viernes, 8 de diciembre de 2023

 No pongas demasiada esperanza en tus semejantes. Así es. Cada uno está a su interés, por lo tanto, no hay que fiarse mucho de los demás porque te defraudan si piensas que piensan en ti. Aunque hay personas que se preocupan por el semejante, llevan en ellas el tizón que arde con la llama cristiana. Y sí se preocupan por los demás. Esas personas irán ala cielo si lo hay y vivirán eternamente felices. Por eso, por preocuparse por el semejante. Voy a cambiar de tema y hablaré de la vejez. Cicerón, ese sabio orador de la Roma clásica escribió un libro titulado "De senectute", que va de la vejez. Una vejez bien llevada es depositaria de sabiduría y buenos consejos porque el viejo hizo cosas en el pasado que le han hecho madurar el pensamiento. Como la vejez es la antesala de la muerte, al viejo le da qué pensar y lleva una vida cerca de la moral. O así debería ser. Hay un refrán español que dice: del viejo, el consejo. Porque los viejos han vivido ya de todo en su andadura por la vida. Hagamos caso a los viejos y seamos felices pues es navidad.

Las huellas de unos besos amorosos dados en la juventud

regresan ahora dormidos y secos en la senectud.

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