lunes, 31 de mayo de 2021

Antes de ponerme a escribir, he leído un poco de "Cien años de soledad" y de "Don Quijote" y de "Fortunata y Jacinta". Luego, he escrito un poco de las tres novelas o relatos que estoy escribiendo a la vez. Pero esos tres libros consagrados por la historia de la literatura me han defraudado malamente y torpemente. Unas historias absurdas, de abuelos, de miembros de familias que tienen rencillas absurdas. O la locura de un señor que va por ahí proclamando su locura en discursos grotescos. Se salva un poco la novela del canario Galdós, pues hay una buena disección psicológica de los personajes, pero salen unos personajes que no hacen más que pensar y sentir cosas peregrinas. ¿Por qué estos autores han sido tan proclamados cuando lo que escriben es tedioso y aburrido? Luego, ya digo, me he puesto a escribir a la buena ventura mis relatos y he pasado media hora feliz inventando. Yo creo que la gente huye de estos tostones y hace bien. Pero también considero que tanto crimen y detective que se estilan en la literatura actual tampoco está muy bien que se diga.

sábado, 29 de mayo de 2021

 Se ha metido un calcetín y ha trabado la claraboya de la lavadora. Ha empezado a salir agua. Paco ha puesto una lavadora de 20 minutos a ver si se desatasca el calcetín. Puede que no sea nada. De todos modos, yo pago un seguro por la lavadora y tendríamos que llamar mañana lunes para que lo arreglaran. Por otro lado, ahora son las 7:30 de la mañana y estoy un poco adormilado y me confundo al escribir. Deben ser los efectos de las pastillas. Llevo unos días buenos, de dormir bien, aunque ha habido un día en que he pensado mucho en los hurones. Bueno. Ya queda menos para la boda de mi sobrino que es el viernes que viene. La verdad es que es un día raro para casarse pues la gente trabaja. La boda es a las 13:30. Después de 10 años conviviendo, se casan. Ojalá sean felices como lo son ahora. Me acuerdo de una chica del pueblo que me dijo: hacen muy buena pareja tu sobrino y su novia. Yo le dije que no sabía nada de eso. Harán buena pareja pero yo los veo cuatro veces al año, así que no me entero de nada.

jueves, 27 de mayo de 2021

 Sufro tensión por unas personas cercanas que se creen que pueden hacer lo que les dé la gana con los demás. Me he tomado una manzanilla y he leído historias para olvidar a esas personas. Esas personas son malhadadas, tristes, solitarias y modorras. Las tengo que sufrir o las he tenido que sufrir o su recuerdo me hace sufrir, me pone nervioso, que es de lo que sufro yo al ser enfermo mental. El diablo las confunda a esas personas y las lleve por la calle de la amargura más pronto que tarde. Son personas, ya digo, infames, trastornadas y se empecinan en hacer el mal e intentar dominar y manipular a los demás. Se creen que los demás somos tontos o no somos nada pero se van a encontrar con la horma de su zapato cuando se hagan viejos y nadie los quiera por sus malas acciones, su soberbia asquerosa y su mal vivir. Caerán en el descrédito, en su propia afición a la mentira y a la manipulación. Caerán víctimas de su mala folla, su mala influencia y el malestar que me han provocado a mí, a mi hermano y a toda la familia. Se creen que son superiores pero son personas insanas, sin diagnosticar. Lo van a pasar peor que yo en el futuro. Eso fijo.

miércoles, 26 de mayo de 2021

 Ahora hay verdaderos locos de las apps. Todo lo solucionan con una app. En vez de apelar a esos términos técnicos que no todo el mundo entiende, podrían apelar a la confianza, al respeto o a alguna virtud parecida que hubiera entre el que se comunica con alguien y ese alguien. Es más sano buscar aliados a los que podemos ver las caras que no tonterías que interfieren en la comunicación. Pongo un ejemplo: me parece que hay una app para saber en todo momento donde está un hijo. Ejemplos hay incontables, no solo ese. Hay apps para perseguir al virus que tanto nos ha azotado. ¿Y si en vez de aplicar esa app, confiamos en nuestro hijo, le damos educación de la buena o podemos confiar en que un contagiado sea responsable de lo que hace?. La app hace unas cosas, pero el vínculo que se establece entre dos personas va más allá de una app si a esas dos personas les conviene tener ese vínculo si los dos salen ganando. Antes, darse la mano valía: a eso me refiero. 

