martes, 22 de abril de 2025

 Tengo que escribir de algo y no sé de qué pero algo tengo que decir para matar el tiempo y poder fumarme un cigarrillo y beber agua. Por estas fechas, Paco estaba malo. No tenía delirios ni alucinaciones muy fuertes pero hacía y decía cosas raras. Fuimos al notario y allí se vio que Paco estaba mal. Pasados 4 días, el 5 de mayo, domingo, ingresó por fin en la planta de psiquiatría y yo me liberé. Me leí algún libro en las horas muertas de ir a visitarlo. Mi padre también fue a verle. Yo estaba muy cansado pero alegre de que en una quincena de días, Paco estaría mejor. La primera buena noticia fue que, al día siguiente del ingreso, le desataron. Luego, un día me echó  la bronca. Luego, yo iba andando al hospital y mataba la tarde. Luego, le dejaron salir y fumamos unos cigarrillos y al final, salió y ocurrió todo ese rollo de la asociación. No hemos vuelto a la asociación y nos va mejor. No nos gustan los pijos.

La enfermedad mental tiene estas cosas.

Que el paciente se descompensa y está alterado.

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