martes, 19 de enero de 2021

 Gracias a los poetas que comento, veo expresiones nuevas en el lenguaje y aciertos estilísticos que se me quedan en la memoria, así que voy a seguir con Ricardo Molina. Ricardo Molina nació en Córdoba y fundó la revista "Cántico" junto a otros poetas y pintores.


                                             ELEGÍA VII.


                                                                        A Ginés Liébana

En Sandua aúlla el viento por los viejos tejados,

por los muros ruinosos y la negra veleta.

El avellano esfuma su contorno en la niebla

y el torrente ensordece los valles desolados.


Los nogales sacuden sus mil hojas de agua

anunciando el otoño en los campos aún verdes.

Las nubes se derrumban como un trono solemne

sobre la silenciosa calma de las montañas.


Los violentos despojos de la oscura tormenta

en las aguas salvajes se destiñen y flotan.

En los rosales queda todavía una rosa

y al aspirarla mi alma se inunda de tristeza.


No había oído hablar de este poeta ni en mis estudios de la universidad ni tampoco en los apuntes de mi oposición. Se supone que este poeta y otros del grupo "Cántico" no eran académicos ni era necesario estudiarlos.

Sandua es una creación del propio poeta para la inserción en ella del Amor y la Naturaleza.

No me gustan muchos estos versos pero sí la musiquilla que produce al leerlos (son versos alejandrinos de 14 sílabas) con un ritmo de palabras de acentuación grave.

Me gusta este verso: "por los muros ruinosos y la negra veleta" que evocan cierto abandono en el paisaje. Son dos frases compuestas por nombre y adjetivo que dan lugar a dos representaciones de la realidad de un pueblo en ruinas.

En los últimos versos de este largo poema, el autor se identifica con el lugar que describe, otoñal y ruinoso, como si al poeta también se le haya ido lejos la felicidad, el amor y la belleza.

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