 Vivimos entre lobos humanos pero eso es culpa de la falta de educación, respeto y orden en la vida diaria de la gente. En Alemania dejan una bicicleta en la calle y nadie se la lleva. En Alemania, hace tiempo, dejaban la botella de la leche en las entradas de las casas hasta que llegaron los españoles. Con un presidente mentiroso y rabanero como el que tenemos, ¿para qué queremos más? Con una educación para tontos, donde se pasa con tres o cuatro suspensas, ¿para qué queremos más? La pillería y la picaresca está a la orden del día en España. Ya digo: si no hay respeto, educación y orden,  no hay manera de que algo salga bien. En Europa ya saben cómo las gastamos. Lo dijo un diputado: se gastan ustedes nuestro dinero en vino y mujeres. ¿Es mentira? Mira los ERE de Andalucía: florecían los puticlubs como las flores en mayo y la cocaína y las gambas para los del PSOE y para los de la UGT. Menuda mierda.

martes, 25 de mayo de 2021

 Ahora lo que importa es el turismo: que vengan los ingleses, estamos encantadísimos, como dijo el presidente Sánchez colgándose una medallita más (pobre medallita cuando ha estado ausente durante los días de pandemia últimos endosando la responsabilidad a las comunidades autónomas). Ya los aeropuertos, las carreteras, las costas y las montañas están llenitas de turistas. Que todos en el mundo seamos turistas. Parece que la filosofía de vida en la actualidad es el turismo. ¿Por qué no se incentiva la lectura en la gente? Y la educación, para que no haya violencia de género en el futuro, pues un hombre o mujer lectores son más tranquilos, más serenos y un turista siempre será un gilipollas haciéndose selfis allá donde vaya.

Estoy hasta los cojones de los turistas. Que haya más gente estudiando humanidades, estudiando física y química, matemáticas, lenguas muertas, latín y griego, historia del mundo contemporáneo, clásico y del siglo XIX, medicina, enfermería, etc., etc. etc. Pero para eso, hay que leer y leer cuesta. Ser turista es la gilipollez más grande del mundo y además, los turistas suelen ser muy, muy, muy gilipollas.

domingo, 23 de mayo de 2021

Como estamos en confinamiento y no se pueden pasar los confines de esta puta santa ciudad, he ido hasta donde pone Las Rozas en un cartel muy grande sobre un puente que delimita ambas poblaciones. No he pensado en gente miserable, aunque motivos tengo. He pensado solo en el camino y en el cigarrito que me iba a fumar al llegar al límite, al linde, al confín. Y me lo he fumado. Allí, donde suelo fumar cuando hago este recorrido, hay unas lilas que destilan olor cuando quieren y hay unos bancos de madera y hay una soledad especial hoy. No me he encontrado en el camino más que a un hombre gordito de pie en la marquesina de una parada de autobús y a una sudamericana sentada en esa marquesina. Luego a la vuelta, nada más que a un tonto con el patinete de rigor. Y algunos coches que pasaban. Yo creo que hoy va a haber un montón de gente en la carretera (atasco grande) pues mucha gente, mucha, se ha pirado y tiene que volver a trabajar. Les deseo una noche larga en el atasco por chulos y por domingueros. Y porque me da asco quedarme en Majadahonda y la gente se pire como si nada cuando estamos confinados. Luego, que si me ha entrado el covid. Pues te jodes.

