viernes, 18 de abril de 2025

 Dan algunas ganas locas de huir. Tengo separado el corazón. Entre amigos y hermanos me toca decidirme por mi hermano. La vida arremete muy tristemente contra la habitación. Los días pasan ateridos y solitarios. A los enamorados les gusta que se les preste atención. Hay pan en el supermercado, a veces, demasiado tostado, casi negro. No hay paz en Europa por mucho que digan. Las cosas siguen ahí, en su sitio, sin dar la voz de alarma. Los pocos que andamos por aquí nos encontramos en plazas, calles, avenidas y nos dirigimos una mirada boba, triste, famélica. El dolor de estar se inclina bajo las farolas que no dan luz, enfrente de las esquinas de las calles, por las melancólicas aceras muertas. No hay derecho.

El ojo inicia su combustión.

Y casi siempre ve lo de ayer.

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