Otro día vi una película neozelandesa en el cine. No me acuerdo del título pero iba de un padre de familia muy viajero que hacía eso, irse de viaje él solo a todos los sitios. Supongo que tirando de decorados, el tipo parecía que estaba en la sabana africana durante tres días. Luego, otro decorado, le situaba en el puerto de Sidney y más adelante, se le veía en Sevilla, en una corrida de toros. La peli tenía buen ritmo, molaba hasta que el tipo harta a su mujer, que le pide el divorcio. Entonces, todo es un rollo de discusiones, abogados, juicios hasta que, al final, la mujer se queda con todo, como suele pasar. Al tipo le queda poco dinero pero no deja de viajar y... mendigar lo que come por cualquier sitio al que va. Y le va bien hasta que llega a Lima y un drogadicto le sodomiza brutalmente, luego vive un terremoto en el que casi desaparece por la abertura de la tierra y por fin, regresa a Nueva Zelanda y consigue llevar una vida normal veraneando en la playa con otra mujer y otros hijos.
No dejes de aceptar tu rol en la vida.
Es algo que nos distingue del feo instinto.
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