Qué diré yo de nuevo que no esté dicho antes por los escritores latinos, medievales, renacentistas, barrocos, dieciochescos, románticos, realistas, modernistas, vanguardistas, cubistas, surrealistas, futuristas, marxistas y todos esos que me precedieron. Qué sabré yo que no haya sido sabido por todos esos que cogieron la pluma y escribieron. Parece mentira que todavía escribamos nosotros, los de esta época, diciendo casi lo mismo que dijeron ya otros. Pero hay que escribir, expresar las cosas nuevas de esta época. Ojalá viniera una época de paz duradera para que la pudiéramos contar. Ojalá el diablo dejara de obrar maldades y lo pudiéramos contar. Ojalá la vida fuera más sencilla como la edad del oro del mundo y lo contáramos, como hace el Quijote frente a los pastores mientras come bellotas.

En la edad de oro de la humanidad no había ni mío ni tuyo.

Ahora no hay más que egoísmos tristes.