En mi título de Filología dice: Juan Carlos I, Rey de España, y en su nombre, El Rector de la Universidad Complutense de Madrid, considerando, etc., etc. Mola saber que el rey de España es el que patrocina mi licenciatura, el que la otorga validez. Y con ella, tengo derecho a ejercer de filólogo en toda España. Pero, ¿para qué valemos los filólogos? Pues para fijar textos. Para explicar contenidos lingüísticos que producen los seres humanos. Para ser profesor de lengua y literatura, como yo fui. Para dilucidar temas de gramática en documentos del tipo que sean pues un licenciado en Filología, ante todo, es un gramático. Para producir textos también valemos, para crear documentos del tipo que sean sin ambigüedades ni posibilidad de falsas interpretaciones. En fin, los filólogos somos expertos en documentos escritos y hablados.
Un adverbio o una coma pueden ser motivos de malentendidos.
Un filólogo sería capaz de deshacer ese malentendido.
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