Hay una luna artificial, hay un cielo de basalto, hay los hombres y las mujeres que pueblan el planeta y que, ineludiblemente, van a morir. Mejor estar callado, no meterse en líos. La población mundial anda loca, anda desorientada. Las palabras traen algo de alivio. Me gustaría estar en un patio cordobés, yo solo, destilando tranquilidad y buen humor. La calle se ofrece a los que buscan seres parecidos a uno. Pero están detrás de puertas impenetrables: la política, la clase social, que nos define, la cultura que se tiene o no se tiene. En fin: hallo puertas, me hallo con los tontos, me hallo solo por no haber en este puto mundo alguien que sea sincero, sencillo y un pelín romántico.
El aislamiento es beneficioso
si lo que encuentras es un ir y venir de gente majareta o impenetrable.
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