Cuando se desata la ira, puede haber peligro en cualquier momento. Las consecuencias de la ira son desafección, miedo, humillación y llanto. La pena por la que se atraviesa cuando nos relacionamos con una persona iracunda, permanece, es honda. Los malabares del payaso se cayeron al suelo. No estaba el payaso por hacer payasadas. Estaba deprimido porque sufría esquizoafectividad. Se fue a casa. Un familiar le llevó al hospital. Allí está, esperando a que ese familiar le visite y le dé ánimos y acabe con su soledad. Por las tardes, de 6 a 8, su familiar viene y le habla y le explica que pronto volverá a hacer payasadas en el circo. El circo parte para el norte pronto, dentro de una semana. El payaso esquizoafectivo quiere ir con el circo, es su modo de vida, no conoce otra cosa. El payaso se pone nervioso. El familiar le calma. Le han dicho al familiar que el payaso tiene un hueco en la trupe, que siempre estarán con él porque nadie como él hace reír no solo a los niños sino también a los mayores. Moto tua tendat ad bonum actium. Ya he diseñado a mi personaje. Ahora tiene que vivir dentro de la ficción.
He creído en el hombre y mis rezos han sido para él.
Porque no hay otra cosa más importante.
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