Esta mañana todo hacía pensar que el día sería nefasto. Pensamientos negativos acudían a mi mente. He ido a la farmacia y me han dado todos los medicamentos. He tenido suerte. A eso de las 11:00, me he puesto a escribir los blogs y luego, a las 12:00, contrariamente a lo que cabría esperar, estaba yo muy tranquilo, muy sosegado. No sé a qué ha debido deberse pero el hecho es que estoy tranquilo a estas horas después de comer, a las 16 horas. Yo sé que va a haber días muy malos, de mucha ansiedad por el hecho de no saber ocupar las horas, horas que vendrán huérfanas de lejanía o interés. Pero me tengo que aguantar. Es mi enfermedad.
Ansiedad, ideas malas, angustia.
Lo tendré que sufrir todo como otros sufren otras cosas.
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