Dejamos encima del mar que la luna se suicide ella sola sin ayuda. La luna está cansada de salir por la noche. La acompañan dos estrellas pero esas dos estrellas son un poco maliciosas, casquivanas y de chiste fácil. Quizá la lotería está aguardando a la luna y un café en el bar del chino. Al fondo del local, la luna sufre, la luna se ve desprestigiada pero quiere pertenecer al grupo insomne de la noche. La luna está angustiada y pobre, la luna lo pasa mal porque no sabe que esas dos estrellas son muy amigas, muy locas, muy poderosas en su soliloquio de estrellas nocturnas. A lo mejor eres más feliz ahora en mayo que en navidad. Pero los calores vuelven la cabeza loca.
Aspirantes a luna solitaria hay muchos.
Pero todo el mundo quiere pertenecer a un grupo de lo que sea.
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