domingo, 31 de diciembre de 2023

Voy a cocer unas tajadas de bacalao. Una vez cocido, voy a sofreír ajo con pimentón y lo echaré encima del bacalao. Esa es la comida de fin de año, que es tan importante como la cena. Por lo demás, todo va todo lo bien que se pueda pedir. No hay diversión a la vista pero sí mucha tranquilidad. Ayer vi una buena película en "Tú decides". Los papeles míos van bien. La bruma de los días me acompaña. El deseo de viajar, también me acompaña. Espero que este año vea el mar y me bañe en él. Espero que todo vaya estupendamente para Paco y para mí y para mi padre. La vida es muy dura pero se puede ablandar con un poco de amor.

Hacia la luz y hacia la buenaventura caminamos, deseando ser felices.

No nos rompan esa felicidad, no nos la rompan.

 Cada montaña ha pasado a ser un canto. Yo me levanto como la luz se levanta, como el mensaje de la mañana se levanta, como las historias que leí antaño se levantan. La semilla se adentra en un aceite que luego hace cáscara o piel de fruta, así me hallo hoy entre las nieblas. Me gustaría desplazarme a la periferia, urdir un viaje lento y dulce hasta la costa. La esperanza retomaría así la vibración de una hora escuchada por Dios, de una hora en carretera, de una hora sin remisión, de una hora loca y sugerente de pensamientos amables. Tú te acercas a mi lado y me das cariño, tú eres santa de alguna manera, tú decides hoy quién soy yo. A ti me dirijo hoy, último día del año, para que me des la alegría que me falta. Es navidad, sé feliz como yo intento serlo.

La carretera está ahí, esperando mi paso, esperando a trazarla.

Dios quiera que la tome, que la coja, que me huyente el mal esa carretera.

sábado, 30 de diciembre de 2023

 Sol de nuevo, mucho sol. La luz lame las paredes, las llena de su llaga, las sofoca de un amarillo dulce, como un azúcar burlón y ciego. Poco  a poco el día irá declinando y otra vez aquí y otra vez ahora, para que no se enfade la rutina. Habrá un día que llegue hasta la nube y en ese día Dios fanfarroneará desde las alturas con nuestras pequeñas vidas de soles viejos y aburridos. El miedo nos enseña nuestras miserias, nuestras luchas contra el día de hoy, nuestras pequeñeces de hombres tristes. Cuando todas mis horas eran horas de lobo, de andar por el mundo desaborido y errante. Al menos, los que atentaron contra mi delicada casa ya parecen absorbidos por su estupidez de señores, por su atenta mirada al niño que nace. Es navidad, sé feliz. Yo procuraré serlo.

Un latido amanecido en lumbre, lumbre de aviso a los mortales

se desmorona hoy en mi cama, cuando me levanto, cuando miro las cosas.

viernes, 29 de diciembre de 2023

 El público que asiste a conferencias tiene una edad mental de 9 años. Ninguno sabe más que el conferenciante. La verdad es que casi no sabe nada. La gente del común es ignorante de muchas cosas. La gente del común es estúpida y roba en los hoteles. La soberbia crea subida de la tensión arterial y por ende, ataques de corazón y envejecimiento del mismo. Los más listos son los que se hacen los más tontos y así, medran. Los perdonavidas van de culo por la vida precisamente por eso, porque a nadie le gusta que le perdones la vida. El nivel de educación de la población es ínfimo, así que su voto no se debe a grandes elucubraciones políticas sino a ver quién me da más. La gente del común va a los sitios haciendo mucho ruido pero todo es cáscara de nuez. La gente no lee, no sabe, no acierta. Es navidad, sé feliz y yo procuraré también serlo.

El que quiso todo el protagonismo debe saber acabar bien la novela

porque el es el héroe de la misma.

La vida da muchas vueltas, dicen. Pero cuando la vida coge un color monótono y sigue y sigue, la vida ya no da muchas vueltas. El amor a la vida depende de muchas cuestiones que afectan a cómo se ha desarrollado esta. Yo llevo unos días medio deprimido. Espero que se pase pronto la navidad. Un amigo me ha aconsejado que considere estos días como días normales. Las lunas se suceden como el opio blanco de la muerte, como el opio turbio del no ser. La vida va cambiando de cuando en cuando, va dando alguna nota de color como aquellas florecillas malvas que se ven en primavera en ese sitio de recreo donde se fuma y se aprecia que el sol y el agua (si cae) hace que las premoniciones erróneas sean más leves. Pero detengámonos en mirar cómo el mundo se regenera, como el mundo bulle. Y pidamos paz para aquellos que más lo necesitan. Es navidad, sé feliz.

Un cuadro donde la luz se encuentra con el rostro de una mujer joven:

no hay nada más bonito que la eternidad de la belleza en el arte.

jueves, 28 de diciembre de 2023

 Cada día me cuesta más romperme el pecho. Cada día me trae la desolación de la quimera. Muchas veces. A lo mejor mi poder de abstracción no funciona. Voy paso a paso y mis pasos son débiles, no llegan a un sitio de conformidad con mi existencia. Un deseo de realidad, de oro bruñido, se crea en mi ánimo y dices que no puedes, que no puedes. Por todos nosotros es sonora la vida, hace ruido la calle, la gente se impacienta. Muy pocos han llegado hasta aquí, otros han muerto por menos. Tras el mundo habitual, un mundo ardiente me espera en cuanto despierto al día, columnas gruesas de valientes hechuras me rompen el horizonte torpe de pájaros que cantan las libertades de los locos.

En un ligero esfuerzo de la bicicleta

van pasando corredores, deportistas, quizás atletas.

miércoles, 27 de diciembre de 2023

 Dicen que la luz baña las columnas de ese edificio tan solemne, dicen que fue construido en honor a la paz. Yo no he entrado. Todo me lo han contado. En ese edificio hay poetas escribiendo sus poesías y hay dolores apaciguados de antaño. En ese edificio nadie se cansa, nadie llora de desesperación. Todo está calculado para que te sientes y mires al mar de fondo. Es un edificio de altas columnas, quiere imitar la tranquilidad que hay en el Olimpo de los dioses, en el cielo del Dios monoteísta. En ese edificio puedes bailar al son de una música celestial o escribir un verso en una pared que diga algo. O quizás solo quieras descansar de la vida que llevas: en ese edificio te dejarán estar sosegado y contento por días y días.

Una vibración íntima y pequeña nos dice que algo nace:

dejemos nacer al otro, al de al lado y digámosle holaquétal.

 El día de navidad por la tarde lo pasé bastante bien. Dimos un paseo largo hasta la estación. Merendamos en una hamburguesería. Me di cuenta de lo solos que estábamos. Me di cuenta de lo mal que llevamos estos días. Había que madrugar al día siguiente y la luz se extinguió y las farolas se encendieron. Nos despedimos tranquilos esperando otra cita, otro paseo, otra oscuridad de la noche. Cada uno partió del cuerpo del otro y nos quedó un resabio bueno en el fondo del alma. La vida pasó pronto esa tarde noche de hablar nuestras cosas, esa tarde noche de contar lo de siempre, de reírnos un rato casi sin ganas. Los cuadros de pintores famosos vinieron a mi mente y me quedé extasiado del dominio de los colores, de la técnica pictórica, de los personajes sagrados que aparecían en la pintura. Y me quedé mirándolos, mirándolos, mirándolos en mi mente.

Era una paloma totalmente desguarnecida, tibia y medio desplumada.

En la fragilidad de esa paloma vi yo la verdad, la única verdad a la que podía yo aferrarme.

 Todo puede salir mal. O a lo mejor andando me encuentro conmigo mismo en la calle. Es cuestión de dar un paso detrás de otro, como viento que no halla ni rosa, ni nube ni molino. Es cuestión de no dar la pata a torcer ante el destino solitario del frío. La vida es aquella que no te hace ni caso, que no te da tregua en el misterio de pasar las horas. Es un dolor de fatigas pasadas y por venir, es un vacío que se queda colgando en la mañana. Es un deseo leve de estar muerto, de no vivir en esta vida descorazonada. Son ya las 11:30. He bebido dos vasos de agua. La mañana ni se agita ni se cansa. La mañana va dando mordiscos vanos a la luz insidiosa de un sol reinante. Hoy otro día de andar por casa, hoy otro día de no saber dónde anida la fe. Por nosotros es sonoro el canto que cantan las aves en lo alto del álamo.

Alejándote del centro de la ciudad hallarás barrios pobres y tranquilos

en los que la gente se mira y se habla sus desgracias si las hay.

 Es mi casa una casa no habitada, llena de brumas otoñales y de maleza oscura. No volverá el amigo de entonces, no sabré ya qué color tiene el vino de antaño. Persigo en mi sueño pobre a las gentes olvidadas, escucho un rumor de mares no vistos. El avellano suena con un silbido de aire que se cuela entre sus ramas, no hay ni un pedazo de paz que podamos dar a los hombres. Por las rendijas de las paredes se cuelan lagartijas enredadas como animales perpetuos. No sé si la mañana me dará compañía, no sé si el sol ya cansa a los ojos, a los temerosos ojos que rompen el infierno. Las horas de la tarde se viven económicamente como esfuerzos del hombre por apurar el sol. La vida ya no trae el quehacer de otros días, ya no trae el humor de antes, cuando un chiste tenía tanto sentido como una oración. La gente no se junta, no se ama, no se quiere.

Deserten los candelabros de la noche oscura, tenebrosa

y dejen de dar esa luz mortecina de poca fe.

martes, 26 de diciembre de 2023

 Como una dulce descarga eléctrica, como el sabor de la fresa cuando las fresas sabían, como un beso de un presidiario, como la luna cuando hace frío, como las hojas de papel de un escritor sin hilo narrativo, como la nube esa que no se deshace, como la pena de estar aburrido. Así era mi estado mental ese día y otros días que venían como una amenaza de sol persistente y brillante, como la fruta madura que se llena de moscas, como las estaciones de tren en medio del campo, como la silueta de una pantera en la selva más umbrosa, como la pata de conejo en el bolsillo de la camisa. Así estaba mi mente ese día y otros días que vendrían a amargarme la mañana lenta y pesada como un buey viejo y cansado, como las lilas que no han nacido aún, como los papeles desechados de una pésima novela que al escritor nunca le sale, como ese bolígrafo, como ese libro tirado en un rincón.

Un príncipe canta bajo los cedros oscuros al atardecer

para decirnos con su canto que no hay nada que hacer.

