Me levanto, desayuno, me siento triste (serán las pastillas), voy a la calle a entretenerme. Como, me tumbo, voy a que me pongan la inyección. Voy al pueblo de al lado, camino y camino, mis pasos, mis pasos. Fumo un cigarrillo en el sitio de las flores, hoy secas. Sigo andando, andando. Mi cabeza va pensando cosas volanderas. Llego al pueblo de al lado. Pienso en ladrones, en gente de poca salud, ya viejos. Pienso en la merienda, pienso en un gol muy bien metido, pienso en la vida rara que hay ahora. Pienso en mi enfermedad, en sus características. Pienso en la vida, otra vez, como algo enredado, difícil, torturante. Tomo una cerveza. Cojo el camino de vuelta. Ando, ando, ando. El periódico no hablaba de ti. Pienso pero el pensamiento es alado, escurridizo, frágil. Concluyo: hay tontos de todos los colores.
Imagen es la vida de la muerte. Lo que no es espera, ya está otorgado.
Vivamos lo feliz que podamos, pues no hay otro camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario