Estoy leyendo a Marta Rivera de la Cruz. Es buen libro. Va por orden y ameniza mis tardes en que no se puede hacer otra cosa que escribir o leer. Es la historia contada de un anciano. Lo que mola es que la novela son dos novelas: la historia del anciano y la historia de la protagonista por un Madrid bastante tranquilo. También me estoy leyendo por segunda o tercera vez "La voluntad" de Azorín. Es muy buena, es de un hombre que va de Yecla, en Alicante, a Madrid, a buscarse la vida. Y leo poesía. Antes, yo no leía poesía pero ahora, sí. Tengo varios libros de poesía y los voy mirando, leyendo, unos versos, etc.
Me sonrojo al mirar a esa chica que hoy quiero:
me gusta ver cómo se pinta la cara y los ojos en el bus, delante del espejito, más allá de todo lo que yo pienso y hago.
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