El otro día que fuimos al carnicero, dije: no he ido a las fiestas del pueblo. A ver si voy un día de estos. Y un bocazas que hay allí me dijo: es para matarte a palos. Para matarme a palos, dijo. Quizás la expresión es un poco fuerte. Podría haber usado otra. Pero usó esta. Una muerte a palos. Increíble. me suena a épocas pasadas, incivilizadas. Podría haber dicho: no estoy de acuerdo o algo así. O podría haber preguntado: ¿Por qué no vais a las fiestas? No. Dijo: es para matarte a palos. Hay gente que si no haces lo que está previsto, no te acepta, incluso quiere para ti lo peor y lo manifiesta sin ningún pudor. Matar a palos a uno. Qué locura. Por no ir a las fiestas. Entonces, si no comes paella el domingo, ¿qué hay que hacer contigo? ¿Ahorcarte? ¿Asfixiarte? Hay gente muy, muy salvaje por el mundo. Vicente es el señor al que hay que seguir a todas partes si no quieres que te digan cosas como estas en España.
No era como los demás
así que cualquiera podía meterse con él.
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