ha gustado una que decía el estribillo: quiero volar como un angelito gordo y hermafrodito o algo así. Luego la banda se ha metido con la jerarquía en una canción llena de libertad y de corrupción. Nos hemos ido. Me ha gustado de esta banda que tuviera dos saxofones y dos trompetas. Le daban un aire insólito y original y cuando sonaban, lo hacían bien, me molaba. Han tocado blues, rock y swing. Ha molado. La noche estaba llena de lolitas que iban de allá para acá moviendo sus cuerpecitos lindos y agitando sus bolsos. La noche sonaba bien, la noche se vaciaba en una fiesta. Lástima que nos hayamos tenido que venir. Al llegar a casa he visto que había muchas visitas al blog. Ignoro la causa. Quizás haya tocado temas sensibles pero me da igual. Como en mi casa no se puede hablar pues lo hago en el blog y me quedo tan a gusto. Lo que no se cuenta explota por algún lado. Por eso yo lo cuento.
Se habla mucho del nazismo y con razón porque a estas horas, todos podríamos ser rubios con ojos azules y es espeluznante la visión de una dictadura sempiterna de Hitler III gaseando los pocos reductos de negros, gitanos o gente como yo, que me acabo de levantar. Pero el comunismo o en nombre del comunismo murieron millones de personas, no por asuntos de raza, no, pero por asuntos de ideología. O pensabas que la historia la movía un plato de garbanzos o morías allí mismo. Stalin fue tan hijo de puta como Hitler y entre los dos se llevaron muy bien durante un tiempo porque pensaban igual: cómo acabar con los que piensan distinto que yo y mis secuaces. Tan loco es uno como el otro. Nos ha quedado el capitalismo que ahora es salvaje. Montones de dinero fluyen a lo loco a través del planeta creando cataclismos entre la gente como yo, que me voy a acostar. Crisis que las crea el dinero revestido de codicia al por mayor joden el ánimo de las gentes que no entendemos ni papa de bolsas, artimañas de los bancos, etc. Lo que molaría es un socicapitalismo o un capisocialismo pero eso los políticos no lo saben hacer porque la mayoría están pendientes de corromperse a la menor ocasión o son presas de sus partidos. Por cierto, yo el socialismo, después de ZP, no lo quiero en España ni en pintura.

lunes, 15 de septiembre de 2014

La gente habla, dice cosas que van al aire. No valen nada. Lo que vale es un papel firmado por un notario o alguien importante. Estúpido, no hables, no des voces y menos si no sabes de lo que hablas. Ya lo aclarará un médico, un abogado, las vivas fuerzas de la nación. Tú eres un estúpido que cada vez que hablas confundes a María Santísima con tus elucubraciones vanas. Mi teclado dice cosas. No valen. Mañana quizás haga calor, no lo sé, no sé lo que ha dicho el hombre del tiempo, otra fuerza viva. Quizás coja la bici mañana y me vaya a lo más profundo del mar a ver pulpos y esos animales. Me tendré que poner unos pies de plomo, andar con cuidado, no sea que alguien me hable de estupideces y en el fondo del mar suenan más potentes, más profundas, parecen verdades.
Bueno, me estoy cansando de escribir esta mierda de pensamiento inútil y me quiero fumar un cigarrillo a gusto y antes de eso beber un gran vaso de agua que calme mis ideas. Iré a la cocina. No me esperéis con vuestra inmunda cháchara.
La noche está oscura. Sólo la iluminan unas famélicas farolas que no dan luz, dan tristeza. Los árboles apenas se distinguen de la oscuridad pues las hojas verdes están muy oscurecidas del calor sufrido, del cielo sufrido, de las noches sufridas. A lo mejor, un perrito de estos de lanas que tanto abundan come en su casa unas píldoras de esas que llevan buey, ternera y vitaminas para que le luzca el pelo al perro y a su dueño.
Las putas, sin embargo comen un bocata calamares cada vez más caro y mugriento y están dispuestas otra vez a acostarse con quien tenga dinero del vicio, del vicio sordo que nace en los ojos.