 Se me ha ocurrido escribir una novela sobre dos imbéciles dañinos. Mirando a lo público, puedo inspirarme en ZP y Sánchez, presidentes sociatas que, por su estupidez han hecho daño a España. En lo privado mío, me puedo fijar en dos elementos muy cercanos en mi familia que con su estupidez me han hecho daño. La clave está en imaginarme cómo y por qué actúan estos dos idiotas para hacer el idiota y si lo hacen a sabiendas o son imbéciles solo porque ni tienen educación ni una norma moral que les guíe. Más bien dan lástima. A estos dos idiotas les pasa como a esos dos idiotas presidentes: se quedan solos por la vida por el modo en que actúan con la gente porque, ya digo, ni tienen educación ni tienen normas morales que les rijan y encima son ignorantes, justo como esos dos presidentes que no saben hacer la o con un canuto y no los quiere nadie ni de presidentes de su comunidad de vecinos por mentirosos e hijos de puta. Por eso quizás, estos dos idiotas de mi ámbito privado, son sociatas o podemitas en última instancia porque los votos de los idiotas son de la rosa en el puño o son de color morado. En fin, los idiotas está visto que se aman irreductiblemente porque se comportan de la misma manera y hay una sinergia entre la gente estúpida y los presidentes estúpidos y así va la cosa. Los votantes del PSOE actual deberían pensar: ¿a quién voto yo que en mi larga vida no he hecho más que el gilipollas? Pues a otros gilipollas: ZP y Sánchez el sacamantecas.

 El 4 de junio voy a una boda. A la boda de un sobrino mío, hijo de una hermana con la que no deseo cruzar ni media palabra. Menuda mierda. Pero hay que ir. A mi sobrino no le veo más que 3 veces al año. Dos por aquí, por Majadahonda, de modo casual y una en el pueblo. En el pueblo, este mentecato de sobrino no sabe tener la menor educación pues no pregunta qué tal me ha ido el año. Yo también te quiero, Gabi, eres un sol. La que se va a casar con él, lleva 10 años de vida en común y ahora se casan. Bueno, a lo mejor pagan menos a Hacienda con lo de la declaración conjunta pero con los sociatas que hay en el gobierno, esa desgravación o bonificación está en el aire. En fin, a lo mejor en la boda me encuentro con alguien agradable pero, la verdad, no lo creo mucho. A la boda van a ir 150 personas, cada una con su sobrecito. Muy bien. Un bodorrio. Un negocio redondo. Otra mierda pues podrían haber elegido una boda discreta de casarse y salir corriendo pero no. Parece que la boda durará bastante. La boda es en "Las margas", al lado de un pueblo de Segovia que se llama Madrona. Por cierto, ¿qué es una marga? Lo he mirado en internet: es arcilla, unas rocas con las que se hace cemento. De barro nos hizo Dios. No sé que me pasa en la vista que no veo más que hijos de puta. No lo digo por el novio y la novia y su madre y su padre, sino por el estado actual del escenario humano.

sábado, 22 de mayo de 2021

Todos los amigos sociatas de Sánchez hablan de prospección. Antes hablaron de la "nueva normalidad" y de otras gilipolleces. Es la consigna: di lo que diga tu líder. Pero yo no veo un líder en Sánchez. Veo a un tipo orgulloso, victimista, pero sobre todo, que no da la cara cuando hay que darla. Tiene mucha cara dura este líder al que abuchean. Prospección, prospectiva, prospectivismo, prospectación; oiremos más tonterías que harán más idiotas a los ciudadanos; así hasta el año 50. No soluciones los problemas y crea otros galimatías que entretengan a tus seguidores, eso es, muy bien. Prohíbe el Diesel, el chuletón, carga de impuestos a todo el mundo, no cuadres las cuentas, deroga la reforma laboral, métete con los alquileres, con los desahucios, da dinero a quien te vaya a votar solamente, monta chiringuitos de putas, manteros, lesbianas y mujeres histéricas. Eso es la prospección. Jode la educación, jode tu lengua vehicular para satisfacer a tus socios nacionalistas, alíate con los que disparaban balas en la nuca y cuando todos esos apoyos acaben, tu partido se irá  a la mierda porque os habéis hartado a mentir y a vivir incoherentemente. Ojalá los sociatas desaparezcan de la faz de esta tierra porque no tengan ya a quién votar. ZP=inutilidad. Sánchez=más inutilidad.

