domingo, 6 de abril de 2025

 Colillas en el cenicero. El libro de historia contemporánea y el de psicología social. Libros de poetas, de novelistas, de lentas líneas, el diccionario de sinónimos y antónimos, biografías, refranes, un libro de ensayo sobre la violencia de Luis Rojas Marcos (jefe de psiquiatría de NY). Y luego el ordenador y luego, yo. Pían los pájaros con desinterés más allá de la ventana. Escribo. Quizás escriba sin muchas ganas, sin ser el tema de escritura muy allá, sin saber casi que escribo. Escribir es un misterio de la vida. ¿Por qué o para qué se escribe? Comí naranjas podridas, palomas salitrosas. El mundo es tan grande que el ser humano no lo entiende. Así nos hizo Dios: hombres y mujeres que buscan en el mundo respuestas que no se les dan. El que quiera saber sabrá casi lo mismo que el que no sabe nada. Porque, como dijo el filósofo, solo sé que no sé nada. Quizás vaya a beber agua.

¿Para qué queremos saber un poco del mundo?

Será para justificarnos en el mundo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario