jueves, 30 de junio de 2016

He puesto en google frases con la palabra aburrimiento y tedio y dicen las páginas que he consultado que el aburrimiento es un momento en el que estás con tu interior. Si estos momentos se repitieran morbosamente, quiere decir que estas deprimido y debe verte un especialista.
Yo me aburro estos días de calor porque vivo como un beduino metido en mi casa varias horas después de comer por culpa del calor ya que fuera, en la calle, prácticamente no se puede estar sin sufrir una insolación. Y las horas pasan lentamente porque soy incapaz de dormirme la siesta. Así que debo pasar esas horas como sean: leer, ordenador, escribir. Todo menos ver la tele. En la tele siempre están esos que medran con la política a costa de unos votos estúpidos que cuentan y recuentan unos periodistas absurdos.
Pero el aburrimiento, según algunos psicólogos, es bueno porque activa en nosotros una creatividad que nos hace hacer cosas por miedo a pasar las horas mirando al techo sin hacer nada de provecho.
Y por fin llega julio y el calor se acentuará. ¿Y el aburrimiento?

jueves, 23 de junio de 2016

He estado mirando webs de "chico busca chica" sin mucho éxito. De todos modos, seguiré intentando a ver si domino esa marabunta de mensajes, fotos y deseos que hay allí.
Hoy me he levantado desganado y torpe de mente pero me he ido alzando con un ánimo bueno para hacer unas patatas con bacalao que me han sentado muy bien. La vida es un esfuerzo muchas veces contra nosotros mismos que estamos renuentes ante ella. Otras veces todo parece que va sobre raíles como un tren pero son las menos. Siempre hay alguna piedra con la que tropezar cuando se levanta el día. Mañana iremos a comer unas mollejas de cordero a un restaurante y así no tendré que cocinar. Es un antojo de mi hermano. Luego me tumbaré a echar la siesta y luego volveré a ir a Las Rozas andando, como hemos hecho hoy. Ahora vamos a ir a telúricos a sentarnos en un banco a ver pasar gente y a reflexionar sobre la vida, esa reflexión crepuscular que tan bien me sienta, porque según muere el día, crecen los pensamientos en mi cabeza, llenando de actividad mi mente.

miércoles, 22 de junio de 2016

Viendo una serie de risa, se trataba de un personaje que no sabía llevar su relación con una chica porque esta avanzaba demasiado deprisa. Yo me vi reflejado en esa caricatura y me puse  a pensar en mi estado solitario. Y me dieron los siete males. Llegué a cuestionarme como persona que está en este mundo y no sabe muy bien hacia dónde da sus pasos. Pero luego se me quitó pero me ha quedado un resabio en el hemisferio derecho del cerebro que me dice que yo no voy a ninguna parte. Se juntó esto con que vi a un señor entendido en cosas de editoriales y me dijo que publicar hoy en día para un tipo como yo es imposible.
Si no se leen mis obras, si no encuentro pareja, si no soy ni medio hombre a medio realizar, entonces, ¿qué pinto yo en este mundo traidor?, ¿qué soy yo? En fin, mejor no darle vueltas y luchar por la supervivencia pues los habrá peores que yo, en una situación peor o en una tesitura mental existencial mucho peor. Yo lucharé por encontrar lo que me falta y si no lo encuentro, habré luchado por ello. Y mientras, seguiré escribiendo aunque sea para matar cuatro ratos.

martes, 21 de junio de 2016

En El Mundo, los lunes, hay un periodista que escribe sobre filosofía. Se llama Cuartango. Su foto nos mira con una cara de tristeza grande y unas barbas pobladas. Dice Cuartango que a este mundo no venimos a desear. Venimos a vivir el día a día. Carpe diem, decían los romanos: estruja tu presente, que es lo único que tienes. El pasado no lo puedes cambiar y el futuro es incierto. Hoy martes, yo me he levantado deprimido así que he barrido la casa, he fregado los cacharros y me he ido a la compra, para olvidar que estaba deprimido. El deseo causa ansiedad. A mí la ansiedad me la creaba un aula llena de alumnos mirándome a ver qué iba a decir. La ansiedad no deja dormir a los que quieren más y tampoco a los que temen perder lo que tienen. Yo perdí mi puesto de profesor por culpa de la ansiedad. Ahora no tengo ansiedad pero me despierto por las mañanas sin ganas de hacer cosas. Lo que yo escribo no lo leerá nadie, lo escribo como mero entretenimiento. Lo que yo hago muere en mí. Yo ya me cansé de desear. Los que tengan el poder y deseen más poder, tienen una responsabilidad muy grande pues mucha gente dependerá de ese poder. Hijos de puta los hay a todos los niveles y mentirosos también. Pasemos la vida deseando vivir y no deseando cosas. Los poderosos son peligrosos la mayor parte del tiempo.

