miércoles, 19 de marzo de 2025

 Hay una canción que dice: "el ritmo de la vida me parece mal". Me parece que es una canción de amor en la que el que canta ha perdido a su amada. Cuando estamos desplazados del ritmo de la gente nos hace pensar que se lo montan mejor, nos sentimos desgraciados, nos sentimos fuera de onda, nos sentimos pequeños e insignificantes. Yo no veo a la gente querida, a la gente con la que conviví hace años, los del pueblo, mis parientes, etc. El ritmo de mi vida es muy bajo, es de andar por casa, nunca mejor dicho. Y que no vaya a peor, es lo que pido. Pero también es muy aburrido no ver a alguien con el que has pasado tiempo y sensaciones. Bueno. Seguiré escribiendo y leyendo periódicos como la forma de que el ritmo de la vida me parezca un poco consistente. Es como me decía un amigo: la espada de Damocles debe estar siempre sobre nuestras cabezas. Para exigirte hacer algo, lo que sea, para estar en la onda.

Si yo me exijo

haré alguna cosilla de valor aunque sea para mí mismo.

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