 Esto es así y va a durar mucho tiempo, no lo sé. La señora se hacía las uñas. El señor que recorría la acera para hacer tiempo, se quedó mirando cómo le hacían las uñas a la señora. Se había puesto de moda en NY hacerse las uñas. Pero en NY ya había otra moda ahora, a  saber cuál. Cuando llegue esa moda a España, quizás lavarse los pies con aguas aromáticas y llegue a España, sin lugar a dudas habrá otra en NY, quizás rociarse los oídos con agua de lavanda. Y así va todo, que estas fechas trastocan los horarios, los días...¿hoy es martes? Cuando llegue nochevieja la gente estará harta ya de navidad y de todos los preparativos que conlleva. Y saldremos del 23 y luego habrá el rollo de los reyes magos y ya la gente estará mucho más harta de fiestas. Pero, ¿qué fiestas? Si ni se baila, ni se canta ni nada.

Ya vienen los reyes magos, ya vienen por el oriente

y estas fiestas tan festivas cansan a la gente.

lunes, 25 de diciembre de 2023

 Ya era navidad, el 25 de diciembre. Y salió a la calle a eso de las 11:00 de la mañana. Y no vio a nadie. Todo estaba cerrado. El bar de siempre estaba cerrado. Parecía que el mundo se hubiera volcado durante la noche y se hubieran caído en ese vuelco toda la gente al espacio exterior. Siguió paseando y seguía sin ver a nadie. Se sintió muy triste. Entonces, decidió ir a casa. Encendió la tele y no salía nada más que un fondo negro. Encendió la radio y sonó un ruido gris y continuo como el silbido de una serpiente. ¿No había nadie más por el mundo que él? Cogió el coche y avanzó por la carretera. No vio a nadie. Ni un coche circulando, solo él por la carretera. Cogió la autopista. Solo él por la autopista. Gasolineras sin gente, restaurantes sin gente. Parecía que una epidemia había arrasado con todo el mundo conocido. Volvió a casa. En el garaje, se encontró a un vecino. ¿Se ha dado cuenta? No hay nadie por la calle.-le dijo. El vecino no contestó. Parecía un fantasma, la mirada perdida. Tuvo que esperar al día 26 para que la gente apareciera. Qué mal lo había pasado.

Nos espera una vida del color del desierto

no habrá ya nada que sea del todo cierto.

 Al día siguiente, ya era navidad. Y salió a dar una vuelta por la calle. Una calle archiconocida. Y no vio a nadie. Sin exagerar. No vio ni al hombre que se apoyaba en un macetón con árbol a beber cerveza al lado de la tienda china. No vio ni a los marroquíes que bebían cervezas en los bancos del parque. No vio a la señora que, apoyada en una muleta, salía todas las mañanas a comprar o a pasear. No vio a las chicas que alegres contaban sus rollos navideños. El caso es que, por no ver, no se vio a sí mismo. Y eso sí que le preocupó. Se palpó el cuerpo a la altura de una inmobiliaria a ver si él mismo era una realidad o era producto de una ilusión. Él creía que sí existía, pero una fuerza oculta y miserable le decía que no, que él no estaba en el mundo. Siguió sin ver a nadie en ese día de navidad. Siguió sin saber si él realmente existía. Se fue a casa muy confuso y allí, en casa, se le pasaron las horas muy lentamente, muy lentamente, hasta que adquirió existencia. Por poco no se muere del susto.

Extraordinariamente, no sabemos a menudo qué somos

cuando nos ponemos a pensar.

domingo, 24 de diciembre de 2023

Se consumó el engaño y el grupo no supo muy bien qué hacer. Nosotros nos fuimos pero llamaron para estar juntos. Nosotros decidimos no ir en unos cuantos días por allí, a ver si se diluían las dudas que se habían sembrado. Y todo esto en navidad, cuando se supone que surge en la gente la buena voluntad. Parecía que todo iba a salir mal pero no fue así. Cenamos con nuestro padre una lombarda y unas chuletas y empezamos a charlar. La tele ni la encendimos, no escuchamos al rey siquiera. La lombarda estaba muy buena y las chuletillas rezumaban una grasilla muy apetecible. No sería una nochebuena muy allá paro era una nochebuena tranquila y amigable. No había luces en la casa ni un triste belén, pero lo pasamos bien. Llegamos a casa y nos acostamos. Ya estaba pasada la noche esta y todos pasaremos y no volveremos más.

Era ya invierno pero lucía un sol que lo desmentía.

Era ya invierno y la gente, a la vez, vivía y moría.

 Del día de nochebuena solo recuerda unas croquetas congeladas de bacalao que frio a la una del mediodía. Estaban muy buenas. Luego de comerlas, se tumbó e intentó echarse la siesta, pero no pudo, cosa que lamenta fuertemente pues la siesta le reduce el día y le ayuda a pasar unas horas benditamente inconsciente. Recuerda que escribió en su blog unos asuntos de gente que se encontraba en la calle y le hablaba de esa noche, de esa cena en particular. Le decía la gente que en esa cena se discutía mucho pues, al juntarse familiares que no se veían el pelo en todo el año, pues sacaban sus diferencias a relucir y se daban gritos y se insultaban y todo eso. Eso se lo oí a Mariano, un hombre tosco de mirada brutal y una nariz redonda como una bola y unos carrillos abultados. En fin, una cara de bruto irrefutable. Y cuando Mariano y él dejaron de hablar, se vino a casa, depositó la barra del pan de la tienda china en la mesa del comedor  y se dispuso a freír unas croquetas. Y luego, a la noche hubo una cena de la que no se acordaba si fue buena o mala.

Vamos en dirección a un sitio del que no sabemos nada.

Vamos a la fuerza, vamos a él con la fuerza del tiempo, que es mucha.

 Ya no se acuerda si el día de nochebuena salió a la calle. No se acuerda si vio a Marisa, la novia de José Enrique. Si la vio, habló de la nochebuena, de las discusiones que se forman ese día al acordarse uno de la faena que le hizo otro familiar allí presente en esa cena. Marisa lleva unas gafas redondas bastante grandes que agrandan unos ojos verdes oscuros. Tiene Marisa la nariz aguileña y una boca muy grande. En general, el rostro no conforma una belleza especial, más bien resulta vulgar. De lo que sí se acuerda es de que habló con Marisa de la política, de esto de la amnistía que iba a romper la democracia. Lo dijo con mucha vehemencia y sumó  palabras y más palabras al asunto: habló de jueces, de partidos y dirigentes corruptos, etc. Cuando se cansó de hablar, se despidió. Cuando llegó a casa, se acuerda perfectamente, depositó la barra de pan de la tienda china en la mesa del comedor, esperó oyendo la radio a que se hiciera la una, frio unas croquetas congeladas de bacalao e intentó echar la siesta, pero no pudo. Luego, llegó la nochebuena, pero no recuerda nada de la nochebuena.

Abarcamos una luz fría y casi dolorosa al acabar el día,

una luz que se nos ha pegado al cuerpo, que nos ha hecho.

 El día de nochebuena salió a la calle y vio a algunos que tiraban de un carrito al parecer, lleno de viandas para la cena. Se encontró con el argentino, nunca supo su nombre. El argentino se puso a hablar de fútbol, como hacía siempre. Habló del último partido de su equipo favorito. Había jugado mal, pero había ganado, que es lo que importa, dijo. Luego empezó a hablar de esa noche, de lo que pasaba esa noche del 24 de diciembre. Las familias se juntan pero discuten, siempre sale a relación algún tema que desunió a la familia y esta noche surge como un fantasma a soliviantar los ánimos. No lo dijo así como lo digo yo pero de alguna manera, dijo estas cosas. Yo no tenía mucho que decir de esa noche que íbamos a vivir, así que no dije nada. Me fui a casa, freí unas croquetas de bacalao e intenté echar siesta pero no pude. Me duché y esperé a la noche, a la nochebuena.

Por muchos mundos que existan, por muchos estados de ánimo que se puedan vivir,

uno es uno, uno es el resultado de escasas circunstancias.

 El día de nochebuena se aburrió mucho. No salió a la calle. Bueno, sí salió, salió a comprar pan. Una barra. La china que le vendió la barra estaba como cabreada, quizás cabreada por el hecho de las fiestas. Tenía dos ojillos negros, una nariz un poco respingona y los carrillos sumidos. Tenía una cara que traslucía asco y hartura. Vio a César, el vecino y habló con él, pero no sabía ya de qué habló con él una vez llegado al piso, hablarían del tema de la nochebuena y todo esto que se dice. César tenía un cuello largo, los ojos medio perdidos y una nariz que goteaba un agüilla propia de una alergia pertinaz. César miraba pero no miraba, sus ojos giraban mientras hablaba, no se fijaba en los ojos en el que le hablaba. Una vez que dejó la barra encima de la mesa del comedor, pensó que freiría las croquetas de bacalao para comer a mediodía. Unas croquetas congeladas que había comprado hace tiempo. Tenía la sensación de que tenía que llamar a alguien, pero no llamó a nadie. Se llegó mediodía y frio las croquetas. Después de comérselas (le sobraron cinco), se tumbó a ver si se dormía. Pero no pudo. Se duchó y se cambió. Ya faltaba menos para la nochebuena.

Vio caminos desacostumbrados que pasaron por su imaginación

y se dio cuenta pronto de que era muy pequeño.

 La gente no tiene ganas de líos y menos de líos políticos que no llega a entender. La nochebuena, por fin, ya está aquí. Faltan unas horas para nochebuena. La gente se une en una mesa y empieza a beber y a comer (se ha calculado que unas 6000 kilocalorías, las que podrían dar energía al cuerpo para tres días). Y esta ingesta se hace en solo una noche. Es una muestra más bien de decadencia moral, así es como yo lo veo. Paco y yo cenaremos en casa de mi padre. Cenaremos lombarda y chuletas de cordero. Yo no pienso ponerme morado ni mucho menos. Y, además, espero acabar pronto y marcharme también pronto a dormir, no sea que se me pase el sueño. No hay mucho de qué hablar y mi padre es callado. Así que la nochebuena para mí es como si fuera un trámite un tanto absurdo que hay que pasar. Se pasará nochebuena y nosotros también pasaremos.