Hay alguien que grita una gilipollez, se cree muy listo en mitad de la noche, esa noche que le destruiría con ganas por haber gritado, esa noche que va cayendo tristemente para el que tiene insomnio, para que el que no tiene dinero, para el que es un hijoputa y necesita la mañana para que se vea el daño que hace por los ojos de todos. Así disfruta, viendo como la gente ve que él es un hijoputa. En fin, la noche cae, durmamos si podemos.
La noche no tiene luna y El Corte Inglés no tiene lo del invierno todavía. Qué pena, con la ilusión que me hacía a mí ir hasta allí y comprarme un abrigo aunque no lo necesite, sólo por vérmelo puesto a ver si me parezco a alguien porque yo no soy yo, yo sólo quiero ser aquello que veo, aquello que imito con todas mis fuerzas de maruja ignorante. Pronto vendrá el invierno y quizás me echen de casa porque con tanta terracita del verano me he fundido todos los ahorros. No sé qué dirá mi marido pero están tan buenos los croisants del Alaska, así por la mañana, antes de entrar a alguna tienda a comprar qué sé yo, un bañador, una fregona aunque ya tengo tres o un esfoliante de mi piel sensible. La mujer se miro en el espejo y dejó ver en él una cara estólida y vieja por no haber leído libros, no haber pensado más allá de los precios del Corte Inglés y haber criado a un niño que no quería más que patatas fritas a todas horas, patatas fritas, patatas fritas, patatas fritas.
Hace fresco por fin. Multitud de perros ladran a la mañana. Ya llevo dos días solo en casa. Es lunes. Son las doce del mediodía. Me voy a duchar. Los efectos de las pastillas me tienen dormido. Los álamos del jardín descansan del calor. La piscina reluce su azul transparente. Suenan puertas que se abren. Mi teclado está un poco sucio. La brisa me acaricia la piel. El ordenador resuena porque es viejo. Hay un pila de papeles en mi mesa esperado que los ordene y los ponga en marcha. Me he fumado un cigarrillo. Los libros me rodean en varios estantes que rodean la habitación. Es lunes, no sé qué me espera este lunes. La convivencia con mi hermano Paco se ha visto alterada. Vendrán consecuencias. Habrá muchas habladurías y conversaciones sobre el tema. No sé cómo reaccionaré a intentos de que Paco y yo ya no sigamos viviendo como vivíamos. La gente habla sin saber pero con mando. A ver qué tal nos va  a Paco y a mí después de lo sucedido.

domingo, 14 de septiembre de 2014

No sé muy bien cómo hablar de esta persona. Se ha vuelto muy raro y desagradable y sin embargo, le tengo que ver de vez en cuando en mi casa. De pequeño era amable hasta que cuando cumplió los quince años se volvió muy protestón y agresivo dentro de un disfraz de frialdad y pasotismo. Voy a hablar de lo que hace desde tres años para acá: llega a mi casa, saluda a mis padres, a mi hermano y a mí y luego no dice ni una palabra. Come en silencio, un silencio al que estamos ya habituados en él pero que resulta insultante, estúpido, fuera de lugar. Después de comer, se dirige al sofá del comedor, coge el móvil y no para de mirarlo hasta que se va con un adiós. No sé que pensar. Si es estúpido, si es una estrategia pero no sé para qué sirve, si un ataque de imbecilidad le ha dado. El caso es que dan ganas de echarlo de casa. Es todo tan absurdo que no sé si esto que estoy contando es verdad o pertenece al género de ciencia ficción, una ciencia ficción inventada para decir lo degenerado que está el mundo o algo así.
