Podría ser este blog otro "Platero y yo", pero sin Platero. No creo que llegue a tanto, pues Juan Ramón es Juan Ramón. Yo, sin embargo, sigo escribiendo. La mañana afeita su azul veraniego. Yo vengo de un hilo que ata letras que añoran retales que vive entre sentimientos e historias. Yo medito a veces en la triste historia de mis versos cantados. Ayer yo no era más que un niño sin miedo. Luego, un joven admirador de lo bello y hoy soy sólo uno más, uno más que tiende a la tristeza, al destello frío de las rocas en la noche. Es difícil vivir con una enfermedad mental porque uno se levanta confuso y triste, no sabe si remontará en el día ese estado melancólico con que se levanta. Hay muchos sentimientos que uno no querría vivir. Todo es un poco desastroso.
Cuántas veces he llorado mirando a tus ojos tuyos y míos.
Cuánto dolor lleva el olvido.
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