La nochebuena ya está aquí

a ver si nos hace reír.

sábado, 23 de diciembre de 2023

El hombre desnortado estaba profundamente enamorado de sí mismo y de una mujer que era más zorra que las gallinas, era también el hombre percha en el que todos sus conocidos colocaban sus sombreros altisonantes y estrafalarios, absurdos y patológicos. Pero este hombre soñador y crédulo abanderaba un estilo de vida en el que todo cabía, hasta su propia mentira metafísica, defendía su propia panoplia de estupideces recabadas de opiniones ajenas sin ningún tipo de criterio y además se hacía adalid de ellas. Le encantaba la mentira y de ella vivía, por eso no le costaba nada asimilar los ardites y extravagancias de los demás. Era feliz si le invitaban a un café, se sentía pleno con ello y alabado. El hombre desnortado ejercía de torpe y estorbaba en todos los sitios o era el moquero de cuantos frecuentaba, era el clinex de usar y tirar. No me extraña que esto fuera así porque el hombre desnortado se había apuntado hace tiempo a la holgazanería y me recordaba a un rey portugués que cada vez que visitaba una localidad no hacía más que repetir con gran grandilocuencia y de manera ostentosa: " quiero morro de porco"

 Hemos sido víctimas de un engaño. Pero bueno, no es cuestión de llamar a la policía. Simplemente, se paga y no se va más por allí. Que los demás quieran seguir yendo allí, no es asunto nuestro. Hoy se resuelve todo. Los jetas se aprovecharon de que nos fuimos antes que los demás para acusarnos. Ya digo, será cuestión de pagar. Porque por 6 euros nosotros no vamos a quejarnos. Pagaremos y nos iremos con viento fresco de aquel local inmundo llevado por argentinos. No creía yo que esa gente pudiera caer tan bajo. Pero han caído así de bajo. El frío hará que no demos muchas vueltas y nos vengamos cuanto antes a casa. Qué gentuza. Qué mal han quedado con nosotros. Pero bueno. Hoy, sábado, 23 de diciembre de 2023, se aclara todo.

 Poco a poco vamos cediendo días en este mundo en que vivimos. Ya se acaba el año. Los soles que nos calentaron ya son historia. Las horas duermen su sueño pasado. La vida se enfrenta a otros momentos que viviremos. Bajo los cedros canta un príncipe armonioso y lento como una tonada de armónica. Tenemos que buscar la salida sin odio, tenemos que perdonar los daños sufridos, olvidar los agravios. Deserten los bruñidos espejos de la conmiseración. Definitivamente, seremos hombres para los hombres. La dudosa verdad de nuestros quehaceres se nos presentará todos los días para que pensemos qué asuntos nos envuelven con el mundo. Las palabras que mentemos deberán ser más que palabras, promesas que se cumplan. Dos días de septiembre podrían tener toda la culpa de ser nosotros otros que no cumplen con la verdad de los árboles que se deshojan. Es navidad. Por tanto, sé feliz.

Un árbol muy frondoso tapa con su sombra las flores y los nombres

para que sepamos qué hacemos aquí.


viernes, 22 de diciembre de 2023

 Era el día de nochebuena. Eligieron ese día para desaparecer del mapa cotidiano. Eran dos adolescentes. Compraron un billete de autobús hacía un mes y estaban deseando que llegara el 24 de diciembre para hacer una pequeña maleta e ir al sur, a la playa. No sabían lo que durarían en ese sur idealizado que tenían en la mente cada uno. Uno se llamaba Miguel y el otro, Mario. Eran amigos de instituto. Solo eso. Amigos de instituto. Pero les unía una fuerza de amistad más allá de todo. Así que salieron de sus casas sin hacer ruido a las 6 de la mañana y se juntaron en la plaza del ayuntamiento. De ahí partieron a la estación de autobuses de la capital. Allí, en la estación, vieron mucha gente. A las 7 partía su autobús al sur. Daba igual a qué ciudad llegaran. Era la ciudad del sur que ellos querían. E hicieron 900 kilómetros, 10 horas de autobús para llegar a ella. Allí querían probar su futuro, iniciar una nueva vida lejos de los rutinarios estudios, de la rutinaria vida del norte. Y lo consiguieron. Montaron un negocio de cara al mar, un negocio muy rudimentario, pero negocio al fin al cabo, con una pequeña inversión. Y ya no volvieron a acordarse de esa ciudad mesetaria y triste que abandonaron una día de nochebuena.

Mis cantos son los cantos rodados que fluyen con el río

y mi canción no es otra que la del pueblo que quiere ser libre.

jueves, 21 de diciembre de 2023

 La amistad es como una gema poderosa que precisa lealtad. Hay que ser leal con el amigo. No puedo escribir versos esta mañana por el estado de confusión en el que me encuentro pero ya pasará. La última joya espiritual es ir rezando por la calle hasta que llego a la biblioteca. Mi madre, su recuerdo, me ayuda a contactar con Dios, aunque nunca lo encuentro. Dios se hace invisible, Dios no es dado a los descreídos. Pero hay que comunicarse con Dios de alguna manera. Hay quienes creen que el mundo solo está hecho de personas, unas más poderosas que otras y es a ellas a las que rezan y con las que dialogan inútilmente. La permanencia de la rosa en invierno es un tema muy controvertido que da fe de lo grandioso de este mundo. Podrás tener mil hectáreas de arrozal pero solo podrás comer un poco de arroz todos los días. Homo viator, ese hombre que camina, caminamos aunque no nos movamos del sitio. Viajamos montados en palabras de dicha o de desilusión, pero viajamos. Veo en las noticias gente que no reza, nadie da importancia al rezo. Solo se da importancia a la carne y la sangre. Pasar el tiempo sin darse cuenta del poder de Dios es inutilizar la vida.

No morimos por una razón hermosa, no morimos por amor a la muerte.

Morimos porque el reloj señala una hora.

 Unos asuntos que me emplazan al sábado que viene no me dejan pensar con claridad. Reconozco que estoy un poco nervioso por estas fechas que no me gustan. Se podría celebrar la nochebuena con un poco más de humildad, es lo que pienso yo y no estaría mal que, en vez de en comer, dedicáramos más tiempo en rezar y en pedir por los demás. Es muy propio del peregrino hablar de viajes largos y del enfermo hablar de la muerte que le rozó. Hay que purificar el corazón haciendo la caridad. Es la manera de ser cristiano en el mundo aunque eso de ser cristiano esté arrumbado en el corazón de las gentes que solo quieren oler bien, vestir bien y comer bien. Esta vida que es un pasar tanto para el cristiano como para el descristianizado, nos pondrá a cada uno en su sitio cuando se llegue la hora. Y no hay más cuentas que echar. Vivir es caminar breve jornada, ya lo dijo Quevedo. Y es así. O si no, piensa cómo han pasado estos años que te contemplan y cómo pasarán los siguientes que intuyes.

Mientras las nubes van hacia la puesta,

me quedo mirando el cielo como un pájaro bendito.

Estoy intentando cocinar unos garbanzos con repollo pero ya se me ha salido todo el agua de la olla y la vitro no funcionaba. Saldrá un churro pero nos lo comeremos. A las 12:00 apago el fogón pues los garbanzos ya están muy cocidos. En cuanto escriba este blog, aparto del fogón la olla. No quiero tirar una piedra que rompa los cristales de los cielos, no quiero dormir al lado de la bestia. Los brazos los tenemos todavía extendidos llenos de amor por esa época dichosa, vivimos tristes, sí, pero con el amor al borde de la boca. Y tú acudes todavía a ese paseo dolido y tembloroso en que las piernas hablan más que el corazón. No será por mí que aquel tizón rojizo se agote como una perla inerte. Seguirá luciendo y ardiendo para ti y para mí. No se irá el día sin tu recuerdo, no se romperá el cristal azul en la hora tardía sin que tu memoria me dé dulce pensar.

Pues más allá de nuestro sueños

la palabra vibrará como una luz férrea y cercana.

 Tomar al alba del brazo, salir a la calle, no temer a nada ni a nadie no lo puede hacer cualquiera. La camisa se ciñe bien al día que nos ha tocado vivir, el cultivo de las letras hace que transmitamos mensajes útiles y verdaderos en forma de novela o poesía o blog o hoja suelta que pinchamos en un corcho en la facultad de Filología de la Complutense. Todo lo escrito queda de alguna manera en la memoria. No debemos dejarnos avasallar por delincuentes, terroristas ni esta morralla que va a venir. Tenemos que rebelarnos contra la barbarie. Salir de paseo con el crepúsculo enrojecido, con el rojerío crepuscular da miedo en esta España de hoy en día. No hay comunistas en todo el mundo y los tiene que haber en España, vaya coñazo de políticos meadores y feos. En fin, la vida se bate en duelo con la noche y sus embelecos ya sí nos va.

Mira qué bonito van haciendo en la foto estos miserables.

Y desaparecerán un día en la historia como canallas.

miércoles, 20 de diciembre de 2023

Casi nadie escribe hoy en día si no son los estudiantes a los que mandan que escriban un trabajo para subir nota o para hacer la media con los exámenes. Se llaman así: trabajos. Un trabajo académico consiste en informarse de un tema y darle un tono personal, sacando unas conclusiones sobre lo averiguado. Yo hice en su día un trabajo sobre "La colmena" de Camilo José Cela. No me salió del todo mal. Me pusieron un 7.  Pero la gente común no escribe. Ni una carta, ni una postal, ni nada. Escribir wasaps no es propiamente escribir. La gente tiene muy bajo nivel literario o ningún nivel literario. Me acuerdo de estas palabras de esa novela: "la mañana trepa como una cucaña, como una colmena". O algo así. Me está robando la sonrisa este movimiento doloroso y triste que hay en las esferas más cutres del poder. La gente no quiere esa mierda. La gente está harta de otra gente que quiere irse de España. Y no quiere herederos del terrorismo. Pero nos los meten en el pan y el chorizo, en el autobús y en el metro. Qué asco de dirigentes. Qué penita de presidente.

Juan escribía y escribía durante la mañana.

Escribía él solo, escribía sin gana.


 Escribir es bueno porque así ordenas tu pensamiento. Pero si no hay pensamiento que ordenar, no escribes nada. Vengo de comprar un repollo del Dia. El Dia es lo más barato que puedas encontrar. Los limones a 1,35. Los fumadores debemos tomar mucha vitamina C. Hay que tomar zumo de pomelo. Pero no había en el Dia zumo de pomelo. Las aristas históricas de la vida nacional nos imponen un modelo de Estado lleno de delincuentes. Habrá que tragar. Los días moribundos me fastidian los nervios hasta que llegue nochebuena. Ya he quedado para un paseo largo el día 25. Este tiempo de espera me pone malo, no leo tranquilo ni escribo historias. Me he inventado una historia de un joven que escribe de 4 a 6 de la tarde y se inspira para ello en el Hola. Yo quitaría la fiesta de nochevieja, es absurda. Simplemente pasamos al nuevo año, no sé qué hay que celebrar. El montón de borrachos esperan esa noche para alcoholizarse sin tregua, para hacer el ganso y ruido, mucho ruido. Para estar con Dios hace falta silencio y soledad.

Pasamos por la casa de la niña, pasamos por la casa de la vieja

y, al pasar, se nos encoge el corazón de ambas maneras.