A los grandes corazones se les parte el ventrículo y ya agonizan solos antes de morir. A los corazones tristes y egoístas no se les parte el ventrículo sino que siguen y siguen haciendo daño a todo el cuerpo social sin que nadie les diga nada porque esos corazones parecen normales aunque se sienten en el comedor de la casa de su abuelo y no diga media palabra y se ponga a mirar el móvil y se despatarre y la imbecilidad aumenta cuando el pobrecito se vaya sufriendo de casa diciendo un adiós de mentira porque todo es falso en él, desde la ropa de marca que no le impide ser un currela de lo más ignorante a esas medias palabras, palabras que dice que no se le entienden porque juega a la estupidez porque no sabe jugar a otra cosa como un juego de niños pero que no tiene ningún sentido, solo el sentido de ser desagradable porque el tío ha sabido hacerse desagradable tras tres años de hacer esto y no decir ni una palabra cuando viene a comer. Y será ya un gilipollas para los restos.
Suenan músicas en la noche pero no en mi corazón. Coños buscan beneficios bajo los vaqueros. El amor ha quedado dañado tras el huracán de ojos muertos que atravesó la península. El corazón de los monos de cabeza hueca es de piedra, qué le vamos a hacer. El alcohol atraviesa regiones amables, regiones de dulzura estúpida todas las noches. Yo, en mi casa, me preparo un café con leche que es lo que sé prepararme mientras el botellón gira en la inmensa mierda circular de la juventud de hoy. Las abuelas se preparan para morir rodeadas de asquerosos nietecitos mientras el fuego se extiende ya hasta el rincón más perdido de los vómitos de los borrachos. Mi padre era alcóholico pero yo no, yo sólo bebo para divertirme y perder el control porque la vida es muy dura y todo eso que aprendí en un manual que daban en el burguer king los fines de semana. Yo no leo nada pero sé que el Quijote comía queso en un pajar o algo así. Bueno, la vida ya sabemos cómo es cada vez que pasa: que nos quedamos más solos que la una porque los corazones suelen tender a ser solitarios y mezquinos.
A lo mejor Paco no vale para el taxi precisamente porque lo que hay metido en el taxi da verdadero asco. El que tiene acabada la egb puede presumir de inteligente en la parada. Las formas que usan los taxistas son de mula de cuadra y mi hermano no vale para parar los pies a tanto borrego imbécil. No quiero generalizar pues también hay buena gente pero lo normal es encontrarte con bestias de muchas clases que no valen ni para saludar.
Entre los rollos que tiene el taxi, todos los días dando la coña la administración con regulaciones, revisiones y gilipolleces para no dejar trabajar en paz, se junta con estos borregos que, ya te digo, dicen las cosas como rebuznaría un burro. Así vino mi hermano aquella tarde de lunes: totalmente derrotado pues quienes tenían la culpa de todo encima le regañaban y se burlaban. Estos payasos tenían que besar los pies de mi hermano pues la dignidad que tiene mi hermano no la van a conocer estos payasos en su vida.
Estos días de estar con Paco me han servido para ver lo bonita que es la libertad. C´est jolie la liberté. La libertad de hacer lo que uno quiere mola cuando no se tiene la obligación de cuidar a un enfermo mental al que le puede entrar cualquier manía.
Me he informado sobre la tutela de los enfermos mentales pero creo que por ahora mi hermano y yo no necesitamos tutela de nadie. Yo y Paco hemos resuelto una crisis yendo a todos lados juntos y cuidando yo de él como debe hacerlo un hermano.
Lo que me jode son las circunstancias de la enfermedad de mi hermano. El gilipollas del conductor pide un taxímetro nuevo y llama a mi hermano a las dos de la tarde, cuando ya íbamos a comer, y le hace recorrer dos centros comerciales. Mi hermano ya no paró quieto en una semana. Luego, este conductor se desentiende de todo y todo lo tiene que hacer mi hermano. Encima el hermano del conductor inepto este le echa la bronca a mi hermano porque dice que la instalación está mal. Si da conmigo había pagado el pato este estúpido y le había mandado a la mierda pero ya. Menudo par de gilipollas los hermanos. Les voy a retirar el saludo a los dos y punto y si me dicen algo les salto lo gilipollas que están.
