Hay quien pisa muchas tierras cuando deja la suya atrás. Y el movimiento le mantiene vivo y alerta. Pero lo suyo es hacer raíces donde uno nace. La vida te arrastra a veces a salir, a huir, a buscar mundos nuevos porque en la tierra en que vives no hay nada para ti, sino miseria y amenazas sobre tu vida. Y aquí está la acogida de esas gentes pobres y sin educación apenas que trabajan cuidando de ancianos y niños, que sufren la ausencia del terruño. No creamos que la inmigración siempre es un problema, puede ser la solución a una natalidad muy baja o puede ser la solución a empleos que nadie de nuestro país quiere ya. Ellos son agradecidos en cuanto encuentran trabajo. Démosles trabajo y algo de ganar y no darán problemas.
La inmigración.
No es mala por sistema, sino al revés.
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