Ayer estuve con una vecina tomando café. La pobre dice que se siente mal, que le sube la tensión y, como no sabe a qué atribuir la subida, pues dice que es este estado de cosas políticas, geoestratégicas que están ocurriendo en el mundo. Habló de una III guerra mundial y eso, no quería verlo. La verdad es que el mundo está dando unas zancadas grandes al desbarajuste si no hay políticos a la altura que puedan poner un ritmo más lento en estas negociaciones de paz, en este genocidio, en este impetuoso país en que se está convirtiendo EEUU. Y luego China. Y luego, Rusia. Unos gigantes que parece que se van a comer el mundo y lo que están haciendo es revolver y revolver. Es difícil poner a estos países de acuerdo por su fuerte nacionalismo. Necesitamos moderación, un freno a estos impulsos.
El mundo parece entrar en otra era.
Por eso estamos en una situación de confusión.
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