Voy a empezar a valorarme precisamente porque la gente que me rodea no me llega a la suela de los zapatos. Yo veo gente a mi alrededor sólo preocupada por su aspecto físico sin importarles que encima de sus hombros habita su cabeza, ya llena de telarañas por dentro. La gente es gilipollas desde que amanece. No piensa en nada útil, sólo en cómo pasar la mañana lo más a gusto posible. Hay gente obsesionada con la ropa que no sabe qué que ponerse y de eso hace una conversación de horas. Menudos gilipollas de las marcas. Yo he trabajado contra viento y marea y me he sacado una oposición contra todos elementos adversos posibles. Me he estudiado toda la literatura española y la gramática de pe a pa. Sé más de literatura que el resto de los mortales. ¿Y de qué me sirve? Para comprobar que la gente es imbécil, sólo eso. A cada paso que doy me cruzo un imbécil irresponsable que no sabe más que beber y hacer el gilipollas todo el santo día. Ojalá la literatura fuera más amable pero sólo sirve para darse cuenta de lo mal que está el mundo y de la imbecilidad de la gente. Solo Dios sabe lo que ha creado: una inmensa mierda.
Paco ha estado malo de su enfermedad y al final ha tenido que ser ingresado. Un poco de culpa la ha tenido el conductor del taxi, que es un incompetente y un estúpido. Las cuestiones burocráticas del taxi le han agotado a mi hermano, no ha tenido apoyo pues ya digo que el conductor es un inepto y de tanto trabajar mañana y tarde ha caído en un stress grande que le ha hecho recaer. Han sido duros estos cuatro días sin separarme ni un segundo de mi hermano, incluidas las horas de la noche en que no dormía y se ponía a hacer cosas raras. Recordaré siempre los paseos a Las Rozas con él, él ensimismado con sus pensamientos, ya muy preocupado por que durmiera de una vez. El y yo yo solos todo el día, él diciendo incoherencias, molestándose por cualquier cosa, cogiendo manía a mucha gente y yo intentando parar esa mala leche que se le pone cuando se pone malo. Al final, al segundo día de ir de urgencias, le han ingresado y puede que allí esté mejor. Yo iré el lunes a verle. Menudos días hemos pasado él y yo: solos, enfermos, jodidísimos los dos.

jueves, 11 de septiembre de 2014

He conseguido entrar en un foro de literatura. Se llama precisamente así. Tiene tantas normas y tantos simbolitos dispuestos en su web que amedrenta un poco poner ni tan siquiera una coma. Ya he tenido una conversación con un amante de la literatura sobre la dureza de escribir. Escribir es muy duro a veces porque no se tiene ganas y la constancia es un punto importante para sacar adelante cualquier género por mediocre que sea.
Este aficionado a la literatura dice que el escribe sin ganas, que le sale de dentro, vaya pero yo creo que lo que escriba sólo valdrá para pasar el rato. Escribir exige tesón y repasar y repasar lo escrito para que finalmente, el resultado tenga algo de valor.
Bueno seguiré escribiendo en el foro a ver qué temas de debate sacan y así me entretendré en otro sitio más que en este.
La literatura, como todas las artes, ha de ser comunicada con sencillez y concreción que es como lo entiendo yo.
Hoy puede ser un gran día imposible de recuperar. Todos los días, cuando pasan, son imposibles de recuperar. Da igual que sea el día de una gran batalla importante para los generales que un día pasado con tu abuela en el hospital. Si todos son irrecuparables, ¿por qué nos da la sensación de que tiramos un montón a la basura? Porque muchos pertenecen a una rutina impuesta. No todos los días estamos haciendo submarinismo por aguas límpidas acompañados de una rubia impresionante con la que nos vamos a acostar por la noche después de estar viendo pececitos de colores. Ni vamos a tener el más mínimo contacto con la naturaleza sino que pisaremos el puto asfalto con la fuerza del ciudadano agreste y tristón.
Y de todos los días irrecuperables recordaremos algunos por haber echado un polvo, haber visto algo nuevo, haber viajado muchos kilómetros o haber estado tan tranquilos que casi ni nos lo creemos. En fin, carpe diem, carpe diem y no te preocupes si ese día es bueno, malo o regular.