 Me engañan los de los transistores, los chinos. Me engañan los de las patatas fritas con los polvorones. Me engañan los argentinos de la "Creme de la Creme" en Villalba. Ya está bien de engaños. A ver si hoy compro un transistor que valga la pena en Madrid. A ver si no me cobran a 40 euros el kilo los polvorones y ya no tomo nada en la pastelería de Villalba. Vaya año de perder dinero a lo tonto. Aunque la suma sea corta, es que duele tirar el dinero. Bueno. Parece que va a haber amnistía por toda la cara de los socialistas. Con su pan se lo coman. Los socialistas tienen comprado el voto a pensionistas, jóvenes y parados que son un porcentaje muy abultado del voto total. Y así no hay quien pueda ofrecer una alternancia al poder. La oposición debe mantenerse firme y aguantar el tirón de este aquelarre político que va a haber. Las castañas se abrían tostadas como panes pequeños, como corazones generosos, como dulces momentos de la navidad.

Visitaban a la mujer del sombrero, a la señora azul

para desearla felices fiestas.

martes, 19 de diciembre de 2023

 No sé de qué escribir pero he estado leyendo la prensa y me ha gustado una noticia de un funcionario de Carabanchel que ayuda a inmigrantes a encontrar trabajo. Primero quedó con ellos para tomar algo y luego creó redes de wasap para ayudarlos. Cuando el hambre de conocer gente se convierte en saciedad, a uno puede parecerle el mundo más humano, como en aquella canción en que la amada se queda al lado del poeta. Y el mundo también es más amable. Porque todos vamos buscando compañía. En mis tiempos universitarios tenía un montón de amigos con los que comunicarme. Yo me sentía seguro siguiendo los mismos pasos que otros. Luego vino otra época de incomunicación, de no tener amigos fijos, de ir de allá para acá. Mi noviazgo significó tener a una amiga buena al lado, aunque discutiéramos mucho. Y poder estar al lado de mi hermano es bastante bonito para mi corazón. El hombre es un ser social, necesita relacionarse a toda costa. Relacionémonos pues, seamos felices pues es la navidad.

Años y años confiando en nuestros pobres laboreos,

yendo y viniendo de casa al trabajo, del trabajo a casa.

lunes, 18 de diciembre de 2023

 La historia se renueva y se reescribe con crueles guerras. He oído en internet que, si hubiéramos sabido tener a Rusia como aliado, Europa habría sido muy poderosa. Eurasia habría sido la fórmula para que fuéramos influyentes en el mundo. Pero ha habido guerra y Europa ha apoyado a Ucrania. Rusia es una potencia y Ucrania es un país. ¿Cuándo acabará la guerra? Cuando Ucrania haga concesiones. Cuando Rusia gane los territorios prorrusos de Ucrania. La otra guerra está siendo muy cruel también, con bombardeos en Gaza a civiles y muerte de numerosos niños. Hamas atacó también muy duramente a Israel. El presidente de Israel es muy fanático. Israel está cobrándose su venganza de forma muy cruel.

La más brillante victoria no es más que el resplandor de un incendio.

domingo, 17 de diciembre de 2023

 Bajo las miles de capas de cielo azul, dormimos o morimos o despistadamente vivimos. Así se hace el mundo: los países se contraen o gimen por las bombas o mueren. Los pétalos pisados por unos pies desnudos exhalan su vida como el aire. A todos nos toca sufrir tiranos, a todos nos tocó una guerra lejana o cierta, en el ahora más duro. Las aves tenaces que nos sobrevuelan imponen su ley, su silencio, su tiranía de normas quebradas. Los gritos sofocados y las conversaciones por la igualdad rompen un cielo cada vez más sucio, cada vez más imperioso, cada vez más prepotente. Nos acercamos a ese nogal extraño, a ese dolor de cabeza, a esos ruidos que hacen los poderosos. Poco a poco, el mal avanza en forma de locos, de perros escapados, de deseos de ser otros, más ellos y menos nosotros.

Los grandes ojos húmedos se levantan

y dicen adiós a tanta tiranía.

 Como una sed que viene conmigo desde que tengo uso de razón, así es este deseo de plasmar con palabras una invención. Pero me cuesta, ya que mi mente ya no crea nada. A mí me gustaría escribir todos los días una historia. Pero no tengo historia. Leo, por lo tanto, otras historias, otros libros, otras novelas y me da envidia del lenguaje tan preciso y precioso que se usa en ellas. Me gusta el pensamiento de lo bello, de lo bien hecho. Los labios que nacieron en la noche, por el día parecían más adornados de luz, más redondos, menos misteriosos. La historia de esa mujer dolorosamente oscura es la que estoy leyendo ahora, a ver qué me depara, a ver qué asombro esconde. El orbe entero parece desgobernarse por las guerras, por el abuso de poder, por individuos vanos. El mundo se cansa, el mundo muere, el mundo pesa ya un montón en accidentes y muerte. Con palabras no se para una guerra y menos con palabras ajenas, con opiniones, con pensamientos de paz. La guerra siempre dura demasiado. Estoy cansado de esconderme tras las ramas. Ya dura todo demasiado. Ya vencieron la sinrazón y el odio a los árboles.

La remota certidumbre de que allí se sufre

viene en imágenes en dolor envueltas.

viernes, 15 de diciembre de 2023

Las manos se agitan, las manos bullen como enanitos cuando dos se juntan en el abrazo. Esas manos que estuvieron en los bolsillos del niño que éramos, todo lleno de flores y de arena. Los niños disfrutábamos de un caramelo o un regaliz. Luego, todo el disfrute lo desplazamos a unas caderas, al pecho, al amor del otro. Porque solos no podemos vivir. Necesitamos alguien que nos escuche hablar de nuestro libro, aunque no lo hayamos escrito aún. La vida va tan atómica que necesitamos de un apoyo sentimental en el que demostrar nuestras fuerzas, nuestros odios y nuestras expectativas ante la vida. Es normal en el ser humano depositar nuestra delicadeza en el cuerpo de otra persona, dormirnos apoyados en el vientre de otra persona, morir un poco mientras echamos un cigarrillo después de haber colmado nuestro amor en la dulce alcancía.

Yo extraeré para ti la presuntuosa raíz

de la pasión más fuerte que hayas sentido.

 Vuelve lo acostumbrado. Vuelve la luz a triunfar en este día y no hay luz para tanta vida que se derrocha en el mundo. La gente se dedica a vivir fuertemente, a disfrutar del sexo, de la comida, del dinero, de los viajes, de las profesiones que ejercen muchos que les obliga a hablar a un público atento sobre una invención, sobre un medicamento milagroso, sobre la psicología y la filosofía. Así va avanzando el mundo por medio del conocimiento, por medio de la investigación. Ojalá inventaran una sola pastilla que valiera para todas las enfermedades mentales y no tendría yo que ponerme una inyección ni tomar tantas pastillas. Ojalá inventaran a una mujer que se adecuara a mis necesidades e intereses y pudiera yo estar con ella tan feliz. Claro, que las mujeres no se inventan. Deberían surgir entre la población. Pues que surgiera, que surgiera una mujer buena y bonita y me conociera y me quisiera. Yo le hablaría de mi libro y ella, de los suyos. Y nos lo pasaríamos bomba.

Al atardecer el sol se pone rojo como avergonzado,

avergonzado de ponerse y no haber habido en el día una mujer bonita para mí.

 He ido al Sanuz a tomar un café y croissant. He visto a un grupo de hombres jóvenes que hablaban una mezcla de gallego y caló. Hay de todo en el globo terráqueo. Lo de la permisividad en la educación de los niños es una constante que ya se dio con la generación z. Los padres de estos niños los malcriaron y les dieron de todo. Ahora tienen 40 años y algunos no han sentado todavía la cabeza. Están en Babia, pensando que los cumpleaños y los Reyes todavía deben traerles regalos a una edad en que ya tenían que estar pensando en otras cosas. Se creen que sus hijos son sus rivales porque ahora les regalan a sus hijos digitales muchas más cosas que a ellos. Tienen 40 años y siguen con el síndrome de Peter Pan. Estos suelen decir: los 40 de ahora son los 30 de no sé qué, pero eso no hay quien se lo crea. Es una pena que sigan con ideas infantiles de regalitos y cumples y no espabilen en cosas más importantes. Pero la culpa es de la permisividad y el consentimiento en edades tempranas.

Yo quiero mi regalito.

Tócame un poco el pito.

 

jueves, 14 de diciembre de 2023

 Me uno a aquellos cuya suela de su zapato gime y gime. La geopolítica cambia, siempre está cambiando. Que si Rusia, que si China, que si los indepes, que si el Próximo Oriente. La roca estaba allí, después de que camináramos por horas y horas. Ya estábamos desfallecidos y la roca, la gran roca empezó a hablar: ya habéis llegado al fin de vuestras conquistas, de vuestras fuerzas, de vuestro destino. Subimos la roca, la idea del suicidio estaba presente, pero ninguno la hizo caso. Y allí, encontramos nuestras vidas pasadas antes de echarnos a andar y nos pusimos a rezar a Dios encima de la gran roca y vimos la franja del mar lejos, muy lejos y pueblos hacendosos y vimos un barrendero con su carrito que barría la larga calle que iba de la gran roca a la playa. Y nuestro destino cambió: de ser profesores y médicos e ingenieros fuimos frailes mendicantes y nos fue bien y escribimos un libro con nuestras aventuras y dedicaciones y el libro fue leído por algún hombre sabio y fuimos de nuevo nosotros en una ciudad costera.

Alcanza su límite la montaña y brilla su monte de pinos.

Yo, abajo, en la falda de la montaña creo que llegaré a la cumbre.

 Andar es estupendo deporte. Correr fatiga mucho y la bicicleta no es recomendable pues los coches son temibles. La vida pasa despacio unas veces y atómica otras veces. Es navidad. Tenemos la obligación de ser felices. No nos quejemos de los políticos. La mala sangre que crían no es para estas fechas. De todos modos, a los políticos facinerosos, pronto o tarde, alguien los pondrá en su lugar. En las misas, se ruega por los gobernantes para que sepan llevar bienestar al pueblo. Lo que está trayendo esta caterva es malestar y odio. Pero no nos preocupemos. Lo que mal empieza, mal acaba. No sé que habrá que lamentar de esta gentuza de políticos, pero acabarán. Porque no se puede estar a las espaldas de una nación. No se puede tejer maniobras que no gustan a nadie. Los pensionistas le han votado en julio, pero solo por razones monetarias. La gentuza hay que echarla del poder para que no sigan haciendo el mal.

Sz se alía con lo peor de la política.

Morirá a sus manos su figura raquítica.


