miércoles, 27 de enero de 2021

Era un señor que salió de su casa a la calle y entonces, llegó la pandemia. La pandemia constaba de unos virus diminutos en cantidad industrial que se metían en los pulmones de la gente y ahí estaban calentitos pero provocaban una tos cavernosa que los echaba fuera y contagiaban a las personas que estaban alrededor. Entonces inventaron las PCRs, unas pruebas que decían si el que se lo hacía tenía el virus dentro. Y lo hicieron a grandes rebaños de gente que hacían cola durante una hora en polideportivo y así, al que daba positivo en el PCR, se le mandaba a casa a una cuarentena. Pero llegó el amaestrador de pajaritos cantores y los puso a todos a cantar y las tardes fueron muy amenas y distraídas. Y llegó el tocador de guitarra y dio un concierto mundial a las cinco de la tarde y todos aplaudieron tan fuerte que el virus se asustó y desalojó todos los pulmones de la gente y se fue a vivir a los pangolines que es de donde había salido. Y entonces, ¡aleluya! La pandemia se declaró derrotada y la paz acudió al mundo hasta la próxima pandemia o hasta que los extraterrestres nos den con un palo de escoba en la cabeza.

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