martes, 9 de septiembre de 2014

Hay quienes pretenden tener la misma alegría e inocencia que cuando eran niños y todo suena muy falso. Hay otra gente que llegada una edad, se cree en la obligación de estar dando lecciones constantemente y otros los hay que pasan tanto de todo y de todos que son los que mejor viven porque no se enteran de nada. Los que son como yo nos acordamos mucho, muchísimo, de nuestra etapa de juventud cuando todo era despreocupación y pasarlo bien. Contar chistes o inventos ante un auditorio nutrido era una forma de sentirme bien, de hacer reír a los demás y de conseguir que el tiempo, que no era una preocupación, no se tuviera en cuenta para nada. Cuando he llegado a una edad, todo es un rememorar, con lo que eso trae de comparación odiosa, todo es lamentarme de las obligaciones que he contraído, de lo poco que me divierto con los demás, de la poca gente que conozco con la que me lo paso bien de verdad, lo aburrido que soy, lo absurdo de los días uno tras otro. Cualquier tiempo pasado fue mejor.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Hay que ver la de cosas que hay que hacer al cabo del día. Te vistes, compruebas que tienes las uñas largas y un apunte de barba, piensas en qué hacer de comer, te tienes que lavar, ir a la compra, barrer, quizás, lavar el baño. Yo creo que el pensamiento que ocupan en nuestra cabeza tantas tareas menudas o no es directamente proporcional al gusto que producen cuando ya están hechas. Y hay que hacerlas.
Luego, yo quiero escribir unas líneas pero no tengo ganas. Abro el documento, lo leo, ese día me aburre mi propia historia escrita, no tengo inspiración alguna, enciendo la radio, miro en internet, se pasa una hora y no he escrito nada. Qué asco. Encima me he fumado la intemerata y no he escrito ni una línea. Me lavo, me corto las uñas, me afeito y salgo a la calle y en la calle no encuentro respuesta a mi desazón de escritor que no escribe. Vuelvo a casa y las musas no me acompañan. Maldigo mi falta de inspiración y espero que la noche sea divertida que no lo será. Otro día perdido en las Batuecas. También duerme Homero. 
Ahora me ha dado por navegar por internet pero no navego muy bien porque no me pierdo por la red. Sigo un itinerario básico de asuntos de literatura como vidas de escritores, libros, blogs de literatura, etc. Al navegar por la red, lo que más me gusta es ver vidas de gentes curiosas, sobre todo escritores. Ayer vi la vida de Fernando Pessoa, lisboeta universal que debió de ser muy raro personaje. No me pierdo por el mar de la información, no comparto con otros navegantes ni un comentario ni un saludo porque no sé cómo hacerlo. Me meto en foros antiguos y en modernos que no me aceptan. Hablo en chats que no me escuchan. En fin, como decía Baroja, se trata de pasar el rato. Me gustaría conocer en internet a otros escritores que estén en mi misma situación para poder hablar con ellos de libros pero no encuentro ni uno. La red no esta hecha para mis pesquisas que se quedan muy cortas, en la wikipedia y poco más. En fin, se seguirá navegando cuando no se tenga mejor coas que hacer.
Creo que vivo mejor últimamente porque me han desaparecido muchas preocupaciones. Yo, económicamente, no las tengo y tampoco tengo trabajo, que crea muchas preocupaciones. Me refiero a preocupaciones que tenía por ciertas personas. Las llamaremos manías. Cuando yo era profesor siempre había un alumno hijoputilla que se portaba mal. Inmediatamente, yo le cogía manía y trataba de anularle en el seno de la clase para que no molestara. Otras veces no era posible y le tenía que aguantar. Ha habido personas a mi alrededor a los que el año pasado yo cogí manía y pasa como con los alumnos: se han portado equivocadamente conmigo y de ahí la manía. Yo, como enfermo de la mente que soy, me cojo muchas obsesiones con cosas y con personas de las que no me libro fácilmente. Esas son las manías. Ahora vivo feliz. Ha coincidido esta felicidad con leerme un libro de Carnegie que debe ser muy famoso en EEUU y que trata de evitar preocupaciones pero no sé si tiene que ver. El caso es que las personas que han actuado erróneamente conmigo ya no son objeto de mis manías. Otra cosa vendrá. 