 Ya he puesto en el fogón pimienta y tomillo para hacer de la comida algo más digerible. Hoy toca costillas con patatas. Ayer fui a un barrio modesto, humilde. La gente hablaba por la calle, había unión entre los vecinos. Dice una cabeza sabia que los humildes se unen, comparten su humildad. La luz enorme de una piedra que rueda en el río y rompe sus aristas de pronta dureza estalla cuando llega al mar. No todos estamos hechos para el viaje. No todos podemos ser cantos rodados. Llevamos algunos una impronta en la sien que nos impide rodar y rodar en el lecho del río. No amamos la rutina los hechos de argamasa, los que formamos esa masa de rotura de cabeza por dentro. No sabemos salirnos de nuestro presente vago y parecido a una nuez. No sabemos hacer un hatillo y salir en dirección al mar. No sabemos más que de nuestra enfermedad del demonio.

Daban la espalda a una figura ni tan siquiera entrevista

pero que estaba allí para decirles que estaban locos.

miércoles, 13 de diciembre de 2023

 La Tierra se muere. Muchos animales que hay en ella están en peligro de extinción. 44.000 especies. El Amazonas se está empezando a esquilmar. Los océanos sufren de ruidos, de falta de oxígeno, de elevadas temperaturas. Delfines, tiburones, ballenas y otros animales están siendo acosados. En tierra, un montón de insectos, que antes veíamos adornando la naturaleza, como mariposas, abejas, saltamontes también mueren, se extinguen, van a desaparecer. Eso nos debería preocupar a todos los seres humanos y no si uno es derechas o de izquierdas. La naturaleza no es de ningún signo ideológico. La naturaleza siempre ha estado hay hasta ahora, que nos la estamos cargando. El Arca de Noé sirvió para salvar a los animales. Ahora que no hay un diluvio global, estamos matando seres que estaban en la Tierra hace millones de años. El ser humano se lo carga todo y no se pone de acuerdo para revertir una situación gravísima para el conjunto del globo terráqueo.

En el barranco sopla el viento y la sal se esparce

pero no hay quien baje al barranco.

 La tierra da de todo. Pero no cae agua. El agua es muy necesaria para el campo, para que lo que crece de la tierra se aúpe en forma de semilla cuajada. Y no llueve. Abril se ríe del refrán y alcanza 30 grados todos los años. En la reunión que ha habido en Arabia Saudí sobre la situación meteorológica de la Tierra, supongo que se habrán llegado a unas resoluciones sobre los combustibles fósiles y demás. Lo que me ha llamado la atención es que han cifrado en 44.000 especies las que están en peligro de extinción. Entre ellas, yo observo al sencillo saltamontes. Si algo tan humilde y perfecto como un saltamontes está en peligro de extinción, entonces, apaga y vámonos. Es una pena que seres creados por Dios, el hombre las esté matando y no vuelvan a existir en la faz de la Tierra. Es muy triste. Repito: 44.000 especies. Nos debería dar vergüenza a todo el mundo.

La Tierra estaba esquilmada, moribunda,

pero seguíamos con el tema de la izquierdas y las derechas.

 En este mundo de individualidades, cada uno se representa a sí mismo. Con las peculiaridades de cada uno, se va tirando y necesitamos que nos miren, que nos sacien nuestras carencias, que nos adscriban a una clase de personas especiales. Unos están en la cola del hambre, otros están en el paro, otros son pensionistas. Un porcentaje que parece que se queda corto, trabaja. Así, la crisis está servida pues todo el mundo pide y nada da. Yo doy lo que escribo, que parece que no es mucho según están las cosas. El que trabaja paga impuestos por eso mismo, por trabajar. Yo pago impuestos también en forma de tabaco, comida, gasolina, todo con un gravamen que no para de subir para que el gobierno cubra gastos. Y los gastos se disparan por eso, porque cada persona es especial, necesita una atención propia, pide que le hagan caso sobre su enfermedad, sobre su tabaquismo, sobre su necesidad económica, etc. Todos somos especiales hoy en día. En lo que yo me fijo es en las pocas ganas de trabajar que hay. Eso nos llevará a la ruina.

Soy único, soy especial, soy de lo que no hay.

Que me tengan en cuenta. Que me tengan en cuenta.

martes, 12 de diciembre de 2023

 No habitaremos nuestra casa si no guardamos un poco de amor, si cultivamos la semilla de la soledad, si volvemos la cara a los que nos conocen. Así, andaremos con pasos oscuros la limpia calle en que vivimos, llenaremos en el bar nuestro cuerpo de mentiras y exageraciones purulentas. Las actividades de fiesta serán vacuas y tristes al acabar, pues las risotadas y borracheras ya no traen más que el vacío a nuestro alma. Los peldaños de la desconfianza nos harán sentir tristes pues hemos hecho lo que no debíamos, hemos traicionado la confianza que se puso en nosotros y encima, decimos: nos han hecho mal. Todo es proporcional a la mentira que hemos estado fabricando, todo se nos vuelve oscuro porque nosotros también hemos sido oscuros con los demás.

Mientras en la plaza caen las sombras,

tú está resentido de lo que te ha pasado.

 Nos modela la niebla de la mañana, la honda cautividad de los días pasados, el dolor de no ser lo que fuimos ayer, el sucinto pasaje por las noches de frío bajo la manta. Está muriendo gente, hay guerra en muchos sitios del planeta Tierra. Deberíamos todos rezar por que se acabaran esas guerras. Pero no se lleva eso de rezar, estamos en una laicidad torpe que no conecta con Dios y así, no le podemos pedir que acaben las bombas y la muerte. Dios trabaja para que la simiente humana despliegue su amor hacia Él, pero nosotros nos perdemos en un día sin esplendor, en un designio infértil al no recurrir a las oraciones que nos han sido enseñadas. Todos nosotros deberíamos clamar a Dios porque toda iniquidad muera, todo odio se consuma, todo fuego mortal se apague de una vez. Pero no rezamos como hacía Gandhi, como hacían muchos otros, como quizás nos enseñaron. Es navidad. Sé feliz. Pero acuérdate de otros que están sufriendo.

Lástima de saber en estos ojos

la violencia del odio y su manera sanguinaria.

 Ya están desnudos los árboles de esa gente suave y aterciopelada que los poblaba. Cuando llegue el invierno, supongo que hará más frío que ahora y esa gente será recogida por los barrenderos en un acto público de regeneración. El invierno trae la navidad de su mano, la va llenando de frío pero este año no nieva en las cumbres. Es una anomalía pues dice el refrán: por los santos, la nieve en los altos. Esperemos que nieve para que vayan esos forofos de los esquíes a pasarlo bien deslizándose por la blanca alfombra. La melodía de la espiga llegará mucho más tarde, mientras las sábanas recogerán nuestros cuerpos unas cuatrocientas veces más y soñaremos con Dios o con el diablo, según hayan sido las intenciones de ese día. Todo el mundo tiene escondido en su alma la facultad de hacer el mal o el bien. Pero si somos prudentes, no haremos el mal. Es navidad. Procura ser feliz.

Un viento ya gustoso y oliente venía del mar.

Las algas presumían de la sal y del agua.

 En el anfiteatro de Roma, los cristianos eran arrojados a las fieras. Si alguno apostataba, era librado de tal suerte. Pero ninguno lo hacía por amor a Jesucristo. Estos hechos están en la historia, no hay nada que los cambie. No hay invenciones. Jesucristo fue una realidad histórica, como lo fueron los cristianos primigenios. La fuerza de una religión naciente lo vemos ahora con el Islam. Mueren matando. La historia de las Torres Gemelas es como la historia de los cristianos de Roma, solo que el Islam dice que si matas a unos infieles, vas al cielo. Son caras distintas de la manifestación de una religión. El Islam es bastante reciente. Los extremismos de una religión llevan a la muerte, como llevaban las cruzadas a muchos. Bin Laden fue un líder como lo fue Hitler o Stalin, solo que este otro líder era un líder militar como lo fue Mahoma.

Si sigues a tu Dios con demasiada fuerza

equivocas el mensaje.

 Va a haber huelga de cajeros en días clave de compras. No sé si habrá servicios mínimos. Pues al cajero que le toque currar lo lleva claro. A lo mejor, no funciona ni un cajero en todo el supermercado. La gente, supongo, hará las compras con antelación. Mi hermano, mi padre y yo ya tenemos solucionado el tema. Como es cena, comeremos poco. Y navidad, también será algo sencillo. Andaban los gatos maullando de placer pues la noche estaba serena y llena de estrellas. Yo, las estrellas solo las veía en mi pueblo, los veranos que iba allí con mis padres. Las veía desde el patinillo donde fumábamos Paco y yo antes de acostarnos. Eran muy bonitas, casi redentoras. Eran el techo que nos salvaba del día, día difícil de convivencia con mis padres. Esas fechas de verano eran duras de llevar. En fin, la vida va cambiando pero las estrellas parece que son las mismas allá en lo alto. Sé feliz, es navidad.

Yo doy riqueza a una menesterosa juventud.

Pero ¿quién me da riqueza a mí?

lunes, 11 de diciembre de 2023

Maburro. Ya no se molestaba en decir me aburro. Tenía ya sus años y vivía con sus padres. Le aburría todo y por todos los sitios, era el aburrido per se, el aburrido orgánico, es decir, lo llevaba en los genes. Sólo se divertía cuando cambiaba la cosa, cuando variaba su pobre ambiente, y era pobre porque lo hacía así él mismo, estaba acostumbrado a que todo se lo dieran hecho, a que todo se lo organizaran, a pedir a los amigos que le llevaran a tal sitio y tal que allí lo pasarían bien y les pagaba al cuarto de hora con un "maburro". Los amigos se creían que lo decía en broma y se reían de la ocurrencia, pero se dieron cuenta pronto de que era un plasta y le daban esquinazo rápidamente, no lo querían ver ni en pintura, sólo eran amigos suyos los que podían sacar tajada del aburrido, del que no hablaba porque se aburría, así que se juntaba con gente rara que hablaba sesudamente de política, de la muerte, de lo duro que era vivir porque se aburría uno enseguida de esta vida de mierda y en la que siempre está uno deprimido por muchas circunstancias adversas que la vida tenía. Hasta que se hizo amigo de uno que le comprendió al principio y se dio cuenta de que este tío era un amargado profesional y eso de aburrirse era porque no destilaba más que envidia a la gente de más dinero que él y de vanidad absurda que exhibía ante la gente. Le dio bote y le espetó: amargas la tierra que pisas, majadero, vete a freír espárragos, modorro. 

