sábado, 12 de abril de 2025

 ¿Y por qué me he puesto yo en plan autoayuda, a levantar los ánimos como si estos estuvieran decayendo? Cuando miro alrededor, la gente está tranquila, quizás tomándose un café entre amigos o echando una siesta memorable o, en el peor de los casos, trabajando en las basuras o de camarero (gracias, señor, que tenga buena tarde). La vida no se sabe cómo es mientras que la ficción debe tener algún sentido. Por eso, yo escribo ficción para darle a mi vida el sentido que le falta. Por eso, mis personajes buscan algo valioso fuera de ellos o dentro de ellos para que la novela siga y siga. En algún rincón de la ciudad hay algo poético que todavía no se ha contado. A lo mejor, al lado de la iglesia vieja del pueblo, hay un corazón que late santo y cristiano. Debemos estar atentos al acontecimiento de Dios que se sacrifica por el género humano. Es lo que rememoran estos días que van a pasar. Una oración por los pobres y otra por los ateos, por favor.

Si anduviéramos toda la tarde por la ciudad

veríamos alguna cosa asombrosa.

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