He pensado para las mañanas escribir una novela y por las tardes la del mendigo y así tener ocupado el tiempo, que tanto me cuesta abarcar. La vida es un sinfín de problemas a los que hay que dar solución constantemente. Ahora recuerdo los días de Oporto como unos días de distracción y despreocupación. En Majadahonda, el tiempo tiene otro valor, hay que emplearlo en algo útil para estar a bien con uno mismo.
Si salgo a la calle, daré unas vueltas insulsas que no me reportarán nada. Si estoy en casa, llegará un momento en que las actividades que realizo me cansen y ya no pueda concentrarme en ellas de modo que todo se vuelve en ver cómo agitar el tiempo de modo eficaz. Hoy no tengo ganas de emplearme en la nueva novela pero llegará una mañana que sí lo haga y otras mañanas en que cogeré el hábito de escribir esa nueva novela pero pasará un tiempo. También me he planteado ir a un taller de novela pero lo haré después de las fiestas.
Resulta que yo hice un contrato de edición de mi novelita "La seducción del diablo". La novela ha debido de gustar pues cuando pongo mi nombre y mis apellidos en internet, salen como unas veinte webs de editoriales que ofrecen mi novela. Casi todas son editoriales de lengua inglesa pero con mi novela en español. No sé si mandar una traducción al inglés de la misma pero como yo no he percibido ni un duro de las posibles ventas...
Hoy he llamado a la editorial y me ha contestado una mujer alemana que hablaba muy bien el español y ha dicho que aunque la ofrezcan esas editoriales, no ha habido venta, que hay unos gastos de administración y que por marzo veré las ganancias. Pues vaya plan.
A mí me gusta ver mi novela ofrecida por esas editoriales que yo creo importantes. La posible traducción no sé si me reportaría algo de dinero. Sería cuestión de mirar.
Cuando analizas una situación anómala, que no has entendido bien, cuando analizas comportamientos extraños que tampoco has entendido bien, cuando analizas una situación de incomprensión hacia tu persona y de incomunicación por parte de un colectivo hacia ti, cuando ves que has estado rodeado de unas personas que han ejercido una influencia nefasta sobre ti, la pregunta es ¿por qué? ¿Por qué en el bar de ese instituto siempre iba yo solo y una vez que hice allí un comentario a una profesora esta se alejó de mí?, ¿por qué yo tenía que conformarme con leer la prensa en el recreo sin que nadie me dirigiera la palabra? Eran grandes profesores, según la fama que corría de ese instituto superferolítico pero como personas no valían una mierda. Yo lo achaco a un narcisismo supremo que les recorría a todos haciéndoles creer que eran la más excelsa creación del universo, siempre mirándome por encima del hombro y sin darme nada más que el saludo por las mañanas como por obligación. No era indiferencia, era desprecio lo que yo sentí allí.
He vuelto a soñar con el jefe de estudios del último instituto en que di clases, aquí en Majadahonda. Fue la primera persona que me atendió en ese instituto. Serio, distante, casi pude saborear el desprecio en él al tomarme mis datos. Luego vi y sentí el desprecio en casi todos los profesores con los que estuve ese año. Uno de ellos se quejó en tono de amenaza delante de los demás profesores. Otro se apartó de mí, en clara demostración de desprecio cuando yo le hice un comentario. Otro me llamó absentista sin ninguna razón, a voces por un pasillo. Podría citar ejemplos de desprecio, no de indiferencia, a lo largo de todo el año en ese instituto miserable que tiene fama de dar un buen nivel de enseñanza. Pero lo que yo vi entre los profesores no fue más que podredumbre, narcisismo y desprecio al que viene nuevo. Tuve un amigo con el que fumaba y me distraía en los recreos pero no me hizo ni un comentario sobre el modo de ser de esas personas, esas personas por llamarlas algo.  