viernes, 21 de mayo de 2021

 He estado con mi madre a las 6 y media porque mi padre sale a pasear y la deja sola en casa. He estado con ella hablando de que no le gustaría quedarse en una silla de ruedas sin poder moverse, que para eso preferiría la muerte. Mi madre es muy graciosa, lo dice todo con una sonrisa en la boca, hasta lo más serio, como hablar de la muerte. En fin, mi madre quiere valerse por sí sola hasta el día de su muerte que quiere que sea de repente y de una vez, no quedarse como un mueble. Yo le doy la razón. Yo también quiero morirme de repente o descansado en una cama de puro viejo y no tener a nadie dándome de comer y limpiándome el culo. Creo que eso lo firmaríamos todos los seres humanos a cierra ojos. Por otro lado, los gilipollas de la "generalitat de Catalonia" piden un referéndum y la independencia. A mí me gustaría que lo consiguiesen y luego, verlos pasar hambre y luego, volver a pedir el ingreso en España. Me gustaría verlo con mis ojos. Ningún politicucho asqueroso catalán de mierda pasaría hambre pero los catalanes, sí; esos que apoyarían la independencia. Ojalá sucediese como digo, que no tuvieran ni una pera que vender a los españoles. Luego vendrían los llantos de esa turba estúpida que vota a los de ERC y a los de Putademont 

 No veo un horizonte en el que yo pueda escribir una novela de más de 50.000 palabras. Lo hice una vez después de pensar mucho el argumento y el personaje de los que quería escribir. Lo que me ha salido estos días de atrás son historias que no me veo capaz de continuar más allá de la página 15. Ayer vi a un señor que además de haber sido abogado, es enfermo mental como yo y sufre dolencias mentales continuas, más bien como una forma de hipocondría que le hace ver el mundo de forma caótica. A este señor, que se dedica a andar por la ciudad de la mañana a la tarde, le regalé dos ejemplares de mi novela "El profesor enfermo" y me dijo que le gustó mucho y me preguntó si yo había cobrado algo por derechos de autor. Yo no he cobrado ni un céntimo de euro de las ventas de ese libro mío. No sé si ha sido una estafa el publicarlo. Me costó 700 euros e impuestos publicarlo. Me mandaron a mi casa 90 ejemplares y eso es todo. Además, he regalado ejemplares a mis amigos y no pienso vender ninguno aunque se me ocurrió una vez que yo mismo podría poner un puesto (una mesilla y una sillita) en Las Rozas, pero deseché tal idea por engorrosa. Lo que sí me he dado cuenta es de que mi libro, en Amazon, tiene una valoración máxima; o sea, 5 estrellas. Al que lo lee, le gusta; esa es la verdad. Un día llamé por teléfono a una editorial y después de comentar una serie de cosas sobre mi novela "La moneda de la soledad", me pedían 1500 euros para su publicación. Menuda mierda. Está claro que yo ya no doy un euro más para publicar nada de lo mío. El que quiera publicarme algo, que lo haga y me dé mi parte.

