La página en blanco. Una mañana nubosa. No se oyen ni las ratas y son las 11:00. Se me estremece un poco el corazón. La semana santa ya va acabando. No he comido ni una torrija. Hay un libro a mi lado que se titula "Historia del mundo contemporáneo" pero que ya es viejo porque se queda en 1970. Hay pena, hay dolor rodeándome. Ya brotan las hojas de los álamos que dan a la ventana. Libros de poesía me rodean, de la generación del 27, de un autor llamado Claudio Rodríguez, una antología de los poetas del 50, etc. Pero no hay poesía hoy viernes santo por ningún lado. Mi hermano duerme. Yo duermo también a mi manera. Monotonía de nubes tras los cristales.
Lejos quedan los días de los pequeños sueños.
Ahora y aquí existen los desesperados despertares.
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