lunes, 13 de junio de 2016

Todavía no ha llegado el solsticio de verano pero ya lo estamos sufriendo bien. Con temperaturas de treinta y tantos grados. ¿Ha muerto una parte de la primavera? Sí, igual que ha engordado el verano cuando empieza ya en mayo. Ya es viejo referirse al cambio climático. En el tratado de París se ha elegido apocalipsis o intervención del ser humano en el clima para que cambie a mejor.
Los seres humanos hemos de sufrir bastantes catástrofes porque no somos lógicos en nuestro actuar. Una parte muy importante de nuestro comportamiento es irracional. La educación parece pensada para que esa parte irracional de los padres no pase a los hijos pero inevitablemente, pasa. Las modas, los grandes movimientos de masas que ya hubo en siglo XX, continúan, trayendo problemas al mundo que vemos y tocamos todos los días.
El hombre piensa y después repiensa lo que ha hecho tras haber pensado: siempre hay una pincelada de destrucción en nuestros actos y pensamientos. Queremos matar al padre, al enemigo político y al sexo contrario. Toda la libertad que puede proporcionarnos el ser humano se destruye rápidamente por mecanismos absurdos que el mismo ser humano crea. Todo lo creado se ha destruido, así funciona el ser humano.

Después de tanta expectación, un espectáculo soporífero precisamente a la hora de la siesta. Hubiera preferido haber dormido un poco. Por lo demás, hoy he dormido mal, en un duermevela asqueroso, hace un calor de mil demonios y el mercurio no perdona, creo que mañana más y mejor. Me siento un poco ansioso, desorientado, tenso pero con la calma de la tarde creo que pasará.
Macondo es un lugar donde pasan cosas muy raras, pasa el realismo mágico de Úrsula Iguarán y de Aureliano Buendía que murió de frente al pelotón de fusilamiento mientras recordaba cómo su padre le enseñó el hielo. Yo he acabado harto de todas esas historias por muy bien que están contadas. Prefiero la actualidad de un yonqui o la pobre vulnerabilidad de un enamorado que esnifa coca para olvidar a su amor.
Bueno, yo ni esnifo coca ni vuelo en turquish airlines ni creo que pase de arriesgar más que al cruzar un paso de cebra mi vida estúpida y aburrida. Si hay algo que hacer es escribir para pasar el rato mientras me fumo unos cigarrillos así que voy a escribir y luego me largo andando a Las Rozas, cuando el sol empiece a morir.

sábado, 11 de junio de 2016

Pongo la radio y me entero de lo del "Brexit". Europa parece haberse vuelto loca. Ayer hablé con Paco de política. Me sigue pareciendo inverosímil que un grupo como Podemos acapare tantos votos sabiendo lo que es el que los vota. Está claro que no quieren alianzas, quieren el poder directo, otra cosa es que lo consigan. A lo mejor, a las terceras elecciones. A Podemos el programa no les importa, quieren el poder; luego, harán lo que les dé la gana, como hacen los dictadores como Chavez.
Ayer me eché a la cara,  prestado de la biblioteca, "Todos los cuentos" del insigne Gabriel García Márquez. A lo mejor es que yo no entiendo pero vaya bodrio de cuentos. Ni lo que me echo a los ojos es atractivo. Nada más que muertos o referencias a la muerte. Me he saltado párrafos enteros de la mierda que es leer esos cuentos asquerosos. Cómo se puede publicar semejante mierda. Insisto, a lo mejor es que no entiendo. Gabrielito se tiraba un pedo y olía bien, me da la sensación. Yo no he visto tanta mierda literaria en mi vida. Voy por la página 70 pero no sé si mejorarán estos malditos cuentos. Vamos, que si este señor lograba publicar esos cuentos es que ya publicaba cualquier ocurrencia suya. Y es que ya reniego de Macondo y esa sarta de cosas absurdas que pasaban en ese pueblo.

