viernes, 24 de julio de 2015

La chicharra no para de cantar. En el invierno nos parecerá mentira que la chicharra cantara tanto que nos distrajera de la lectura. El verano ya ha cruzado casi la mitad de su recorrido y el calor se va atenuando y después de lo vivido, este calor nos parece habitable.
Tengo que fregar los cacharros y me da pereza. 
Entre los aspectos del hombre masa que habita este siglo XXI y que ya Ortega y Gasset describió en "La rebelión de las masas", un lector del ABC dice que este de hoy en día no puede elegir entre lo malo y lo bueno sino solo entre lo malo. El hombre masa actual es mostrenco, iletrado y basto como él solo.
Yo creo que entre leer el País, en el que se nos ofrece un mundo de yupi y el ABC en el que todo está mal, me quedo con el término medio: habrá gente educada y civilizada que yo no conozco y habrá gente mostrenca e iletrada que sí veo a mi alrededor. Que yo no la vea no quiere decir que no exista pero mi ambiente debería vigilarlo porque no veo más que mostrencos. Debería yo hacer lo posible por conocer a alguien más elevado. Pero bueno, hay mostrencos muy divertidos y hay gente educada aburridísima. Lo malo es que el mostrenco te puede dar una coz a menos que te descuides.
Si ves mostrencos a tu alrededor o gente indecente, es porque existen.

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