domingo, 7 de septiembre de 2014

Sé que el cigarrillo que me estoy fumando se acabará, que mis seres queridos y yo nos acabaremos y que este mundo que conocí, se está acabando. Sé otras cosas, pero es lo de menos.

viernes, 5 de septiembre de 2014

En mi novela "el mendigo", título provisional, quiero demostrar cómo una persona puede huir de la jungla en que se convierte la vida algunas veces y eligiendo la mendicidad como método de vida tranquilo y sencillo, poder reconstruir su vida. Sería al revés que el lazarillo de Tormes, que de mendigo se convierte en pregonero, un oficio que yo pienso que sería codiciado en su época.
Para inspirarme, he leído en internet y en libros una serie de cuestiones sobre el stress que representa para algunos el trabajo, la familia y el modo actual de vida.
Pongo como personaje de mi novela un hombre aventurero y de buena fe pero al que las circunstancias le han arrojado en medio del mobbing en su trabajo y de una mujer que no le deja ni respirar tranquilo. El stress puede llevar a la locura, a no comprender este mundo, a sentirse atrapado si ese stress domina completamente a la persona y la hace presa de los nervios y de la neurosis. Ojalá me salga bien pues quiero hacer un mendigo filósofo con el que poder hacer reflexiones para el lector, para que el lector vea en qué sociedad vivimos. Yo he sufrido stress cuando era profesor y se pasa muy mal, siempre como deseando que llegue una fecha para saltar a la siguiente sin disfrutar de la vida.
El prólogo del " El lazarillo de Tormes" es muy bueno. Viene a decir en él su autor que cualquier obra es buena y que le va a contar el caso de su vida a su merced que es el que se ha enterado que a Lázaro se la pega su mujer con el alguacil y Lázaro, ni corto ni perezoso, pues ya le cuenta toda su vida de corrido. Lázaro hace mención de los clásicos, de Cicerón y de Plinio, como era usual en aquella época, porque los autores latinos tenían la "auctoritas" y se los citaba para apoyar un argumento. Dice Lázaro que Plinio decía que no hay libro que no tenga algo bueno, cosa que yo pongo un poco en duda y dice Cicerón "la honra cría las artes". O sea que para ser un escritor o un artista antes hay que tener honra. Pues de esa honra se habla en el "Lazarillo" pues Lázaro, al final de su vida de pregonero de Toledo se ve deshonrado por su mujer pero ha adquirido honra y fortuna llegando a pregonero siendo solamente un mozo de ciego. De ahí la ambigüedad de la obra y su interés.
Hoy me he levantado tarde. Entonces todo se complica y acelera. Dentro de poco tengo que fregar y hacer la comida. No tendré hambre y como hace calor, me tumbaré a echar la siesta. Pero es que no tengo nada que hacer por las mañanas. No voy a ningún curso, no tengo aficiones que me ocupen de 9 a 10, no sé qué es madrugar desde hace un montón de tiempo. La vida hay que llevarla según venga y si la vida no me pide que me despierte temprano, no lo haré. Tengo que hacer unas lentejas pero las haré a última hora, a las dos, cuando ya haya venido mi hermano y yo sienta algo de hambre.
Lo malo de levantarse uno tarde es que se sienta uno en el retrete, agacha la cabeza y le da a uno por pensar en cosas melancólicas y de derrota hasta que espabila y se pone uno a escribir en el blog estos asuntos de poca monta. Ahora sí que que me gustaría estar junto al mar saboreando su brisa por todos mis poros y bañarme y pasear por la playa hablando de libros en buena compañía. Ayer me aburrí horrores paseando con mi novia y mi hermano. No hay manera de tener una conversación con ellos como Dios manda. Y encima hoy me levanto a las tantas. A ver si voy espabilando. La tarde se hará más amable, ya lo veremos.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Green Peace. Medio ambiente y Paz. Son dos motivos muy buenos por los que luchar. Porque en este mundo que vivimos están siendo atacados estos dos baluartes de la Humanidad. Yo no sé qué hace esa asociación por el mundo pero creo que siempre será bueno que exista. Ojalá no tuviera que existir y el ser humano se percatara de que no puede extinguir una especie, matar a su prójimo, arrasar el Amazonas porque ni el Amazonas es suyo ni la vida de nadie.