martes, 7 de junio de 2016

Ayer lunes pasé un día muy apacible que concluyó tumbado en la cama reflexionando a mis anchas. Y reflexionaba yo que esta vida que llevo, que parece muy ordinaria, puede mejorar precisamente si no pienso que es ordinaria y me dedico a vivir aquello que me es dado vivir. Yo no debo ser lo que no soy ni desear estar en otros sitios sino pasar el rato como pueda y aprovechar momentos para expresar mi pequeño o gran espíritu creador. La escritura es una especie de terapia que va sacando de mí pequeñas o grandes frustraciones, manías o traumas que yo tenga metidos en el alma.
Los escritores (estoy convencido) escriben muchas veces para despejar la mente o espantar algunos fantasmas que les están estorbando de modo peculiar y una vez la novela escrita, se sienten mejor.
Esta tarde dará paso a otro capítulo de mi novela en que los protagonistas se verán envueltos en temas míos, temas que me rondan la cabeza y no me dejan tranquilo. Así que eso haré. Y cuando haya concluido el capítulo me sentiré mejor, qué duda cabe.

lunes, 6 de junio de 2016

Me sudan las palmas de las manos (señal de angustia o ansiedad) pero estoy tranquilo. Llevo la vida que llevo pero no la pienso, no me lamento. En un libro que me estoy leyendo que se llama "El pasado" de un argentino que se llama Alan Pauls se analiza la vida y obra de un pintor o artista llamado Riltse que siguió un arte llamado Sick Art o arte de la enfermedad. Ya me lo estoy acabando. La vida de ese Riltse es de pena porque se tenía que someter a operaciones médicas para expresar su arte. Vivió una vida de mendigo aun cuando era famoso y sus obras eran muy cotizadas. La historia real del libro se demora por contar la historia de este artista. Por lo demás, parece que he adoptado, por mero contacto, la visión de la vida de Paco, que no se inmuta ante la vida que llevamos, tan monótona. Parece que yo también la he aceptado y ya no quiero ser lo que no soy ni estar donde no estoy. Me lo monto con lo que tengo y, como filosefeábamos mi hermano y yo el otro día, no es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita. A ver si esta tarde me da por escribir un poco de mi tercera novela para ir encarrilándola. Marco Aurelio dio unos consejos estupendos para vivir la vida. Deberíamos adoptar esos consejos de Marco Aurelio para ser más felices.
Este lunes tenía el plan de escribir y continuar ciertas historias que empecé hace tiempo. Para ello me tenía que despertar a las diez. Escribiría lo que saliera, escribiría casi sin ganas a ver por dónde la historia me llevaría pero no me he levantado a las diez sino a las once y media por culpa de una tos que no me ha dejado dormir bien durante la noche. He de vigilar el tabaco. Solo he fumado tres cigarrillos hasta la una. Mis historias surgieron un buen día en que me puse a escribir sin saber muy bien qué hacía y todas son de escritores fracasados o que encuentran difícil el hecho de escribir.
También he escrito sobre el pueblo, sobre mi pueblo, en un tono de decadencia suscitado por el paso de los años y cómo ya no están muchas personas que me hacían la vida muy amena en el pueblo. El paso de los años es un tema recurrente en la literatura (cualquier tiempo pasado fue mejor). Bueno, ahora debo ir al supermercado para comprar de comer. No compraré tabaco como medida preventiva. Ojalá dejara de fumar de algún modo. O fumara menos. A ver si mañana martes logro levantarme a las diez y continúo esas historias que solo están trazadas levemente.