jueves, 20 de mayo de 2021

 He cogido de la biblioteca dos libros: uno de Alfredo Bryce Echenique titulado "Tantas veces Pedro" y otro de Dacia Maraini titulado "El tren de la última noche". El primer libro que he citado es una gilipollez: ni tiene argumento, ni tiene lógica, ni es literario ni tiene nada por lo que se deba o se pueda leer. Parece ser que cualquier parida que escribía este señor, se la publicaban. He leído hasta la página 30 o 40 y ya no aguanto más. Es una conversación de un tal Pedro con una o dos mujeres a la vez en distintos momentos y sitios, todo mezclado y confundido. Yo creo que después del boom latinoamericano, todo valía en la novela y todo lo que era un sinsentido también valía, de modo, que se publicaron muchas birrias de estas, como esta novela, que no tiene ni pies ni cabeza. En fin. El otro libro sí tiene un comienzo y una andadura en un tren que parte de algún sitio y va a otro mientras cruza el telón de acero. Este libro es de 2008; el del Echenique ese, ni lo sé ni me importa. Yo leí de Echenique un libro que se puso de moda que se titula "Un mundo para Julius". A mi hermano le gustó mucho; a mí no tanto. Ya digo que la literatura sudamericana ha abusado mucho del todo vale en la novela y se han perpetrado muchos bodrios infumables que se mueren en los anaqueles de las bibliotecas. Son cosas, narraciones sin sentido alguno que no merecen la pena estar en una biblioteca.

Dacia Maraini, sin embargo, tiene en Wikipedia una entrada muy extensa y es una novelista muy reconocida en Italia y fuera de Italia.

miércoles, 19 de mayo de 2021

Durante el confinamiento de estos días en Majadahonda (no domiciliario sino eso que han dado en llamar perimetral por zonas básicas de salud) que venía a ser que no podías salir ni entrar de la ciudad, me he dado cuenta de que se está mejor en casa que no dando paseos al buen tun tun por la calle o sentado en una terraza por el hecho de estar sentado en una terraza. Me he dado cuenta de que en casa se me ocurren cosas que escribir por el hecho de estar en casa. Leo también más, cosa que viene bien para la inspiración literaria y veo cosas por internet más interesantes que ver gente por la calle que no me dice nada. Además, las personas que ves por la calle son como personajes de una novela pero sin ninguna explicación, destino o interés: son eso, personajes que no dicen nada la mayoría de ellos; sin embargo, los personajes que aparecen en los libros hablan, andan a un sitio, llegan a otro y son interesantes porque los crea una mente que sabe hacer cosas con ellos. Estos días que vienen de calor hasta las 7 de la tarde me voy a quedar en casa todas las tardes después de echarme en la cama un rato (duerma o no duerma) y solo saldré a cosas imprescindibles.

Ya dejan, en la biblioteca, coger libros de las estanterías. Yo creía que cuando llegara este momento, era señal de que la pandemia habría desaparecido. Pero ha desaparecido a medias pues la vacunación aún no ha llegado a todos. He oído en el telediario que, si no se vacuna a todo el mundo mundial a la vez, puede que el virus mute a otras variantes y sea difícil de erradicar del todo. Ahí tenemos la cepa india y la surafricana, etc. La otra semana, había que pedirle al bibliotecario el libro y él iba a buscarlo a las estanterías. Esta semana, ya he estado rebuscando autores y títulos. La semana pasada cogí prestado un libro de Ignacio Martínez de Pisón que acaba como el culo, muy tristemente. Esta semana, he cogido un libro que cuenta de los años 50 en Europa del Este, en plena guerra fría. Es de una escritora italiana. Y he cogido también un libro de Bryce Echenique que me parece un poco rollo pero me lo acabaré. No me fío mucho de los autores sudamericanos y eso del realismo mágico que luego es una gilipollez. A ver si me los acabo pronto y voy por más libros.

