La paciencia es la madre de la ciencia. Si uno sabe esperar quizás algún día se cumplan los sueños, como dicen ahora. Y si no se cumplen, has estado practicando eso, la paciencia, que no es mal ejercicio. La gente va por ahí como pollo sin cabeza, yendo y viniendo de todos los sitios y de ningún sitio que va o viene trae contento. La gente va a un pueblo ruinoso y dice que se lo pasa bien pero casi no hay vecinos con los que hablar. Dicen que aman la tranquilidad del pueblo pero todo suena a impostado. No cultivan la paciencia de estar en casa, leyendo, oyendo la radio, descansando. Ya digo: la paciencia trae mucho bien a quien la practica porque serena, ofrece descanso, templa los nervios del que la practica.

Sé paciente.

Llegarás a lo que deseas.