sábado, 4 de junio de 2016

He estado viendo en El Mundo la historia de la novela titulada Aventuras del soldado Svejk de un escritor checoslovaco que hizo un poco de todo y se convirtió en dirigente de la revolución rusa y se casó con una rusa. Lo más importante que hizo fue escribir esa novela que le dio fama internacional pero murió a los 39 años por lo borrachín que era. Yo por lo menos no bebo y ya he durado más que ese tipo, claro que lo que yo escribo no es admirado internacionalmente.
El caso es que yo escribo a modo de terapia y para estar ocupado en algo, no me importa mucho la calidad de mi obra aunque de otro modo, si me importa pensando en sus posibles lectores, que no los tengo por ahora. Bueno, mis novelas las lee Carmina, una amiga que tengo y me da un veredicto, siempre benévolo. Mi hermano suele ser un tanto intransigente con lo que yo escribo y no le suelen gustar, siempre les pone pegas a mis novelas. El caso es estar entretenido y volcar en las novelas mis preocupaciones y fobias y manías para que no se queden dentro. Punto.

viernes, 3 de junio de 2016

Aunque parece que mi tercera novela ya nació agotada, aún soy capaz de añadir un folio diario a la historia. Me cuesta mucho pero iré pensando qué hacer con unos personajes que viven en un ámbito muy reducido y parecen cansar ya antes de nacer. El diálogo es una forma de hacer verdecer una historia, con diálogo se puede crear un mundo nuevo entre dos personas y también entre dos personajes.
La vida también parece una novela a la que vamos añadiendo (o nos van añadiendo) folios nuevos que nos envejecen y nos hacen más sabios.
Mi  pasión por contar historias (aunque sean malas o muy particulares mías) me alejan del tedio vital y me obligan a escribir todos los días para que la historia siga.
Ahora me he quedado un poco más solo, después de decir adiós a un pasado que ya cansaba porque daba problemas pero las historias están ahí esperando a que las cuente. También hay lecturas apasionantes en la biblioteca para leer y pasarlo bien. Y luego están los amigos y familiares para charlar y pasarlo bien. Y luego está la playa para hollarla con el pie desnudo.

jueves, 2 de junio de 2016

Las cosas están así. Podría ser de otra manera pero las cosas están así por culpa de otros que no han sabido mantener una postura digna y han insultado y han despreciado hasta el hartazgo. Es que no se puede decir que se quiere mucho a una persona y luego faltarle el respeto de esa manera. Así que estoy solo mejor que mal acompañado. Pero me encuentro bien si no fuera por esta maldita sensación de haber olvidado, por la falta de práctica, todo lo que aprendí y obsesionarme con que me quitan la pensión y he de buscarme la vida. Desde luego, cuando se cobra una pensión, no depende uno de sí mismo, de su trabajo, si no de los que te han dado esa pensión y como está la política y la economía fluctuante e indecisa no sabe uno a qué atenerse. A lo mejor son temores fundados los míos. En fin, yo estoy más o menos tranquilo, viendo pasar el tiempo y aprovechando un poco de él con las ocupaciones que me es dado emplearlo. En fin, la mañana ya ha llegado y me espera un día por delante para hacer lo que quiera prácticamente menos montar en globo. Leeré la novela de quinientas páginas que me está gustando y escribiré lo que me salga de ahí. En la calle Princesa todo es un ir y venir, lo veo casi desde aquí.

miércoles, 1 de junio de 2016

Acostumbrado al sobresalto (o es que a lo mejor es el sobresalto la manera que tiene de manifestarse la vida) ahora vivo una etapa de mucha tranquilidad. Lo peor es que no escribo y ya me está preocupando esta pereza por escribir que siento.
Sintiendo este sosiego a la vez me preocupo por determinar cuánto durará. Es extraño el sosiego en mi vida. Siempre hay alguien dispuesto a alterarme, a sacarme de quicio, a ponerme nervioso o de mal humor.
El caso es que me levanto por la mañana y ya no hay en el día elementos que me hagan atosigarme, pensar mal, disgustarme por algo que no he creado yo sino que son otros que vienen con gaitas, con tonterías, con insultos, con mentiras a llenar de turbiedad el charco claro de mi vida.
Pero no escribo y no me gusta esta inacción literaria que no crea nada, ni una línea desde hace dos semanas. No sé qué pensar. Todo ha quedado en el aire, mis escritos. Sin embargo estoy muy tranquilo, muy tranquilo.