lunes, 17 de mayo de 2021

Un día de aburrimiento masivo y de notar yo cierta angustia, la voluntad me guio a escribir una historia que hablaba de un mundo muy lejano en el que se había vencido a la muerte por medio de la química, una química muy avanzada. Sería una química biológica que convertiría a los hombres en dioses inmortales. Otro día en que estuve encerrado toda la tarde en casa, también movido por una especie de aburrimiento, escribí la historia de un brote esquizofrénico; o sea, la manifestación más dura de una enfermedad mental. Y lo contaba de manera que un vecino actúa a favor de la madre del enfermo mental y la salva de unas horas de nerviosismo y de duda ante la locura de su hijo. A ver si estas dos historias tienen continuación y empiezo a inventar una serie de personajes que funcionen bien en la historia. Por otro lado, ha habido un sábado por la tarde en que yo he estado muy deprimido y me ha salvado de la depresión ver una película de antena 3. Al acabar de verla mi depresión desapareció y lo que apareció fue una euforia muy estimulante. Entonces, en honor o tributo a esta película, pensé escribir sobre un agricultor que se enamora de una de capital, como pasa en la peli que me estimuló y me hizo bien pero no he hecho más que un boceto muy limitado. A ver si le doy vueltas al tema y saco de mi imaginación un agricultor y una señorita de Madrid que se enamoran.

El otro día que se murió el poeta de la generación del 50 Caballero Bonald, estuve atento a los programas especiales que le hicieron a ver qué decía. Dijo, en entrevistas que le hicieron, que él escribió lo que quiso y al estilo que quiso (esto es, de forma barroca). Dijo que él se consideraba poeta pero escribió también memorias y novelas. En un artículo que yo leí sobre él, me di cuenta de su labor: era traer el recuerdo al presente de forma delicada y así poder vivir ese pasado en el presente. Yo tengo una entrada en este blog sobre un poema suyo comentado. Le gustaba mucho el vino y en una novela que yo leí de él ("Dos días de septiembre") las labores del vino están omnipresentes. Pero lo que más me fascinó de todo lo que dijo es que una novela que él escribió y que es bastante famosa, "Ágata, ojo de gato", Bonald empezó simplemente con una frase y luego fue componiendo, de esa frase, toda la novela. Dice que esa novela la escribió como metido en un espejismo. A lo mejor la leo. A mí me gustaría escribir una novela partiendo de una simple frase. Pero no entiendo eso del espejismo. Estos poetas del 50, algunos, no piensan en que sus versos sean comprensibles, por aquello del surrealismo. A mí no me gustan estos poetas del 50 salvo excepciones.

 No sé si llevamos confinados unos 20 días aquí en Majadahonda. El caso es que hasta el 24 de mayo no nos saltan el confinamiento. La media de incidencia en Majadahonda estaba en 600 y pico, la segunda más alta de España. En un principio nos saltaban el confinamiento el 17 de mayo pero lo han prorrogado. Aún así, los que viven en Majadahonda, este puente de San Isidro, se han lanzado a la carretera como locos y se notaba el viernes y el sábado que aquí había mucha menos gente. La nueva prórroga es hasta el 24 de mayo. Creo que en Las Rozas ya han abierto el confinamiento. A mí no me extraña que la incidencia sea grande porque aquí hay mucho chalecito con jardín donde hacer fiestas. Luego dicen que los que se infectan son los padres de esos juerguistas. Que los den por culo  por tener hijos así de cabrones y de insensibles a la pandemia. Lo que he hecho yo es sacar de la biblioteca un libro y he estado leyendo en casa. También he escrito alguna cosilla a ver si tiene continuidad. Pero también me he desesperado y me he puesto nervioso al sentir ese particular síndrome mío de los puentes que me ataca quizás por envidia y porque me doy pena de no ser esos que se van a la playa en cuanto pueden.

