martes, 13 de agosto de 2024

La noche ya acude al noveno piso de un bloque de viviendas a 100 metros del mar. Un hombre ha estado viendo una película de hora y media y tiene en el congelador, a buen recaudo, una copa de vino blanco. Se acerca al frigorífico, saca la copa llena de la líquida ambrosía. De la terraza ya viene una brisa fresca. Estamos a mediados de agosto. Mucha gente dice adiós a sus vacaciones. Este hombre no. Ya está jubilado y disfruta de su piso noveno a 100 metros del mar. Se sienta en su silla de bambú, bebe a lentos sorbitos del vino blanco. Sorben también los poros de su piel la brisa marina que viene muy fresquita. La luz del día se apaga. Empieza la luz humana, artificial del horizonte: pueblos costeros, turísticos, faros... Bebida la copa, se mete en la cama a dormir la tarde, a dormir el vino y la oscuridad de la noche.

Se empieza  a agradecer el fin del verano.

Llegan lluvias y tiempo más fresco.

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