Me despierta un número de propaganda que empieza en 34. Ayer mismo estuve en Movistar y me dijeron que había que bloquearlos uno por uno. Estoy como cansado, cansueto, como decía mi primo Perico que en paz descanse. La mañana se me va a hacer larga pero no iré a la calle más que por el pan. El 25, domingo, cumple mi padre 95 años, algo que parece un poco prodigioso. Hoy va a haber para comer lacón con patatas cocidas con su pimentón y su aceite. No sé qué hacer con estas amigas que me han salido tan raras. Las dejaré de ver un tiempo, a ver qué pasa. Quizás se olviden de mí. Suena un motor; en esta ciudad, siempre está sonando algo. Me parece que están limpiando los garajes de la urbanización de al lado. ¿Qué será el dormir que se parece al morir? Moriremos sin soñar. Morir es irse de aquí.
La ciudad tiene sus gentes, sus afanes, sus circunstancias.
La ciudad es rica en aconteceres.
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