 Por ahí viene la envidia como perro flaco, pulgoso, amarillento y sucio

Apártate del vanidoso si no quieres caer en la confusión de su vanagloria perniciosa

 A un río que pasaba por el pueblo, le llamaron Luis. El río Luis. Hubo en el pueblo una mujer aventurera que dejó la familia atrás y se dispuso a seguir el recorrido del río Luis. Fue recortando colinas, fue atravesando llanos por al lado del río Luis hasta que Luis se convirtió en un río más grande, Luis era el afluente de ese río. En un pueblo, preguntó cómo se llamaba ese río más grande que Luis. Le dijeron que se llamaba Paco. Siguió a Paco esta mujer por llanuras aún más amplias por colinas más grandes, por torrenteras y desfiladeros hasta que este Paco afluyó a otro río más grande. Le dijeron que este otro río se llamaba Jacinto. Y Jacinto murió en el mar. Esta mujer montó un chiringuito en la playa, a unos kilómetros de la desembocadura de Jacinto y vivió la vida en paz, sola, aventurera y triste.

Y tú me dices que yo tengo la culpa de las rosas que salen en invierno.

Y yo te digo que quién tiene la culpa de que el sol salga.

 ¿Qué son los ríos, qué es el agua que hay en ellos? Sabemos que el agua nos quita la sed, pero, ¿qué es la sed? ¿por qué tenemos sed o hambre o un dolor en el costado que no nos deja vivir? ¿Por qué hay tanto misterio no aparente en la vida, en esta vida que se inició cuando el hombre se puso a habitar la Tierra y a hacerse preguntas? Hay tantos porqués como hombres hay en la Tierra. ¿Por qué el amor y la falta del mismo? La vida atraviesa el horizonte con pasos cortos pero seguros hacia una luz que se pone todos los días. La vida persigue al sol que se oculta y muere con él. Y quizás nos da otra oportunidad y vuelve la vida a repetir ese trayecto mágico un día más. ¿Qué es la vida? ¿qué es la muerte? ¿qué somos cada uno de nosotros? Somos un misterio, somos los que andamos y comemos si hay algo de comer. Somos los que sufrimos por unas cosas u otras y somos los viejos de mañana.

Por poco tiempo que estuve en la isla, amé la tierra firme.

La tierra firme más ancha, más fuerte que el deseo.

 Largo Caballero, socialista del psoe, el Lenin español, hablaba en sus discursos de una guerra civil. La II república estaba ya podrida desde el 33 o antes. La república fue una aventura política fallida desde muy pronto. Nadie dejaba vivir en paz a nadie. Pero dejémonos de repúblicas. Hoy, las cornejas o urracas andan a ver si comen o no. La gente se levanta temprano y acude a sus trabajos. Los enfermos mentales no tienen mucho quehacer. Yo hago blogs de estos para pasar el tiempo, no me pidáis mucho rigor en esto que escribo. No hay rigor, solo un deseo de matar la hora. Las alondras madrugadoras llenan la meseta castellana de un silbido hondo y oscuro, ponen patas arriba los caminos de Machado y sacan a relucir la alborada más recia, la alborada de las ovejas y los pastores, de las vacas que rumian el pasto, las suaves colinas de ese paisaje de Castilla.

Me dices, lunes turbio, que no está esperándome la luna

y por eso te maldigo, lunes de perros callejeros, lunes del alma.

 Brunete fue un pueblo destruido por la guerra. No quedó piedra sobre piedra. Fue la elección de unos generales, fue un disparate, fue un sinsentido. Allí se juntaron casi un millón de muertos. Es penoso decir que la guerra es guerra. Fui yo con el coche a ese pueblo tranquilo. No había nadie en la plaza ni nadie por las calles. Y era ya mediodía. En el colegio, llamado Batalla de Brunete, estaban todos los niños del mundo allí aplicados a la lección. Un pueblo ignorante será esclavo y, si sabe, será libre. La pena de Brunete la llevan ahora muchos pueblos del mundo: en África, en Europa y en el medio oriente. La paz es muy querida después de una guerra, la paz es esa cosa tan frágil y dormida que anida en los corazones de la gente siempre, siempre, siempre. Los políticos hacen política y cuando la política se pudre, viene la guerra.

Vino el mar a verme aquí, en plena meseta

por su olor y su imagen, vino el mar a verme.

 Las palabras recorren el día, lo llenan de un sentido comercial o dinerario: con Magón todo es mejor, Mega es estupendo, etc, etc. Y así pasa el marketing ante nuestros ojos, como  un barrido de imagen continuo. No sé si debería apuntarme al gimnasio, dice un cincuentón con la enfermedad a cuestas. Quizás me haga pasar las horas de la mañana más amenas, no tan duras como en casa viendo la tele. Of course. Iré al gimnasio de 8 a 9, que casi no hay gente. Hay ateridos perros de lanas esperando a su dueño que se ha metido en el supermercado a hacer unas compras y no sale y el perro ladra y se pone nervioso y el negro dice: yo te lo cuido. Y la luz de mediodía está tapada por una nubosidad de altura y la pena de vivir reluce como una diosa oscura y barbuda. Dios parece que no te quiere o no existe este lunes asqueroso de mediados de diciembre. Y mira que es feo decir no existe Dios cuando hay muestras de la existencia de Dios por todas partes y es que yo, sin la existencia de Dios no soy nadie y acércame un café bien calentito y adiós.

Dime la certeza de vivir este día, dime a qué me parezco

para no sufrir la luz menguada tras la niebla.

 Aquí, en diciembre y estos barrios, hay grupos de personas que andan buscando un brebaje que los haga insensibles a la desilusión. Al margen están desde hace muchos años, sin nadie que venga a rescatarlos de su espera continua, de su pasado oscuro, de su presente cansado. Se ponen en los bancos y beben y olvidan el día según entra y se emborrachan con fuego, dolor y peleas. Así pasan los días estos hombres amargos a los que nadie quiere y el barrio los acoge, acoge su sombra, sus gritos de beodos, su pasar escandaloso. Van pasando los días y no hay atisbo de mejora, el barrio oscurece sus vidas de leprosos sociales, de caterva de aislados, de ebrios sin remedio. Espero que haya alguna solución aunque solo sea para alguno de ellos y se salve de estar maldiciendo el mediodía.

Canta mi canción, adórame si sabes y quiéreme bastante

para que pueda seguir habitando este día, viviendo un poco más.

domingo, 10 de diciembre de 2023

 El ácido valproico enciende una marea en los circuitos verdes de las neuronas de Filis. Este ácido le hace estar estable ante la soledad de llamador de amigos y recibidor de amigos por medio de llamadas telefónicas. Come sus bollos, se le escapa la válvula como al protagonista de "La conjura de los necios", solo que en este caso, el necio es Filis, Filisberto Moncuerda Toribio, vecino de Almendralejo, que quiere trabajar pero de todos los trabajos huye o le echan por torpe. Que quiere trabajo, repite a todos los que tiene alrededor, que ya van siendo pocos, pues este tío es tóxico, problemático y cretino. En fin, que Dios tenga piedad de Filis y le lleve al descanso eterno, amén.

Era un señor chipiriflaútico,

más tonto que llamárselo.

 ¿Se aprobará la ley de amnistía? ¿Se independizará Cataluña? ¿Será perdonado Puigdemont? ¿Se llevarán todo el dinero del Estado país vasco y Cataluña? ¿Habrá referéndum catalán? ¿Habrá referéndum vasco? ¿Podrá el gobierno con tantas presiones? ¿Votará Podemos la amnistía? ¿Este gobierno de tantos partidos saldrá adelante? ¿Se convocarán elecciones pronto? ¿Durará Sz en el poder? Todas las respuestas a estas preguntas las encontraremos viendo los nuevos capítulos de Franquestein II: el gobierno de la amnistía. Poco a poco veremos como Sz lidera una nueva coalición gubernamental de alta tensión eléctrica que hará que el monstruo se tambalee por los campos de España diciendo incoherencias hasta el final de la política de muchos partidos y mediadores en Suiza y otras guirindainas. Véanlo en su televisor en el telediario de las 3 y de las 9 a ver si entienden algo.

Eres más puta que tu abuela

y no me caso contigo.

sábado, 9 de diciembre de 2023

La luz del sol que baña las hojas de los árboles alimentándolas la quiero para que me dé arrestos de vivir a mi manera, sin repertorios de saludos tontos, sin querer alcanzar una notoriedad estúpida, sin tener que ensayar mis voces en un escritorio. Quiero un baño de bosque que me llene de la humedad de los alfileres verdes de los pinos. Quiero pasear muchos pasos tranquilos por el sendero de lo incontaminado. Quiero que haya paz como la hay entre los troncos de esos seres quietos y robustos al lado del camino. Pero no. No habrá paz en el mundo porque unos son de una cosa y otros de otra y no se niegan a sí mismos para entender al otro. Siempre la cabezonería de ser unos de izquierdas progresistas y otros de derechas conservadoras. Y así, se acabará el cuento y llegará el reino de Dios al mundo y allí habrá el chirriar de dientes.

España toda aquí, lejana y mía

que nunca se pone de acuerdo, ni se apacigua, ni canta, ni sonríe.

Las lolitas pasean con sus bolsas llenas de ropa comprada en el mercadillo, mercadillo que me han dicho que es de los más importantes de Europa, si no, de España. No sé si vino a él una nieta borbona y algunas influencers que lo pusieron de moda. No hay sábado que alguien no pregunte: ¿por dónde se va al mercadillo? Luego, esas hordas consumistas se diseminan por la Gran Vía y calles aledañas de Majadahonda, donde algunas losas de ese paseo peatonal causen la caída de gente mayor o no tan mayor ya que esas baldosas sacan sus aristas por encima del firme. Yo no voy nunca al mercadillo. Me dicen los que han estado que allí no cabe ni un alfiler. Antes compré un día unos calcetines pero nada más porque no hay probadores y no hay manera de comprar con garantía, aunque dicen que es barato todo. Viva el mercadillo. Sé feliz en la navidad pero no olvides que es mejor conservar la cabeza que las barbas.

Yo fui al mercadillo una mañana.

me encontré con más gente que en un charco ranas.