Pero todos los días se cometen aberraciones contra la naturaleza y el prójimo. Todos los días el abuso del poder que viene detrás del abuso del dinero comete atrocidades contra el planeta y contra el que lo habita. Yo me podría preguntar si de todas las cosas que me rodeo en mi propia casa no hay cosas que atenten contra el mundo tal cual lo hizo Dios, como ese paquete de papel o tantos trastos que yo compro. Y preguntarme también qué hago yo por que el mundo siga siendo un mundo habitable y no destrozarlo con mis caprichos.
Hace una calor excesiva, maltratadora en este primer día de septiembre. Las piscinas están llenas de niños que escapan así de su efecto devastador. Yo sudo como un pollo en mi habitación mientras miro en internet. Me ha molestado en este verano que no hubiera golondrinas ni moscas. ¿Dónde están? ¿Dónde están aquellas que se relamían ante los restos de la comida? ¿Adónde han ido aquellas que llenaban de chillidos el atardecer cuando ya se iban a acostar? Nos va a pasar que todo irá desapareciendo, primero unas cosas, luego las otras. Hasta que habrá tal cataclismo que ya no habrá forma de solucionarlo.
Parece que hay gente que se empeña en decir que siempre han sido así las cosas, que no hay que preocuparse pero yo sí me preocupo porque si todo cambia a peor, ¿qué nos espera? ¿el desierto? ¿algo peor que el desierto? Los animalitos nos van dando señales de que por ahí vamos mal, de que este no es el camino. Faltarán los leones, los elefantes, las moscas y sólo habrá un día cucarachas y ratas.
He puesto en google "por qué se escribe" y aparecen las opiniones de un montón de escritores conocidos sobre este asunto. Los hay que dicen que es que no saben hacer otra cosa y es mejor que cargar en un almacén. Los hay que hablan de la libertad, de la magia y de otras muchas cosas. Otros dicen que lo llevan haciendo desde pequeños y otros dicen que cargan en sus personajes sus penas, sus conflictos y así vencen a la muerte. La opinión que más me ha gustado es la de Elvira Lindo, la periodista de El País, aunque a mí no me gusta cómo escribe: dice que es una forma de existencia en la que ella se ve dentro de la historia y además se ve obligada a contarla. Yo creo en eso: que es una forma de estar en el mundo el ser escritor: tienes que contar lo que ves, tienes que inventar, sí, pero a la vez, dices una verdad que es la que te rodea. La vida la vuelves literatura porque es tu forma de ser. Quieres que lo que te rodea coja la forma del lenguaje contado para que sea más perfecto eso que ves todos los días. De todas formas, lo que decía Baroja se lleva la palma: lo esencial es pasar el rato. 
Ayer vi la película "Beowulf". "Beowulf" es una canción épica narrativa que está escrita en veros aliterativos. Pertenece a la cultura anglosajona o de los piratas vikingos. La historia está centrada en una sala donde celebran actos los reyes de un pueblo. A esa sala acude un monstruo al que mata el héroe Beowulf. Esta película podría tener el aliciente de ver a Angelina Jolie desnuda pero tiene otros muchos. La historia es buena, es cíclica y llena  de misterios. La película también tiene unos efecto muy buenos y el monstruo es horroroso de ver o sea que es un buen monstruo. Luego sale un dragón que está más visto que el tebeo porque ya hay muchos dragones en el cine, podrían buscar un sustituto más acorde con los tiempos. La tensión sexual en la película alcanza cotas muy buenas, de mucha calidad y el drama del rey es muy tenso, muy fascinante ya que el rey ha mentido a su pueblo y está triste hasta el final. Me recuerda a mí porque yo a veces también estoy cansado de las cosas que me rodean. Me ha gustado la peli. Me consta que cuando se estrenó fue mucha gente a verla.