domingo, 16 de mayo de 2021

 Cuando hay un puente, no arquitectónico sino festivo, me pongo nervioso. Primero me da envidia de todas aquellos que salen huyendo de Madrid a las playas y lo que no son las playas. Todo el mundo disfruta de un viaje a la costa, a la montaña, etc. y salen en los telediarios pasándoselo genial. Yo tenía alumnos en el instituto de Majadahonda que me contaban que ese puente habían estado en Londres o Nueva York. Yo flipaba con estas noticias de mis pupilos. Pero cuando era profesor aprovechaba el puente para corregir exámenes y también descansar, pero ahora que no soy profesor, un puente representa para mí un ejercicio de dominar mi envidia, de apelar a la resignación de haberme quedado en Madrid y unos nervios que me dan por saberme tan poco importante y tan poco poderoso como para irme de puente. Achaco todo ello a que soy enfermo mental y no puedo andar de allá para acá sin que se menoscabe mi salud mental. Y lo que consigo con estos ejercicios de refrenamiento de mi impetuosidad por envidia de los demás que se montan en un tren o en un avión es unos nervios y sentirme muy mal porque yo no puedo o no me planteo salir de puente como hacen miles de ciudadanos. Me he tomado esta mañana una manzanilla y después de comer, dos dormodor para ver si dormía la siesta y olvidaba estos pensamientos malos, pero no he dormido. Luego me he tomado otra manzanilla y el efecto retardado de los dormodor han hecho que a eso de las 5 estaba yo muy relajado y he dormido un poco tendido en la cama. La tarde la he pasado sin nervios: claro, el domingo se acaba el puente, todos regresan y todo es ya menos ofensivo para mi persona pensar que ya vuelven. Así que eso me pasa los puentes porque me quedo en Madrid; bueno, en Majadahonda. Y me siento triste y me doy pena por no formar parte de esos que se vana a la playa o a la montaña.

miércoles, 5 de mayo de 2021

 Me estoy leyendo 3 libros a la vez: "El ángel perdido", de Javier Sierra, "Llévame a casa" de Jesús Carrasco y "Meditaciones" de Marco Aurelio. Del primer libro ya he escrito pero es cansino con el tema de las piedras o las adamantas. Salen en libro piedras portentosas por todos los lados. El segundo libro va de una familia separada por la distancia física (la hermana en Barcelona y el protagonista en Edimburgo) y moral, pues uno de ellos ha de cuidar a la madre con Alzheimer. La hermana conminará al protagonista a que se quede en el pueblo. El tercer libro para mí es el mejor pues cuenta o medita en párrafos llenos de sabiduría, cómo ha de tomarse esta vida perra, cómo el ser humano forma parte de un todo, cómo la razón y la sociabilidad marcan al ser humano para trabajar por el bien común, cómo no hemos de llevarnos las manos a la cabeza por existir la maldad y cómo hemos de tomarnos esa maldad que hay en los demás o en uno mismo. Dice Marco Aurelio: "pronto te olvidarás de todo, pronto te olvidarán, pronto serás polvo que se disuelve en el infinito del mundo. No hay que preocuparse por nada pues".

martes, 4 de mayo de 2021

 Hemos discutido Paco y yo lo de ir al pueblo en verano y no salen más que líos. El primer lío es si mi padre de 90 años puede llevar el coche o no. Mi hermana creo que está en contra. Paco dice que vayamos con mi padre conduciendo y si tenemos un accidente, pues lo tenemos. A eso me opongo diciendo que yo iría en autobús hasta Ávila y de allí, al pueblo pero yo no me expongo a morir en accidente. Otro lío es el ruido que forman los que se alojan en la casa rural de al lado de mi casa del pueblo. Arman un jaleo y unas voces del demonio hasta las 3 de la mañana y Paco no duerme. Luego, mi hermano está deprimido todo el día por culpa de no poder dormir. Mi madre ya no estará para nada así que nos tocará a Paco y a mí hacer la comida, las camas, la colada, pero este es un lío menor comparado con el lío de si mi padre conduce o no. Es todo así: un rollo de dudas, de que unos quieren una cosa y otros, otra. De que mis padres ya son muy viejos y dependen ya bastante de los demás, etc. Bueno. Veremos a ver si se hace todo de forma consensuada o de modo razonable porque si no, todo es un galimatías grande.