 Un país del mundo globalizado en estos días de Dios. Y yo me pregunto: ¿ qué es la peineta? Los búhos ululan por la noche como las lechuzas, en algunos países abundan las lechuguinas, ay que las lechuzas emiten sonidos así como de ultratumba. Ahí hay una chica, no, chica no, que ya es toda una señora, que dice ay. Oh Dios mío, Leoncio, no sé si lo vamos a conseguir, pero lo intentaré. Por snopy, te lo juro, que sufro de distanciamiento cerebral con la realidad, me lo ha dicho una profesional del ramo, oseano, jajaja. Soy superfragilística, dice la muy guarra, mientras se come un bollo untado en café y ríe sin puta gana: jajaja. Los ovnis son cosas que parecen donuts pero no se comen y emiten luz supranacional. Anaforesis escleptometardada, es lo último en cosméticos de quinta generación, y si no tienes dinero te jodes, y además te quedas sin ver el último musical. Hay por ahí muchos que son una pantalla pegada a su puta cara, entorpecen mucho y un bastón no les vendrá mal, a la madurez viruelas, que dicen los ancianos cuando van a hacer la guerra en una sucursal. Alguien sabe lo que es interpretar una serie de signos lexicogramáticos impresos en formato diverso. Los elefantes barritan y los monos casi hablan, pero los perros son lo más de lo más porque son animales humanizados libres de todo cliché deshumanizante, bien por los perros, las ratas, las cucarachas, las chinches, y los piojos, esas mascotas a las que hay que saber alimentarlas y cuidarlas hasta que se extinga la raza humana, porque somos lo peor y los animales no nos merecen, por favor, un chuletón o unos torreznos que me está entrando hambre, por favoooooooorrr , jajaja, me río por no llorar, quiero pollo frito también, etc, jajaja.

A quien desea demasiado nada le falta.

También al verdugo lo ahorcan.

 Estaba tumbada en una cama y estaba silente, adormilada y sola. La esclavitud de la enfermedad la tenía allí tendida. La actualidad era esa ventana por donde veía el sol o los nubarrones. Quizás se estaba muriendo, no lo sabía. Petra le traía la comida todos lo días. Petra era una mujer larguirucha y fea que servía en la casa desde hacía mucho tiempo. Oía ruidos en casa: de la cocina, de las habitaciones. Había llegado un señor a escribir la historia de su marido. A su parecer, su marido no le había dado buena vida, pero había creado una gran obra científica. Y ese señor iba a escribir la vida de Adam. Ella le dirá a ese biógrafo cómo era su marido: un chulo y un maltratador. Su hija se suicidó por culpa de él, de ese maldito que odiaba como nadie hasta a su propia familia. Dicen que han encontrado en una caja fuerte un epistolario de su marido Adam. Quizás allí cuente muchas de sus tropelías o las oculte ladinamente. Ah, Adam, que hijo de puta estaba hecho.

Cuanto más se sabe, menos se asegura. (refrán italiano).

Cuando una nación depende de muchas visiones políticas, esa nación va a la deriva. Porque no manda la mayoría, sino las minorías más fanáticas y nacionalistas, de la periferia de la nación. El pueblo español votó a dos partidos políticos mayoritarios. Tendrían que haber gobernado psoe y pp. Fuera como fuera: dos años unos y los otros dos años los otros o en coalición. Eso es lo que votó el pueblo español, repito. No que gobernaran o chantajearan, mejor dicho, las minorías periféricas a la mayoría nacional. Porque las periferias españolas son nacionalistas fanáticas que pretenden considerar a España una nación de naciones. Y eso parece que no existe, pero quieren que eso exista. Se va a una España federal para contestar a esas nacioncitas. Ya existió federalismo en España hace mucho tiempo, allá por 1874, en la I república española, pero no triunfó y lo que se llegó es a un cantonalismo peligroso. Las periferias no pararán de pedir más autonomía, más locura nacionalista porque los vascos son muy vascos y los catalanes muy catalanes pero vamos a ver si eso funciona o no. Vive feliz, es navidad.

Si deseas que se te quiera, queda ciego o muere.

Allá van leyes do quieren reyes. Es un refrán que Sancho cita mucho en sus conversaciones con Don Quijote. Así ha pasado en España. El presidente Sánchez, si quería seguir siéndolo, tenía que halagar totalmente a los separatistas y darles prebendas y rebajas fiscales y la promesa de un referéndum. Y así se ha torcido la ley para que ello fuera posible. Al fin y al cabo, son partidos que salen de las urnas. Yo lo que veo mal es eso de los cdr, esos que han sido calificados de grupo terrorista. ¿También para ellos la amnistía? Anda que no causaron daños. He leído una cita de Nuria Espert que dice que antes en Cataluña brillaban la cultura y el entendimiento pero que en estos tiempos han dejado de brillar. Cataluña, hoy en día, me da a mí que es una población fanática y aborregada por una casta política que vive de ese aborregamiento. Pero es lo que hay. Sz tenía que hacer leyes para favorecerse a sí mismo y a su partido y lo ha hecho. Eso de que España se romperá habrá que verlo. Quizás todo pase como en la legislatura de la moción de censura y tenga el gobierno que convocar nuevas elecciones. Lo del referéndum es un trágala difícil de aceptar por cualquier gobierno. O votamos todos los españoles o Cataluña no vota sola.

Freedom for Catalonian, money for Catalonian. España nos roba.

A ver si va a ser al revés toda esta mentira de Cataluña.

viernes, 8 de diciembre de 2023

 "Esto es para televisión", decía la periodista. "Qué ilusión, dígame cuándo voy a salir para que me vea mi hija", dijo la mujer mediana de edad. Al final, lo vio todo el barrio pues la noticia de que esa señora iba a salir en televisión se corrió de boca en boca. Y la pregunta era: "¿Qué le parece el turismo?". Y esa señora contestó en cuestión de segundos de cámara: "No sé. Yo creo que es bueno para España. ¿Eso es lo que tengo que decir?" y cortaron en "es bueno para España". Menos de cinco segundos estuvo la cámara apuntando a la cara de esta mujer que se llamaba Flora, como las damas de los sonetos de Quevedo, como la reina del mundo vegetal, como la gata famosa. Y es que somos el bar de Europa, eso es lo que somos los españoles. En Inglaterra no se bebe ni se fuma tanto como en España porque el vicio está por las nubes. Y lo vio todo el barrio y animaron a Flora a que se presentara a un casting de alguna película y Flora lo hizo y trabajó de actriz secundaria para un director de estos de cine español subvencionado pero después, Flora tuvo que seguir trabajando en la lavandería pues con papeles tan míseros como los que le ofrecían nunca llegaba a fin de mes. Su hija respiró al ver que su madre volvía al redil y se olvidaba de aventuras cinematográficas de chicha y nabo.

Cualquiera puede ser actor o actriz.

Solo se trata de decir unas frases y salir poco.

 Haz el bien como si tirases oro al mar. Es muy difícil esto. Lo de hacer el bien. Normalmente, nuestro día se pasa sin hacer bien ni mal a los demás. Se pasa anodinamente, se pasan las horas aburridas en casa. Hacer el bien de forma generosa solo se puede hacer si Dios te ha puesto ahí para hacerlo. Pero Dios parece habernos olvidado en esta sociedad donde la moral es pisoteada con fuerza. Es poco lo que podemos hacer porque no nos enseñan en las escuelas a sacrificarnos por los demás sino a competir con ellos. La gente está harta de ver escenas en que un viejo es violentado para robarle dinero o una chica es violada. Lo cuentan los telediarios todos los días. Más bien se trataría de hacer esto: si no haces el bien, por lo menos no hagas mal. Eso sería lo justo. Hacer bien no está destinado a todo el mundo, solo a las personas generosas. Y, cuando se hace el bien, la verdad, debe hacerse como si tiraras oro. Eso es verdad. Procura ser feliz, ya que es navidad.

El perro se rascaba las pulgas de un día y de los anteriores

pues era muy flaco.

 No pongas demasiada esperanza en tus semejantes. Así es. Cada uno está a su interés, por lo tanto, no hay que fiarse mucho de los demás porque te defraudan si piensas que piensan en ti. Aunque hay personas que se preocupan por el semejante, llevan en ellas el tizón que arde con la llama cristiana. Y sí se preocupan por los demás. Esas personas irán la cielo si lo hay y vivirán eternamente felices. Por eso, por preocuparse por el semejante. Voy a cambiar de tema y hablaré de la vejez. Cicerón, ese sabio orador de la Roma clásica escribió un libro titulado "De senectute", que va de la vejez. Una vejez bien llevada es depositaria de sabiduría y buenos consejos porque el viejo hizo cosas en el pasado que le han hecho madurar el pensamiento. Como la vejez es la antesala de la muerte, al viejo le da qué pensar y lleva una vida cerca de la moral. O así debería ser. Hay un refrán español que dice: del viejo, el consejo. Porque los viejos han vivido ya de todo en su andadura por la vida. Hagamos caso a los viejos y seamos felices pues es navidad.

Las huellas de unos besos amorosos dados en la juventud

regresan ahora dormidos y secos en la senectud.

 Tu pie desnudo se asemeja a la aurora. La orquesta se prepara para tocar ese pasaje musical tan atrayente. Pensando en la ciencia musical se me pasa el día. Callo y pienso. Pienso en tonadas que salen de la cuerda del violín y de las teclas de un piano antiguo. La ciencia debe de ser algo parecido a la música: cómo desvelamos notas extraordinarias a la vez que desvelamos los secretos de la naturaleza escondida. Una planta es una medicina cuando pasa por un laboratorio. La danza y la música de las estrellas no podemos verla ni oírla, pero ahí está. Un día, en la Tierra, los violinistas y pianistas tocarán el baile y las notas musicales que están interpretando para nosotros las estrellas. Y seremos un poco más felices por desentrañar un secreto tan bien guardado por Dios a los mortales.

Un esclavo no puede ser feliz ni en sueños.

Porque le falta amor a la vida y la libertad.

Nuestra verdadera tumba no está en la tierra sino en el corazón de los hombres. Es verdad que en vida fabricamos nuestra muerte en aquellos que nos niegan nuestro ser, que van maldiciéndonos, que abusan de nuestra bondad, que pretenden manipularnos. Entonces, ya vamos muriendo en el corazón de los que nos calumnian, de los que van por ahí contando mentiras de nosotros para difamarnos. Así, vamos muriendo en el corazón de los demás. Los corazones de los demás se manifiestan por sus bocas; del corazón a la boca hay un corto camino. La verdad es que las personas deberían ser buenas, portarse bien con los demás, pero hacen lo contrario. De ahí que muramos en los corazones de la gente porque cada vez hay más descreimiento y los corazones bullen en el fango de la maldad porque no tienen una moral que aplicar a esos corazones. Vivimos unas épocas en que todo vale, en que ser malo se tiene por normal y así nos va. Pero creo que siempre ha sido así. La naturaleza humana es así. No tiene remedio. Pero como es navidad, procura ser feliz.

No escatimes con los demás y no se escatimará contigo.

Antes bien. La gente será generosa contigo si das liberalmente.

