martes, 20 de mayo de 2025

 Un profesor que conocí en un instituto de Majadahonda, me hizo el siguiente truco. Le vi en la biblioteca. Hablamos un poco en voz baja. Me despedí y le dije: ya te llamaré. Y me dijo él: espera a que te llame yo. Han pasado dos años y no ha llamado. Le veo por la calle y se hace el ganso cuando me ve. Me da igual. Que le den morcillas. Otro amigo, al que conocí en la carrera de Filología, le iba a ver a su puesto de trabajo y comíamos juntos. Luego ya me puso no sé qué excusa para que no volviera. Otro amigo que he perdido. En fin. Los amigos verdaderos son los que perduran. Me quedé de amigo con mi antigua novia y esa exnovia se ha echado una amiga. Son las dos muy majas. Pero me lían la cabeza. 

Amigos.

Los verdaderos son pocos, la verdad.

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