lunes, 3 de mayo de 2021

 Ahora, cuando me levanto y desayuno, me voy a dar un paseo largo hasta el campo donde entrena el Atlético de Madrid en Majadahonda. Consigo fumar menos porque procuro fumar cada hora. El paseo me sienta bien, me entona para todo el día; eso de andar para mí es un beneficio grande, pues, igual que hacían los peripatéticos, mientras ando voy pensando cosas que me ordenan el cerebro. Luego de andar, siento una sensación de buenas vibraciones. EL viernes pasado, sin embargo, que también fui a caminar (el primer día que lo hacía) lo pasé mal después de comer de menú en el restaurante que hay al lado de mi casa. Me tumbaba en la cama pero era un hatajo de nervios. Me levantaba, bebía agua, iba al servicio a orinar y me venían muchos pensamientos de inutilidad a la cabeza. Inutilidad como pensar que ya no sería capaz de hacer la comida para Paco y para mí y otra serie de pensamientos que ahora no recuerdo que me hacían perder mi personalidad y mi fe en mí mismo. Luego quedamos con una amiga de la asociación "tú decides" y se me pasó un poco el mal rato. Los días posteriores (sábado y domingo) he estado bastante bien. Recuerdo la tarde del sábado tumbado en la cama muy tranquilo esperando que llegara mi hermano, pensando cosas buenas y recuperándome del día anterior. Y hoy lunes también he dado el paseo y procuro hacer tiempo para poder fumar, así que voy a mirar un poco en internet a ver si me distraigo.

Me estoy leyendo una novela de Javier Sierra. Tiene información interesante y real, como la existencia de John Dee, el sabio de la corte de Isabel de Inglaterra, pero luego fantasea con unas piedras milagrosas y energéticas que tienen la virtud de poder comunicarse directamente con Dios. Aparece como escenario Santiago de Compostela y Noia y el tema gira en torno a Noe y su arca que salvó a la Humanidad de perecer en el Diluvio Universal. El libro se titula "El ángel perdido" y no sé todavía que sentido tiene ese título pues no he acabado de leerlo. Aparecen personajes ligados a los servicios secretos de EEUU y unos armenios que saben del poder de esas piedras llamadas adamantas. La protagonista puede ser Julia, una chica gallega que tiene el poder parapsicológico para hacer hablar a las piedras. El libro contiene un montón de información verdadera mezclada con inventos propios de este género de misterio parapsicológico. Tiene este tipo de libros el peligro de que los lectores se los crean a pie juntillas, como los lectores del tiempo de Cervantes creían en las novelas de caballería. Solo hace falta apelar a la ingenuidad del lector que se lo traga todo para que haya gente que vaya por ahí hablando de unas piedras milagrosas y todo eso.

sábado, 1 de mayo de 2021

Para un político que sale bueno, y en este caso es mujer, pues habrá que votarla, ¿no? Porque, vamos a ver: este gobierno socialcomunista que un día decía blanco, otro negro y otro verde (véase lo de las vacunas, lo de los alquileres, lo de la reforma de trabajo...) Ahora resulta que el PIB va de culo por la mala previsión del gobierno. La renta mínima vital no se ha cobrado. El vicepresidente social de este gobierno ni es social ni es nada. No ha hecho más que contradecir a los ministros porque es un cantamañanas al que le ha llamado cabezón una ministra y del que el ministro Escrivá estaba hasta el gorro. Y se ha ido a hacer los madriles, pero yo espero que no saque ni el 5% por sus marrullerías, sus amenazas (quiere meter en prisión a la candidata), sus estupideces de niñito bien ofendido. Vete a la mierda. Vete por donde has venido, cantamañanas, hipócrita mentiroso. Ojalá Madrid sea tu tumba política y te vayas a cuidar cabras a Soria. Y la otra, la de Más Madrid: "que le han mandado balas, que le han mandado balas." Váyanse por donde han venido todos los feministas rojos que no saben gobernarse ni a sí mismos.