La fresca gala de una flor que es fotografiada por un fotógrafo nuevo tiene su mérito. Unos azulados reflejos, la amarilla rosa, la flor lila de las malvas, el geranio un tanto vulgar. El mundo de las flores es un mundo de significados naturales que capta la cámara como un reservorio para los días aburridos de las tardes frías, de las mañanas en que el tiempo no avanza. También el fotógrafo aficionado capta la arboleda que se instala en la ciudad y a los conductores lejanos que llegan a un ceda el paso y miran a su izquierda y las galerías del paseo y una hormiga y un saltamontes. La hormiga negrísima y el saltamontes tan simpático él con sus patas impulsoras y un niño que anda con su padre y un perro, allá a lo lejos y una barrendera con una coleta rubia muy bonita. Y el sol en lo alto batiendo el calorcillo de la primavera.
El domingo paseamos bastante.
Los pasos, las horas, el atardecer que atrapa el sentimiento.
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