Los ríos nos enamoran por su largueza. ¿Dónde irán, qué tierras surcarán las aguas, a qué tierras regarán, qué chopos a su vera lamerán sus corrientes? No es tiempo ya de hablar del líquido elemento pues hemos tenido una buena ración de quince días. El sol ya brilla para todos, salgamos a ganarnos el pan, como hizo el Cid, según cantó en su poema Per Abbat. No tenemos canciones musicadas de tan bello poema como es el de Cid. Jimena y el Cid se separan "como la uña de la carne". El Cid avanza y conquista Valencia. Tiempos heroicos aquellos en que Doña Elvira y Doña Sol son justamente vengadas de los infantes de Carrión. Yo lo he leído más de una vez ese poema y es muy bueno. Los burgueses y las burguesas por la finiestras sone. Todos decían una razone: Dios qué buen vasallo si hubiera buen señore. La vida va cambiando y ya no hay héroes. Pero no creo que dejará de haber buenas acciones de unos con otros, seguirá habiendo buenos cristianos en esta sociedad descristianizada.
El mundo ha girado tanto y hay tantos inventos
que a la gente nos vuelven locos con ellos.
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