sábado, 12 de abril de 2025

 Y he dicho aquí que siempre, siempre, hay que tener la moral alta, sobre todo entre las tropas que han perdido una batalla para que estén dispuestas a ganar la guerra. El último día de la guerra, en la gran batalla final, así como en Stalingrado, se ve dónde está la fuerza de los que quieren ser victoriosos. Los rusos enterraron a la fuerza nazi para siempre. Así hay que actuar en la vida: batallar hasta el último día en que el enemigo dirá ya su última palabra vencido en el suelo: rendición absoluta. Y lo demás es castigo al perdedor por la barbarie cometida. Hay que mantener las espadas en lo alto siempre, no bajar la guardia nunca porque en la próxima batalla se puede decidir la guerra entera. Nuestros corazones esperan ese día. A lo mejor, para ganar la batalla final, en nuestros días, hay que perder la batalla de que nuestra bono loto no salga agraciada hasta que toque. Pues échala todas las semanas junto con el cupón de la once y  no desistas.

El cupón de los ciegos:

esa gran batalla diaria.

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