 Cada hoja de un árbol es, a los ojos del sabio, la hoja de un libro que ayuda a comprender la naturaleza de la creación. Mi hermano Paco dice que un ramillete de césped daría para investigar a los científicos por un siglo y aún les quedaría por descubrir. La inteligencia de lo creado es un signo que podría hacernos creer en Dios. Muchos investigadores del universo, al ver en él tanta perfección, empiezan a creer en algo que lo creó; o sea, en Dios. La palabra Dios quizás solo se use para cagarse en Él, pero yo creo que da muchísimo más de sí este concepto para los que quieren ver en Dios un Creador de las estrellas, las llanuras fértiles, los ríos... cómo van todos por un orden que parece mentira a los ojos del humano. Lo que pasa es que, si solo se frecuentan las tabernas, solo se ven defectos en el ser humano y dislates de la Creación como son los borrachines y sus malas lenguas y su peor discernimiento de las cosas del mundo. El otro día decía uno de estos bebedores habituales, un poco ajumado el hombre: la Tierra no  puede ser redonda ni moverse porque, si no, nos caeríamos de ella. La Tierra es plana. Qué diría Galileo y otros que casi pierden la vida por decir la verdad de la naturaleza al oír a este hombre. O sea, que en las tabernas se va olvidando lo poco que se estudió en los colegios con los maestros, fueran estos malos o buenos pero que decían las verdades a los niños escolarizados.

La alegría es el universo de la libertad

y libres es el mejor modo de vida que existe.

jueves, 7 de diciembre de 2023

 Vivamos la vida del modo que sea. No nos debemos quejar pues siempre hay una viuda que deposita todo el dinero que tiene para comer en el cesto de la iglesia. Si no nos vamos de puente pues no estemos pesarosos del que sí se ha podido ir y haber visto un poco de mundo. He oído que Londres, Madrid y Roma son los destinos de este puente que ha venido tan largo. Yo estuve en Roma y casi no recuerdo nada de todo aquello. Para conocer Roma de verdad hay que pasar allí unos cuantos días. En "Cesar o nada", de Baroja, sale descrita Roma, con sus barrios y su gente de religión y sus artistas. Los artistas de Roma alquilan un ático y cincelan el mármol y pintan cuadros que luego venden al mejor postor. No seamos envidiosos del que va Roma. El que va a Roma no encuentra allí más que a otros que hacen lo mismo que él: andar y andar y andar.

Tú que cuidas que tu mensaje ande por estos lugares 

sigue escribiendo lo que surja, lo que sientas, lo que ames.

 De repente, hay ausencias. Ausencias más o menos encendidas. Y caminamos y caminamos. El camino es el camino, no hay otra. Puede ser camino con pena, pero es camino como todos los caminos. El que dice que es feliz y nada le falta no sabe lo que dice. Se puede ser feliz como un regalo que manda Dios de vez en cuando pero no para siempre. Son los dioses del Olimpo los que siempre están felices o cuentan que estaban felices porque ni un soplo de malestar corría por el Olimpo y una temperatura suave y dulce corría en aquel monte que habitaban los dioses. Puestos a creer, hay que creer en un Dios que bajó a la Tierra y dejó un mensaje: ama a tu prójimo. Me alegra saber que Dios estuvo en la Tierra como un ser humano más. Eso hace a Dios muy humano. Celebramos que Dios nace. Andemos en pos de esa estrella que dice que Dios ha nacido. A lo mejor ese camino sí es bueno, es como caminar más derecho que por los caminos humanos que andamos todo el año.

Hecha de plata, la jarra solo contiene agua para la sed.

Pero no es poco.

 Me fuerzo a ver en la calle y en los locales signos de la navidad. Y veo un muñeco televisivo o cinematográfico con una estrella en la mano o un regalo y me pongo contento. En las cristaleras de las tiendas hay también estrellas, espumillón o un Papá Noel. Si no fuera por la navidad, el invierno sería bastante más triste. Ayer estuvimos Paco y yo con un amigo. Charlamos y tomamos un café. Somos piedra que existimos. Solo las aves sobrevuelan el mundo, la tierra. En esta selva que es el mundo, nos atrapan las lianas, nos estorban el paso mucha vegetación superflua. Las aves cantan chirridos agudos que meten el miedo en el cuerpo. La selva entorpece el camino. Los líos de la selva nos meten en apuros. Una serpiente repta buscándonos. Hay animales salvajes en la selva. Hay que tener cuidado.

Contemplar las palabras

y saber de qué está hecho el tiempo.

La vida, a veces, no te da lo que quieres o te quita algo o alguien muy valioso. Pero hay que seguir. No digas que te quedarás ahí parado sin hacer nada. Tendrás amigos, tendrás amor. Tantas horas que quedan para la primavera, tantos ayes que exhalar de lo más profundo del ser. Lo único que nos queda es andar bien, descansar adecuadamente, no agobiarse por nada. La vida ya no florece como florecía antes, cuando las preocupaciones eran pocas y la dicha, mucha. Por la ventana se cuela la claridad de la mañana aunque está nublado. Siempre hay por el mundo un hombre malhadado ejecutado por las leyes, zarandeado por los otros hombres, torcido por su malsano comportamiento. Hagamos que nuestra vida no sufra, no malgaste pena en llorar, cuide de su emoción diaria y viva feliz porque es navidad.

Como un latido amanecido en lumbre
así surge el optimismo en el triste.

 A veces tiene uno ganas de conocer gente para exponer las dudas que ofrece la vida. Gente nueva, que te oiga con oídos nuevos y tú le escuches a esa gente. Cuando una puerta se cierra, se abre otra, dicen. Yo he tenido amigos que no escuchaban, que estaban en su mundo y de ahí no salían. No salían para escucharme un poco, solo un poco. También he tenido amigos con muchos problemas, problemas que extendían a los demás, unos problemas que solo podría solucionar este amigo que digo. No me gusta la gente problemática, solo saben hablar de ellos mismos. Ya digo, me vendría bien conocer gente. Pero es muy difícil con los tiempos que corren. Una consejo de internet es que se meta uno en una ONG, pero yo no veo eso como solución. A una ONG se va a prestar un servicio, no a hacer amigos.

Inundad la radio, la televisión y el cine de entelequias

para que no entendamos el mundo, para que todo sea difícil.

miércoles, 6 de diciembre de 2023

 Hay ríos que pasan por la meseta, alejados de las ciudades. No pasan por debajo de ningún puente. Van rectos o bordean alguna loma. Van solitarios, van con su destino hormigueando en sus aguas. Son grandes ríos, como el Ebro o el Duero. Su misión es acaparar agua, agua generosa de sus afluentes, agua benefactora, agua sutil de cada rama de líquida expresión. Van al mar. Los ríos chicos también van al mar, delegando en estos grandes. "Quiero que me lleves al mar", parece decir el Eresma o el Pisuerga. Y van al mar donde desaguan un agua purísima y fecunda, como la raza española. Y así, estos ríos se cargan de razón, se cargan de una enorme responsabilidad continua, pues siempre, siempre, siempre llegan al mar. Están llegando al mar mientras escribo esto, están llegando al mar como vírgenes al macho, están llegando al mar hora tras hora.

Sal y mira si no hay un muerto en el balcón.

No, en el balcón solo está el fruto de tus sueños.


 Donde fuiste feliz una vez no deberías volver jamás. Porque aquel lugar ya no esconde los jacintos en flor, porque ya no hay a quién querer en ese lugar, porque los bares donde fuiste de ese lugar solo esconden una esquinas borrosas de novedad que no entiendes. Deberías coger un taxi que te llevara a Cádiz. En Cádiz, la brisa marina te anunciará como a un ángel con alas que puede volar. En Cádiz y en Jerez la vida surte un chorro de agua purísima que ya no surgirá en aquel lugar del que te dice el poeta que ya los claveles están marchitos, que ya la gente nueva no te conoce ni  te habla. No vayas ya nunca a ese lugar de rincones desgastados por la sombra de la decadencia. Además, la frutera te dijo que el boxeador se levanta de la lona, pero ese lugar ya no se levanta y está tumbado, está muerto.

Vivir en aquel sitio debe de ser horrible.

No se ven gentes por la calle un día de fiesta.

 Ayer me calmé oyendo una disertación de una especie de psicólogo que hablaba de la gente mala. Al final, nadie quiere juntarse con gente mentirosa, que hace el mal al prójimo y no evoluciona a una madurez personal. Dicen que esta gente mala sufre mucho en su vejez pues ya nadie los quiere de tantas putadas que han ido haciendo por ahí. Es lo justo. Nadie quiere aguantar inventos que se les ocurre a otros y los tenga que soportar esa persona que no tiene nada que ver con esos inventos que quieren ellos. Todo es un lío con esta gente mala. No se sabe quién tiene la culpa de los enredos al final pero esta mala gente se atribuye los éxitos y quieren que tú te atribuyas los errores de los que ellos han sido responsables. En fin, la gente mala se ve arrinconada en su vejez por eso, porque son gente mala.

No hay anverso sin reverso.

 Un señor iba por la calle y unos de una televisión le preguntaron: ¿Usted es de los que votan?". Sí, yo voto, respondió. ¿Y por qué vota? No lo sé muy bien porque todos los políticos son unos sinvergüenzas. ¿Sabe usted que hoy se celebra la constitución? No lo sabía porque no me he ido de puente. Si me fuera de puente sí sabría lo que se celebraba. ¿Qué es lo que más le gusta de la política? El sueldo que tienen los políticos, que no para de subir. Me gustaría cobrar lo que cobra el más triste de los diputados del congreso. ¿Para qué cree que sirve la política? Para crear problemas que no existen y luego, no resolverlos. Entonces, ¿para qué vota? ¿He dicho que voto? No, yo no voto. No voto a nadie. Todos son unos sinvergüenzas. Yo votaría si viera que mejora España, pero no lo veo. Cada vez hay más ignorantes y los pocos que sabemos de libros no nos hacen caso. ¿Puedo hablar de mi libro? Lo siento, esto es una encuesta estrictamente de política. Pues váyanse a la mierdaaaaa.

¿Qué es la política?

Dicen que es una caterva de señores que nos representan. A mí no.

 Que hagan ya la puta amnistía y nos dejen en paz. Menuda mierda todos los días hablando de los tres poderes, de los jueces y de su madre. Que sale una dictadura personal del psicópata, pues que salga. Ya sabremos a qué atenernos. Que esto va a ser una república venezolana, pues que sea pero que sea pronto ya pues esto parece el parto de los montes. Las emisoras de la radio ya no saben de qué hablar, los políticos están a la gresca todos los días. Que se cargan la Constitución, que se la carguen ya de una puta vez y nos dejen en paz de tanto politiqueo. Nos van a dar la navidad estos malandrines follones. A mí me gustaría un duelo a espada entre el psicópata y uno de la oposición, a ver en qué quedaba. Los socialistas son muy muy electorales: no quieren perder ni una elección. Y se juntan con lo peorcito de la política española. Así les va a ir.

La política en la calle no tiene nada que hacer.

Es común pensar en la calle que todos son unos ladrones.