domingo, 16 de marzo de 2025

 Voy a 3000 kilómetros por hora pero no sé si llegaré a la base. Mi compañero teniente murió de un acceso infeccioso. Yo estoy aterrado por si me he infectado. Las últimas pruebas dieron que no. En la nave espacial llevamos un pequeño barco de Noe. Dos vacas, gallo y gallina, cerdo y cerda, etc. Solo animales domésticos que se puedan adaptar al mundo del nuevo planeta llamado Novaterra. He perdido dos partidas de póker con la máquina y he ganado una al ajedrez. Ahora la máquina tiene más dinero que yo. Ya me avisaron sobre la ludopatía a bordo, pero no lo puedo evitar viajando por el negro de lo vacío, de la antimateria. Novaterra está lejos todavía. Acciono el mando de cálculo de agua. Quedan cuatrocientos litros y es poco. A lo mejor necesitamos amartizar en otro planeta a aguar. Según las coordenadas, Novaterra está a 100.000 kilómetros de aquí. Lo podremos conseguir. Plan Noé. Plan Noé del 3320. Ya hubo otros planes Noé con naves como estas. A mí me eligieron porque me gustan los gatos. Y porque en las pruebas psicológicas di el máximo. Juego otro póker con la máquina. La máquina pita y no me deja jugar. Pruebo el ajedrez. Al fondo, veo un meteorito a esquivar. Si llegamos a Novaterra, me casaré con alguna chica de allí, aunque ya esté casado. La ley interestelar lo permite.

Pequeña pincelada de un futuro galáctico.

Y no está Cristiano.

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