lunes, 19 de agosto de 2024

 Vengo sudando de dar el paseo. Muchos son los anillos que no se cuelan en el dedo por grandes o por pequeños. Los astros nos guían quizás por algún lado, por algún motivo, por algún designio ignorado. No hemos ido en coche hasta la última casa de Dios. Mañana es martes. No llueve. La Mari Carmen no sabe coser ni guisar. Es difícil decir la verdad. Levanta escozores no muy deseables. Los millonarios están ahora cenando una cena leve, cara y distinguida. Los pobres cenan también y son muchos los que desearían ser ricos. Los pobres no son tan pobres si consiguen ser felices sin acordarse de los ricos. Techo, comida. Un poco de fe en uno mismo y cenamos. La vida se oculta entre los enrevesados esquinazos de la ciudad, entre los raíles podridos de los tranvías, entre las ratas de los conductos ocultos. Danos el pan nuestro de cada día. Dormir es la solución a pensar y a empinar del codo. Errare humanum est, por lo tanto, todo ser humano, en principio, está equivocado.

Las maravillas del cine las vemos rotas en esta vida que llevamos,

en la que no podemos querernos a gusto, convivir felizmente.

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