lunes, 8 de septiembre de 2014

Cuando analizas una situación anómala, que no has entendido bien, cuando analizas comportamientos extraños que tampoco has entendido bien, cuando analizas una situación de incomprensión hacia tu persona y de incomunicación por parte de un colectivo hacia ti, cuando ves que has estado rodeado de unas personas que han ejercido una influencia nefasta sobre ti, la pregunta es ¿por qué? ¿Por qué en el bar de ese instituto siempre iba yo solo y una vez que hice allí un comentario a una profesora esta se alejó de mí?, ¿por qué yo tenía que conformarme con leer la prensa en el recreo sin que nadie me dirigiera la palabra? Eran grandes profesores, según la fama que corría de ese instituto superferolítico pero como personas no valían una mierda. Yo lo achaco a un narcisismo supremo que les recorría a todos haciéndoles creer que eran la más excelsa creación del universo, siempre mirándome por encima del hombro y sin darme nada más que el saludo por las mañanas como por obligación. No era indiferencia, era desprecio lo que yo sentí allí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario